viernes, 22 de mayo de 2015

Siempre estaré a tu lado

Fue lo que te dije Pequeñín antes de acompañarte al quirófano y lo incumplí segundos después. Ver cómo te dormían fue muy impactante para mí. Sólo al recordarlo se me inundan los ojos de lágrimas.

Despertarte fue horrible, tú, con tus cuatro añitos, no entendías por qué te dolía tanto la garganta, por qué mamá estaba a tu lado y te había acompañado hasta el lugar donde te habían hecho aquello. Me costó más de media hora conseguir calmarte, mientras intentabas meterte las manos en la garganta, te agarrabas el cuello, querías quitarte la vía y me empujabas a la vez que me atraías hacia a ti. Intenté que ahuyentaras el dolor de tu cabeza, te recodé las vacaciones de días atrás, te hice acordarte de los abrazos de Elmo, de las fotos, de los espectáculos, y mientras te abrazaba como podía y te acariciaba, te dormiste en mis brazos. Pedí un calmante para aliviar tu dolor y pudiste descansar unas horas. Fue muy duro presenciar aquello y sólo con acordarme, se me pone un nudo horrible en la garganta.

El miércoles, ayer y hoy he vuelto a incumplir mi promesa y he tenido que irme a trabajar, mientras tú llevabas desde antes de operarte diciendo que mamá, mamá y mamá. Te tocó quedarte con el feo, como siempre dice tu padre, que te ha preparado mañanas divertidas (dentro de tus posibilidades) en la que la actividad estrella ha sido construir un pequeño huerto.

Menos mal que te encuentras bien, que sólo tienes molestias y que anteayer te dolió bastante pero espero no se repita. Lo más increíble ha sido tu inmediata reacción con respecto al ruido. Te echas las manos a las orejas para taparte ante los ruidos fuertes, cosa que jamás había hecho. Además, empieza a salir de los oídos moco que generaban, gracias a los drenajes que te han puesto.
Espero que la reducción de las amígdalas que te han hecho mejore tu respiración, dado que según el logopeda, tienes una respiración nasal debido al poco hueco que dejaban tus amígdalas.

Eres un campeón, mi amor, enseguida recuperaste tu sonrisa, tus ojos brillantes y tu alegría. Ahora sólo queda que todo vaya bien, que evolucione correctamente y que te recuperes en casa con nuestros mimines.

Gracias a todos como siempre por preocuparos, por mandarme mensajes de apoyo, correos, llamadas, WhastApp y demás. Recuerdo mientras esperaba en la REA leer vuestros mensajes de apoyo. Gracias, de verdad.