jueves, 19 de enero de 2017

Un sueño, una necesidad

Ya ha pasado más de un mes de la última vez que escribí. La necesidad de escribir, entre otras cosas, nacía sobre todo de la necesidad de contar y desahogarme por el sueño de mi Canija. Siempre ha dormido poco, muy poco y se ha despertado cientos de veces. Las noches han sido insufribles de bebé, sobre todo cuando se desvelaba dos o tres veces, mínima una hora cada vez. Recuerdo noches horribles en las que mis sentimientos hacia ella eran muy negativos y llegué a sentir que eran una "mala madre". Quizá por eso me molesta tanto ese término y me produce mucho rechazo cuando otra mujer se denomina mala madre.

Nunca quisimos medicarla y con el paso de los años nos acostumbramos a su forma de descanso, a despertarnos cada noche 1 ó 2 veces mínimo, a que el cómputo de horas fuera "poco para un bebé", a nunca depertarnos más tarde de las 7:30, a turnarnos entre nosotros para poder dormir un mínimo de 3 ó 4 horas, a dejarle de darle el pecho de noche debido a mi cansancio, etc, etc, etc.

Pero empezó septiembre, ella comenzó el colegio, mi marido encadenó muchos meses trabajando de noche y yo llegué a casi no poder más. Así que, después de pensármelo muy mucho, la llevé a hacer un estudio del sueño y pasamos en diciembre una noche en un hospital en la que la realizaron una  polisomnografía nocturna y la grabaron en video. Fue una noche muy difícil, ella lloró mucho, pero creo que era una prueba realmente necesaria. Estuve un tiempo sintiéndome culpable por no habérsela hecho antes, pero decidí dejar de culparme por lo que no había hecho y centrarme en que se la habían realizado. Mierda de sentimiento de culpa que nos acampaña a las madres.

El resultado ha sido que tiene una leve disfunción del sueño, pero que todo lo demás está bien, no tiene apneas, ni ataques epilécticos ni nada reseñable ni que explique por qué duerme tan pocas horas ni por qué se desvela. Es una noticia fantástica, porque realmente llegué a pensar que la pasaba algo y por suerte sólo es que mi hija es como su mami, duerme poco y necesita dormir poco para afrontar el día a día. Su sueño es reparador, lo que indica que aunque duerme poco, descansa. Estoy mucho más tranquila aunque cuando encadenamos varias noches malas, se me nubla la cabeza y me cuesta mucho centrarme.

Desde que hemos pedido al colegio que no le echen siesta, es la única que no se duerme después de comer, hemos mejorado bastante, aunque todavía tenemos noches de crisis. Con esta pauta llevamos casi un mes y tenemos cita con la neuróloga en otro mes para ver la evolución. Espero que estas crisis se vayan espaciando en el tiempo y pueda irme recuperando entre cada una, porque ella parece no inmutarde cuando lleva tres días durmiendo un total de 6-7 horas/día.

Y vuestros hijos, ¿cómo duermen? ¿Os ha ocurrido u os ocurre igual que a nosotros? ¿Cómo estáis tratando el tema?