miércoles, 25 de marzo de 2015

Feliz cumpleaños Pequeñín!!!!

¡¡¡Cuatro añazos ya!!! Madre mía, cómo pasa el tiempo y cómo creces.

Me parece mentira que haya pasado todo este tiempo, si hace poco eras una bolita, pegada siempre a mí, con una sonrisa y unos ojos brillantes con una fuerza indescriptible.

No he conocido a nadie más risueño y feliz que tú, excepto cuando te da la ventolera. Hemos empezado a hacer las cosas de diferente manera, intentando anticipar las explicaciones para conseguir menos rabietas y un mejor ambiente familiar. Aunque cuesta, parece que alguna mejoría se nota en este par de días que llevamos. Ojalá sigamos así mejorando. Sé que la que tiene que ser constante soy yo, que tú necesitas que te preste más atención y ayudar un poco más a que encuentres ese lugar que parece que te está costando encontrar.

Fuera de esos momentos en los que se te cruzan los cables, eres un niño maravilloso, que además de querernos y amarmos mucho tanto a tu padre como a mí, adoras a tus dos hermanas.

Cada día juegas con tu hermana mayor en el patio del colegio, ella te va a buscar a tu clase y luego te deja y disfrutáis juntos en el recreo, no sólo en casa porque no os queda más remedio, sino también os queréis y divertís estando juntos fuera de ella. Sé que parece algo lógico, pero va a ser que no, porque todas las profesoras están alucinadas por esa relación tan maravillosa que tenéis.

Con Canija es otra historia, es la pequeña y su llegada, aunque muy respetada por tu parte, está haciendo que te cueste encontrar tu lugar. La quieres muchísimo, juegas con ella, aunque todavía no has descubierto la forma correcta de hacerlo sin avasallarla y terminar haciéndola daño. Pero hoy, mientras mamá terminaba de desayunar, tú la leíais una y otra vez cuentos y ella, con esa admiración que se tiene a los hermanos mayores, te miraba, te nombraba y te decía "Oto". Os miraba y moría de amor.

Reconozco que tu alegría y tu felicidad me invaden de una manera espectacular, me encanta verte reír, es maravilloso escuchar tu risa y ver cómo todo lo iluminas con ella.

Tu lengua de trapo nos causa muchos estragos a la hora de entenderte, quizá esto también sea un pequeño problema a la hora de comunicarnos, pero ahora te entendemos mejor que el año pasado, así que el año que viene seguramente ya esté este punto solucionado.

Te quiero mucho amor, eres mi niño y mamá va a buscar la manera de ayudarte y de conseguir que todo sea más sencillo. Deseo que pases un día maravilloso, hoy estabas especialmente feliz y estoy segura que lo has pasado muy bien celebrándolo con tus compañeros. Esta tarde lo celebraremos juntos y disfrutaremos cantándote el cumpleaños feliz y tirándote de las orejas.

¡¡¡FELICIDADES PEQUEÑÍN!!!

lunes, 23 de marzo de 2015

Ni terribles 2 ni 3 ni 4

No puedo más. Lo intento, me repito una y mil veces que me controle, que no le grite, que tenga paciencia. Pero mi paciencia se agota y cada vez más y no es justo para sus hermanas tener una madre enfadada cada mañana.

Pequeñín es, por decirlo de alguna manera, difícil, siempre lo ha sido. Todavía recuerdo su primera rabieta, con 1 año recién cumplido, en el que tuve que inmovilizarle para que no se diera golpes, de como se puso. Aquel día terminé llorando trastornada por lo que había pasado, estaba claro que apuntaba maneras. La rabieta más virulenta de su hermana mayor (Bichito) fue la menor de él.

A medida que ha ido creciendo ha ido aumentando. Sus rabietas últimamente son constantes, liándose a patadas a gritos y a lloros, si no obtiene lo que quiere. Pero lo peor es el día a día. A todo dice que no, desayunamos? NO, nos vestimos? NO, nos vamos? NO, nos quedamos? NO y un largo etcétera, que acaba con la paciencia de cualquiera.

Y yo estoy harta, hasta tal punto que todavía estoy enfadada por la de hoy. Tengo que contenerme muchísimo, porque mi ser está llegando a un momento de rabia en el que me da la sensación que llegará estallar y que no soy capaz de controlar. Estoy cansada de que no quiera desayunar, no quiera vestirse, no quiera comer, empiece a decir "Puaj, qué asco!" cuando no quiere algo, cansada de pedirle que se ponga las zapatillas y que le importe una mierda y comience a jugar con ellas, que le pida que recoja y pase de mí, que le diga lo que sea y que sea justo lo contrario.

Estoy cansada de explicarle las cosas, porque no funciona. Estoy cansada de que el diálogo con él no sirva de nada. Agotada de esperar que esta situación cambie, porque en vez de mejorar, va de mal en peor cada día. Me siento realmente impotente de no conseguir hacer que esta situación cambie, empezar de buenas maneras y terminar gritándole exasperada de los nervios. Y lo peor es que me parece super injusto para el resto de la familia. Sus hermanas tienen una madre enfadada cada mañana porque al niño no le apetece hacer nada más que todo lo contrario y que a cualquier cosa que le pido, su respuesta es un no. Y da igual que me ponga a hacerlo con él o que le ayude, pasa olímpicamente de mí. Además, la forma que tiene de relacionarse con sus hermanas, es muy cansina. A Canija no la deja en paz, avasallándola, molestándola y apretándola todo el rato hasta que la hace daño y ella llora, y ahora le ha dado por gritar a Bichito al oído y pegarle algún puñetazo.

Una vez una coach me dijo que la rabia era un sentimiento que sólo duraba 20 minutos en el cuerpo, en mi caso llevo hoy así desde las 8 y ya son casi las 12. Y lo peor es que los sentimientos que nacen de mí no son positivos, más bien son negativos. Y me siento exhausta de luchar cada día contra él, cuando yo lo que quiero es ir junto a él, ayudarle y apoyarle en el día a día, que crezcamos juntos, pero es que me lo pone realmente difícil.

Con mi marido es igual, sólo que su paciencia ya está muchísimo más consumida y ha llegado a un punto que pedirle de buenas maneras las cosas, no es suficiente.

Pero lo más cojonudo es que si nosotros no estamos, se comporta de manera totalmente distinta. Colabora, ayuda, no grita, no tiene rabietas, acata cada cosa que se pide. Es el mejor niño de la clase, tanto es así que su profesora está alucina. Su monitora de comedor es la misma persona que se queda con mis hijos en verano mientras yo trabajo, pues está flipada de lo distinto que es. Jamás ha tenido que repetirle las cosas dos veces. Y con los familiares y amigos, tres cuartos de lo mismo. Mi madre no puede creer lo que yo le cuento.

Y yo siento rabia, pena, impotencia y un sin fin de sentimientos porque no entiendo y no comprendo por qué narices con nosotros se comporta de esta manera. Por qué la estabilidad familiar depende de él, por qué tengo que estar enfadada cada mañana, por qué al final termino gritando (prometo que lo he intentado, pero soy incapaz de conseguirlo), por qué mis hijas tienen que soportar esta situación continua. Cuando no consigue lo que quiere nos lía una detrás de otra y al final no podemos disfrutar juntos.

Y no se trata de una etapa, no, sino que llevamos mucho tiempo así. Y yo soy positiva, joder que si lo soy, pero hoy me siento perdida y buscando soluciones a esta situación, que no encuentro. No sé qué hacer. Busco alguna manera de conseguir cambiar la forma de relacionarnos y que todo fluya de mejor manera. Hay veces que termino llorando sintiéndome superada por un niño de 3 años que pasado mañana cumple 4. Necesito que esta situación cambie y que no me encuentre luchando con él cada momento del día en el que estamos juntos.

Intento aferrarme a ese niño maravilloso y amoroso que nos quiere con locura, al brillo de sus ojos, a su risa para intentar controlar mi ira, pero ahora mismo tengo unas ganas horribles de llorar. Por más que hablo con él y le explico las cosas, es como si no me escuchara lo más mínimo. Ver que el diálogo no sirve de nada genera un gran sentimiento de impotencia en mí  y me niego a darme por vencida, aunque a veces lo piense.

Si se os ocurre alguna manera o algo que pueda utilizar para intentar cambiar esta situación, os lo agradecería. En este momento me siento muy superada, agotada y abatida, como si cada uno de nosotros fuéramos su sparring, el foco donde libera su negatividad.

lunes, 16 de marzo de 2015

¡¡¡Felicidades Canija!!!

2 años ya, madre mía, cómo pasa el tiempo.

2 años hace de esta foto en la que nos miramos por primera vez, porque juntas habíamos estado durante meses antes. Cuando echo la vista atrás no puedo olvidar lo mucho que luchamos juntas para que llegaras hasta aquel día, el esfuerzo enorme que supuso aquellas semanas en cama, sin moverme, para que tú siguieras creciendo dentro de mí. Lo conseguimos preciosa.

Podría decir miles de cosas sobre ti y de estos 2 años. Tú has conseguido que yo explorara mi maternidad más allá. Ser mamá de dos no significa serlo de tres, ni mucho menos, sólo me hizo enfrentarme a algunas situaciones más serena y tranquila, a saber escucharte y escucharme, a disfrutar de cada momento.

Contigo he vivido situaciones que jamás antes había vivido con tus hermanos, has llegado a llevarnos al límite con tus múltiples despertares, tus pocas horas de sueño, tu juerga nocturna, tus desvelos constantes, tus madrugones cuando ni siquiera había amanecido. Ahora que duermes 8 horas, que sólo te despiertas 2 veces en la noche, que sólo te desvelas de vez en cuando a lo sumo 1 ó 2 horas, que sigues madrugando más que nadie, incluso que yo, ahora, es cuando no comprendo cómo narices aguantamos. Pero lo hicimos, y sé que esto sólo va a ir a mejor.

Contigo siento verdadero pánico cuando no hay ruido en la casa, porque sé que me la estás liando, si no es el rollo de papel higiénico por el váter, es el paquete de toallitas por toda la habitación o la botella de aceite desparramada por la cocina o la pared con un nuevo "Canija auténtico" o los muebles o los cajones o el congelador o lo que en ese momento se te pasa por la cabeza. Dejarte 1 minuto sola significa que me la has liado fijo y mira que el que te precede (Pequeñín) había dejado el listón alto, pero es que tú lo has saltado haciendo un mortal hacia atrás con tirabuzón y todo.

Contigo he aprendido lo que significan las gráficas de crecimiento y las básculas y el sentimiento de una madre cuando su hija no coge peso y piensan que puede tener fallo de Medro (que no tienes, sólo que eres un poco Canija como siempre te ha dicho tu madre).

Yo quería que fueras una niña, dulce y tranquila como tu hermana mayor, pensando en que todas las niñas que yo iba a tener serían como ella. Y entonces naciste tú, dando un giro a mi maternidad de nuevo, enseñándome millones de cosas desconocidas y llevándome a explorar todos esos aspectos que me faltaban.

Gracias Canija, gracias por ser como eres, por ser diferente, por ser tú. Gracias, porque me equivoqué al querer tener otro Bichito, porque lo que iba a tener era una Canija fabulosa, increíble e igual de maravillosa que su hermana.

Hoy cumples 2 años y tanto a tu padre como a mí se nos ha pasado volando.

¡¡¡Feliz cumpleaños Canija!!!



P.D.: Bichito se encuentra bien, la operación salió perfectamente y en seguida la dieron el alta. Me siento tremendamente agradecida a todas aquellas personas que se preocuparon por mi hija y que la tuvieron en su pensamiento deseando que todo fuera bien. Gracias.


lunes, 9 de marzo de 2015

Operan de Mucocele a Bichito

El viernes pasado me llamaron de la seguridad social, llamada, que por cierto, creía que se alargaría en el tiempo, para darme la fecha en la que operarían a Bichito.

Ya le habían hecho las pruebas pertinentes, electro, analítica y ok del anestesista, para quitarle un Mucocele. ¿Y qué es eso? Pues es una glándula salivar que se llena de líquido y se llena, por norma general en el labio, y que no se reabsorbe, de manera que molesta bastante. Me abstengo de poner más imágenes porque no son especialmente agradables pero si queréis poder ver más o menos en qué consiste la operación podéis verlo aquí y la definición según la wikipedia:
En medicina, un mucocele, también conocido como fenómeno de extravasación mucosa es una tumefacción de tejido conjuntivo, principalmente por colección de mucina proveniente de una ruptura del conducto de una glándula salival, usualmente causado por un trauma local. Los mucocele tienden a ser de color azulado translúcido, y por lo general se encuentran en niños y adolescentes.
Total, que como desde el verano lo tenía, decidimos llevarla al pediatra y de ahí al otorrino, que nos confirmó lo que pensábamos, había que extirparlo. Y nos aventuró que lo harían con anestesia general, uno, porque a ver quien es el niño (de 5 años) que no se mueve si le acercan un bisturí a la boca, y dos, porque hay que limpiarlo muy bien para que no vuelva a reproducirse, y en niños lo mejor y más sencillo es dormir de manera general.

Yo sé a ciencia cierta que mi hija jamás se habría estado quieta, después de 45 minutos intentando que me permitiera acercarme con un alfiler para quitarla una espina y enseñarle en mi propia carne que era de manera superficial, tuve que inmovilizarla. Así que para ella la anestesia general es imprescindible.

Además, gracias a esa analítica han visto que los niveles de coagulación de mi hija están alterados, por lo que nos remitieron al hematólogo, aunque no aplazaron la operación porque donde van a extirparla el mucocele apenas se sangra. El mismo día de la operación y aprovechando que tiene que ir en ayunas, le harán la analítica y dos meses después iremos a recoger los resultados.

Tengo miedo, mucho miedo. Toda intervención quirúrgica conlleva riesgos, aunque éstas sean las mínimas. A veces me duermo y me veo en la sala de espera esperando a que mi hija se despierte, a que el médico venga a decirme que pase junto a ella y no viene y me despierto sudando y muy angustiada. Debería de preocuparme menos, lo sé, pero soy incapaz de no hacerlo.

Es poca cosa, no van a tardar mucho, va ingresar este viernes 13 a las 11:30 y por la tarde volveremos juntas a casa sin ese mucocele, pero me encantaría que mi hija jamás tuviera que pasar por el quirófano.

martes, 3 de marzo de 2015

Yo ya no estoy detrás de Mamidela

Os quería dar las gracias a todas aquellas personas que me habéis apoyado, ayudado y recomendado, ya sea porque conocéis mi experiencia, mi profesionalidad, mis conocimientos, mi pasión por hacer las cosas bien, o simplemente porque me tenéis cariño y habéis intentado ayudarme en este proyecto.

Desde hace ya más de una semana yo ya no estoy detrás de Mamidela. Sin embargo, esto no quiere decir que no podáis seguir contactando conmigo, ya sea por problemas, dudas o cualquier cuestión sobre la lactancia, dudas sobre un sacaleches, queréis saber más de la emeibaby o cualquier cosa que se os ocurra y en la que yo pueda ayudaros. Yo siempre seguiré al otro lado y continuaré aquí para apoyaros en todas esas dudas.

Gracias, de verdad, teneros a muchos de vosotros a mi lado ha sido fantástico, saber que tanta gente te apoya es maravilloso y os lo quería agradecer de corazón.