martes, 31 de enero de 2012

Momentos complicados

Estoy viviendo momentos un tanto complicados porque la situación no es nada cómoda. De aquí me pueden echar, éste es mi cliente que no mi empresa, por lo que pueden prescindir de mí como recurso. A mí este cliente me gusta, se tiene cierta libertad en el horario, no hay demasiado volumen de trabajo y tengo una gran amiga aquí, por lo que me gustaría quedarme.

Todavía tienen que reunirse, no lo hicieron ni el viernes ni ayer y yo ya estoy de los nervios. Todo el mundo me dice que no me preocupe, pero no puedo evitarlo. Además la situación me está creando mucho estrés, si voy a sacarme leche estoy pensando que llevo mucho tiempo en el servicio y me impaciento, si voy a desayunar estoy pendiente de irme lo antes posible para no tardar mucho, miro hacia atrás para ver cuando el jefe de área tiene una reunión, si veo a mi jefe hablando con él me crea muchísima ansiedad y no soy capaz de concentrarme en otra cosa. Estoy muy nerviosa y en vez de relajarme cada vez me estreso más.

Es una situación muy complicada y hasta que no se reúnan no sabré la decisión que deciden tomar. Al fin y al cabo estoy en el punto de mira y tengo la sensación de que todo el mundo me observa.

He llegado a tal punto que ayer cuando llegué a casa no pude evitar ponerme a llorar, me está generando muchísima ansiedad y no hay nada como llorar para descargarse. Durante la mañana siento algo en el pecho que me oprime y me duele la parte alta de la barriga. Me está costando mucho reponerme y sonreír e intentar como que no está pasando nada. Con mi marido apenas hablo del tema y es que sé que con él me vendría abajo y no quiero, debo de ser fuerte.

Gracias a mi familia que me apoya y que me ayuda, los momentos que estoy con ellos los paso mejor, de hecho apenas me acuerdo. El fin de semana ha sido un no parar, el sábado me fui con mi Bichito al circo, un plan de chicas, y dejamos a los chicos en casa. Desde que nació mi Pequeñín apenas la dedico tiempo a ella en exclusiva, así que aproveché y pasamos la tarde juntas. El domingo fuimos a ver un espectáculo de música en inglés y a comer por ahí con unos amigos, lo pasamos estupendamente y por la tarde teníamos una celebración familiar. Ayer me acompañaron a elegir un reloj como regalo de cumpleaños y me llevaron a cenar, para despejarme, para no pensar, para apoyarme, para ayudarme, para animarme y lo consiguieron. Pero las noches son muy duras. Mi Pequeñín sólo se despierta increíblemente una vez, pero yo lo hago tres o cuatro y en cada una me desvelo durante un buen rato. A las 5:00 ya he sido incapaz de dormirme y así llevo ya casi una semana. Además he vuelto a tener pesadillas.

Esta situación me está generando muchísimo estrés y ansiedad. Me siento intimidada y como si fuera una hormiguita en un mundo de gigantes. 

sábado, 28 de enero de 2012

Problemas en el trabajo

Ya sabéis que normalmente escribo a diario y si no una vez cada dos días, pero llevo unos días sin escribir y es que he tenido un problema bastante gordo en el trabajo. Ha sido culpa de una tercera persona, que ha decidido decir que me ausento de mi puesto de trabajo para justificar por qué no estaba terminado el suyo.

Me encuentro un poco desanimada, triste y enfadada. Tengo la suerte que mis jefes están conmigo, pero la jefa de esta persona, de otro departamento, está intentando que me echen o que me cuelguen, todavía no estoy demasiado segura lo que verdaderamente busca. Tanto ha sido así que ha llegado hasta la dirección y ahora se estudia "mi caso".

Estoy pasando momentos muy duros porque la culpa está, según esta persona, en mi jornada reducida y en las veces que he tenido que salir porque los niños tenían pruebas médicas o estaban enfermos. Por suerte, tengo justificantes de cada cosa y la ley me ampara, pero aún así tengo que defenderme y yo no lo puedo hacer directamente. Además he tenido que cruzarme con esta persona por los pasillos varias veces, en las que le habría dicho cuatro cosas o le habría increpado, pero me han aconsejado que me calle y que deje que las cosas sigan su curso.

Mientras, yo me encuentro bastante desmotivada y gracias a que mis jefes me apoyan estoy menos deprimida, pero no comprendo cómo alguien puede justificarse intentando hacer daño a otras personas y atacando el que muchas veces es el punto más débil. Yo no puedo salir más tarde, yo voy a dar el pecho a mi hijo y recojo a los dos de la guardería a las 15:15, por lo que a las 14:30-14:40 tengo que irme y nadie más puede ir a buscarlos, parece que como esta persona no desayuna yo tampoco puedo hacerlo aunque tengo 20 minutos para ello cada día. Yo podré trabajar mejor o peor, más o menos, pero yo no me ausento de mi puesto de trabajo sin motivo.

Tienen que reunirse y no sé qué es lo que puede ocurrir. Cada vez que me despierto a medianoche me acuerdo del tema, me levanto por la mañana triste y con ganas de llorar, mi marido y mis hijos me alegran el día, pero cada vez que me acuerdo me vengo un poco abajo. Estoy muy sensible y espero que esto se solucione pronto, tomen la decisión que tomen.

Para terminar este post lo haré de una forma alegre y recordando que podéis apuntaros a este magnífico sorteo de Baby-Cesta en este enlace.

Buen fin de semana a tod@s

miércoles, 25 de enero de 2012

Nuevo Sorteo, os presento a BABY-CESTA

Mari Carmen y Vicenta son las creadoras de Baby-Cesta. La primera vez que vi un marco hecho por estas chicas aluciné, le habían encargado un marco especial para una mamá a la que le gustaba la montaña y que había dado a luz a un precioso niño. Con estos datos Mari Carmen y Vicenta crearon un precioso marco en donde un bebé con pie de gato, mosquetones y cuerdas, ascendía por una montaña. Me pareció un regalo precioso y original, exclusivo, hecho sólo para ti, cuidando hasta el más mínimo detalle, de esos que no olvidan jamás, un trabajo estupendo. Es ese marco de la derecha.

Me encantan las cosas hechas con mucho mimo, artesanas, cuidando cada detalle, para mí son especiales y esto es lo que prima en Baby-Cesta.

En seguida me puse en contacto con ellas: Son dos cuñadas a las que les encantan los bebés y las cosas de bebés. Se han quedado en el paro y viendo que era muy difícil encontrar trabajó y dada la aceptación que tenían entre todos sus cestas y tartas, se decidieron a crear esta empresa para ver si podían afrontar esta crisis y ayudar a sus familias. En ello están, intentando que tantas horas de trabajo y tanto esfuerzo se vean recompensado. Y así explican su trabajo:
“Con esta iniciativa queremos que la gente haga un regalo original, práctico y económico, pensamos que estas cestas, tartas y regalos serían una buena solución. Nuestras cestas se componen de cosas necesarias y todo se utiliza. Nos basamos en hacerlas con marcas blancas pero también tenemos la posibilidad de hacer cestas con primeras marcas para abrir nuestro mercado a más gente”

Para ello nos presentan tres de sus productos:
“El marco es uno de nuestros pedidos más vendidos, porque la posibilidad de personalizarlo con el nombre del niñ@ y su foto, es algo muy original y poco visto.
La tarta de Pañales es nuestro segundo producto más vendido, porque es algo práctico y muy original que se compone de cosas que se utilizan y la presentación en forma de tarta llama la atención.
Y la cesta de regalo para el cumple es algo más novedoso pero que también está teniendo mucha aceptación, porque son todo cosas que utilizan como los rotuladores lavables, ceras, lápices, cuento, peluche, globos… etc, todo pensado para los que ya van cumpliendo añitos.”


Todas las piezas personalizadas que se venden son únicas y hechas a mano. También se hacen figuras personalizadas a través de fotos que aportan los clientes, se hacen figuras de novios para bodas, para bautizos y comuniones, marcos, espejos, muebles…etc.
Todas las fotos expuestas en su página web son ejemplos, se pueden varias colores, animales, figuras y los temas de los regalos.
Los envíos con pedidos superiores a 30€ son gratuitos dentro de la Comunidad de Madrid, con pedidos inferiores o fuera de la Comunidad de Madrid se mandaran por mensajería con un coste adicional.

El ganador del sorteo podrá elegir entre la tarta de pañales, el marco de jirafa o la cesta de cumpleaños y personalizarlo al gusto (podéis verlos en las fotos que ilustran este post). Para participar tenéis que entrar en su página web Baby-Cesta y dejar un comentario en esta entrada con los siguientes datos:
- Qué es lo que más os ha gustado de todos los productos de su página, ya sea una cesta específica o uno de sus regalos originales.
- Nombre o pseudónimo
- Dirección de correo electrónico (si no queréis dejarlo aquí, podéis mandármelo a construyendounafamilia@gmail.com)

El sorteo está restringido a territorio Español y utilizaré la web Sortea2 para conocer al ganador.

Podéis apuntaros desde ahora mismo y hasta las 23:59 del 13 de Febrero, el 14 publicaré la lista de participantes y el 15 de febrero, mi cumpleaños, precioso día, será el sorteo. Me hace muchísima ilusión regalar algo tan especial en mi cumple.

Además, ¿queréis haceros con uno de estos preciosos imanes? Cuando les hagáis un pedido tenéis que hacer referencia a este blog y Mari Carmen y Vicenta os obsequiaran con un precioso imán si el pedido es inferior a 45€ y con uno de cada modelo si es superior. Están hechos del mismo material con el que hacen sus marcos. A mí me parecen muy originales y darían un toque de alegría y distinción a mi nevera.

Recogen pedidos mediante correo electrónico, y teléfono.
Teléfonos de Contacto: 629463666 - 650472563
E-mail: babycesta@gmail.com

martes, 24 de enero de 2012

Reuniones en la Escuela Infantil

Lo que vais a leer no es un déjà vu, ni he cambiado la “a” por la “o” y es que mi hijo está malito. Mi Pequeñín sigue con fiebre y se va a quedar con mi madre hoy en casita. La tos se ha transformado en mucho moco, que, por suerte, va expulsando y todavía está en las vías respiratorias altas. Esperemos que no se le complique y se le baje al pecho.

Dado el estado de mis pequeños, la semana pasada no os conté que tuve las reuniones del segundo trimestre en la Escuela Infantil de mis hijos. Deciros que me encanta donde van mis hijos es poco, porque tener la suerte de poder ir a darle el pecho a mi Pequeñín 30 minutos antes de la hora de salida y observar a 8 pequeños juntos, felices, riéndose y jugando cada día, es increíble. Al contrario de lo que mucha gente piensa, sólo un par de veces he visto a uno de esos pequeños llorar, siempre cuando llego se muestran felices, sonrientes y jugando en la clase. Mi presencia no les influye y tampoco les incomoda, algún gateador viene a darme las buenas tardes, pero me miran alegres cómo me llevo a su compañero. Desde luego que es maravilloso poder ir a buscar a mi hijo y obtener varias sonrisas de sus amiguitos. Tengo la suerte de estar contenta con el lugar donde mis hijos se quedan cuando yo no puedo cuidarles y tengo que ir a trabajar.

La primera reunión a la que asistí fue la de mi Pequeñín. Normalmente a estas reuniones no se puede asistir con hijos, sin embargo, mi Pequeñín sí podía ir tanto a la de su clase como a la su hermana por ser lactante. Es un lactante atípico, pero al tomar pecho me avisaron que podía llevarle. Sin embargo, preferí ir sola, total era una hora. La reunión me sorprendió gratamente, diferente a la de principio de curso porque no sólo están respetando sus ritmos, sino que se van amoldando a ellos y eso dice mucho de sus cuidadoras. Al principio de curso estipularon un horario de primera siesta, actividad, comida, siesta y juego, con horarios predeterminados, pero al observar que esa primera siesta es más larga, no les despiertan, les dejan descansar y después continúan con sus actividades y a mí me parece perfecto. También me contaron que mi Pequeñín es un poco revolucionario y es que parece el más juerguista. Yo no lo puedo negar, ha salido a su madre (ejem, si alguien pregunta, negaré haberlo escrito) y parece que se pone a hablar con el mayor de la clase y a saltar en la cuna. Es al que más le cuesta quedarse dormido, pero me dijeron que ya no le acunan sino que él sólo se va relajando poco a poco, aunque es el que más tarda.

Al día siguiente fui a la de mi Bichito y ésta me sorprendió más todavía. A su profesora la conozco, es la del año pasado y me encanta. Tanto es así que yo cada vez que puedo le dejo caer a la directora de la escuela que el año que viene tiene que ponerla con niños de 1-2 y a mi Pequeñín en su clase. Mi relación con ella es excelente, pero la de mi hija es espectacular. La quiere y la admira, hace que se sienta segura con ella y el amor es recíproco. Me encanta la energía que desprende, lo cariñosa que es con ellos, lo juguetona y divertida. Es profesora y niña cuando tiene que serlo.

Pero lo que descubrí es que es un poco estricta, más de lo que me podía imaginar. Alguien me lo había comentado, pero a mí no me había parecido. Sin embargo, exceptuando una cosilla, todo lo demás me pareció correcto, quizá porque mi hija ya ha superado todos esos hitos que a ella le parecen importantes para el futuro comienzo del cole de mayores, como puede ser la retirada del pañal, la comida en sólido, sin biberón y sin chupete. Eso sí, “siempre respetando el ritmo de los peques ya que todavía tenemos mucho tiempo. Algunos están ya preparados y otros tienen que seguir esperando a estarlo, la maduración de los niños puede cambiar de una semana a otra”, fueron sus palabras.

Creo que muchas cosas de las que dijo eran importantes, sobre todo el respeto a los ritmos de los pequeños. Sin embargo y, por mucho que me cueste creerlo, varios son los padres que delegan la responsabilidad de los cambios y las evoluciones en las personas que cuidan a nuestros hijos. Verdaderamente creo que esto no se lo debemos dejar a terceras personas, sino que las cosas se empiezan en casa y en la escuela se refuerzan y no al revés. Debemos acompañarlos en su evolución de bebés a niños, pero debemos ser nosotros los que les ayudemos y no delegar en otras personas. Para nosotros la educación de nuestros hijos es importante y nuestra, no se la dejamos a nadie más (en la medida de lo posible) e intentamos que todo el mundo lo respete.

También hablamos en ambas reuniones de las futuras fiestas que fue el punto que más me gustó. La Paz será el próximo 30 de enero y carnavales el 17 de febrero. Para el día de la Paz irán de Hippies, por lo que acepto cualquier tipo de ayuda e imaginación por vuestra parte y en carnaval algo relacionado con el mar, seguramente de Piratas.

¿Vosotros también habéis tenido estas reuniones de curso?

lunes, 23 de enero de 2012

Tó se pega

Mi Bichito ya está recuperada, tanto que hoy va a la guarde. El antibiótico la hizo efecto enseguida o es que la fiebre ya había tenido un pico y estaba en descenso. No sé por qué, pero el viernes cuando la llevé para que la viera su pediatra sus pulmones estaban totalmente limpios. Hasta la pediatra se quedó anonadada, cómo era posible que dos días atrás tuviera fiebre y sus pulmones tenían crepitaciones y pitos y ahora estaban bien. Da lo mismo, lo importante es que sus pulmones se oían perfectamente.

Es increíble la energía y la capacidad de recuperación que tienen nuestros pequeños, pero si a esto le unes dosis de ventolín, lo que tienes es una hija espídica, que no para, que no consigue estar ni un minuto quita. No es capaz de concentrarse, por lo que nos hemos tirado el fin de semana con una niña corriendo de un sitio para otro en 60 m2, a la que la cuesta mucho prestarte atención.

Ayer se me ocurrió que podíamos hacer galletas juntas y compartir un ratito, porque se ha tirado el fin de semana entero diciendo Mami. Al no encontrarse bien requiere mucha más atención, sin embargo, al tener un hermano tan pequeño no puedo dedicarle todo el tiempo que ella necesita, se frustra y hemos tenido momentos un poco tensos. Las galletas han hecho que compartamos momentos a solas y la he dedicado tiempo exclusivo a ella. Pintar un dibujo para su amiguito al que mordió también nos ha brindado más tiempo juntas.

Pero, ¿quien pensaba que los fines de semana son para descansar? Si a todo esto le unimos que mi Pequeñín barruntaba algo, que ha dado la cara esta noche porque lleva todo el fin de semana que apenas duerme más de 2 horas seguidas y después hay que dormirle con mucho mimo, cariño y entre 30 y 45 minutos en brazos. No sé si es que mi Bichito se lo ha pegado a mi Pequeñín o qué le pasa, pero a la 1:00 ha aparecido fiebre, aunque parece que se ha levantado bien, veremos a ver si no me llaman de la guarde hoy.

Así que mi marido y yo estamos destrozados un pelín cansados, el color de nuestras ojeras es totalmente negro un pelín oscuro y encima estamos a lunes. Ambos cruzamos tanto los dedos de las manos como los de los pies para que la fiebre de mi Pequeñín no vaya a más.

Es una pena, pero por desgracia, tó se pega…

Y vosotros, ¿qué tal el fin de semana?

viernes, 20 de enero de 2012

Y nos vino a visitar…

La fiebre. Cuando llegué a casa y mi Bichito se despertó estaba más mimosa que estos días atrás. Se echó en el sofá y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Hmm, mala pinta, me dije y la puse el termómetro. Tenía 37,8, así que decidí bajar a la farmacia y empezar a darla el antibiótico. Llegó su padre, bajé a por el antibiótico que me costó un poco encontrarlo y cuando subí estaba como una rosa, jugando, saltando y sin fiebre. Esperaremos.

Al final del día empezaron a caérsele lágrimas sin llorar, síntoma de que mi hija tiene fiebre y así era. Antibiótico, apiretal y a dormir.

A las 2:30-2:45, como cada noche, me despierto cuando mi Pequeñín me reclama su primera toma nocturna, pero esta vez me desperté sola. Aproveché para darla los aerosoles a mi Bichito y el antibiótico y, a partir de ese momento y durante una hora, mi hija ha estado tosiendo sin parar cada 2-3 minutos. En esa hora mi Pequeñín se despertó, le di su toma, le acosté, pero la tos de su hermana le terminó despertando y tenía ganas de juerga. Casi eran ya las 4:30 cuando he despertado a mi marido para que durmiera a mi Pequeñín y yo poder descansar una horita más. Ilusa de mí, mi pobre hija decía Mami en sueños, con lo que era imposible conseguir conciliar el sueño. Entre Mami y Mami, me quedaba traspuesta, hasta que ha sonado mi despertador.

La duelen las costillas de toser y creo que por eso me llama, pero está cansada y se queda dormida de nuevo. Cuando salía de la ducha la he vuelto a escuchar, así que la he metido en la cama con su padre por miedo a que despertara a mi Pequeñín.

Esta tarde la llevaré a que la pediatra escuche sus pulmones y valore si ha empeorado o si el antibiótico empieza a hacer efecto. Mientras hoy se quedará con mi madre, a la que, por cierto, torea que da gusto. Además lo sabe perfectamente e intenta retrasar la hora de echarse la siesta todo lo que puede y la pide, con esa carita con la que no puedes negarla nada, que la deje ver 3, 4 ó 5 capítulos de Dora.

Claro que no me ha de extrañar, porque si yo hacía con ella lo que quería siendo mi madre cómo no lo va a hacer mi hija siendo su abuela. Y es que ayer recordé el día que me operaron de la sinusitis en la que expresamente no podía dormirme para observar la reacción de mi cuerpo al antibiótico. Mi marido, entonces mi novio, se quedó conmigo en el hospital y mientras yo intentaba dormirme, él me hacía cosquillas e intentaba por todos los medios que se le ocurrían que no me durmiera. Recuerdo que una de las veces le miré, con un cabreo de tres pares de narices y le dije: “Tenía que haberse quedado mi madre, que con ella hago lo que quiero”. Pues esto mismo es lo que debe de pensar mi Bichito, aunque creo que ya mi madre va a empezar a ponerse seria, porque en cuanto entré el otro día por la puerta me dijo: “Tu hija me torea”, clara evidencia de que mi hija hace lo que quiere con su abuela.

Buen fin de semana a tod@s, nosotros nos quedaremos en casita en familia curándonos las toses y disfrutando pintando algunos dibujos y jugando los cuatro juntos en familia.

jueves, 19 de enero de 2012

Crepitaciones pulmonares

Mi Bichito no mejora y ha empeorado un poquito. El otro pulmón ha cogido envidia y tiene también crepitaciones. La sombra de una posible neumonía nos acecha, aunque, por suerte, mi hija está sin fiebre. Si en algún momento llega a 38 tengo que comprar el antibiótico, dárselo y llevarla de nuevo al pediatra para valorar el empeoramiento y seguramente repitir la placa. La pediatra estuvo explicándome la diferencia entre la bronquitis, en la que se oyen roncos en los bronquios, en la parte central de los pulmones, y la posible neumonía, en la que se oyen crepitaciones en los alveolos. Estas crepitaciones se oyen en la base de los pulmones, que es el sonido que tiene mi hija en el pecho. Sin embargo, y contrario a lo que su pediatra creía, mi Bichito no tiene fiebre, por lo que le ha subido la dosis de ventolín, le ha puesto pulmicor y nos ha dicho que la vigilemos por si la fiebre hiciera aparición.

La noche ha sido regular, entre toses de uno y de otro. Mi Pequeñín parece que no se termina de poner malo, aunque tiene bastante tos, pero por ahora podemos respirar un poco más tranquilos. Sigue pidiendo su par de tomas nocturnas y mi Bichito, además de la excitación que le supone el ventolín, se despierta varias veces porque la duele la tripa y yo creo que es a causa del esfuerzo de tanta tos. La pobre no sabe diferenciar por qué la duele y una vez nos ha pedido caca, cuando la ha llevado su padre le ha dicho: “Oh, no sale caca”. Pobrecita mía. Ahora está descansando y pasará el resto de semana en casa. El lunes tenemos cita con su pediatra, pero si se pone mala en cualquier momento, su estado anímico decae o notamos algún tipo de empeoramiento, la tengo que llevar para que la vea. No hay problema por no tener cita, ella estará pendiente por si nos ve aparecer en la sala de espera.

Antes de irme a trabajar me he tumbado junto a ella en su cama para rascarle la espalda y la tripita. Me da una pena terrible irme a trabajar y dejarla malita, ojalá pudiera quedarme junto a ella, tumbarnos las dos en el sofá y disfrutar de una peli de dibujos mientras su cabeza reposa en mi pecho. Sin embargo, sólo he podido tumbarme unos minutos con ella, después de darle el pecho a mi Pequeñín, darla un beso diciendo que me voy a trabajar, cerrar la puerta de su habitación y vestirme corriendo porque llegaba tarde.

Espero que la fiebre no haga aparición y que se vaya curando, aunque sea poco a poco. Es una niña muy fuerte, lo sé, pero me cuesta mucho verla enferma y no poder hacer nada más por ayudarla. Solo quiero que se cure, como lo desearía cualquier madre.

miércoles, 18 de enero de 2012

Bichito y Control de Peso Semana 15

Mi Bichito está bien, muy bien diría yo. La tos no ha cedido, aunque es un poco menos, pero la fiebre sí y está pletórica. Hoy se ha quedado mi madre con ella y estoy segura que acabará agotadita. Por suerte, al final, creo que no se le ha complicado y que se ha quedado en un episodio de tos y un día de fiebre. Y ahí la tenéis, preguntando cuando va a ir a la guarde y disfrutando de tener a su abuela sola para ella.

Esta tarde la llevo de nuevo al pediatra para que valore sus pulmones, ya lleva 40 horas sin fiebre, así que espero que se quede en un pequeño susto. Después iré a la reunión de mi Bichito en la Escuela Infantil, ayer tocó en la clase de mi Pequeñín, mañana os cuento cómo nos ha ido, mis impresiones y las fiestas propuestas para este trimestre, que es lo que más me gusta.

Hace 5 semanas que no hacemos el control del peso. Los excesos navideños han hecho que me pensara muy mucho hacerlo, pero después de este parón, creo que es momento de retomarlo. Régimen no hago, no os voy a engañar y ejercicio ya tampoco. Lo único que intento es que mis cenas sean lo más ligeras y sanas posibles. Que me apetece comer por ahí, no importa, que quiero un dulce, pues tampoco, a poder ser a en las primeras horas del día que da tiempo a quemarlo, pero por la noche normalmente una ensaladita y algo de fruta. Y no hablo de esas ensaladas repletas de cosas que para encontrar los brotes verdes tienes que rebuscar, no, yo os hablo de una ensalada tipo gourmet con una lata de atún o, en su día, granada y poco más. Y parece que me va funcionando, porque aunque como todo lo que me apetece y más, no sólo no cojo, sino que después de estas navidades he perdido unos gramillos, pero poquitos.

Ahora mismo no recuerdo con cuanto peso empecé el régimen, pero sé que he bajado algo porque he bajado de unidad (por desgracia es ,8, pero bueno). Además parece que se me nota, porque mi compi que se incorporó ayer después de mes y medio me ha dicho que se me nota y mucho, que el nuevo cambio de look (de pelirroja a castaña) también me sienta bien. Y es que da gusto tenerla de nuevo a mi lado y si encima me dice lo guapísima que estoy, pues mucho más.

Así que chicas, os animo de nuevo a volver a empezar a cuidarnos y conseguir ese propósito, que no es de año nuevo dado que nosotras ya lo teníamos, pero que juntas parece que es más llevadero. En mi caso y dado que tengo una celebración en los próximos meses, me gustaría perder 3,5 kilos en 4-5 meses. Lo veo un poco complicado y con 2,5 me vería más que satisfecha, pero como soñar no cuesta, pues hale, a ver si lo consigo.

¿¿¿Alguna se une o lo retoma conmigo???

martes, 17 de enero de 2012

Posible infiltrado basal derecho

Eso era lo que ponía en el informe de la radiografía que hicieron a mi Bichito. Estuvieron toda la mañana en el pediatra. La tos era muy seca y la pediatra no conseguía escucharla los pulmones, así que la dio ventolín durante 15 minutos. Cuando entraron de nuevo a que la reconociera, ya sí escuchaba el pulmón, pero no de una forma correcta, por lo que decidió mandarla a hacer una radiografía a un hospital cercano y darle cita con su pediatra esa misma tarde.

Cuando mi marido me llamó ya estaban esperando a que se la hicieran. Desde aquel momento ya no conseguía mirar a la pantalla más de unos segundos sin volver a mirar el teléfono. Me sentía fatal al no estar al lado de mi hija, aunque su padre estuviera con ella. Habría dado cualquier cosa por estar junto a ella en esos momentos, pero aunque quisiera ir al hospital, cuando llegara ya se habrían ido y no podría justificar mis horas fuera del trabajo. Así que, por recomendación de mi marido, me quedé pendiente del teléfono y con la mirada perdida sin conseguir dar pie con bola.

Cuando hablé con ellos ya estaban en casa y me dijo que en el informe ponía: “Posible infiltrado basal derecho”. Inmediatamente busqué en internet (mal hecho, sí, pero quien de vosotros no lo haría) y vi que estaba relacionado con la Neumonía. No podía más y aún a sabiendas que me va a costar recuperar el tiempo, me fui a mi casa para poder dar a mi hija un abrazo y acostarla un ratito la siesta tomando un poco de su tetita.

Su estado anímico era envidiable, no paraba de toser, pero ella reía y jugaba, no quería acostarse pero tampoco quería perder su ración de tetita, así que se fue feliz a la cama. Feliz y caliente, porque empezaba a subirle un poco de fiebre.

Me costó despertarla, la pobre estaba muy cansada, y nos fuimos al pediatra. Después de ver la radiografía la pediatra fue prudente, cree que es condensación de mucho moco y piensa que con el ventolín, se le moverá y podremos escuchar mejor el pulmón. Como tenemos todavía tiempo, no quiere ponerla antibiótico y prefiere ver la evolución de mi Bichito. Estará un par de días con fiebre y mañana la volveré a llevar para que la eche un vistazo y valore la evolución de sus pulmones.

La noche ha sido un sinfín de toses por parte de ella, de su hermano y mías. Creo que la pediatra también nos ha citado por si mi Pequeñín cae, porque me ha dicho que es contagioso y miró al niño. Además duermen juntos, así que blanco y sale de la tetita, leche (jeje, qué chiste más malo, pero tenía que hacerlo).

Ya os iré contando cómo evoluciona mi Bichito. Por ahora se queda en casa disfrutando de mimos, tele y juegos y esperando que se recupere lo antes posible.

Aprovecho hoy para dar ánimos a mi compi del trabajo que ha vuelto después de la operación un tanto complicada de hace mes y medio. Yo la echaba mucho de menos y tenía muchas ganas de tenerla a mi lado, aunque se ha precipitado en volver, creo que no tenía muchas opciones. Así que quiero darle muchos ánimos para que hoy, su primer día, todavía hinchada y con anemia, sea todo lo mejor que pueda ser. Además, mi niña, ya sabes, si te encuentras mal, GRITA!!! Que yo estoy en la otra parte y voy a tu rescate. Muchos besos preciosa.

lunes, 16 de enero de 2012

Mala un año después

Hace mucho que mi hija no se pone mala, pero mucho. Con casi 2 años y medio y yendo a la guarde todos los días, todavía no se había puesto mala. Pero esta semana ha empezado con tos y ya ayer era bastante fuerte. El fin de semana ha ido a peor y no nos hemos dado cuenta de ponerle algún tratamiento hasta ayer. Por la noche le dimos un poco de ventolín, pero ya era tarde, la tos ha ido en aumento y la pobre apenas ha podido dormir. Cuando la fui a acostar estaba caliente. Es una tos seca, tose cada minuto a lo sumo y ha amanecido con 38.7. Hoy se quedará en casa y para poder organizarnos mi marido está ahora con ella.

Hace poco que le decía a mi marido que hacía mucho tiempo que nuestro Bichito no se nos ponía mala, la última vez que se puso mala fue hace exactamente un año y se trató de Gripe A. Muchísima tos, mucha fiebre y releer el post me ha hecho recordar que la tos no era muy diferente a la que hoy tiene. Eso sí, la fiebre no es ni comparación y el estado anímico tampoco. Es una suerte que no haya enfermado en un año y ojalá no lo hubiera hecho hoy. Sin embargo, tendrá algún pequeño virus que la está dando un poco de guerra.

Como tenía que dejar a mi Pequeñín en la guarde, mi marido les ha llevado y al pasar por la clase donde desayuna mi Bichito, ella quería quedarse. Sin embargo, mi marido, muy listo, le ha dicho: "Jo, yo que iba a ir a ver un capítulo de Dora contigo en casa", mi Bichito pensativa, le ha dicho: "Papá, vámonos para casa". Y ahí está, ya sin fiebre, viendo un capítulo de Dora mientras su papá le hace el desayuno, después la llevará al médico. Y aquí estoy yo, trabajando, con la cabeza pensando en mi Bichito y esperando a que me cuenten cómo evoluciona mi pequeña...

sábado, 14 de enero de 2012

Cuando eres la mamá del que muerde

Cualquier persona que nos conozca, sabe que intentamos inculcar amor, comprensión, respeto, entre otras muchas cosas, a nuestros hijos. Cualquiera que conozca en especial a mi hija os hablará de dulzura.

Pues ayer cuando llegué a recogerla a la clase me esperaba la directora, porque su profe había estado mala y era ella la que estaba sustituyéndola en ese momento. Me dijo que mi Bichito había mordido a un niño porque se echó en su colchoneta a la hora de dormir. La profe que estaba de sustituta, que la conoce muy bien, no llegó a evitar que mi hija mordiera a su compañero. Cuando yo llegué y me lo contó me sentí muy mal, después de morderle la sentaron y la preguntaron y ella sabía perfectamente que había hecho mal y pidió perdón a su compañero. Si me lo hubieran contado no me lo habría creído. Me senté junto a mi hija y la pregunté, me dijo que había mordido a su amigo y bajó la cabeza. Giré la cabeza buscando a su amiguito y entonces vi un mordisco en la mejilla, con cada mandíbula marcada en rojo, una de ellas abultada y con un moratón.

Cuando lo vi no sabía qué hacer, le pregunté a mi hija por qué le había mordido y aunque intentó explicarme, no había ningún motivo para morder a otra persona y hacerle daño. Se lo dije, le pidió disculpas y yo me puse muy triste, yo también le pedí perdón. No os podéis imaginar el mordisco que tenía el pobrecito. Me esperé a hablar con su padre y pedirle disculpas. Sólo le pedí perdón, de nada servía decirle que mi hija no mordía, porque aunque esta era su primera vez, a él le habría importado un pepino, porque esta primera vez había sido a su hijo. Me sentí fatal, pobre pequeño, mi hija le había mordido y le había dejado marcada la mejilla. El padre me dijo que no pasaba nada, pero sí pasaba.

Hablé con mi hija y cuando se subió al coche me dijo que no volvería a morder. Aún así yo no puedo dejar de preocuparme y, aunque quiera creer que es un hecho aislado, me pregunto si se volverá a repetir. Espero que no.

Cuando mi Pequeñín nació tanto él como nosotros nos llevamos algún que otro pequeño mordisco, jamás dio uno grande. Le explicamos que eso no se hacía, que nos hacía daño y dejó de hacerlo. Hace ya mucho tiempo de esto, en el que mi Bichito mostraba su frustración cuando su hermano le cogía los juguetes intentando mordernos, pero nunca fueron fuertes.

Imagino la impotencia de los padres, como yo la tuve la vez que vino mi hija con un mordisco de igual tamaño en la espalda. La expliqué que no se hace daño, que nunca hay ningún motivo para hacer daño, ni para morder, ni para empujar, ni nada.

Ahora, la miro y me entristezco, espero que lo haya entendido y no vuelva a hacer ningún daño a ningún niño.

¿Alguna vez vuestros hijos han mordido a otro niño?

jueves, 12 de enero de 2012

Segunda Paternidad

Quiero mucho a mi marido pero desde que es padre cada día le quiero un poco más. Y es que si yo he cambiado con mi segunda maternidad, lo de él ha sido un verdadero vuelco. Empezando, sin duda, por el embarazo.

Que nosotras nos tiramos meses sintiendo al bebé y que nos sentimos madres desde el primer positivo, es cierto, pero que ellos no lo viven, en general, de la misma manera, también. Mi marido ponía la mano, le hacía relativa ilusión, me ayudaba con los preparativos, pero no se sentía padre. De hecho creo que lo hacía por hacerme feliz a mí. El día que fue padre de verdad, se le iluminó la cara. Recuerdo cómo se emocionó cuando vio salir a su primogénita.

Mi marido no había cogido a otros niños, jamás había cambiado un pañal a un bebé, no le llamaban la atención otros bebés, pero los suyos es muy diferente. De pronto se vio convertido en papá y le asaltaron tanto o más dudas que a mí, pero juntos fuimos afrontando el día a día de nuestra hija.

Me quedé embarazada cuando mi hija tenía 11 meses, todavía era más mía que de él, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, llegó el verano y mientras yo trabajaba, mi marido y mi Bichito se quedaron solos en casa. Y aquí fue cuando se empezaron a conocer de verdad. Cada día bajaban a la calle mientras mi Bichito aprendía a andar, compartían cada mañana juntos, la daba de comer y todo esto les unión mucho. El hecho de que con casi 5 meses de embarazo mi marido empezó a bañar a mi Bichito cada noche les unió todavía más y empezó a crear un vínculo entre ellos muy hermoso.

Yo no tuve que llevarle a mi marido la mano para que sintiera a nuestro Pequeñín, él era el que nos abrazaba por la noche cuando al final del día yo descansaba en el sofá, le encantaba notar sus patadas, le hablaba y nos daba muchos besos. Este embarazo era diferente para él, también él había cambiado, sabía el resultado y cómo se iba a sentir, la felicidad que el nacimiento de otro hijo le iba a suponer.

Cuando mi Pequeñín nació todo fue distinto y ha acompañado a su hijo en todas sus necesidades. Ha creado un vínculo con él desde el primer día, no se lo ha tenido que ganar como a mi Bichito.

Me siento orgullosa del hombre con el que me casé, sensible, cariñoso, amable, respetuoso con sus hijos, enamorado de la dulzura de su hija, enamorado de la sonrisa de su hijo, un gran hombre, un gran padre. Pasa horas jugando con su hija, dedicándole mucho de su tiempo, enseñándola a utilizar la esponja para bañarse, a comer, a vestirse, a contar, a pegar pegatinas, a pintar, a hacer figuritas con plastilina, a montar en el triciclo, en la moto, la cuenta cuentos… Ha dejado de dedicarle horas a sus hobbies para dedicárnoslo a nosotros. Y con su hijo tres cuartas de lo mismo, le baña, le cambia, le da de comer, juega con él, le acompaña a descubrir el mundo… Disfruta de ambos y les lleva al cole cada mañana.

Así que cada día que pasa estoy más enamorada de él. Jamás hubiera imaginado que se habría implicado tanto y tan bien en la crianza de sus hijos. Si alguna vez ha levantado la voz a su hija (y rara es la vez que lo hace), acto seguido la ha pedido perdón. Es un hombre admirable y trata a sus hijos con respeto, como se merecen.

Hoy me toca darle las gracias a él por construir esta familia a mi lado, por ser un gran padre. Ale, tus hijos estarán orgullosos de tenerte como papá, estoy segura. Te quiero mi amor.

miércoles, 11 de enero de 2012

Segunda Maternidad

Que a mi esta segunda maternidad me ha cambiado es indudable, que me tomo las cosas de otra forma, que hago lo que creo que es más beneficioso para mi familia, también. Me siento más segura, más serena, más tranquila y me siento así, desde el primer día que nació mi Pequeñín.

No me digáis por qué, poco a poco fui convirtiéndome en la mujer que soy, pero me di cuenta ese día, en la habitación del hospital, mientras estaba abrazando a mi Pequeñín a solas. Y sé por qué me di cuenta, sé qué fue lo que me hizo comprender que había cambiado mucho. Me encontré a solas con mi recién estrenado hijo, tenía apenas unas horas, miré alrededor, estábamos los dos solos y me sentí bien. Mi marido estaba donde tenía que estar, con nuestra hija y yo estaba donde quería estar, con nuestro hijo (no nos engañemos, quería estar con ellos, pero no podía ser). 20 meses atrás, si esta situación hubiera pasado yo habría puesto el grito en el cielo: “Dejarme sola, recién parida”. Pero todo era distinto, sobre todo, yo era distinta.

El cambio no fue drástico, había ido sucediendo meses atrás, mientras estrenaba mi primera maternidad, mis miedos, mis preguntas, mis dudas, mis inquietudes estaban ahí, pero poco a poco fui resolviendo algunas. Pero no me había dado cuenta, no había sido consciente de ese cambio en mí, de verdad que no. Sin embargo, recuerdo perfectamente esa sensación, recostada en la cama, con mi hijo piel con piel, dentro de mi camisón, los dos solitos en aquella habitación. Sentí paz. Me sentí orgullosa de mi misma, como persona, como mujer, como madre. Quería a mi hija a mi lado, a mi marido, pero prefería no llevarla al hospital y, aunque la echaba de menos, fue nuestra decisión.

Y desde aquel día sigue habiendo muchos cambios en mí, hemos colechado con nuestro Pequeñín durante 9 meses, dos días los cuatro juntos, mantengo el tándem con mis hijos, aunque ya lo toman por separado, tomo decisiones más drásticas que influyen en mi familia, pero siempre en su beneficio (o eso creo), valoro a las personas de otra manera e intento transmitir felicidad.

Creo que esta segunda maternidad me ha dado algo muy importante y es completar la primera.

Hijos míos gracias, porque soy la persona que soy gracias a vosotros y porque me dais la fuerza que sé que transmito cada día. Gracias a los dos he madurado mucho, he crecido como persona y no hay día que no me levante para ver vuestros hermosos rostros. Os quiero muchísimo.

martes, 10 de enero de 2012

La Magia de los Reyes

Ayer no tenía mucho cuerpo para contaros cómo fueron los Reyes en casa, pero hoy, aunque sigo bastante triste, me vendrá bien recordar esos momentos y sonreír mientras os lo cuento.

Hice un roscón de Reyes, que me quedó riquísimo. Lo malo la nata, que a mi marido no le gusta la que monto, así que el año que viene la compraré de pastelería. Pero estaba, como dice la mochila de Dora, “Rico, rico, rico, rico, delicious”. Cenamos el roscón con chocolate a la taza, preparamos el Paxtaran para los Reyes, una galletitas, agua para los camellos, dejamos el dibujo que había hecho mi Bichito y a la cama, nerviosa porque venían los Reyes.

A la mañana siguiente mi Pequeñín, mi marido y yo estábamos esperando a que mi Bichito se despertara, los Reyes habían dejado los regalos en la terraza, por lo que la cortina tapaba la puerta. Ella tardó en despertarse y cuando la fui a buscar la dijimos que lo mismo habían venido los Reyes. Se acercó a la cortina, se asomó y esta fue nuestra conversación:

Mi marido y yo: Bichito, ¿han venido los Reyes?
Bichito: No.
Mi marido y yo extrañados: ¿Pero no han dejado regalos en los zapatos?
Bichito: Sí.
Mi marido y yo flipando: Entonces han venido los Reyes, no??
Bichito con cara de mucha pena: No, no están, no han venido. 

Ay qué pena me dio, ella buscándoles con sus ojos por la terraza, buscando a los Reyes que el día anterior había ido a ver y nosotros intentado explicarla que vienen por la noche, la dejan los regalos y se van. Había visto su bici, pero ella lo que quería ver era a sus Majestades. Qué penita nos dio.

No sé si lo entendió, pero cuando entramos en la terraza y se subió en la bici, se le pasó la tristeza, aunque siguió diciendo que los Reyes no habían venido. Abrió los regalos de mi Pequeñín e intentó montar en su bici nueva, pero todavía es un poco pequeña y tiene poca fuerza, esta primavera estoy segura que podrá.

Disfruté mucho de nuestra primera noche de Reyes en casa y el año que viene será mucho mejor, ella ya entenderá qué es eso de que los Reyes Magos vienen por la noche a dejarla los regalos y mi Pequeñín estará allí para ayudarla a abrirlos todos.


¿Qué tal fue se portaron los Reyes con vosotros?

Por cierto, el 5 de Enero por la tarde despuntó el primer diente de mi Pequeñín. El pobre lleva dos meses con un montículo enorme. Ahora está a punto de salirle el compañero. Así que, entre otras cosas, los Reyes le dejaron a mi Pequeñín su primer diente.

lunes, 9 de enero de 2012

Triste

Estoy triste y apenada y he pasado una noche horrorosa. Desde que soy madre veo las cosas desde ese punto de vista y no entiendo el comportamiento de determinadas personas. Por desgracia mis pensamientos me quitan el sueño, la rabia que siento al ver que a mi familia y a mí no se nos trata como debería, no me permite dormir. En toda la noche no he pasado de hora y media de sueño y han sido en intervalos de 10-15 minutos. Mi Pequeñín tiene tos y mocos, por lo que se despierta muy a menudo, si a esto le unimos que cada vez que me despierto me viene a la cabeza el mismo pensamiento, la noche ha sido malísima.

Es algo que no puedo evitar y que me pasa desde hace muchos años. Yo no puedo irme a la cama enfadada, porque si no, no puedo pegar ojo. Por más que intento olvidarme, en cuanto me tumbo para intentar conciliar el sueño, me vienen todas esas preguntas a la cabeza y me duele tomar una decisión drástica. Me duele y mucho, pero llevo años sufriendo gracias a la misma persona y mi marido está cansado de verme sufrir. Ahora, que también repercute en mis hijos, empiezo a plantearme apartarla por completo de mi vida. Cada vez que tiendo la mano me devuelve un bofetón en los morros.

Con estos pensamientos y esta tristeza es imposible conciliar el sueño. No sé cuántas oportunidades le he dado ya, cuantos perdones sin que lo supiera, cuantas noches sin dormir, cuantas lágrimas derramadas por su culpa. No quiero que siga pasando, pero me duele mucho tomar esta decisión que creo que voy a terminar tomando. Porque cuando ocurre algo, no es aislado, sino que se suma a las otras tropecientas veces en las que no eras lo suficientemente importante.

Pero ahora mis hijos están recibiendo el mismo trato que su madre y eso sí que no lo aguanto. Mis hijos son lo mejor del mundo y no voy a permitir que se les trate como segundas. Mis hijos merecen estar en primera posición, porque son unas personas maravillosas, son unos niños cariñosos, divertidos, risueños, que dan su amor sin condiciones y, qué narices, porque son mis hijos.

Así que no sé cómo acabará el día, sólo sé que tengo pocas fuerzas. Nunca he sido capaz de tomar esta decisión, de romper, de apartarla de mi vida y seguir adelante. Pero estoy tan cansada de aguantar, de tragar, de sufrir, de llorar…

jueves, 5 de enero de 2012

¡¡¡¡Ya vienen los Reyes!!!!

Ains, qué nervios nerviosos y es que no sé si no he podido volver a conciliar el sueño porque estaba desvelada o porque esta noche vienen los Reyes. Me encanta este día, recuerdo con especial ilusión aquellos días en los que los Reyes venían a mi casa.

Mi hermano y yo dormíamos cada uno al otro lado del pasillo y él venía a buscarme por la mañana, ya se había asomado y había visto un montón de juguetes. Recorríamos juntos el pasillo, sin hacer ruido para que nuestros padres no se despertaran y lentamente abríamos la puerta un poquito y por la rendijita mirábamos lo que los Reyes habían dejado. Cerrábamos la puerta y yo miraba a mi hermano, nerviosísima, loca de la emoción y sin saber lo que hacer.

Normalmente era prontísimo y claro, nuestros padres estaban durmiendo, pero siempre conseguía convencerme para ser yo la que les despertara. Quizá sería porque mi padre no me iba a regañar, le tenía comido el seso. Así que ahí iba yo, muerta de miedo y de emoción, entrando en la habitación de mis padres, totalmente a oscuras, me acercaba a la cama, a la altura de la cabeza de mi madre y susurraba: “Mamá, ya han venido los Reyes”. Mi madre, que era una ceporra, ni se inmutaba, así que yo subía el tono: “Mamá, que han venido los Reyes”. Y así hasta que me decía: “Vete a decírselo a tu padre”. Así que yo muy obediente me iba y se lo decía a mi padre. El pobre, que se habría acostado a las tantas, se levantaba y nos acompañaba. Abría la puerta del salón de par en par y nosotros gritábamos de alegría. El salón estaba lleno!!! En el sofá, en el suelo, en las sillas, en la mesa. Llenito de cosas. Mi madre venía detrás para ayudarnos a abrir los juguetes.

Mientras escribo tengo una sonrisa de oreja a oreja, qué recuerdos tan bonitos!!! Creo que a mi padre era el día que más le gustaba de las Navidades y disfrutaba mucho ayudándonos a abrir y montando las piezas de los regalos que nos habían dejado los Reyes.
Después nos llevaba a casa de los distintos tíos para recoger y llevar lo que los Reyes habían dejado en cada casa.

Recuerdo con especial ilusión este día, me acuerdo mucho de mi padre siempre que llega esta fecha y disfruto mucho la emoción que ahora tiene mi hija. Me encantaría que mis hijos lo vivan de la misma forma que lo viví yo, que tengan ese recuerdo entrañable al despertar la mañana de Reyes.

Esta tarde mientras mi Pequeñín y yo hacemos un roscón y compramos unas cosas especiales para la comilona del día de Reyes, mi marido y mi Bichito van a ir por primera vez a la cabalgata. El año pasado yo tenía bastantes contracciones y mi marido pensó que mi Bichito era demasiado pequeña. Este año la va a llevar, pero por desgracia y debido a los recortes, en nuestro distrito la han cancelado, así que irán a Rivas a verla. El año que viene estoy segura que podremos ir los cuatro y disfrutar viendo y enseñándole a mi Pequeñín la magia de este día.

Disfrutar muchísimo de este día y que os traigan muchas cosas los Reyes. Nosotros esta noche pondremos agua para los camellos, unas galletas y un vaso de leche para los pajes y los Reyes. También les dejaremos el dibujo tan precioso que mi Bichito a hecho en la guarde especialmente para ellos. Estoy segura que dejarán muchas cosas, pero para mí no hay mejor regalo que poder vivirlo junto a mi familia.

miércoles, 4 de enero de 2012

¡Se acaba el mundo!

Esa es la impresión que me ha dado los dos últimos días que se me ha ocurrido ir al centro comercial. Me faltaba hacerme con una cosilla, entre el poco tiempo que tengo y la falta de ganas, no había podido ir. Así que se me ocurrió la brillante idea de ir el lunes a las 17:30. Madre del amor hermoso!!! De dónde había salido tanta gente y tantos coches??? En cuanto vi la cola para pagar, eché un vistazo a la tienda y me fui. Mi Pequeñín iba conmigo en la mochila y no creo que ni él ni yo aguantáramos una cola de ese calibre.

Como no podía esperar mucho más, decidí que ayer, en cuanto mi marido llegara de trabajar, a las 16:30, me iría a comprar, pero cuando subí las escaleras me encontré más de lo mismo. Como iba sola, cogí lo más rápido que pude un par de cosas y me planté en la cola. 30 minutos después salí con el regalo comprado y casi con una azada abriéndome paso entre la muchedumbre.

Me dio la sensación de que la gente pensaba que se acababa el mundo y estaba haciendo acopio, pero en cuanto llegué al supermercado me di cuenta que no, estaba vacío!!! Un poco de chocolate para hacer mañana a la taza, cereales sin trazas de leche para mi Pequeñín y a casa. A las 17:30 entraba por la puerta pensando en cómo la gente no se daba la vuelta en el mismo parking, si es que los coches estaban parados con los maridos al volante, mientras las mujeres hacían la compra (un tópico, pero cierto).

Impresionante!!! No voy a volver a pisar un centro comercial hasta después de Reyes, madre mía!!! (tengo que ir a por huevos y levadura fresca, así que seguramente no me va a durar mucho esta afirmación)

Además no tengo tiempo, hoy voy a hacer un roscón de Reyes para llevárselo a las profesoras de mi Bichito y de mi Pequeñín. Es mi forma de agradecerlas lo bien que se portan con mis hijos y conmigo. El año pasado, los Reyes Magos trajeron un detalle a la profe de mi Bichito, pero es que este año tengo tres profesoras y la directora también es un encanto con nosotros, así que en vez de algo material he decidido dedicarles parte de mi tiempo, como ellas dedican su tiempo a mis hijos. No es lo mismo, pero para mí, con dos hijos, es lo máximo que puedo ofrecerlas. Más me vale que me salga bueno!!! Espero que las guste. Así que hoy llegaré a casa y me pondré con ello. Mañana mi marido se lo llevará dándoles las gracias por todo el cariño que les dan a mis hijos.

Si yo no tuviera que trabajar, jamás optaría por llevar a mis hijos a una Escuela Infantil, pero tengo la gran suerte de estar encantada con las personas que cuidan a mis hijos, tanto a mi Bichito como a mi Pequeñín. Son unas profesoras geniales y además mis hijos las quieren un montón. Mi Bichito quiere muchísimo a su profesora y mi Pequeñín, a su manera, derrocha alegría estando con ellas. Es muy tranquilizador saber y notar que tus hijos están en buenas manos, no como si estuvieran con su madre, pero en un lugar adecuado que no sólo cubre sus necesidades físicas, sino también las afectivas.

Así que esta tarde toca hacer un roscón y mañana otro para cenar la noche de Reyes chocolate a la taza con roscón.

Y vosotros, ¿habéis hecho todas las compras?

martes, 3 de enero de 2012

Sonrisas

El otro día mi marido buscando las llaves del coche en mi abrigo, metió la mano en el bolsillo y acto seguido se dibujó una sonrisa en su cara. Esta mañana, cuando he salido del coche y he metido la mano en los bolsillos del mismo abrigo, una enorme sonrisa ha iluminado mi cara. En ese momento he recordado la sonrisa de mi marido y mi sonrisa ha ido en aumento. Ni siquiera he necesitado sacarlo del bolsillo para saber perfectamente lo que era, un currusco de pan que el miércoles le di a mi Pequeñín mientras estaba desayunando con una amiga.

Cuando he metido la mano en el bolso para sacar la tarjeta de fichaje de la cartera, conmigo se han venido unas cuantas gomas pequeñas de colores. El otro día me regalaron para mi Bichito un bote lleno y están todas esparcidas por mi bolso, de nuevo, otra sonrisa al ver tres gomas de diferentes colores enganchadas en mi mano.

Estas pequeñas cosas te alegran el día, hacen que una cosa insignificante genere en ti un mar de sensaciones, de felicidad, de amor. Este detalle ha hecho que llegue al trabajo sonriendo, contenta, feliz de poseer una familia tan maravillosa.

Hoy ha sido el primer día, después de muchos, que no he levantado a mis hijos de la cama, que no he ido a que me regalaran esa amplia sonrisa, pero gracias al currusco duro de pan y a las gomas de colores, he sonreído en la distancia. Hoy mi marido ha despertado a mi Bichito, se han sonreído como cada mañana, se han vestido, mi Bichito ha ido a despertar a su hermano: “Pequeñín, despierta” y mi hijo ha abierto los ojos y le ha dedicado una enorme sonrisa, mientras sus ojos se iluminaban al ver a su hermana. Es adoración lo que siente por ella.

Hoy, todos, nos levantamos con una amplia sonrisa y eso que a estas horas, por desgracia, cada uno está en un lugar diferente, pero nuestro amor siempre está unido.

Feliz martes!!!

lunes, 2 de enero de 2012

Consulta con el Especialista del Aparato Digestivo

Empezamos el año con la visita al especialista para ver qué es lo que le ocurre a mi Pequeñín. Descartada la alergia a la proteína de la leche, ahora parece que es una intolerancia a la proteína de la leche. ¿Por qué parece? Pues porque no tienen forma de averiguarlo, no hay una prueba que verifique esta afirmación.

Así que el diagnóstico desde ahora y hasta dentro de, por lo menos, 4 meses es de intolerancia a la proteína de la leche. Y esto se traduce en seguir con la leche hidrolizada, los cereales sin trazas de leche, por lo que ya he hablado con sus profesoras y esta misma tarde volveré a cambiar de cereales, y me han quitado de nuevo los lácteos.

Una ya no sabe cómo acertar. Cuando ya me había acostumbrado, me dijo el alergólogo que no hacía falta. Ahora, de nuevo, el digestivo me ha recomendado que los vuelva a eliminar de mi dieta. Con lo que me gusta a mí la leche!!! Bueno, lo haremos a partir de la semana que viene, porque el día 5 en casa cenamos roscón con chocolate a la taza.

En 4 meses volverán a verle y volverán a hacerle un test de provocación. Por lo visto es muy común que esta intolerancia desaparezca cuando los niños cumplen el año. Verán el resultado y si sigue sin darle ningún tipo de reacción, volveremos a probar leche de fórmula y observaremos si empieza de nuevo con diarreas.

Parece que hemos empezado con buen pie el año, aunque de nuevo mamá se queda sin lácteos. Hoy hemos vuelto todos a nuestra rutina, papá y mamá al trabajo y los dos peques a la guarde.

Y vosotros, ¿qué tal este primer lunes de la primera semana del primer mes del año nuevo?

domingo, 1 de enero de 2012

FELIZ 2012!!!

Cualquiera puede pensar que esta entrada está programada, pero no. Mi Pequeñín ha decidido obsequiarnos esta primera noche del año durmiendo del tirón, le acosté a las 20:30 y se ha despertado a las 6:00. Después de 9:30 durmiendo a ver quien es el guapo que consigue volver a dormirle.

Como yo ayer ni me eché siesta ni nada, mi marido me ha dicho que se levantaba él, pero aquí mi Pequeñín tenía serenata, por lo que no ha habido forma de dormirme. Así que nos hemos intercambiado, ahora mi Pequeñín juega, mi marido duerme y yo estoy pensando si ponerme palillos en los párpados.

Por suerte, ayer nos acostamos a las 2:00 de la mañana y yo preocupada por si mi Pequeñín iba a tomar algo de alcohol cuando me pidiera pecho. Pero si podía haberme cogido el pedo del siglo!!! Bueno, un poquito de vino, una copa de cava y un par de sorbos de un cubata, que para que nos vamos a engañar, ni siquiera me entraba. Lo pasamos muy bien, mi Bichito se zampó lacasitos en vez de uvas, pero no se tomó 12, sino que hasta que no se acabó el bote no paró.

Así que muerta de sueño, porque además de que mi Bichito se ha despertado a media noche, yo he ido varias veces a la habitación para comprobar que mi Pequeñín estaba perfectamente, aquí estoy, sentada en el sofá y esperando a que a mi Pequeñín le entre de nuevo el sueño para entregarme a los brazos de morfeo.

Pero ya que estoy aquí, aprovecho para felicitaros el año a todos, que disfrutéis mucho de este nuevo año que hoy comienza y que vuestros sueños se hagan realidad. Yo sólo puedo pensar en dormir...
¡¡¡FELIZ 2012!!!