34ª Semana de Embarazo

Pero si ya no me queda nada!!! 6 semanas para salir de cuentas, que se dice pronto!!! Lo más importante es que vamos cumpliendo semanas, mi Embri está bien y yo, aunque no estoy muy pa'llá, anímicamente me encuentro más fuerte.

El fin de semana no ha sido nada bueno. No sé si sabéis o habéis leído que el sábado había un encuentro bloguero en Madrid y yo estaba ilusionadísima. En cuanto me llegó el correo de Una mamá contracorriente, se lo dije a mi marido y me dijo "Bueeeeeeeeeno, vaaaaaaaaale" y yo encantada. Reposé toda la semana para encontrarme bien y ya tenía elegido lo que iba a ponerle a mi Bichito. Me levanté el sábado mala, me dolía mucho el estómago y el bajo vientre. El niño no paraba de moverse, por lo que me hacía más daño. Al cabo de dos horas me di cuenta que no íbamos a poder asistir, no os podéis imaginar la pena que me dio. Nos quedamos en casa con mucha tristeza.

Pasé el día como pude, casi sin comer y aguantando el dolor. A eso de las 20:30 empezó un dolor muy fuerte, muy agudo, que me atravesaba desde el pecho hasta la espalda, justamente en la boca del estómago. No sé si os he dicho que tengo una hernia de hiato, que no me ha dado apenas problemas, que no me medico y que desde luego jamás me había dado un dolor tan agudo, hasta el sábado. Alrededor de las 23:00 llamé a mi madre para que se vinieran y que me llevara mi marido al hospital. Tenía la tensión alta, imagino que por el dolor y me monitorizaron para ver si era por contracciones y por la tensión, dado que la tensión alta da dolor de estómago. Útero con dinámica irritable, tensión bien y un dolor de estómago que resoplaba yo más que las dos de allí que estaban de parto. Un calmante en vena y un medicamento para ir tirando estas últimas semanas.

Dado que el útero ya es muy grande y sigue creciendo, oprime el estómago y esto hace que la hernia de más problemas de los que debería. Así que a cuidarse y a tomar una pastillita más. Joer, que estoy embarazada y tomo más pastillas que un abuelete. En fin...

El problema es que nada va mejor, ni siquiera el PUPPE. Me paso toda la noche rascándome y se ha extendido por toda las piernas. Me pica mucho y me despierto para tener que echarme la crema y rascarme porque no puedo más. Ni el antihistamínico ni el corticoide han hecho su efecto. Pensé en presentarme de nuevo en la consulta, pero como tengo cita el jueves por la mañana y ya casi acabo las pastillas, veremos a ver qué me dice y qué cree que podemos hacer. Mi marido sigue sin dormir conmigo, normal, no hay quien pare de las vueltas que doy en esa cama y tengo muchísimas ojeras de no dormir.

Estoy harta de no encontrarme bien, cansada de que no termine de pasarse el PUPPE y de ir sumando cosas. No es que se me esté haciendo largo el embarazo, se me está haciendo pesado y lo único que quiero es ponerme bien y pasar las últimas semanas lo más tranquila posible.

Peso: 66,1 kilos (desnuda y recién levantada). He perdido 700 gramos. Normal, con el dolor tan agudo que tuve el sábado me salté varias comidas. Como siga así me voy a quedar divina después del parto. No hay mal que por bien no venga.

Y ahora viene la parte anímica. Pues estoy mejor de lo que pensaba. Preocupada, por supuesto, pero tranquila. No sé por qué me da que tantas cosas malas no pueden pasar, es decir, si ya me pasan a mi a mi pequeño no le puede estar pasando nada y todo va a salir bien. El miércoles cuando vayamos al ginecólogo me va a decir que todo está correcto y que seguramente sería un "problemilla" en ese momento, pero que ya tiene ambos fémures con la misma longitud y a su tiempo. Estoy deseando que llegue el miércoles y poderme quedar un poco más tranquila, aunque no lo estaré del todo hasta que no vuelva a verme el mismo doctor, pero estoy segura que me sacará de toda duda.

Mi Embri no para quieto y eso está haciendo daño a mi estómago, pero es que es alucinante. Poner la mano en mi tripa y sentir todo lo que se mueve es increíble. Mi marido se impresiona, no os podéis hacer una idea lo que se mueve. Mi Bichito a su lado era un mar en calma. Es que parece que hace volteretas y eso que está encajado desde el principio. Dicen que es la postura más cómoda para ellos, pero el mío se hizo boca-abajo, desde la semana 12 siempre le hemos visto en postura cefálica. Me encanta sentirle, pero con el daño que me hace podría elegir mejor los sitios donde pone sus piececitos. La mayor ventaja a esta postura es que sí las costillas me las machaca y el estómago a partir de ahora, pero me ha dejado respirar correctamente durante todo el embarazo y esperemos que siga así.

Ya os iré contando qué me dicen los médicos esta semana y espero que todo sean buenas noticias.

Os deseo una gran semana a todos y espero que disfrutéis de la mejora temporal, que en Madrid ya empezó a notarse ayer.