martes, 29 de diciembre de 2015

Hoy viajo a tu lado

Hoy me levanté para darme una ducha y al mirar mi móvil vi una foto en el whatsapp que me enviaba una amiga. Una foto que me trasladó a aquel momento, que mi hizo viajar a tu lado, en el que con mis bracitos intentaban abarcarte en un abrazo.

Hoy mis brazos se encuentran vacíos de ti aunque llenos de tus nietos.

Hoy mi corazón se llena de pena por tu ausencia.

Hoy me doy permiso para llorarte en nuestra soledad mutua.

Hoy dejo paso a tu recuerdo y estoy deseando enseñarle la foto a tus nietos.

Hoy, Papá, me doy cuenta de lo mucho que te echo de menos. Te quiero.


lunes, 7 de diciembre de 2015

Quitando pesos de encima

Ya no recuerdo la última vez que escribí, aunque saberlo es sencillo, cargo mi blog y leo lunes, 20 de julio de 2015. Preciosa fecha, mi hija mayor cumplió 6 años. Y desde entonces nada de nada. El 2014 mis post fueron disminuyendo aunque seguí manteniendo una continuidad, este último año ha sido un goteo de entradas, aunque muchas se agolpaban en mi cabeza, pero no tenía ni tiempo ni ganas para escribirlas.

Han sucedido muchas cosas en nuestras vidas, aunque necesitaba que ocurriera algo en particular que me liberara de un enorme peso de encima. No era un gran impedimento, pero no me dejaba terminar de centrarme y aunque intenté desvincularme totalmente, seguía estando en nuestro día a día.

Por fin sucedió y yo me siento mucho más ligera y feliz, más relajada, menos preocupada, más yo. Disfrutando de mi familia, sacando provecho al día junto a ellos, exprimiendo las horas del reloj en las que paso a su lado y valorando cada minuto que pasamos juntos. Respiro su maravilloso aroma y dejo que su olor inunde cada poro de mi ser y me invada y esa es el aroma de mi vida, es inigualable y asombrosamente mágico.

Es maravilloso cada día a su lado, disfrutar viendo como crecen, echando de menos a aquellos bebés que tuve y que se están convirtiendo en unos niños increíbles, con su carácter, con sus exigencias, con su amor, su energía, con su bondad. Y yo sólo puedo sentirme agradecida por poder compartir con ellos cada momento, los que estoy y los que no estoy, porque cuando no estoy, me los cuentan en cuanto estamos juntos.

Os agradezco mucho a todas aquellas personas que nos han echado menos, que me han contactado por si nos había ocurrido algo o a las que han encontrado el blog porque han dado con otras entradas que les han ayudado en mayor o menor medida. GRACIAS.

Nosotros estamos bien. Los niños fenomenal. Bichito se está convirtiendo en una niña dulce y muy cariñosa, con un amor muy puro y a la que le encanta aprender cosas nuevas. Con Pequeñín hemos avanzado mucho con su frustración y por fin hemos conseguido que aprenda a expresar cómo se siente sin hacernos perder los nervios (no siempre, pero la mayoría de las veces). Y Canija, aunque cueste creerlo, nos deja dormir incluso 6 horas seguidas.

Nos hemos mudado a una casa más grande y se nota muchísimo, no sólo por el espacio, sino porque tanto los niños como nosotros nos hemos adaptado enseguida y nos encanta cada centímetro de ella. Queda mucho por hacer, muchas cajas que desembalar, pero es nuestra casita y somos muy felices en ella.

El pasado febrero aprobé el curso teórico de asesora de lactancia y me encuentro en el último tramo de la parte práctica. Está siendo difícil, además del tiempo dedicado a las clases y los exámenes, hay que sumarle las horas de asistencia a los grupos de oyente y los supervisados. Estoy muy ilusionada y aunque está resultando un esfuerzo para toda la familia, también conlleva recompensa y estoy a punto de llevar mi propio grupo de lactancia en el centro de salud de mi zona (el jueves pasado lo inauguramos). Gracias a mi familia por el apoyo, a mi marido que me permite poder asistir a las clases y a mi madre que nos echa una mano para que yo pueda ir.

Seguimos disfrutando cada momento que estamos juntos y como podéis leer estamos muy bien y felices. Y vosotros, ¿cómo os encontráis?

lunes, 20 de julio de 2015

6 años ya, ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS BICHITO!!!

Bichito recién nacida
Hoy mi niña mayor cumple 6 años, 6 preciosos años.

¡¡¡FELICIDADES PRINCESA!!!

Un sentimiento me invade cada vez que llega tu cumpleaños. Echo la vista atrás y recuerdo aquellos momentos cuando te olí por primera vez, te toqué por primera vez, me enamoré como nunca antes por primera vez.

Tu cumpleaños para mí es una fiesta y suelo pasar la noche anterior pensando en aquella mujer que era y en lo que soy ahora. Con ojeras, te he despertado esta mañana cantándote junto a tu hermana pequeña y los cuatro te hemos colmado de besos. Tanto tengo que agradecerte, tienes tanto que ver en la mamá que soy ahora, en la mujer que escribe estas líneas, que prefiero no hacerlo hoy porque es tu día. 

Eres tan maravillosa y preciosa. Si yo hubiera podido elegir, me habría pedido una hermana mayor como tú.

Si tuviera que definirte en una sola palabra, esa sería DULZURA. 

El día que tú naciste nuestra vida, la de tu padre y la mía, se iluminó por completo. Supimos lo que era el amor sin condiciones. Gracias a ti ambos somos mejores personas. 

Hoy es un gran día, porque un 20 de julio nació la niña de más de 5 años más maravillosa del mundo (la de menos es tu hermana pequeña) y ese día nací también yo. GRACIAS. 

Disfruta de tu día que yo también disfrutaré del mío junto a ti. Siempre junto a ti. Te quiero princesa.  

viernes, 10 de julio de 2015

Distanciamiento: tiempo para mí

Las vacaciones estivales de nuestros hijos hacen, en muchas ocasiones, que nos distanciemos del mundo 2.0 y nos centremos más en la vida 1.0: ir a la piscina, jugar con los amigos, al campo, a la playa o simplemente buscando actividades que hacer con ellos para que el aburrimiento no se instaure en el día a día. Hay que tenerlos entretenidos si no queremos terminar el día agotados y de mal humor, y son muchas las semanas de verano que tienen de vacaciones.

Muchos son los blogs maternales que tardan en actualizarse en esta época del año y los mensajes en los grupos de whatsapp/telegram escasean. En mi caso, esta sequía bloguera no sólo se debe a las vacaciones estivales, sino también un reencuentro con mi vida 1.0 y el entorno de mis hijos, ya va para más de 1 año. Primero empiezas a escribir menos, realmente a compartir menos, después pasas de escribir casi diarimente a hacerlo semanalmente, hasta que de pronto sólo escribes un post mensual.

Crecen y con ellos las reuniones, quedadas, cumpleaños y sin fin de citas apuntadas en mi calendario, en el que hay que pedir vez incluso para ir al baño. Además, la seguridad en mi misma ha crecido a lo largo de estos años y aunque tengo muchas cosas que contar y que compartir, me apetece más hacerlo con un café o una cerveza en la mano, según se tercie y cara a cara, que virtualmente. Eso no quiere decir que haya abandonado mi vida 2.0, no, ni mucho menos, sino que progresivamente he ido distanciándola.

Sigo leyendo algunos post que me parecen interesantes, sobre todo mientras doy el pecho a Canija y acuesto a los peques, pero ya no tengo esa lista inmensa de blogs preferidos que leía asiduamente. El contacto más de tú a tú prima en este momento en mi vida. De hecho, no ver a ciertas personas en una semana me apena y siento que las echo de menos e incluso me apetece más hablar por teléfono con ellas, escuchar su voz y compartir menos mensajes por whatsapp y más ratos juntos.

Y aunque sigo por estos lares, es en la distancia. Dedicándome más a mi familia, mis amigos, a mí misma. Ordenando mi vida 1.0, manteniendo la 2.0 y disfrutando del contacto, de la charla, del cariño, del roce, que tanto me gusta.

Esta noche disfrutaré junto a mis amigas de una cena tranquila, entre risas, entre cariño, entre amor. De conversaciones prohibidas, de momentos inolvidables, de complicidad infinita. Cargaré las pilas para mi día a día. Es mi instante de relax, mi ocasión especial, mi momento de placer y voy a aprovechar cada segundo de él. Y os recomiendo que lo probéis, si no lo habéis hecho ya o que lo repitáis, si habéis disfrutado de este momento.

Quizá a ti que lees estas líneas todavía no te ha llegado esa necesidad de dedicarte tiempo a ti misma, aunque sea poco, aunque sea una vez cada mucho, con las amigas, con tu pareja o sola. Quizá no sea el momento para ti, quizá llegue pronto, quizá no llegue jamás.

Hubo un tiempo en el que no lo necesité, en el que lo que necesitaba era a mis hijos y mi marido e imponerme esos momentos o hacer algo sin ellos me hacía sentir culpable. Pero ese momento pasó y empecé a dedicarme algunos instantes, aunque al principio se instauraba en mí un sentimiento de culpa que me acompaña en mi maternidad. Realmente ese sentimiento de culpa va ligado a la maternidad, nos acompaña a todas y a veces, nos impide y nos frena. Pero poco a poco fue disipándose, fui consciente de mi necesidad y entendiendo que tan importante es mi familia como yo misma.

Ahora me falta buscar cómo sacar tiempo para mi marido y para mí, porque es difícil de narices, aunque sólo sea parcialmente. Pero es algo que también necesito, aunque es muy complicado sé que en algún momento lo conseguiremos.

Y vosotros, ¿necesitáis estos momentos? ¿Os dedicáis tiempo a vosotros mismos?

miércoles, 1 de julio de 2015

Vuelta a la "Normalidad"

La normalidad no existe, aunque sí la fórmula
Mi último post fue hace casi un mes. Últimamente lo de escribir no es lo mío (y lo de contestar tampoco), quizá es porque no tengo mucho que contar o porque lo que tengo que contar tiene que ver con temas de salud, así que mejor agruparlos aquí y ojalá que pronto demos carpetazo.

Gracias a mi post Buscando respuestas y a todas las personas que lo difundieron y que dedicaron su tiempo a escribirme, recibí multitud de correos y muchos mensajes de apoyo. GRACIAS.

Muchas de esas personas compartieron conmigo su experiencia, lo cual agradezco enormemente, porque en muchos casos soy una total desconocida y quisieron arrojar luz a lo que le había pasado a mi hija. Hoy por hoy, seguimos a oscuras. El electroencefarograma es correcto, lo cual es fantástico, pero ya no sabemos más. La neuróloga me llamó el lunes para decírmelo y próximamente me llamarán para hacer su historia en neurología y ya. Ahí quedan todos nuestros avances de algo que ocurrió hace más de un mes.

Mi hija se encuentra perfectamente y yo sigo buscando respuestas. Pero no es que busque un diagnóstico por la red, de epilepsia, narcolepsia, cataclismo o lo que sea, eso lo tendrán que diagnosticar los médicos, lo que yo ando buscando es una persona que me corrobore que existe una fase del sueño en la que te produzcan dolor, te muevan, te echen agua y montón de cosas y tú ni te enteres. 

Cuando recuerdo aquel día siento mucha pena, pero intento no pensar en ello, nuestra vida sigue y no se paralizó aquel día. Mi hija hace ya mucho que no duerme conmigo, ni la empujo para ver si reacciona, ni nada por el estilo. Cierto es que si duerme más de la cuenta me inquieto y me acerco para comprobar si respira, práctica que no he realizado ni cuando era bebé y que ahora me sorprendo haciéndolo casi 6 años después. 

Quiero pensar que fue un episodio aislado, que no volverá a suceder, pero sigo necesitando consultar con un especialista y que me dé alguna respuesta e ilumine aquel día. Dos veces ha tenido cita con un neuropediatra privado y las dos veces lo he anulado. Necesito respuestas sí, pero tampoco quiero precipitar las cosas y hacerla pasar por pruebas inútiles. Así que espero, intentando ser todo lo paciente que pueda y evitando trasmitir mi preocupación a mi hija.  

Sin embargo, y por desgracia, he tenido que pasar otra noche en el hospital con uno de mis hijos. Esta vez le tocó el turno a Pequeñín. La operación de reducción de amígdalas y drenajes en los oídos ha ido fenomenal. Su mejoría es evidente: le molesta el ruido, oye mucho mejor y habla mucho mejor. Pero el pobre ha sufrido una Adenitis Mesentérica, inflamación de unos ganglios linfáticos que se encuentran en la pared del intestino que le produjo muchísimos vómitos, incluso sanguinolentos y que le mantuvo en el hospital estos calurosos días. Ya se recupera en casa junto a sus hermanas. Me maravilla la recuperación de este niño porque cuando le llevé el domingo al hospital estaba hecho un trapo, incluso dejó de hablar y ahora ya está saltando, gritando y corriendo. 

Esperemos que no nos vean de nuevo hasta dentro de mucho tiempo en el hospital, porque ya me saludan por los pasillos los pediatras, enfermeros, celadores y demás personal. 

Os agradezco de corazón a todas aquellas personas que han tenido un pensamiento por mi familia, que empatizan por cada cosa que nos suceden, que nos mandan su apoyo y nos animan en días difíciles. GRACIAS

martes, 2 de junio de 2015

Buscando respuestas

El martes de la semana pasada recibí una llamada del colegio, mi Bichito había perdido la consciencia y habían llamado al Samur, el cual no tardaría en llegar. Salí pitando mientras llamaba a mi marido y camino corriendo al coche me di cuenta que no sabía si la había recuperado. Cuando su respuesta fue un no, el mundo se paró por completo. No recuerdo los siguientes instantes ni cómo me sentía, una brecha se abrió debajo de mí, pero recuperé la cordura cuando la voz del otro lado me decía que se estaba despertando y les reconocía y quería levantarse. Yo echaba números, llevaba más de 5 minutos inconsciente, por lo que no podía creer que se despertara y se encontrara bien. 

Las conversaciones tanto con los educadores, como el ats y el personal del Samur las recuerdo difusas, pero lo importante es que encontré a mi hija en la camilla de la ambulación, nerviosa, sin saber por qué se sabía formado todo aquello, y perfectamente. Lo único que me dijo fue: “Mamá, tenía sueño y me he dormido”.

Gracias a todo lo que me contaron puedo explicaros cómo pasó y qué ocurrió:

Eran alrededor de las 13:00, justo después de comer en el comedor del colegio. Habitualmente, cuando terminan de comer, se relajan en las mesas. Mi Bichito tenía sueño, así que apoyó los brazos y la cabeza en ellos y cerró los ojos. Segundos después, la monitora la dijo que se despertase, ella no se despertó. Los compañeros la gritaron al oído y ella ni se inmutó. La monitora, no con muchas luces la verdad, levantó la cabeza de mi hija creyendo que era una broma y quitó la mano, por lo que la cabeza de mi hija golpeó contra la mesa y no hubo respuesta de ningún tipo por parte de mi hija. La mojaron la cara y seguía sin responder, así que intentaron llevarla andando a otra sala para que todos los niños que estaban allí no lo vieran. Mi hija estaba completamente hipotónica, ninguno de sus músculos ofrecía ninguna resistencia ni hacía ademán de nada.

Intentaron despertarla de nuevo sin conseguirlo por lo que llamaron al Samur, que les dijo que le dieran en la cara y fueran aumentando la intensidad, tenían que despertarla como sea. Agua, pellizcos, cachetes, tortazos e incluso el ats le apretó un punto en el cuello donde se encuentran los ganglios para producirla dolor, pero mi hija no reaccionaba ante ningún estímulo. Ni parpadeaba, ni se movía ni hacía ninguna mueca, ni de dolor ni de absolutamente nada. Llevaba entre 8 y 10 minutos en ese estado, cuando, de pronto abrió los ojos como si nada y dijo: “Hola??? Me he dormido”.
Y, según palabras de su profesora que lo presenció, estaba como si se hubiera dormido. En todo momento respiró con normalidad, no cambió de color, pero no reacció ante ningún estímulo y no hablo de palmaditas en la cara, hablo de darle tortazos para que despertara y producirla algún daño para que reaccionara, pestañara o lo que fuera y no lo hizo. Se despertó por sí misma.

La ambulancia nos trasladó al hospital y el hospital al ver el estado de mi hija, que el test neurólogico no arrojaba ninguna anomalía, el electrocardiograma era normal y que no había sufrido ninguna crisis, quiso darnos el alta. A mí el Samur me comentó que debido a que cuando ellos llegaron tenía 37.6, que sus ojos iban de un lado a otro y de abajo hacia arriba, temían que hubiera convulsionado, pero estaban desconcertados porque no estaba confusa ni adormecida ni tenía ningún síntoma posterior.

Hablé con la pediatra y la comuniqué mis miedos, me daba pánico pensar que mi hija se dormiría y yo no pudiera despertarla y decidieron que pasáramos la noche allí. A la mañana siguiente los neurólogos decidieron darle de alta porque creen que estaba dormida y que las pruebas que deben hacerle, no son urgentes. Del hospital me fui al colegio para saber exactamente qué había ocurrido y hablar con todas las personas que estuvieron al lado de mi hija. Ninguno cree que estuviera durmienda, fue duro escuchar que la dieron varios tortazos mientras el Samur le decía que lo hiciera más fuerte y que había que despertarla como sea y ella no reaccionaba de ninguna forma. El ats estaba muy preocupado y los educadores jamás se habían visto en una como esa y eso que han despertado cientos de niños, tenido reacciones alérgicas y problemas de salud graves. Pero como aquello, nada. 

Mi hija se encuentra perfectamente, excepto que el viernes tuvo fiebre y vomitó por dos veces, pero en el hospital me dicen que no tiene nada ver y que era una gastro.

Yo estoy desconcertada, intento no pensar en ello, aunque he pasado noches junto a ella en las que cada poco tiempo la empujaba para ver si estaba consciente. Estoy muerta de miedo por si la vuelve a suceder y si la sucede, por favor, que esté cerca de alguien que la quiera y la pueda socorrer. Yo no sé si la pasó algo, si estuvo sin consciencia como todas las personas que estuvieron junto a ella afirman o si se durmió como creen los neurólogos, pero necesito saberlo. El viernes tiene el electroencefalograma y espero que nos ayude a entender qué la ocurrió y si puede volver a pasarle.

Me cuesta creer que se durmiera de esa manera, hasta tal punto de estar hipotónica y no responder ante ningún estímulo, entre otras cosas porque jamás he oído algo parecido. Así que os pido que, por favor, si conocéis un caso parecido me lo contéis o que lo compartáis por las redes sociales por si alguien tiene un conocido al que le ocurren este tipo de episodios. Podéis hacerlo aquí o por correo: construyendounafamilia@gmail.com. Os lo agradezco de antemano.

Yo doy gracias porque mi hija se encuentre bien pero necesito saber qué la ocurrió para poder ayudarla si vuelve a suceder y lo que es más importante, poder explicar a todo aquel que comparta su vida con ella cómo debe proceder si pasara de nuevo.


Gracias

viernes, 22 de mayo de 2015

Siempre estaré a tu lado

Fue lo que te dije Pequeñín antes de acompañarte al quirófano y lo incumplí segundos después. Ver cómo te dormían fue muy impactante para mí. Sólo al recordarlo se me inundan los ojos de lágrimas.

Despertarte fue horrible, tú, con tus cuatro añitos, no entendías por qué te dolía tanto la garganta, por qué mamá estaba a tu lado y te había acompañado hasta el lugar donde te habían hecho aquello. Me costó más de media hora conseguir calmarte, mientras intentabas meterte las manos en la garganta, te agarrabas el cuello, querías quitarte la vía y me empujabas a la vez que me atraías hacia a ti. Intenté que ahuyentaras el dolor de tu cabeza, te recodé las vacaciones de días atrás, te hice acordarte de los abrazos de Elmo, de las fotos, de los espectáculos, y mientras te abrazaba como podía y te acariciaba, te dormiste en mis brazos. Pedí un calmante para aliviar tu dolor y pudiste descansar unas horas. Fue muy duro presenciar aquello y sólo con acordarme, se me pone un nudo horrible en la garganta.

El miércoles, ayer y hoy he vuelto a incumplir mi promesa y he tenido que irme a trabajar, mientras tú llevabas desde antes de operarte diciendo que mamá, mamá y mamá. Te tocó quedarte con el feo, como siempre dice tu padre, que te ha preparado mañanas divertidas (dentro de tus posibilidades) en la que la actividad estrella ha sido construir un pequeño huerto.

Menos mal que te encuentras bien, que sólo tienes molestias y que anteayer te dolió bastante pero espero no se repita. Lo más increíble ha sido tu inmediata reacción con respecto al ruido. Te echas las manos a las orejas para taparte ante los ruidos fuertes, cosa que jamás había hecho. Además, empieza a salir de los oídos moco que generaban, gracias a los drenajes que te han puesto.
Espero que la reducción de las amígdalas que te han hecho mejore tu respiración, dado que según el logopeda, tienes una respiración nasal debido al poco hueco que dejaban tus amígdalas.

Eres un campeón, mi amor, enseguida recuperaste tu sonrisa, tus ojos brillantes y tu alegría. Ahora sólo queda que todo vaya bien, que evolucione correctamente y que te recuperes en casa con nuestros mimines.

Gracias a todos como siempre por preocuparos, por mandarme mensajes de apoyo, correos, llamadas, WhastApp y demás. Recuerdo mientras esperaba en la REA leer vuestros mensajes de apoyo. Gracias, de verdad.



martes, 7 de abril de 2015

Operan a mis hijos

Que operen a un hijo es una experiencia dura, difícil, en la que me sentí vulnerable, nerviosa y en algún momento el miedo se instaló en mí, aunque intenté disiparlo todo lo posible. Eso siendo su madre, siendo una operación pequeña, rápida y ambulatoria. El miedo es directamente proporcional cuanto mayor es la gravedad y el tiempo separados.

Ellos deben sentirse muchísimo peor, no puedo ni imaginármelo, porque en muchos caso no tienen ni idea del por qué ni de qué. Yo he pasado varias veces por quirófano siendo adulta y entendiendo cada procedimiento e intenté explicarle, en la medida de lo que creo que debía conocer mi Bichito, para que supiera qué iba a ocurrir en su intervención y no estuviera demasiado nerviosa. Estar con ella en todo momento y darle mi apoyo, mi amor, mi calor, fue importante para ambas y estoy segura que esas caricias postoperación que tanto la gustan, pegada a su cama, sirvieron para que se encontrara mejor.

Bichito tiene 5 años, se recuperó rápidamente, aunque verla asustada en la camilla fue doloroso, pero pronto la dieron el alta. La revisión bien, la anatomía patológica que me enseñó ayer su pediatra correspondía a un mucocele, pero la previsión de que tengan que operar a mis otros dos hijos se me hace hoy cuesta arriba.

Desde hace ya más de un año, tanto su padre como yo nos habíamos percatado de que Pequeñín no oía demasiado bien. Su habla no es fluida, de hecho tiene algunos problemas con el lenguaje y la pronunciación de las palabras, así que cuando empezó a preguntarnos "qué?" cuando le hablábamos en tono medio, decidimos llevarle al otorrino para valorar esa falta de audición. Oye "justito", menos de lo que debería escuchar un niño y creen que es debido al moco que alberga en sus oídos. Por si acaso desaparecía, le han mandado lavados nasales y corticoides durante dos meses. Se queja de dolor de cabeza de cabeza y oído 5 días de cada 7 que tiene una semana, así que vamos a intentar que le adelanten la cita de junio para que vuelvan a valorarle lo antes posible. La solución, si los corticoides no funcionaban, drenarle los oídos, solución que pasa por meterle en quirófano. Un mal menor si soluciona su problema, los oídos y la cabeza dejan de dolerle y oye de manera normal.

Y la hernia umbilical con la que nació Canija no se ha cerrado, por lo que la remiten directamente al cirujano para su valoración.

Pensar en ello me entristece, igual que hace unos meses con Bichito. Sé que me adelanto a ambas valoraciones, que todavía no ha llegado el momento, pero la previsión de que tengan que operar a mis otros dos hijos, me preocupa e incomoda. Cualquier operación conlleva sus riesgos, menos mal que son operaciones sencillas y apenas corren riesgos.

Que operen a uno de tus hijos es jodido, pero a los tres, es una putada.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Feliz cumpleaños Pequeñín!!!!

¡¡¡Cuatro añazos ya!!! Madre mía, cómo pasa el tiempo y cómo creces.

Me parece mentira que haya pasado todo este tiempo, si hace poco eras una bolita, pegada siempre a mí, con una sonrisa y unos ojos brillantes con una fuerza indescriptible.

No he conocido a nadie más risueño y feliz que tú, excepto cuando te da la ventolera. Hemos empezado a hacer las cosas de diferente manera, intentando anticipar las explicaciones para conseguir menos rabietas y un mejor ambiente familiar. Aunque cuesta, parece que alguna mejoría se nota en este par de días que llevamos. Ojalá sigamos así mejorando. Sé que la que tiene que ser constante soy yo, que tú necesitas que te preste más atención y ayudar un poco más a que encuentres ese lugar que parece que te está costando encontrar.

Fuera de esos momentos en los que se te cruzan los cables, eres un niño maravilloso, que además de querernos y amarmos mucho tanto a tu padre como a mí, adoras a tus dos hermanas.

Cada día juegas con tu hermana mayor en el patio del colegio, ella te va a buscar a tu clase y luego te deja y disfrutáis juntos en el recreo, no sólo en casa porque no os queda más remedio, sino también os queréis y divertís estando juntos fuera de ella. Sé que parece algo lógico, pero va a ser que no, porque todas las profesoras están alucinadas por esa relación tan maravillosa que tenéis.

Con Canija es otra historia, es la pequeña y su llegada, aunque muy respetada por tu parte, está haciendo que te cueste encontrar tu lugar. La quieres muchísimo, juegas con ella, aunque todavía no has descubierto la forma correcta de hacerlo sin avasallarla y terminar haciéndola daño. Pero hoy, mientras mamá terminaba de desayunar, tú la leíais una y otra vez cuentos y ella, con esa admiración que se tiene a los hermanos mayores, te miraba, te nombraba y te decía "Oto". Os miraba y moría de amor.

Reconozco que tu alegría y tu felicidad me invaden de una manera espectacular, me encanta verte reír, es maravilloso escuchar tu risa y ver cómo todo lo iluminas con ella.

Tu lengua de trapo nos causa muchos estragos a la hora de entenderte, quizá esto también sea un pequeño problema a la hora de comunicarnos, pero ahora te entendemos mejor que el año pasado, así que el año que viene seguramente ya esté este punto solucionado.

Te quiero mucho amor, eres mi niño y mamá va a buscar la manera de ayudarte y de conseguir que todo sea más sencillo. Deseo que pases un día maravilloso, hoy estabas especialmente feliz y estoy segura que lo has pasado muy bien celebrándolo con tus compañeros. Esta tarde lo celebraremos juntos y disfrutaremos cantándote el cumpleaños feliz y tirándote de las orejas.

¡¡¡FELICIDADES PEQUEÑÍN!!!

lunes, 23 de marzo de 2015

Ni terribles 2 ni 3 ni 4

No puedo más. Lo intento, me repito una y mil veces que me controle, que no le grite, que tenga paciencia. Pero mi paciencia se agota y cada vez más y no es justo para sus hermanas tener una madre enfadada cada mañana.

Pequeñín es, por decirlo de alguna manera, difícil, siempre lo ha sido. Todavía recuerdo su primera rabieta, con 1 año recién cumplido, en el que tuve que inmovilizarle para que no se diera golpes, de como se puso. Aquel día terminé llorando trastornada por lo que había pasado, estaba claro que apuntaba maneras. La rabieta más virulenta de su hermana mayor (Bichito) fue la menor de él.

A medida que ha ido creciendo ha ido aumentando. Sus rabietas últimamente son constantes, liándose a patadas a gritos y a lloros, si no obtiene lo que quiere. Pero lo peor es el día a día. A todo dice que no, desayunamos? NO, nos vestimos? NO, nos vamos? NO, nos quedamos? NO y un largo etcétera, que acaba con la paciencia de cualquiera.

Y yo estoy harta, hasta tal punto que todavía estoy enfadada por la de hoy. Tengo que contenerme muchísimo, porque mi ser está llegando a un momento de rabia en el que me da la sensación que llegará estallar y que no soy capaz de controlar. Estoy cansada de que no quiera desayunar, no quiera vestirse, no quiera comer, empiece a decir "Puaj, qué asco!" cuando no quiere algo, cansada de pedirle que se ponga las zapatillas y que le importe una mierda y comience a jugar con ellas, que le pida que recoja y pase de mí, que le diga lo que sea y que sea justo lo contrario.

Estoy cansada de explicarle las cosas, porque no funciona. Estoy cansada de que el diálogo con él no sirva de nada. Agotada de esperar que esta situación cambie, porque en vez de mejorar, va de mal en peor cada día. Me siento realmente impotente de no conseguir hacer que esta situación cambie, empezar de buenas maneras y terminar gritándole exasperada de los nervios. Y lo peor es que me parece super injusto para el resto de la familia. Sus hermanas tienen una madre enfadada cada mañana porque al niño no le apetece hacer nada más que todo lo contrario y que a cualquier cosa que le pido, su respuesta es un no. Y da igual que me ponga a hacerlo con él o que le ayude, pasa olímpicamente de mí. Además, la forma que tiene de relacionarse con sus hermanas, es muy cansina. A Canija no la deja en paz, avasallándola, molestándola y apretándola todo el rato hasta que la hace daño y ella llora, y ahora le ha dado por gritar a Bichito al oído y pegarle algún puñetazo.

Una vez una coach me dijo que la rabia era un sentimiento que sólo duraba 20 minutos en el cuerpo, en mi caso llevo hoy así desde las 8 y ya son casi las 12. Y lo peor es que los sentimientos que nacen de mí no son positivos, más bien son negativos. Y me siento exhausta de luchar cada día contra él, cuando yo lo que quiero es ir junto a él, ayudarle y apoyarle en el día a día, que crezcamos juntos, pero es que me lo pone realmente difícil.

Con mi marido es igual, sólo que su paciencia ya está muchísimo más consumida y ha llegado a un punto que pedirle de buenas maneras las cosas, no es suficiente.

Pero lo más cojonudo es que si nosotros no estamos, se comporta de manera totalmente distinta. Colabora, ayuda, no grita, no tiene rabietas, acata cada cosa que se pide. Es el mejor niño de la clase, tanto es así que su profesora está alucina. Su monitora de comedor es la misma persona que se queda con mis hijos en verano mientras yo trabajo, pues está flipada de lo distinto que es. Jamás ha tenido que repetirle las cosas dos veces. Y con los familiares y amigos, tres cuartos de lo mismo. Mi madre no puede creer lo que yo le cuento.

Y yo siento rabia, pena, impotencia y un sin fin de sentimientos porque no entiendo y no comprendo por qué narices con nosotros se comporta de esta manera. Por qué la estabilidad familiar depende de él, por qué tengo que estar enfadada cada mañana, por qué al final termino gritando (prometo que lo he intentado, pero soy incapaz de conseguirlo), por qué mis hijas tienen que soportar esta situación continua. Cuando no consigue lo que quiere nos lía una detrás de otra y al final no podemos disfrutar juntos.

Y no se trata de una etapa, no, sino que llevamos mucho tiempo así. Y yo soy positiva, joder que si lo soy, pero hoy me siento perdida y buscando soluciones a esta situación, que no encuentro. No sé qué hacer. Busco alguna manera de conseguir cambiar la forma de relacionarnos y que todo fluya de mejor manera. Hay veces que termino llorando sintiéndome superada por un niño de 3 años que pasado mañana cumple 4. Necesito que esta situación cambie y que no me encuentre luchando con él cada momento del día en el que estamos juntos.

Intento aferrarme a ese niño maravilloso y amoroso que nos quiere con locura, al brillo de sus ojos, a su risa para intentar controlar mi ira, pero ahora mismo tengo unas ganas horribles de llorar. Por más que hablo con él y le explico las cosas, es como si no me escuchara lo más mínimo. Ver que el diálogo no sirve de nada genera un gran sentimiento de impotencia en mí  y me niego a darme por vencida, aunque a veces lo piense.

Si se os ocurre alguna manera o algo que pueda utilizar para intentar cambiar esta situación, os lo agradecería. En este momento me siento muy superada, agotada y abatida, como si cada uno de nosotros fuéramos su sparring, el foco donde libera su negatividad.

lunes, 16 de marzo de 2015

¡¡¡Felicidades Canija!!!

2 años ya, madre mía, cómo pasa el tiempo.

2 años hace de esta foto en la que nos miramos por primera vez, porque juntas habíamos estado durante meses antes. Cuando echo la vista atrás no puedo olvidar lo mucho que luchamos juntas para que llegaras hasta aquel día, el esfuerzo enorme que supuso aquellas semanas en cama, sin moverme, para que tú siguieras creciendo dentro de mí. Lo conseguimos preciosa.

Podría decir miles de cosas sobre ti y de estos 2 años. Tú has conseguido que yo explorara mi maternidad más allá. Ser mamá de dos no significa serlo de tres, ni mucho menos, sólo me hizo enfrentarme a algunas situaciones más serena y tranquila, a saber escucharte y escucharme, a disfrutar de cada momento.

Contigo he vivido situaciones que jamás antes había vivido con tus hermanos, has llegado a llevarnos al límite con tus múltiples despertares, tus pocas horas de sueño, tu juerga nocturna, tus desvelos constantes, tus madrugones cuando ni siquiera había amanecido. Ahora que duermes 8 horas, que sólo te despiertas 2 veces en la noche, que sólo te desvelas de vez en cuando a lo sumo 1 ó 2 horas, que sigues madrugando más que nadie, incluso que yo, ahora, es cuando no comprendo cómo narices aguantamos. Pero lo hicimos, y sé que esto sólo va a ir a mejor.

Contigo siento verdadero pánico cuando no hay ruido en la casa, porque sé que me la estás liando, si no es el rollo de papel higiénico por el váter, es el paquete de toallitas por toda la habitación o la botella de aceite desparramada por la cocina o la pared con un nuevo "Canija auténtico" o los muebles o los cajones o el congelador o lo que en ese momento se te pasa por la cabeza. Dejarte 1 minuto sola significa que me la has liado fijo y mira que el que te precede (Pequeñín) había dejado el listón alto, pero es que tú lo has saltado haciendo un mortal hacia atrás con tirabuzón y todo.

Contigo he aprendido lo que significan las gráficas de crecimiento y las básculas y el sentimiento de una madre cuando su hija no coge peso y piensan que puede tener fallo de Medro (que no tienes, sólo que eres un poco Canija como siempre te ha dicho tu madre).

Yo quería que fueras una niña, dulce y tranquila como tu hermana mayor, pensando en que todas las niñas que yo iba a tener serían como ella. Y entonces naciste tú, dando un giro a mi maternidad de nuevo, enseñándome millones de cosas desconocidas y llevándome a explorar todos esos aspectos que me faltaban.

Gracias Canija, gracias por ser como eres, por ser diferente, por ser tú. Gracias, porque me equivoqué al querer tener otro Bichito, porque lo que iba a tener era una Canija fabulosa, increíble e igual de maravillosa que su hermana.

Hoy cumples 2 años y tanto a tu padre como a mí se nos ha pasado volando.

¡¡¡Feliz cumpleaños Canija!!!



P.D.: Bichito se encuentra bien, la operación salió perfectamente y en seguida la dieron el alta. Me siento tremendamente agradecida a todas aquellas personas que se preocuparon por mi hija y que la tuvieron en su pensamiento deseando que todo fuera bien. Gracias.


lunes, 9 de marzo de 2015

Operan de Mucocele a Bichito

El viernes pasado me llamaron de la seguridad social, llamada, que por cierto, creía que se alargaría en el tiempo, para darme la fecha en la que operarían a Bichito.

Ya le habían hecho las pruebas pertinentes, electro, analítica y ok del anestesista, para quitarle un Mucocele. ¿Y qué es eso? Pues es una glándula salivar que se llena de líquido y se llena, por norma general en el labio, y que no se reabsorbe, de manera que molesta bastante. Me abstengo de poner más imágenes porque no son especialmente agradables pero si queréis poder ver más o menos en qué consiste la operación podéis verlo aquí y la definición según la wikipedia:
En medicina, un mucocele, también conocido como fenómeno de extravasación mucosa es una tumefacción de tejido conjuntivo, principalmente por colección de mucina proveniente de una ruptura del conducto de una glándula salival, usualmente causado por un trauma local. Los mucocele tienden a ser de color azulado translúcido, y por lo general se encuentran en niños y adolescentes.
Total, que como desde el verano lo tenía, decidimos llevarla al pediatra y de ahí al otorrino, que nos confirmó lo que pensábamos, había que extirparlo. Y nos aventuró que lo harían con anestesia general, uno, porque a ver quien es el niño (de 5 años) que no se mueve si le acercan un bisturí a la boca, y dos, porque hay que limpiarlo muy bien para que no vuelva a reproducirse, y en niños lo mejor y más sencillo es dormir de manera general.

Yo sé a ciencia cierta que mi hija jamás se habría estado quieta, después de 45 minutos intentando que me permitiera acercarme con un alfiler para quitarla una espina y enseñarle en mi propia carne que era de manera superficial, tuve que inmovilizarla. Así que para ella la anestesia general es imprescindible.

Además, gracias a esa analítica han visto que los niveles de coagulación de mi hija están alterados, por lo que nos remitieron al hematólogo, aunque no aplazaron la operación porque donde van a extirparla el mucocele apenas se sangra. El mismo día de la operación y aprovechando que tiene que ir en ayunas, le harán la analítica y dos meses después iremos a recoger los resultados.

Tengo miedo, mucho miedo. Toda intervención quirúrgica conlleva riesgos, aunque éstas sean las mínimas. A veces me duermo y me veo en la sala de espera esperando a que mi hija se despierte, a que el médico venga a decirme que pase junto a ella y no viene y me despierto sudando y muy angustiada. Debería de preocuparme menos, lo sé, pero soy incapaz de no hacerlo.

Es poca cosa, no van a tardar mucho, va ingresar este viernes 13 a las 11:30 y por la tarde volveremos juntas a casa sin ese mucocele, pero me encantaría que mi hija jamás tuviera que pasar por el quirófano.

martes, 3 de marzo de 2015

Yo ya no estoy detrás de Mamidela

Os quería dar las gracias a todas aquellas personas que me habéis apoyado, ayudado y recomendado, ya sea porque conocéis mi experiencia, mi profesionalidad, mis conocimientos, mi pasión por hacer las cosas bien, o simplemente porque me tenéis cariño y habéis intentado ayudarme en este proyecto.

Desde hace ya más de una semana yo ya no estoy detrás de Mamidela. Sin embargo, esto no quiere decir que no podáis seguir contactando conmigo, ya sea por problemas, dudas o cualquier cuestión sobre la lactancia, dudas sobre un sacaleches, queréis saber más de la emeibaby o cualquier cosa que se os ocurra y en la que yo pueda ayudaros. Yo siempre seguiré al otro lado y continuaré aquí para apoyaros en todas esas dudas.

Gracias, de verdad, teneros a muchos de vosotros a mi lado ha sido fantástico, saber que tanta gente te apoya es maravilloso y os lo quería agradecer de corazón. 

martes, 27 de enero de 2015

Se hizo realidad

Tenía que pasar, como os conté, algo importante en este 2015, antes del 16/03/2015, fecha en la que Canija cumple 2 años. Y ayer, se hizo realidad. Ayer nos compramos una casa más grande, donde poder vivir los 5 y no en nuestro ático de 2 habitaciones. Ayer no dieron las llaves y a la salida del cole fuimos todos a verla, la que será nuestro hogar durante los próximos años.

Los niños están emocionadísimos, eso de tener una habitación para cada uno es total, aunque ellos quieren, en principio, seguir durmiendo los tres juntos. Sus padres también y mucho, sólo le pido que seamos, por lo menos, tan felices como lo hemos sido hasta ahora en la casa que dentro de poco dejaremos.

El 2015 arranca con otro cambio importante en nuestra vida y ahora toca darle forma: esta tarde vienen a medir la cocina que ya tengo presupuestada, después encimera y electrodomésticos, dar de alta la luz, agua, teléfono, gas, etc, etc, etc. Febrero será un mes de reforma, cambio de suelos, pintar alguna pared y en Marzo haremos la mudanza. Esperamos que en abril estemos ya instalados en nuestra nueva casa. Eso sí, en el mismo barrio, a 1 kilómetro de la de ahora.

2015 también trae alguna cosilla mala: a Bichito tienen que operarle, poca cosa, pero con anestesia general. Aunque eso ya os lo contaré cuando sea el momento.

Así que nos toca volver a empezar, pero esta vez no seremos 2 como en el 2007, ahora en 2015 seremos 5 y dicen que la unión hace la fuerza.

¡¡¡¡A POR TODAS FAMILIA!!!!

miércoles, 7 de enero de 2015

Feliz Navidad, Feliz Año y Felices Reyes

No me puedo creer que haya estado casi dos meses sin escribir nada. Madre mía!!! Acabo de comprobar que mi última entrada data del 12/11/2014. Os pido perdón, por no pasarme ni para felicitaros las Navidades, ni el Año Nuevo ni desearos que paséis una inolvidable noche mágica de Reyes.

Hoy me incorporo al trabajo, con más sueño que vergüenza, pero habiendo disfrutado de unas vacaciones fantásticas junto a mi familia, of course. Me incorporo hinchada, como una bola, de tanto comer, tanto roscón y tanta celebración, pero he disfrutado como una enana y espero que vosotros también.

Siempre he preferido los pares, pero la verdad es que la mayoría de las cosas que pasan en mi vida y mi familia, desde que conocí a mi marido, pasa en años impares:

  • 2005: conocí a Ale y nos fuimos a vivir juntos (fue el amor de mi vida, desde la primera noche que pasamos juntos, lo sentí)
  • 2007: nos casamos, antes incluso de hacer 2 años de novios.
  • 2009: nació Bichito, antes incluso de hacer 2 años de casados. Fue entonces cuando comenzamos a conocer qué era realmente la felicidad y a conocer la pureza y dulzura personificada.
  • 2011: nació Pequeñín, antes incluso de que Bichito cumpliera 2 años. Y la felicidad siguió creciendo y creciendo, y aprendimos lo divertido y maravilloso que resulta observar cómo se relacionan tus hijos y lo felices que son juntos. 
  • 2013: nació Canija, antes incluso de que Pequeñín cumpliera 2 años. Y entonces la felicidad fue plena y empezamos a conocer lo que significa no dormir apenas nada y a tener ojeras kilométricas y a envejecer y a hacer malabarismos. Pero la felicidad en nuestra familia sigue creciendo y seguimos disfrutando cada día viendo a nuestros hijos crecer.
Así que este 2015 toca algo gordo, está claro, los números no mienten. Y tiene que ser, según progresión, antes de 16/03/2015 (día en la que nació Canija). Nosotros hemos puesto en marcha un nuevo cambio y espero que sea muy pronto, muy pronto, muy pronto. Os prometo que os mantengo informados cuando esto suceda.

Y como os he tenido abandonados ¡¡¡Feliz Año!!! 

Espero que hayáis disfrutado de las fiestas navideñas y que los reyes os hayan traído muchas cositas.