miércoles, 28 de agosto de 2013

Porque creo en ello

Hoy estoy nerviosa.

Hoy mi Canija y yo nos iremos a mi centro de salud para dar un Taller de Extracción de Leche. Habrá gente que piense que cómo se me ocurre, que de dónde saco el tiempo, pero yo creo en ello. Y como creo en ello lo difundo, lo comparto y lo enseño. Incluso me encantaría tener más tiempo para poder ampliar mis conocimientos y transmitirlo a todas aquellas personas que me quieran escuchar.

Hoy disfrutaré de un montón de mamis y de sus bebés, hablaré con orgullo de la lactancia materna, me emocionaré explicando lo que significa para nosotros, compartiré todo lo que sé y aprenderé de cada familia que venga.

Y aunque estoy cansada y muerta de sueño, tanto que he echado café al cao de mi Pequeñín, tengo muchas ganas de ir y de ver a todos esos pequeños mirándome cuando me ponga el sacaleches doble Swing Maxi de Medela y hablar con todas esas mamás de la lactancia materna y cualquier cosa que quieran compartir conmigo y poder ayudarlas en sus dudas.

Me encanta dar este taller, ésta es la tercera vez, porque las cosas que me gustan las hago con esa pasión única, ese entusiasmo especial que sólo sale con las cosas en las que crees. Estoy deseando que den las 12:30 y poder volver a ver a alguna mami que repite y me acompaña y conocer a otras nuevas con las que todavía no he tenido el placer de coincidir.

Hasta entonces voy a intentar prepararme algo aunque primero tengo que darle la teta a Canija, limpiar el estropicio que acaba de hacer Pequeñín y ponerle el desayuno a Bichito...

Estoy nerviosa, arg!!! No me va a dar tiempo a preparar nada!!! Desearme suerte!!!

lunes, 26 de agosto de 2013

Amigdalitis aguda

Garganta de Pequeñín
El fin de semana no ha sido ningún descanso para nosotros, de hecho escribo bostezando, con los ojos inyectados en sangre y llorosos.

Pequeñín estaba malo y cómo le subía fiebre, pues mamá y papá le daban apiretal y el sábado cuando se lo fui a dar y abrió la boca, por poco me desmayo. ¿Qué era eso que tapaba la garganta de mi Pequeñín? ¿Dónde estaba su campanilla? ¿Cómo era capaz de tragar algo más que agua? Jamás había visto unas bolas tan enormes taponando la garganta, menuda inflamación tenía!!!

Me sentí fatal, por él, porque debía de dolerle mucho y porque yo me las había dado de lista. En ningún momento le miré la garganta, total sólo llevaba poco más de un día con fiebre, pensé que habría cogido un poco de frío en la piscina. ¿Qué me habría costado echarle un ojo a su garganta, palparle la tripita y ver de dónde narices venía ese malestar? Él no se quejaba y yo no me puse a investigar, se lo vi de casualidad.

Me lo llevé de inmediato a la pediatra y dado que no tenía placas, le diagnosticó algo vírico y le mandó ibuprofeno mejor que paracetamol para bajar esa inflamación. El sábado al levantarse de la siesta con 39 de fiebre volví a mirarle, esta vez ya tenía placas, por lo que había que llevarle al hospital, no fuera a ser algo bacteriano.

Y allí estaba yo, histérica por casa, sin saber dónde ponía cada cosa, no daba pie con bola, de un lado para otro sin rumbo fijo, y todo porque yo no podía llevarle. Y no es que mi hijo no esté bien con mi marido, no, es que yo estaba fatal por no poder acompañarle al hospital, me sentía realmente mal y muy angustiada.

Por suerte, gracias al teléfono estuve todo el rato informada. Le hicieron un test rápido de estreptococo para saber si era bacteriana y al dar negativo, le dieron el alta con la misma medicación, ibuprofeno alternado con paracetamol si fuera necesario. Tanto mi marido como yo asociábamos placas, con infección y antibiótico y por lo visto, en niños menores de 3 años, el 90% de las amigdalitis son víricas y desaparecen por sí solas. Y desapareció, como vino se fue, ya no hay placas ni fiebre, aunque la inflamación continúa.

Nos hemos tirado el fin de semana pendientes de si alguno más hacía fiebre porque se contagia por la baba y mi Pequeñín nos babea a todos bastante, es muy besucón, sobre todo con Canija. Yo le puse más veces al pecho, ya no sólo porque ha comido regular, sino porque hay investigaciones que aseguran que los virus de nuestros hijos pasan a nosotras mientras maman generando nuestro cuerpo defensas para ayudarles a curarse antes y, de paso, inmunizar al resto de mis hijos.

Y contra todo pronóstico, ninguno hemos caído enfermo. Por la que más temía era por mi Canija, que si bien no se ha puesto mala, ha pasado un fin de semana en el que apenas ha dormido, ayer despierta desde las 5:30 y hoy desde las 5 y eso que la acosté a la 1 sin que ella quisiera. Está en la época de descubrimiento, de alucinar con cada cosa, ya se pone a cuatro patas y se tira, gatea, se chupa los pies, coge todo lo que pilla y se lo lleva a la boca y debe de pensar que dormir la frena, porque lleva dos días que no sólo no quiere dormir sino que se resiste a ello. El problema es que está cansada, tiene los ojos rojos, tanto interior como exteriormente y necesita dormir. Sin embargo, ella no quiere y yo ando un poco preocupada.

Así que este fin de semana apenas hemos dormido, estamos cansados y mis ojeras siguen siendo negras, pero para celebrarlo en cuanto se despierten los peques nos vamos a ver animalitos, a disfrutar de esta tregua de calor que nos está dando el tiempo en Madrid y a que los peques se lo pasen fenomenal.Ya sabéis Cosas de la Maternidad...

viernes, 23 de agosto de 2013

Cosas de la maternidad

Aquí me hayo muerta de sueño, cansada y con unas ojeras enooooooooormes.

Ayer fuimos a ver animalitos y a eso de las 22:30 yo ya no podía esperar al espectáculo porque estaba muy cansada, así que nos vinimos a casa. Canija no dormía desde las 18, Pequeñín se levantó de la siesta con fiebre y Bichito no había querido siesta. Aún así, por ellos, nos habríamos quedado a ver el espectáculo, pero yo ya no podía más. Se lo expliqué y volvimos a casa.

Ya en casa acosté a mi Canija y mi marido a los otros dos. Ya era media noche cuando se durmió mi Canija, por lo que yo me acosté también. Ha mamado cada hora y Pequeñín a las 3:30 vino a buscarme con fiebre y dijo que: "Dormir no". Así que me acosté con él en la cama, le acaricié, le abracé, le di besitos y me quedé con él hasta que le bajó la fiebre y se durmió. De vuelta a la cama Canija se volvió a despertar y se ha ido despertando cada hora hasta las 7 de la mañana que ha echado la cagada de siglo, desbordándola el pañal y teniendo que cambiarla entera. La he intentado dormir, pero no ha habido manera, así que nos hemos salido al salón. Hace poco que se ha dormido de nuevo y la he echado en la cama y según salía de mi habitación se despertaba Bichito.

Me molestan los ojos, de hecho me lloran del sueño, estoy bastante cansada y me duele hasta el carné de identidad, acabo de mover el cuello y me han sonado todos los músculos. Pero aún así tengo dibujada una sonrisa en la cara y es que estas son las cosas de la maternidad, lo normal con tres hijos, lo raro sería lo contrario.

Hoy será un día un poquito difícil, porque yo estoy más cansada de lo habitual y porque si Pequeñín se despierta con fiebre, que será lo que seguramente ocurra, necesitará más a mamá que ningún día. Pero será un gran día, como todos los días en los que estamos juntos, lo único que mis ojeras grises hoy serán totalmente negras, jajajajaja.

Buen fin de semana.

jueves, 22 de agosto de 2013

Sanida Pública Madrileña: Libre Elección y Área Única ¡Una mierda!

Hace unos meses os comenté que me habían diagnosticado Prolapso de Vejiga o Cistocele de Grado II y que había empezado Fisioterapia de Suelo Pélvico por privado hasta que el Hospital 12 de Octubre me atendiera.

Mi Hospital de referencia es el Infanta Leonor pero por recomendación de mi matrona lo mejor era acudir a la Unidad de Suelo Pélvico del 12 de Octubre, una de las mejores. Así que cuando la doctora de cabecera me dio el volante para el urólogo fui al centro de especiales cercano de este hospital, que al ver el grado del cistocele, me remitió al hospital. Desde entonces han pasado 3 meses y el 6 de agosto fui a consulta. Efectivamente, cistocele de grado II, que debido a mi juventud (34 años) no recomienda operar dado que me pondrían una malla que sujetara la vejiga y hay casos en los que las mujeres se quejan de dolor en sus relaciones sexuales. Me confirmó que la Unidad de Suelo Pélvico del 12 de Octubre es muy buena y que esperaba que pudiéramos evitar la operación, por lo que me mandaba el volante.

La semana pasada recibí una carta del 12 de Octubre junto a mi historial que transcribo:
"Desde el Servicio de Admisión del Hospital 12 de Octubre, le comunicamos que deberá acudir al Servicio Médico referido en la Hoja de Interconsulta, a su Hospital de Referencia.

No obstante, usted puede expresar su voluntad de ejercer Libre Elección de Hospital.

Adjuntamos a esta carta su documentación clínica."

Yo ya había ejercido mi voluntad de Libre Elección, yo ya había elegido hospital y se ha vulnerado completamente mi decisión.

Llevo una semana llamando al hospital, de Admisión a Atención al Paciente, tengo los números de Suelo Pélvico que no me cogen y hasta ayer no han sabido explicarme por qué me han mandado esta carta.

Parece ser que cuando se generan pruebas o consultas en una misma especialidad, ésta se queda en el hospital, es decir, si me hubieran mandado una ecografía me la habrían hecho en el 12 de Octubre, pero como ha saltado de especialidad, me mandan a mi hospital de referencia.

¿¿¿Pero los políticos no se han hartado de decir que Madrid es Área Única??? ¡¡¡Y una mierda!!!, de área única ni hablar. Así que ahora tengo que ir a mi hospital de referencia, privatizado desde hace poco, pasar por atención al paciente y pedir, junto a mi informe y la carta que me han mandado, libre elección para rehabilitación de suelo pélvico. A ellos les importa una mierda que yo haya tenido que esperar meses hasta poder ir al 12 de Octubre, que tenga que dejar a mis hijos o llevármelos al hospital para hacer unas gestiones que creo que a mí ya no me corresponden, cuando lo único que tenían que hacer es haber llamado antes de mandarme la carta o el papel. Porque si cuando llega la interconsulta al servicio de rehabilitación de suelo pélvico y ellos se preguntan si yo lo quiero hacer allí o en mi hospital de referencia, cogen el teléfono y me llaman al fijo o al móvil que figuran en mi historial, se habría zanjado el asunto. En vez de eso, han tenido que remitir mi historial junto una pegatina a admisión y admisión imprimir, sellar, firmar y mandarme una carta y ahora yo tengo que perder una mañana en ir al hospital para solucionarlo.

Estoy cabreada y bastante indignada. Por suerte todo el mundo me ha tratado y me ha ayudado hasta dar con alguien que me lo ha explicado y que ha intentado solucionarlo sin que yo tenga que desplazarme. Por desgracia, esto no ha sido posible, así que tendré que solucionarlo cuanto antes porque sí, quiero ir a la unidad de suelo pélvico del 12 de Octubre e intentar no pasar por quirófano.

martes, 20 de agosto de 2013

Tu última voluntad

Hace un par de días, estábamos cenando con mi amiga Elo y su familia, cuando no recuerdo exactamente por qué, mi marido dijo: "Total, yo sé que mi última voluntad no se va a cumplir" y a esta afirmación le siguieron un montón de explicaciones.

Mi padre era católico, creyente, aunque no practicante. Murió hace ya 8 años y en aquel entonces yo atravesaba una enfermedad. Sufría pesadillas nocturnas que no sólo no me permitían hacer una vida normal sino que además me impedían física y psicológicamente afrontar el día a día. Tal era el miedo a dormir que aún con pastillas no superaba las 4 horas de sueño.

Mi padre quería que le enterráramos, tal y como su religión promueve, pero yo no podía dejar de imaginarme a mi padre comido por los gusanos. De hecho una de las pesadillas recurrentes que me atormentaban era un ataúd con un cuerpo descomponiéndose por los insectos. Me daba pavor soñar con mi padre en esas circunstancias y aún sabiendo que él no quería, que iba en contra de sus creencias, le incineré y enterré sus cenidas. Mi hermano conocía mi estado de salud y me preguntó qué quería hacer con el cuerpo de papá y al conocer mi decisión, me apoyó a sabiendas que iba contra la voluntad de mi padre. No fui capaz de cumplir su última voluntad y no me arrepiento de ello.

Pocos meses después, empecé a salir con el que hoy es mi marido y mi salud mejoró, aunque las pesadillas continuaron. En una de esas noches en las que te cuentas tus intimidades, tus creencias y deseos, mi marido me confesó que él quería ser enterrado, quería que su cuerpo formara parte del ciclo de la vida, que otros seres vivos se alimentaran de él y nacieran gracias a él. Aquello me resultó terrorífico y le dije que yo no podría cumplir su voluntad, como no lo hice con mi padre, aunque la razón me pareciera maravillosa y totalmente natural.

Y desde aquella conversación en la que mi marido dijo: "Total, yo sé que mi última voluntad no se va a cumplir", no dejo de darle vueltas. Yo ya no soy aquella chica enferma que se moría de miedo cada vez que cierro los ojos, yo ya soy una mujer que ha vencido su miedo, que aunque tiene pesadillas ha aprendido a canalizarlas y a afrontarlas.

Así que sí, cuando seamos muy mayores, hayamos disfrutado del resto de nuestra vida juntos, hayamos visto crecer a nuestro hijos y nuestros nietos, cumpliré tu última voluntad a menos que a alguno de nuestros hijos le suponga un terrible problema.

Y si por casualidades de la vida yo muriera primero (recuerda siempre lo que te digo: ante la duda, sea yo la viuda), prefiero que me incineres y hagas lo que te plazca con mis cenidas, aunque una vez muerta me da exactamente lo mismo lo que decidáis mis hijos y tú, porque no voy a volver, no voy a miraros por ningún agujerito, ni voy a incordiarios y, por desgracia, no voy a poder seguir viéndoos el resto de vuestras vidas. El día que muera sólo espero que hagáis lo que os parezca más conveniente y sea mejor para vosotros (el muerto al hoyo y el vivo al bollo).

Sí, haré eso por tí. Te quiero.

lunes, 19 de agosto de 2013

No quiero gritarle más a mis hijos (Reto del Rinoceronte Naranja)

Desde hace unas semanas no dejo de leer en la blogosfera sobre el Reto del Rinoceronte Naranja. Para aquellos que no hayan oído hablar nunca sobre ello os diré que es el proyecto de una madre de cuatro hijos que decidió dejar de gritarles. Se propuso pasar 365 días sin gritar a sus hijos y no sólo lo consiguió sino que va camino de los 2 años.

Hace días que vengo planteándomelo, sobre todo desde que lo leí en el blog de mi amiga La Mamá Vaca, pero no sé por qué no parecía mi momento. De lo que soy totalmente consciente es de que los grito demasiado. Cuando no la monta uno la monta otro, últimamente mis horas de sueño han mermado muchísimo y no pasan de 5 horas con 3 ó 4 despertares. Pequeñín se despierta prontísimo, Bichito no echa siesta y Canija necesita estar pegada a mí todo el rato con la teta en su boca, si no, no se duerme. El nivel de demanda es muy alto y mis horas de sueño escasas, eso hace que esté más irascible y que grite más a mis hijos, porque yo no aguanto ni media. Aunque descanse, lo cierto es que también les grito, pero mucho menos que últimamente. Sabía que gritaba demasiado y empecé a ser consciente cuando me lo dijo mi marido y tiene razón.

Cuando leí el Reto del Rinoceronte Naranja me pareció una gran idea, aunque yo jamás sería tan ambiciosa y empezaría intentándolo un par de días, luego ampliaría a una semana, después a un mes y así, poco a poco, hasta conseguir no gritar a mis hijos.

Sin embargo, necesitaba la prueba de fuego, es decir, saber controlarme cuando te sacan de quicio, cuando estás fuera de tus casillas. Ayer, entre unos y otros, lo consiguieron y yo no fui capaz de controlarme. Les grité, aunque estuve a punto de conseguirlo, de salirme a la terraza y gritar a la mesa o a la silla o a las hormigas que pasean buscando restos de nuestra comida y desahogarme. Estuve a punto, pero no lo conseguí , justo cuando acompañaba a Bichito e iba a darme la vuelta hacia la terraza para gestionar de una manera controlada y correcta mis emociones, empecé a explicarla el por qué y terminé gritándola y fuera de mí. Da igual que os diga que me arrepentí, que la pedí perdón, que me sentí fatal, porque entre lloros ella me dijo "Mami, no me grites" y a mí se me cayó el alma a los pies, porque tiene toda la razón, yo no debería gritarles.

Así que no voy a apuntarme todavía a este Reto al completo, voy a empezar intentando gritarles mucho menos a mis hijos, voy a intentar controlarme en los momentos de estrés, aunque no pueda darles explicaciones de por qué no tienen que hacer esto o aquello y simplemente les aparte de algo y me vaya a gritar al palo de la escoba para desahogarme y conseguir canalizar mis emociones. Para mí éste es el mayor desafío, más que el día a día. Estoy segura que una vez consiga esto, todo irá rodado y me será mucho más sencillo. Porque yo paso de "0 a 100 en 0," y luego me extraña que a mis hijos les ocurra lo mismo.

Soy una gritona, como lo fue mi padre conmigo y no quiero ser como él. Yo he ido planteándome cada cosa que han hecho conmigo, siendo consciente de elegir nuestra forma de crianza y no haciendo las cosas porque así se hacían y lo habían hecho con nosotros. No, lo que no me parecía normal, lo hemos cambiado. Y lo que más odiaba yo, que era que mi padre gritaba, es lo mismo que estoy haciendo yo con mis hijos. Así que esto hay que cambiarlo, hay que seguir tratando con respecto a nuestros hijos y eso no pasa por gritarles.

Yo voy a empezar por lo básico, voy a intentarlo y voy a conseguirlo. Cuando me vea preparada del todo me haré un calendario que colgaré en el frigorífico y en el que apuntaré mis progresos, me pondré algo naranja a modo de recordatorio y me uniré al reto.

Preparados... ¿me acompañáis?

martes, 13 de agosto de 2013

63 años y sin ti

No puedo dejar de pensar cómo serías como abuelo, cómo brillarían tus ojos al ver a tus nietos, cómo correrías detrás de Pequeñín, cómo sentarías en tu regazo a Bichito y cuántas veces te habrías perdido en los ojos azules de Canija.

No puedo dejar de pensar por qué te perdisto esto, por qué te fuiste sin llegar a ver lo más maravilloso de mí, mis hijos, por qué te acostaste un mañana y jamás volviste a despertar.

Hoy habría mucho que celebrar, habría mucho que cantar y tú disfrutarías viendo a tus nietos emocionados haciéndote una fiesta, cantándote el cumpleaños feliz y ayudándote a soplar tantísimas velas. Y en vez de eso lo que tengo es el recuerdo de nuestros años vividos y la pena de no poder compartir estos momentos contigo.

Mi corazón te llora cada día porque te añora, porque me habría gustado conocerte como abuelo y sé que habrías disfrutado muchísimo de tus nietos. Jamás podré conocerte en esta faceta, jamás podré ver cómo mis hijos se sentaban en tu regazo y escuchan tus historias, esas mitad mentira mitad realidad, pero como sólo tú sabías contar.

Hoy me encantaría volver a ser tu princesa y refugiarme en tu abrazo. Hoy mi corazón vuela contigo. Hoy me gustaría decirles a mis hijos que es el cumpleaños de su abuelo y que vamos a celebrarlo contigo, como siempre hacíamos los dos. Y en vez de eso siento un enorme vacío, un sentimiento de ausencia, un hueco en mi alma y te echo tanto en falta.

Feliz cumpleaños Papá

lunes, 12 de agosto de 2013

Vivir en vertical

Qué diferente es cada bebé. Lo que te vale para uno, con el otro no sirve absolutamente para nada y viceversa. Cada bebé te sorprende, te encandila, te enamora y aunque anden, hablen o besen, cada cosa nos ilusiona como si fuera la primera vez.

Yo con Canija estoy descubriendo otra forma de ser, otra personita maravillosa que me sonríe y me maravilla cada segundo de su vida. Si se ríe, si repta, si balbucea sílabas sin sentido. Aprendo cada día cosas nuevas de ella, desarrolla sus capacidades y habilidades mientras la miramos embobados y nos revela su increíble personalidad. Es un bebé risueño, que no llora nada y que se ríe e interactúa con todos nosotros en cada momento.

Hay cosas de ella que me llaman mucho la atención entre ellas sus ganas de intentarse incorporar. Si la dejas en la hamaca o la apoyas en cojines o encima tuyo o en la silla del coche, ella intenta por todos los medios levantarse. Da mucha grima verla con su cabecita en tensión intentando incorporarse por todos lo medios. Yo la llevo siempre en mi súper mochila, mi emei, y va pegadita a mí, pero es bajarla y tumbarla o recostarla y ella vuelve a intentar ponerse de forma vertical. Podría contar con mis dedos el número de veces que la he llevado en el cochecito porque ella prefiere ir verticalmente y conmigo es como más cómoda va.

El coche no le gusta nada, desde que nació. Cuando la sientas ella va todo el trayecto intentando levantarse y yo la veo con la cabeza hacia delante e intentando verticalizarse y me siento fatal, me encantaría parar el coche en ese instante e ir andando. Pero hay veces que no queda más remedio, que hay desplazamientos que debemos hacer en coche y verla me da muchísima cosita. Canija no llora nada excepto en el coche. Hay gente que jamás la ha escuchado llorar y sólo la ha oído cuando ha ido en el coche con nosotras. A mí me encantaría poder llevarla a todos los sitios subida en la emei pero hay lugares a los que mis piernas no llegan.

Pequeñín también ha sido porteado desde su nacimiento y jamás me ocurrió lo mismo, él no intentaba levantarse por todos los medios.

¿A vuestros bebés les pasaba lo mismo, preferían estar en vertical e intentaban por todos los medios levantarse?

viernes, 9 de agosto de 2013

Más despacio ¡por favor!

Cada bebé tiene su ritmo, eso es indudable. Cada pequeño tiene unas habilidades y va desarrollándolas a medida que crecen y todos, excepto que tengan algún problema, llegan al mismo sitio. Unos desarrollan antes sus capacidades físicas, otros las psíquicas, otros las cognitivas, otros las intelectuales, etc, etc...

He podido comparar la diferencia en desarrollo entre mis hijos, Bichito como niña y Pequeñín como niño, si bien Bichito andó, habló y controló esfínteres antes, Pequeñín hizo la pinza, corrió y se enrabietó antes, pero sin diferencias significativas. Las comparaciones son odiosas pero no dejan de servirnos de guía para saber que todo va bien.

Canija nació más dormilona, por lo que yo di por hecho que su desarrollo motor sería más lento. Ja, con 4 meses ya agarra las cosas que le pones frente a ella, cosa de la que yo no me habría percatado si no es porque la enfermera en la revisión me comentó que estaba desarrollando habilidades correspondientes a los 6 meses.

Como ya os conté ella prefiere estar boca abajo, así que cada vez que la pongo en el suelo o en la cama ella se da la vuelta, ya sea para jugar o para dormir. Ayer la dejé en el gimnasio en el salón mientras yo arreglaba la compra en la cocina y de pronto la encontré jugando con un bol en el suelo cerca de la puerta del salón frente a la de la cocina. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Estaba soñando? Mi marido y mis hijos no estaban así que había sido ella solita. La volví a llevar al gimnasio y le acerqué el bol, se dio la vuelta y comenzó a empujar el bol por el suelo mientras ella reptaba levantado el culo y haciendo fuerza con sus brazos empujándose para reptar. ¡Habráse visto la Canija! ¡Pero si todavía no ha cumplido los 5 meses! Intentaba agarrar el bol y cómo se le escapada, levantaba el culo haciendo fuerza con sus piernas y ayudándose con los antebrazos intentado ir a por el bol.

Desde luego a mí me parece demasiado pronto, estoy segura que hay bebés que habrán empezado a gatear mucho antes, otros que se habrán puesto de pie en seguida e incluso que han andado a los 10 meses, haberlos hailos, pero yo no me lo esperaba, no imaginaba que tan pronto se iba a recorrer el salón e iba a aparecer frente a la puerta de la cocina. Ya apuntaba maneras cuando hace un mes en la cama me la encontré del revés, es decir, con los pies donde estaba la cabeza, mirándome boca abajo y con esa maravillosa sonrisa desdentada.

Ella es más pequeñita, nació con 2,800 kg y 47 cm, ahora pesa 6,030 kg y mide 62,5 cm, y dormía más de lo habitual (ahora parece que ya es algo más normal), en ningún momento habría imaginado que iba a empezar a desplazarse tan pronto. Quizá sea exactamente porque es más pequeñita, no tengo ni idea, lo único que sé es que me ha sorprendido mucho.

Yo creo que tanto Bichito como Pequeñín no empezaron a reptar y/o gatear hasta los 6 meses, de hecho recuerdo que mi Pequeñín parecía un "G.I. Joe" reptando por el suelo a una velocidad de vértigo.

¿Os acordáis cuándo vuestros hijos empezaron a desplazarse por el suelo de vuestra casa?

miércoles, 7 de agosto de 2013

Vacunas

Tengo tres hijos, Bichito de 4 años, Pequeñín de 2 años y Canija de 4 meses. Tenía que vacunar a los tres así que elegí el día de ayer para hacerlo juntos.

Desde hace un mes han unificado la vacunación, por lo que la vacuna de la Difteria, Tétanos y Tosferina la han pasado a los 6 años y la varicela a los 12. Por recomendación de pediatras y enfermeras el recuerdo de la varicela debería ponerse después de los 2 años, en vez de esperarse a los 12. Además, a partir del pasado año la vacuna del Neumococo también ha sido eliminada de nuestro calendario de vacunaciones y la vacuna del rotavirus tampoco entra por la Seguridad Social.

Podríamos no haberles vacunado nada más que de las vacunas que corren a cargo de la Seguridad Social pero mi marido y yo decidimos ya con mi Bichito ponerles el Rotateq (rotavirus). Con mi Canija además hemos comprado el Prevenar (Neumococo) y a Pequeñín y a Bichito les pusimos ayer también el Varivax (varicela). De tal forma que a Pequeñín le pincharon una vacuna, a Bichito dos y a Canija 3 y también le di el Rotateq antes de llevarla al centro de salud.

Primero pasé con Bichito, la hicieron la revisión y después la pincharon. La primera vacuna se la pusieron mientras comía teta y aunque la dolió, no lloró, siguió comiendo tetita. Al irle a poner la otra no quiso teta y con esa ya sí lloró, así que decidió que la próxima vez que tenga que vacunarla lo hará enganchada a mi teta. Después pasó Pequeñín y Canija que no nos habían acompañado para que Pequeñín no viera cómo pinchaban a su hermana y saliera corriendo. Pequeñín se quejó también con el pinchazo pero siguió amarradito a su teta y Canija fue la que peor lo pasó, pero por suerte se la pasó enseguida mamando y abrazada a su mamá.

En la revisión de los 4 meses todo ha ido bien excepto la medida de la cabeza, en la que el crecimiento ha oscilado un poquito y ha bajado un escalón con respecto a la curva de crecimiento que iba teniendo. Nos querían ver antes de cumplir los 6 meses para ver la evolución, pero al final han decidido dejarlo y no darle mayor importancia. A veces depende mucho del metro, de la persona que lo mida y sobre todo, de la medición anterior. Imagino que la próxima revisión estarán más pendientes de este dato.

El precio de las vacunas en España es bastante alto: Rotateq 70€, Prevenar 13 78€ y Varivax 68€. Teniendo en cuenta que tanto el Rotateq como el Prevenar 13 son tres dosis, al final hemos pagado en vacunas 580€ para vacunar a los tres y faltaría sumarle el recuerdo de la varicela de Canija que le pondremos a partir de los 2 años. Ha sido una decisión meditada y hemos empleado en esto el dinero que familiares nos han dado por el nacimiento de Canija. Nos parece que los precios son muy elevados, sobre todo teniendo en cuenta que en Andorra y Francia las vacunas son mucho más baratas, bajando incluso más de 20€ por cada una de ellas, y pueden comprarse online. Os dejo un enlace de un post escrito por Armando sobre el tema.

¿Habéis incluido alguna vacuna más que las que aparecen en el Calendario de Vacunaciones?

viernes, 2 de agosto de 2013

Tendremos que decirnos adiós

De todas las cosas que hemos hecho y que tenemos que hacer todavía, ésta es la que única que me va a acostar.

Tener la suerte de tenerte como amiga, disfrutar de tantos momentos juntas estos días y de lo bien que nos habéis tratado todos, no tiene precio. Voy a echar de menos nuestras risas, nuestras miradas cómplices, nuestros abrazos, nuestros guiños, nuestros paseos, nuestras comidas, el pulpo, el churrasco, nuestras charlas, nuestras partidas, nuestros cafés, nuestras manzanillas, nuestras conversaciones, nuestros momentos únicos juntas, ...

Es increíble que aún separándonos unos cuantos kilómetros nos entendamos tan bien. Sé que he revolucionado tu día a día, porque ya sabes que soy culo inquieto y que en casa me cuesta mucho estar, pero hemos sabido amoldarnos la una a la otra como si compartiéramos desde siempre nuestro día a día.

Gracias por todas esas cosas que has hecho cada día, si las enumerara tendría que estar escribiendo un montón y me quedaría un post enorme y sabes que mi tiempo es más bien escaso.

Gracias por cuidarnos a mi familia y a mí, por dedicarnos tanto tiempo y por ser como eres, tanto tú como toda tu familia, por compartir y por darnos tanto. 

Han sido unos días maravillosos que jamás olvidaré. Mis hijos han disfrutado muchísimo, se van con recuerdos inolvidables y viviendo momentos inusuales en su día a día. Se han divertido de lo lindo con las princesas y los primos de las princesas y la abuela de las princesas. Han jugado, corrido, pintado, saltado, caído, reído, cantado, bailado, ... y se lo han pasado pipa cada día ansiosos por ir a vuestro encuentro.

Estoy deseando vernos de nuevo, pero esta vez te espero lejos de las vacas y el monte, pero con la misma alegría y cariño de tenerte de nuevo a mi lado.

Siento pena porque he empezado a hacer las maletas, porque tendré que despedirme de ti y sé que eso significa que no podré tenerte cerca en mucho tiempo. No quiero decirte adiós, así que prefiero hacerlo desde aquí, desde donde nos conocimos hace ya más de tres años, desde donde empezamos a compartir y mira hasta dónde hemos llegado.

No tengo palabras para darte las gracias sólo este pequeño post que escribo sabiendo que volveremos a leernos en vez de abrazarnos, besarnos o darnos algún empujoncito.

Te quiero mucho preciosa. GRACIAS

jueves, 1 de agosto de 2013

Semana Mundial de la Lactancia Materna: Miradas

Hoy 1 de agosto comienza la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Podría hablaros de nuestra lactancia materna, en este momento tri-tándem o de la agitación del amamantamiento que estoy sufriendo estas últimas semanas, pero hoy quiero hablaros de esos guiños que ocurren en el día a día entorno a nuestra lactancia, que nos hacen reír.

Ayer, mientras degustábamos un exquisito pulpo a feira tenía a mi lado a Bailarete de Historias de un príncipe y cuatro princesas que cogía a mi Canija que acababa de comer teta. Aquello estaba de bote en bote. Entonces se acercó mi Pequeñín y me pidió teta, yo le cogí y pude ver cómo una señora, en diagonal un banco más allá, me miraba, apartaba la mirada, me volvía a mirar. Extrañada imagino de que además de darle el pecho a mi Canija, lo hiciera con su hermano. Varias fueron las veces que la pillé echando una ojeada. Bichito se acercó y me dijo que ella también quería. Juraría que a esa mujer le hubiera gustado ser Légolas en El Señor de los Anillos para estar segura de lo que había escuchado, por suerte para ella, no taró mucho en ver por sus propios ojos que era cierto, Bichito también comía del pecho de su madre compartiéndolo con sus hermanos. La faltó restregarse los ojos para comprobar que efectivamente estaba viendo bien.

Lo más divertido de todo aquello no fue sólo eso, fue que hablando con Bailarete me comentó que también había visto a aquella mujer mirándonos, que sólo la faltaba darle codazos a su marido.


Para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna este año se ha elegido el lema "Apoyo a las madres que amamantan: Cercano, continuo y oportuno."

Este apoyo es indispensable y ojalá que fuera lo que todas las mujeres que amamantan tienen, en vez de ese montón de preguntas y afirmaciones sin fundamento que animan más a abandonarla que a animarlas. Hasta yo, con mis tres lactancias continuas, cuando el agotamiento está a punto de vencerme y mi mente no estaba lúcida, llegé a escuchar y, por milésimas de segundo, preguntarme si lo mejor no sería... Menos mal que mis entrañas y mis hijos no entienden de tiempo, ni de cansancio y mucho menos de convencionalismos.

Compartamos nuestras experiencias con los demás, apoyemos a todas esas mujeres que cada día amamantan a sus hijos, disfrutemos viendo amamantar a un bebé o un niño y que su cara dibuje una sonrisa y no un gesto de desaprobación.

Si queréis sumaros al Carnaval de Blogs para celebrar este día pinchad aquí. También podéis darle difusión a lo largo de hoy en las redes sociales con el hastag #Dialactancia