miércoles, 30 de mayo de 2012

Lactancia Materna: Symposium

Ayer tuve la suerte ser invitada al Symposium que Medela celebró en Madrid dirigido a los profesionales de la salud. El Programa era el siguiente:

17:00 – “Investigación en el contexto del Calma: Succión del bebe”
Por Ariadna Romans.
18:00 – “Cuidados en el Desarrollo del Prematuro” y “Beneficios de la Leche Materna para Prematuros”
Por la Dra. Concha de Alba.
19:00 – Merienda.
Ponentes: Ariadna Romans
Diplomada en Enfermería.
Área Investigación de Medela: Responsable de la divulgación en España.
Dra. Concha de Alba
Médico Adjunto de Neonatología.
Hospital 12 de Octubre de Madrid.
IBCLC, y Profesional NIDCAP.

Así que allí que me fui, dejando a los peques con mi madre en casa hasta que llegara mi marido. Viajecito en metro leyendo, recogí a Eloísa en el cercanías y juntas llegamos al hotel donde esperaba mi matrona.

Atentamente escuché a través de Ariadna Romans la investigación que se había llevado a cabo sobre el biberón Calma, mucha de la información la conocía y podéis leer lo que opino aquí, pero me impactó ver cómo mama un bebé por dentro a través del ultrasonido. Me quedé maravillada, de verdad, ver su paladar, su lengua, su movimiento armónico, era para mi vista como música para mis oídos. Los estudios de Medela se centraron en crear una tetina en la que el bebé reprodujera el mismo movimiento que hace al pecho y lo ha imitado bastante bien, los parámetros de succión, deglución y respiración son muy parecidos.

Después llegó el turno de la Dra. Concha de Alba y fue absolutamente fantástico. Ya no sólo por todo lo que pude aprender, si no poder escuchar la pasión con la que hablaba de su trabajo, las barreras que ha ido rompiendo a medida que ha ido conociendo los beneficios que produce el contacto físico de los padres, ya no sólo en los prematuros sino en cualquier bebé de menos de 3 años. La importancia de la salud emocional, del contacto, del cariño, del amor, de la necesidad de cuidar a los bebés además de curarlos. Me emocioné al escucharla, me sentí feliz por mi familia por haber descubierto el porteo, continuar con mi lactancia materna y basar la crianza de mis hijos en el amor, el cariño y el respeto.

Escuché atenta todo lo que dijeron y gracias a Eloísa que lo twitteó puedo transcribiros algunas de las frases más importantes que allí se dijeron.

Respecto a la Investigación en el contexto del Calma: Succión del bebé:
La madre de hoy se queja de que el bebé rechaza los biberones y tetinas.
Las madres tienden a probar muchas tetinas diferentes y muchas de ellas conocen el termino confusion tetina-pezon.
Succionar de biberones y tetinas no son comportamientos ni naturales ni adaptativos.
El bebé es el mejor sacaleches. Succiona en 2 fases, estimulación y luego extracción. Un buen sacaleches debe imitarlo.
El bebé succiona y respira simultáneamente en el pecho. No así cuando toma leche en biberones convencionales.
El biberón debe darse en posturas diferentes a las del pecho para evitar confusión tetina-pezón y rechazo de pecho o biberón.

Respecto a lOS Cuidados en el Desarrollo del Prematuro y Beneficios de la Leche Materna para Prematuros:
Los cuidados al prematuro deben favorecer el desarrollo neurosensorial y emocional del recién nacido y reducir su estrés.
Concha de Alba: son más importantes los brazos de una madre que litros y litros de leche.
Tacto, gusto y olfato son fundamentales para la supervivencia del bebé, por eso se desarrollan en el 1er trimestre de gestación.
El útero es un gran paraguas que protege el desarrollo del cerebro del bebé. Hay que emularlo en las unidades de neonatos.
La memoria emocional fortalece el sistema nervioso central y el desarrollo intelectual posterior.
Los recién nacidos y hasta los 3 años necesitan seguridad emocional para garantizar el óptimo desarrollo del cerebro.
El estrés y el cortisol que se segrega en estas situaciones puede reducir hasta en un 20% el desarrollo cerebral.
El contacto piel con piel no es algo bonito o de moda, sino que es una medicina. No se debe obstaculizar sino fomentar.
Concha de Alba: los niños se deberían criar en el regazo de su madre hasta que salieran andando.
Y la frase que más me gustó de todas: La Lactancia Materna no es un fin en sí mismo sino un medio saludable, vinculante e íntimo para conocer al bebé y autodescubrir nuevas facetas.

Gracias a Medela por invitarme y por hacerme sentir importante y algo avergonzada, porque tuve la suerte de ser reconocida como bloguera junto a mi querida amiga Eloísa.

Llegué tarde a casa, pero allí me esperaban mis hijos. Mi Pequeñín a punto de dormirse y con el que compartí como cada noche ese momento íntimo mientras le daba el pecho, en mi regazo, sintiéndonos el uno al otro. Él me explicaba cómo había pasado la tarde junto a su hermana, su padre y su abuela y yo le decía lo que había disfrutado en la charla y le agradecía por no tener en cuenta que me hubiera ido, pero sin una palabra, piel con piel. Después era el turno de mi Bichito que me esperaba en mi cama junto a su padre, esta vez me pidió comer de ambas tetitas y mientras lo hacía nos acariciábamos, nos mirábamos, nos sonreíamos, piel con piel. Por último mi marido me abrazó, sentados en el sofá, y me escuchó todo lo que tuve que contarle, porque venía emocionadísima.

Gracias Ale, sin ti jamás podría haber asistido, da gusto volver a casa y encontrarse una familia que te abraza, te quiere, te escucha y te recibe con tanto amor.

martes, 29 de mayo de 2012

Colegios

El próximo curso mi Bichito irá al colegio y este momento para los papás a veces se convierte en un calvario. Ya os expliqué aquí nuestra elección a la hora de elegir colegio, debido a la masificación de la zona y los precios abusivos de los concertados. Ahora que sabemos que mi Bichito ha entrado en el colegio, cosa que estábamos casi completamente seguros al ponerlo como primera opción, respiramos totalmente tranquilos y nos alegramos de la elección. Os voy a explicar la situación que muchas familias ahora mismo viven en el PAU.

El colegio público que hemos elegido es de línea 4 y ¿esto qué quiere decir? Pues que hay 4 clases de infantil y no puede haber más, ya no es ampliable. Luego han salido 100 plazas y somos 76 los que lo hemos pedido en primera opción. El otro colegio público del PAU es de línea 3, 75 plazas, y se han quedado fuera 97 niños. Las listas de los concertados dan miedo, dos católicos y uno laico, con un grueso de no admitidos bastante considerable. En los colegios públicos del distrito el resultado es dispar, hay alguna plaza suelta y alguno que tiene una lista de no admitidos de hasta 40 niños. Y aquí viene lo peor, ¿dónde se meten todos esos niños que no tienen plaza? Porque claro, si sumanos el hueco del colegio de mi hija, 24, más alguna plaza suelta de los colegios del distrito, la oferta de plazas del PAU no es mayor de 100 y os puedo asegurar que en el barrio hay más de 250 niños (calculados a bote pronto) ahora mismo sin colegio.

Así que tenemos a muchas familias sin saber dónde les van a mandar a sus hijos, esperando a que la Comisión de Escolarización les asigne un colegio y qué decidan si tienen que ampliar ratio o más líneas o a saber qué. Por lo visto y dado que vivimos en Madrid Capital, pueden ir abriendo cerco, es decir, una vez llenados todos los colegios del distrito, pasan a rellenar los de los distritos circundantes y así hasta ubicar a todos los pequeños que quieran escolarizarse. Porque aquí juega un papel decisivo el hecho de que en España la escolarización de niños menores de 6 años no es obligatoria. Es decir, que ellos te ofertan unos colegios en los que tienen plazas, que quieres perfecto, que no, como no tienen obligación de escolarizar a tu hijo pues te pueden decir lo que le dijeron a mi compañera de trabajo: “Quédeselo en casa, nosotros no tenemos obligación de escolarizarle”.

Y claro, con este panorama, una se alegra muy mucho de haber hecho caso a su marido y no haber intentado a la desesperada entrar en un colegio que ni habría podido pagar sin sacrificar vacaciones, comidas, salidas y futuro de vida, ni habría conseguido entrar.

Es que era lo que hablaba con mi amiga Treinteñera con hijo(s) el otro día, cómo es posible que haya colegios que el comedor cueste 90€ y en los colegios de mi zona cuesten 138€. ¿Qué narices harán en el complemento formativo que piden la friolera de 150€ sin piscina? Pero claro, viendo las listas de No Admitidos colgadas en sus tablones, deben de pensar que la mejor forma de amortizar rápidamente el dinero que han invertido es poniendo cuotas que, bajo mi punto de vista, son abusivas. Si no tuvieran esa amplia lista de espera, no les quedaría más remedio que bajar sus precios, pero visto el número de embarazadas que pasean en el centro comercial, para eso, queda todavía demasiado tiempo.

Además, muchos de estos colegios son réplicas de otros, con el mismo nombre y en otra zona, ¿cómo es posible que por vivir en el PAU se pague entre 75-100€ más por niño y mes en el mismo colegio? ¿Qué es lo que marca la diferencia? El suelo no, porque, en la mayoría de los casos, es cedido por la comunidad y el alquiler suele ser irrisorio. La comida tampoco, porque no creo que la comida sea tan exquisita, hablamos de un 50% más, si hay colegios que lo han encontrado más barato, ellos también podrían hacerlo. Cobrando 138€ por niño al mes, nos sale un menú de 7€ y por ese dinero existen restaurantes que nos dan un menú a nosotros. Con un menú de ese tipo podemos dar de comer de media a dos niños. La oferta educativa, me cuesta entender que haya una diferencia entre colegios del 200% y 300%, sin incluir piscina ni otros extras que le haya supuesto al colegio invertir más dinero en infraestructuras. Y claro, si un colegio cobra ese dineral por niño, el de al lado tiene que hacer lo mismo, no vaya a bajar su caché.

Por suerte, nosotros ya no tenemos que preocuparnos del colegio de mi Bichito, si bien no es el soñado, por lo menos está ya no sólo a 20 metros de casa, sino en nuestro propio distrito.

Una última reflexión: Nos extrañamos que la natalidad en España esté descendiendo y que la media nacional del número medio de hijos por mujer sea de 1,38 en el 2010 (datos del INE). Y es que si te lo piensas mucho antes de tener el segundo, obtienes plaza en uno de estos “flamantes” colegios y echas números, en un hogar medio español, las cuentas no cuadran si la familia se amplia. En mi caso, trabajando los dos, pagando una hipoteca y siendo una familia media española, mi sueldo se iría íntegro para el colegio (complemento formativo, comedor, horario ampliado, material escolar, uniforme, actividades extras, etc) y dado cómo está el empleo en este momento, nadie puede asegurarme que mañana siga levantándome temprano para venir a trabajar.

Por esto y mucho más estoy orgullosa de la decisión que hemos tomado y de poder estar tranquila porque mi hija ya tiene colegio asignado.

Y vosotros, ¿habéis conseguido o conseguisteis plaza en el colegio que queríais?

lunes, 28 de mayo de 2012

Kilómetro Cero

Los que me conocéis sabéis que me encanta hacer un montón de cosas en nuestros fines de semana, si no es a un sitio, es a otro y si no, me lo invento, con tal de no estar encerrada soy capaz de hacer que salga el sol en un día de tormenta. Salir a comer, disfrutar con los amigos, divertirnos en la calle y aprovechar el tiempo juntos. Yo me acuerdo cuando era pequeña que lo que me gustaba era salir a la calle, jugar con los amigos, ir a ver sitios nuevos con mis padres y corretear todo el día, así que eso es lo que intento para mis hijos. En mi casa dices: “A la calle” y no tardan ni 5 segundos en estar los dos en la puerta protestando porque no tienes las llaves en la mano.

Este finde hemos ido mi Bichito y yo a la última clase de masaje para niños de 1 a 7 años en Oh! La Luna, que os contaré todo lo que hemos hecho en esta semana. Hemos estado en el cumple de una amiga de mi hija y ayer pasamos el día fuera y es que nos fuimos al centro a ver una actuación musical gratuita. Fuimos con la familia completa de Treinteañera con hijo(s) y aprovechamos para comer en un restaurante y ya de paso ver el premio de Mónaco de Fórmula 1. Como era en el centro de Madrid fuimos en metro y nuestros pequeños disfrutaron muchísimo. Cuando volvíamos a casa les propuse pasar por Sol y ¿por qué?, pues porque yo quería pasar por Sol para que los peques conocieran y pisaran el “Kilómetro 0”.

(Wikipedia) El Kilómetro Cero, es una localización geográfica singular (a menudo en la capital de la nación), desde la que se miden las distancias. 
España tiene el "kilómetro cero" de las carreteras nacionales radiales enfrente de la Casa del Reloj, en la Puerta del Sol en Madrid. Consiste en una placa en el suelo, que fue renovada en 2009 durante las obras de la plaza. Instalado en 1950 y que marcaba los seis antiguos itinerarios de postas creados en 1720 luego convertidos en las carreteras radiales.

Desde que yo recuerdo, cuando mi mamá me llevaba al centro, íbamos siempre a pisar el centro de la placa, el kilómetro cero. Cada vez que he pasado por allí, no he podido dejar de acercarme para pisarlo. Ahora que la madre soy yo, me parece una preciosa y divertida tradición, que ayer comenzamos mi Bichito y yo. De paso nos llevamos a Mayor para que lo pisara también y les gustó mucho la idea a los dos. Mi Pequeñín no pudo porque estaba dormido, por lo que tendremos que volver otro día.

Ya de vuelta, nos quedamos en la calle mientras nuestros maridos fueron a echarse un rato y los peques correteaban por allí. Entre las cosas de las que hablamos fue de los abusivos precios de los colegios concertados de mi zona, pero esto os lo explicaré en otro post, que tiene mucha miga.

La pierna me molesta y a medida que pasan las horas, me duele. Hasta este viernes no recogeré el resultado, lo que me recuerda que tengo que pedir cita para el traumatólogo.

¿Qué habéis hecho vosotros el fin de semana? Aprovecho para desearos una buena semana a todos.

sábado, 26 de mayo de 2012

Siempre tengo a mano mi Arnidol

Ahora que mi Pequeñín ha empezado a andar, no hay día que no se dé un golpecito. ¡Si es que no para! De la cocina a la terraza, de la terraza al baño, del baño al salón, del salón a la cocina y vuelta a empezar y claro, culetazo por aquí, golpetazo para allá.

El otro día no calculó bien el pico de la mesa y se dio en la frente, pero fue un buen leñazo, porque las esquinas de la mesa las tengo protegidas y aún así, empezó a hinchársele. Rápidamente saqué el Arnidol del botiquín y mientras, le daba tetita para que se calmara. A la vez que le daba muchos mimitos, le apliqué la “barrita mágica” en el lugar donde se había golpeado. Una línea en la frente marcaba el lugar del impacto y el chichón que empezaba a inflamarse, dejó de hacerlo. Gracias a Arnidol el hematoma no fue a más e incluso se redujo un poco y el bulto no llegó a hacer aparición. Al día siguiente había desaparecido hasta la línea de la frente, ni rastro del porrazo que se había dado. 

¿Y esto cómo es posible? Pues esto es debido a que Arnidol está compuesto por dos plantas naturales, la árnica que alivia el dolor y evita la salida de hematonas y el harpagofito con propiedad analgésica y antiinflamatoria.

Además Arnidol viene en formato stick, un poco más ancho que una barra de labios, para que os hagáis una idea, y muy cómodo para llevar en el bolso o la mochila. Se aplica directamente en el lugar donde nuestro pequeño se haya dado el golpe (nunca en una herida abierta) y como es un gel stick el producto se impregna de forma uniforme en la piel. Arnidol es muy sencillo de utilizar.

Yo siempre lo llevo a mano, ¿y tú?

Si no lo conocéis, os recomiendo que os paséis por la farmacia y os hagáis con uno.

viernes, 25 de mayo de 2012

Mi marido me llama Friki

(Wikipedia) Un friki o friqui (del inglés freak, extraño, extravagante, estrafalario, fanático) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales y llaman la atención. El término no está recogido en el último Diccionario de la Real Academia Española (2001). Al conjunto de aficiones minoritarias propias de los frikis se denomina frikismo o cultura friki, como puedan ser la ciencia ficción, la fantasía, los videojuegos, los cómics, el manga y el anime, entre otros.

Y según mi marido a estas aficiones habría que añadir mi lactivismo.

¿Por qué me llama friki? Porque dice que dar la teta sí, pero yo doy la teta, doy charlas, leo artículos, busco información, asisto a conferencias de especialistas, respondo dudas y que llevo la teta por bandera. Sabe que si tuviera más tiempo haría cursos y estudiaría para convertirme en asesora de lactancia. Para mí la teta es casi una religión, será por eso por lo que no creo en mucho más, los temas de fe no son lo mío. Además dice que mis amigas son unas frikis, que nos hemos buscado y juntado todas para formar un grupo muy unido. Las tiene mucho cariño y comparte con nosotras muchos momentos. Según él, Leia es una doble friki mortal y La Teta Reina ya lo dice todo con su nombre y en su honor ha bautizado Teta a la hormiga Reina de su hormiguero. Somos las frikis de la teta, es su manera cariñosa de llamarnos.

¿Y sabéis qué os digo? Que me encanta. Me encanta ver con la pasión con la que me habla y con la que habla de mí. Me encanta escucharle todo lo que ha aprendido y lo comparte con las demás personas. Me defiende, me apoya y me escucha. Me manda enlaces a artículos que sabe que me van a gustar y también los que sabe que me van a encabronar.

No os podéis imaginar lo orgullosa que me sentí el otro día cuando me dijo que lo mejor era lo que yo hacía, lo más beneficioso para nuestros hijos, para cualquier bebé, pero que muchas veces por agotamiento, por cansancio y por comodidad se abandona la lactancia materna. Se me llenaron los ojos de lágrimas, de verdad. ¡¡¡Mi marido defendiéndome!!! Esto quiere decir que todos los artículos que le envié para explicarle por qué seguía dándole el pecho a nuestros hijos, los leyó. Porque él, como mucha gente, pensaba que era rara por seguir amamantando a mi Bichito más allá de los 6 meses. No entendía por qué yo seguía dándole el pecho cuando, en aquel entonces, nadie de mi alrededor continuaba, que yo era una cabezona. A él le costaba verme amamantar en público y ahora me acompaña a quedadas en parques para celebrar la Fiesta de la Lactancia Materna, quedamos con mis fiki-amigas a menudo, se queda con los peques para que yo pueda asistir a conferencias de profesionales o cuando yo doy alguna charla, me respeta muchos momentos mientras estoy resolviendo dudas y conoce a muchas de esas personas a las que ayudo y se interesa por ellas. Ha limpiado muchísimas veces mis sacaleches, llevado la leche como oro en paño cada día a la escuela infantil para mi Pequeñín e incluso se sintió fatal el día que se le cayó uno de los botes, me pidió disculpas valorando el esfuerzo que me suponía la extracción de leche.

Me encanta ser una friki porque soy su friki. Gracias amor, no sabes lo feliz que me siento por compartir mi vida contigo y de que cada día me sorprendas para que me enamore un poco más de ti. Te quiero.

Debo confesaros que hoy estoy nerviosa, dentro de un rato me harán la resonancia y espero que la lesión sea la menor posible o mejor, que no exista lesión y todo haya sido un mal sueño. Hoy me duele un pelín menos, lo cual es una buena noticia.

Os deseo un buen fin de semana a todos. Nosotros disfrutaremos de cumpleaños, talleres y espectáculos y, por supuesto, compartiremos tiempo con alguna friki-amiga ;)
Besitos

jueves, 24 de mayo de 2012

Test de provocación y una mala noticia

La mala noticia no es de mis hijos, así que no contengáis el aliento, respirar tranquilos que después os lo cuento.

Ayer fuimos al hospital, mi Pequeñín ingresó en el hospital de día, una habitación enorme, tres veces la sala de test de provocación de alergia, donde había 3 camas y 2 cunas. Al verla sólo podía comparar la sala de alergia con ésta y me costaba entender cómo teniendo la posibilidad de hacerlo aquí no lo hacían. El número de sillas de la sala de alergia eran 5, mismo número de camas y los niños tenían un pequeño hueco, una esquinita para jugar. No entraba casi nadie y le hicieron la prueba a 5 niños, ayer éramos 2, con sillones individuales para sentarnos y un sofá 3 plazas. Miraba la sala y no podía comprender cómo teniendo esto te hacen pasar la prueba en una sala minúscula, afinados.

Le administraron 30 ml de leche a mi Pequeñín, que se bebió en un abrir y cerrar de ojos. Cuando se lo quité, ya vacío, se puso a llorar y a pedirme más. Pobrecito, tenía hambre. Le di su desayuno y vino la enfermera para decirnos que podíamos pasar a la sala de juegos. Una habitación inmensa, tendría unos 30m2 o más, llena de juguetes diferentes, sillas y mesas para que los peques de la planta de pediatría pudieran jugar. Seguí mirando a mi alrededor y seguía sin poder comprender por qué alergia lo hace abajo. Y allí pasó toda la mañana, jugando con todos los juguetes, con su padre, con su madre, de un sitio para otro. Nosotros nos llevamos el ordenador para hacer la estancia más llevadera y así, un rato uno otro otro, podíamos desconectar, leer el periódico y los correos y también ponerle al Pequeñín el principio de Dora que le encanta. Él estaba muy cansado, se había despertado a las 6:30, pero no había manera de dormirle porque la sala donde se encontraba la cuna estaba en frente del control de enfermeras.

A las 12:00 le volvieron a dar otros 30ml, que se tomó en seguida y después comió, tetita y a dormir. Mi marido en una sillón con su móvil, yo sentada en el sofá con el portátil y la familia de la otra niña allí hablando como si no existiera un mañana. Allí se encontraban su madre, su abuela y su abuelo, el padre, por lo menos, ya se había ido. Y yo no sé si es que la madre y la abuela no se ven a menudo o es que no se han visto en la vida o no tienen teléfonos para poder comunicarse o es que vienen a las pruebas médicas a darle a la húmeda, porque allí estaban durmiendo los peques mientras ellas no es que hablaran bajito o susurraban, sino que en tono normal se ponían a cotorrear de sus cosas. Yo con una mala ostia de tras pares de cojones, mirando a mi hijo y pensando que cómo es posible que alguien tenga tan poco respeto, que le importe tres narices el descanso de los pequeños. Me callé, entre otras cosas por no liarla y por mi marido, y me mordí la lengua. Por suerte, la madre se fue a dar un paseo y el abuelo y la abuela no tenían nada que decirse, ¡¡¡menos mal!!!, por lo que los peques pudieron descansar tranquilamente.

Pasó el médico y le dio el alta con la pauta de introducir la leche poco a poco, en julio volverá a verle. Ahora a esperar que no vomite y no le de diarrea como la otra vez, crucemos los dedos.

Por la tarde, cuando llegó mi Bichito, la explicamos que nuestro Pequeñín ya podía tomar esos alimentos que antes no le sentaban bien. Ella traía un petit y nos preguntó si podía darle. Allí estaban los dos, compartiendo la merienda y mi Bichito tan feliz de poder ofrecerle su comida con su hermano al fin.

Respecto a esto todo bien y muy contentos, todo ha salido a pedir de boca. La mala noticia tiene que ver conmigo, lo importante es que no es con mis hijos. Ya os conté una vez que me han tenido que operar varias veces de causas distintas, la peor, una ligamentoplastia de la rodilla derecha. La peor porque después de años de rehabilitación diaria y continua, de fortalecer cuádriceps, de dejar el deporte porque la rodilla me fallaba, después de más de 3 años de esfuerzos, de corrientes, de ultrasonidos y demás aparatos, dolorosos masajes transversos profundos (Cyriax) y demás horas dedicadas a la puta pierna, pasé por quirófano. Me hicieron una ligamentoplastia, me pusieron un ligamento del banco de donantes, atornillado al hueso con un tornillo hecho de pasta de hueso. 6 meses de baja, mucho tiempo con muletas, vuelta a la rehabilitación, a fortalecer, a andar, duras sesiones que dieron su fruto y que 8 meses después volví a andar sin rodillera, sin caerme y segura de que aquello sujetaba. 1 año después todavía llevaba rodillera cuando andaba demasiado o cuando necesitaba mayor estabilidad. Estoy segura que en parte por miedo. Pero después aparqué la rodillera y creí que sería para siempre.

Me operé hace 6 años exactamente y ha vuelto a fallar. Me salió un bulto hace unos meses que no tiene importancia, pero por el que tenía que acercarme al traumatólogo. Lo dejé hasta que ha empezado a dolerme y a fallarme la pierna. Hace una semana no me sujetó, me bailó y me asusté y desde entonces tengo un dolor continuo, desde que me levanto hasta que me acuesto y cada día me duele un poco más. Este martes me acerqué al traumatólogo, que me dijo que el bulto que tengo no es nada, pero cuando le dije que me dolía y que me había vuelto a fallar me hizo dos maniobras con resultado positivo y que hacen indicar que la ligamentoplastia ha fallado. El ligamento se ha dado de sí, de eso no cabe duda, ahora hay que ver el alcance de la lesión. Puedo haber reabsorbido parte del ligamento e incluso puede haberse vuelto a romper y de nuevo tener que pasar por todo aquello. Mañana me hacen una resonancia, quizá con contraste, y dependiendo de la lesión habrá que ver qué se puede hacer.

Intento no pensar en ello, en no ponerme en lo peor, pero no puedo evitarlo. Está claro que quizá no tenga que visitar de nuevo el quirófano, pero el dolor continuo de la rodilla sólo me hace recordar el tiempo que pasé postrada en la cama sin moverme, las rehabilitaciones, los dolores, el sentimiento de invalidez, de pincharme heparina diariamente en la barriga, de tener que mear y cagar en una cuña, de no valerme por mi misma y cuando pienso en mis hijos, se me viene el mundo encima. Sólo la mera sombra de pasar de nuevo por el quirófano me aterra. El miércoles estaba cabreada, ayer y hoy triste y es que si no me doliera de continuo pensaría que es poca cosa, pero me duele todo el rato y tengo miedo. Después de todo lo que pasé me jode pensar que sólo me haya durado 6 años…

Y hoy y aunque yo no sea católica, es Santa Suu. Mi madre siempre me felicitaba este día y quizá sea por eso por lo que siempre me acuerdo y me gusta que me feliciten. Mi marido me ha llamado esta mañana aún pasando una noche horrorosa y es que mi Pequeñín se ha despertado, y os prometo que no exagero, 20 veces. Mi marido ha dormido en el suelo y mi Pequeñín estaba muy intranquilo, imagino que el trajín del hospital le habrá pasado factura. Todos estamos agotados. Sólo tengo ganas de llegar a casa y descansar, lo cual está difícil y simplemente imposible.

Aprovecho para mostraros mi agradecimiento por vuestros mensajes, mails, whatssap y comentarios. Gracias, porque no os podéis imaginar el apoyo que siento con ello. Da gusto encontrar gente que se preocupa por mi familia y no puedo evitar sentirme tremendamente agradecida.

Besitos y que tengáis un buen día. Muchas gracias

martes, 22 de mayo de 2012

Mañana ingresan a mi Pequeñín

Como muchos sabéis mi hijo ha tenido problemillas con la leche de vaca. Después de prick-test positivos y confirmar una pequeña alergia en sangre, le hicieron un test de provocación que no le produjo ningún tipo de reacción y comenzamos a darle leche. A los 3 días empezó con diarrea, por lo que volvieron a prohibirnos leche y derivados y nos reportaron a digestivo. El especialista decidió esperar hasta el año, que suele ser cuando empieza a desaparecer este tipo de problemas, para repetir el test de provocación.

Pues ha llegado el momento, mañana ingresan a mi Pequeñín para hacerle el test de provocación a la leche. Sé que todo va a ir bien porque suele robarnos alguna galleta e incluso un trozo de croqueta, salchichón u otras muchas cosas que, si bien no son un vaso de leche, sí que contienen leche.

Mañana tengo que llevarle su desayuno y comida, estar allí con él a las 8:00 de la mañana para hacer el ingreso y que nos asignen una cama en la planta de pediatría del hospital. Ahí le administrarán la leche, por lo que tendré que llevarle su biberón o, en su defecto, su vaso adaptado. Nada de lo que ingiera debe de ser diferente excepto la leche que ellos le suministren.

Estoy segura que todo irá bien, que estará controlado y que nos iremos de allí con la pauta de introducirle de nuevo leche normal, pero no puedo negar que estoy nerviosa, que pensar en preparar ropa, comida, desayuno, se me hace cuesta arriba y no puedo evitar acordarme de cuando estuvimos allí ingresados 5 días con apenas 2 meses.

Intento analizarme y descubrir por qué estoy intranquila, por qué siento esta presión en el pecho y creo que se debe a mi instinto de protección, ese que viene de serie en las mamás. Decir que no pasa nada, que es una prueba rutinaria que hay que hacer para descartar de una vez la alergia, no me ayuda. Porque sí pasa, no vendré mañana a trabajar, tendré que llevar a mi hijo al hospital, pasar allí casi todo el día y esperar que todo discurra como creo y deseo que irá. Porque estoy segura al 95% de que todo marchará perfectamente, pero es ese 5% el que me reconcome y me tiene nerviosa. Mi Pequeñín ha tomado alimentos que llevan leche sin resultado negativo, pero no ha tomado un vaso de leche, de ahí mi pequeño temor a una reacción adversa.

Mañana estaremos en el hospital y espero que todo discurra según nuestros deseos.

lunes, 21 de mayo de 2012

La rara eres tú

Eso fue lo que me dijeron el otro día.

Soy mamá de dos pequeños, una tiene 34 meses, otro casi 14 y nunca me planteé cuánto tiempo iba a amamantarles. Sabía que les daría teta, de eso estaba segura, pero jamás pensé si serían 2, 4, 6 o x meses.

Cuando estaba embarazada de mi Bichito leí, me había informado de muchas cosas y creí que era suficiente. Ilusa, hasta que no fui madre, hasta que quise seguir mis instintos ignorando las pautas que nos impone la sociedad, no pude contrastar todo aquello.

Conocí términos como lactancia materna exclusiva, me enteré de las recomendaciones de la OMS y la aeped respecto a la lactancia materna y decidí que esa era la senda que quería recorrer. Intenté no ir contra mis instintos, no dejar llorar a mis hijos, acunarlos cada vez que lo necesitaran, acompañarlos en su crecimiento y evolución. Mi marido cambió sus convicciones y evolucionó junto a mí en pro de una crianza con apego respetando los ritmos de nuestros hijos.

Antes de quedarme embarazada me informé sobre la posibilidad de lactar en estado, busqué, leí artículos de asociaciones y profesionales de la salud. El mensaje no era el mismo, pero mi instinto me decía que lo que yo pretendía estaba bien. Indagué más, me sumergí en este mundo de asesoras de lactancias, asociaciones pro-lactancia y lactivismo y comprobé que mi idea no era descabellada. Conocía a Eloísa, madre de dos hijos que lacta en tándem y que lactó en el embarazo, que me ayudó con todas mis dudas e inquietudes, con ese sosiego que la caracteriza y transmitiéndome la naturalidad del acto.

Fue entonces, en ese momento, en el que mi círculo más cercano comenzó a cambiar. Ya había cambiado en parte mi percepción del mundo, la maternidad te da un punto de vista diferente de la vida y tu vida comienza a girar sobre otro eje, en mi caso, mi familia. Evolucioné y me comencé a rodear de personas con las mismas inquietudes, con las que podía hablar sin tapujos, a las que no tenía que dar explicaciones. Mi círculo más cercano cambió y yo comencé a aprender muchas de las cosas que ahora sé.

En estos años he ido adquiriendo unos conocimientos sobre la lactancia materna muy útiles, tanto para mí como para las personas que me rodean. Muchos son los profesionales de la salud que no se han informado sobre los beneficios de la lactancia materna, sobre las pautas alimenticias más idóneas para el recién nacido y siguen aconsejando prácticas obsoletas de hace 30 años.

Comprendo a las madres que siguen esos consejos, dado que al fin y al cabo actúan como cualquier persona, seguir las recomendaciones de un profesional que nos infunde respeto y que supuestamente es el que más sabe sobre ello. Si yo llevo a mis hijos al pediatra, puedo contradecirle si estoy informada, pero si no, le creeré a pies juntillas. Respecto la decisión de cada familia, sea la que sea. Pero lo que a mí me cabrea es el personal sanitario que no se recicla, que no aprende, pero sobre todo, que aún contradiciendo sus prácticas y demostrándole que se equivoca, no cambia y no valora el daño cometido.

Los últimos estudios revelan la presencia de células madres en la leche materna, innumerables artículos muestran los beneficios de la lactancia materna a corto y largo plazo y la importancia de amamantar a los recién nacidos prematuros. Yo sigo informándome, teniendo en cuenta mis posibilidades, y poniendo al servicio de cualquiera estos conocimientos. Intento transmitirlos de la mejor manera, respetando a cada persona y sus decisiones.

A la afirmación: “La rara eres tú”, sólo me quedó contestar: “En tu círculo, en el mío soy muy normalita”.

Os deseo una feliz semana. Nosotros nos estamos recuperando del virus que nos ha invadido este fin de semana, que comenzó atacando a mi Pequeñín y que ha pasado por cada uno de nosotros.

viernes, 18 de mayo de 2012

Se acabó

Esto tenía que ocurrir, en un momento u otro, pero acabaría sucediendo. Llega un momento en el que el beneficio que se obtiene ya no es suficiente. A unas mamás les sucede antes y a otras después. Yo ya llevo semanas dándole vueltas a la idea y justo hoy, que voy a repetir mi charla sobre la extracción de leche, he decidido que se acabó.

Se acabó ir al baño cada día y ponerme el extractor.
Se acabó sacarme leche para mi Pequeñín.
Se acabó llevar en el bolso el extractor, los botes, los embudos, las tapas, las válvulas, las almohadillas y el manos libres.
Se acabó llevar una nevera con 3 acumuladores de frío para que aguante todas las horas que estoy fuera de casa.
Se acabó pasar 15 minutos una vez al día (antes dos) en el baño mientras me veo reflejada en el espejo, metiendo tripa, por supuesto, con el extractor adherido al pecho.
Se acabó llegar a casa y meter el botecito de leche en la nevera y los acumuladores en el congelador.
Se acabó fregar cada día a conciencia todos los componentes.
Se acabó cargar las pilas o la batería del extractor.
Se acabó calentar a 62º la leche los viernes para congelarla.
Se acabó acordarse los domingos de sacar el botecito de leche.

Ya apenas consigo sacarme 80 ml, me sale muchísimo menos, algo lógico debido a que mi Pequeñín cada vez come más comida normal. Pero no puedo dejar de sentirme mal y me da penilla, mucha penilla. Porque…

Se acabó ver su bibe con leche de mamá y acordarse de mí en ese momento cada día en la guarde.
Se acabó su nerviosismo cada vez que lo ve aparecer, levantando sus brazos hacia su bibe hasta que se lo dan y poner cara de felicidad.
Se acabó cogerlo con una mano, desde el culo, mientras se lo toma. Sus profesoras dicen que tiene una postura rarísima.
Se acabó su cara de felicidad cuando ha apurado la última gota, que estoy segura que si tuviera el triple se lo bebería, porque, cuando yo conseguía sacarme más, lo ha hecho.
Se acabó el dulce sabor de la leche de mamá antes de desayunar en la guarde.

Y a mí se me saltan las lágrimas sólo de pensar que le voy a privar de ese momento, pero es que estoy cansada. Varias han sido las veces que he dicho se acabó, pero al final me he echado atrás. Pero es que llevo tiempo dándole vueltas y saco ya poquito. Creo que por mucha pena que me dé, ha llegado el momento.

Encima hoy está malito, ayer se puso a vomitar y no paró, siguió echando bilis. Ya en el hospital le dieron la medicina, confirmaron que no tenía infección de orina y nos mandaron a la 1:00 a casa después de cerciorarse que toleraba líquidos. La noche ha sido toledana, vómitos, diarreas, sollozos… Me ha vomitado enterita y del cansancio, nos hemos quedado dormidos. Yo he llegado 2 horas tarde a trabajar, veremos cómo consigo recuperarlas. Y ya que estaba en casa le he dado tetita antes de irme y parece que todavía no ha vomitado. Ahora le cuida mi madre, dándole muchísimos mimos. Espero que no vaya a más, porque me han dicho que pasaría el día vomitando, con fiebre y con diarrea, aunque todavía no saben qué es lo que puede tener hasta que no dé la cara del todo.

Buen fin de semana a tod@s

jueves, 17 de mayo de 2012

Desarrollo verbal

Como toda madre, yo alucino con mis hijos, con sus capacidades, con sus desarrollos. Se me cae la baba cuando veo un nuevo logro, ya sea físico, psíquico, emocional, cognitivo o de lo que sea. Me encanta observarles y ver cómo se relacionan y cómo aprenden el uno del otro. Yo no sé si es que mi marido y yo estamos más abiertos mentalmente, que al ir aprendiendo y observando el crecimiento de nuestro Bichito nos ha preparado los ojos para percibir esos pequeños detalles que antes no éramos conscientes. Pero es que estoy flipando con mi Pequeñín y me cuesta hasta contároslo por si nos tomáis por locos o paranoicos.

Mi Pequeñín tiene 13 meses, el próximo día 25 hará 14. Un niño risueño, divertido y el pequeño cocodrilo de la casa y es que el jodío ha decidido defenderse con su hermana a bocaos, como os lo digo. Así que mi Bichito cada vez que le ve a parecer cuando ella está jugando, con cara de o juegas conmigo o te pego un mordisco, nos grita:
“Mamááááááááááá, socorro, ¡qué viene el pequeño cocodrilo!”

Hace unos días, mientras tendía le escuché tararear. Al principio no le presté atención, pero después me di cuenta que siempre era la misma, aunque yo seguí a lo mío. Mi marido vino y me preguntó si me había dado cuenta que estaba cantando cumpleaños feliz. Afiné el oído y efectivamente seguía el ritmo, sus balbuceos correspondían con la canción.
¡Venga hombre, si es un enano!

El martes, en el hospital, me seguía mientras yo se la cantaba y al final siempre decía “¡BIEN!” y aplaudía. Se lo comenté ayer a su profesora, por si la cantaban regularmente, dado que él había empezado a balbucearla desde hace 10 días y me dijo que no, que hace 10 días fue el cumpleaños de uno de sus compañeros, pero que desde entonces no la habían vuelto a cantar.

Ayer por la tarde, me quedé estupefacta y es que después de darle el chupe, el agua y una galleta mi hijo, mi Pequeñín de tan solo 13 meses, me dijo Gracias. Con la misma entonación que lo hace su hermana y sabiendo perfectamente lo que decía. La primera vez pensé, “Va, imaginaciones mías”, la segunda, “Ostia, creo que ha dicho gracias” y la tercera, lo que habría pensado cualquier madre: “¡Mi hijo es una portento!”.

Pero por la noche, después de cenar todos juntos, mientras yo estaba terminando de recoger la cocina, mi marido se encaminó hacia mí, con los ojos muy abiertos y me dijo: “Suu, vas a pensar que estoy flipando pero…” y terminé yo: “Pequeñín ha dicho gracias”. Asintió perplejo y es que a nosotros nos parece increíble que con 13 meses nuestro hijo diga gracias cuando le das algo.

Seguramente es algo normal, pero a nosotros nos parece un pelín precoz, así que os pregunto: ¿os acordáis cuando vuestros hijos dieron un cambio en el lenguaje?

martes, 15 de mayo de 2012

Prueba de provocación a la leche

El viernes os conté que habíamos llevado el martes a mi Pequeñín a la revisión del médico digestivo. Un médico muy dulce, que nos trató muy educadamente, dedicándole varias sonrisas a mi Pequeñín y que nos mandó una prueba de provocación a la leche controlada para poder introducirle de nuevo leche de vaca.

Su alergólogo le mandó la misma prueba hace seis meses y no tuvo ninguna reacción, sin embargo, al darle leche repetidamente le dio diarrea, tuvimos que volver a la hidrolizada y nos remitieron al digestivo. Ahora le repiten la prueba, pero esta vez es diferente. Alergia lo hace allí mismo, en consultas externas, en una sala donde provocan cualquier tipo de alergia, ya sea a la leche, al huevo o a la penicilina ,por ejemplo. A escasos 5 metros de los alergólogos, pero apiñados, es decir, una pequeña sala, con 5 sillas y un metro cuadrado de juguetes donde los peques pueden distraerse. Pero cuando le hicieron la prueba a mi Pequeñín, tenía apenas 8 meses, estaba muy cansado y el sonido de los juguetes durante toda la mañana era muy molesto, por lo que nos salimos a pasear por consultas para que descansa algo subido al fular. Además sólo podía pasar yo porque no disponían de sitio suficiente para que mi marido estuviera allí dentro con nosotros. Duró toda la mañana, fue en ayunas y sólo pudo tomar leche de iniciación de fórmula.

Esta vez la prueba es con ingreso, porque Digestivo lo hace de esta manera, le dan una cama en una habitación y le hacen la prueba allí. Tengo que llevarle lo que suele desayunar y lo que suele comer y a lo largo de la mañana irán dándole leche de vaca para provocar alguna reacción. En todo momento estará controlado por si ocurre algo, aunque no creo porque él toma alguna cosilla que lleva trazas de leche sin resultados evidentes. Para los pacientes es mucho mejor, mucho más cómodos, con una cama para que mi Pequeñín pueda echarse si quiere, un lugar donde estar los tres juntos, sin estar unos dentro de la sala y otros fuera, pero ¿por qué esta diferencia? ¿Realmente es necesario este gasto médico? Si el protocolo para esta prueba siempre fuera así, me parecería perfecto, pero no comprendo la diferencia entre un departamento y el otro en el mismo hospital.

Sea como fuere, el próximo 23 de abril tenemos que ir al hospital de día a las 8 de la mañana para ingresar a mi Pequeñín durante el día y ver el resultado de la prueba, que espero y estoy segura que nos permitirá volver a darle leche y ver cómo reacciona su aparato digestivo. Y ya que estábamos allí, le comenté que le había dado un langostino hace un mes y cuando se levantó de la siesta tenía una mancha rosa alrededor de la boca, por lo que nos mandó al alergólogo de nuevo. Fuimos ayer y después de hacerle los prick-test y salir negativos (aunque no había de langostino, que era lo que le había dado reacción), le mandó una analítica para dentro de un mes y que llevara un langostino y una gamba crudos y cocidos para la revisión dentro de mes y medio y repetirle de nuevo los prick-test.

Así que andamos liados con médicos de Pequeñín y esperemos que todo esté perfectamente y pronto tengamos que olvidarnos de lo que sí y lo que no puede tomar.

Hoy es San Isidro, festivo en Madrid y ayer lo celebramos con una fiesta en la Escuela Infantil. Esta tarde tenemos otra en la comunidad de vecinos. ¡Qué guapísimos iban mis hijos! Disfrutar mucho del día!!!

jueves, 10 de mayo de 2012

Cuidado con lo que dices

Leyendo el post de hoy de La Teta Reina he recordado algo que nos ha pasado esta semana, como estaba contándoos las fabulosas vacaciones que hemos pasado, pues como que se me ha olvidado.

Después de varios meses, mi hijo tenía cita con el digestivo con respecto a su alergia a la proteína de la leche, así que el lunes le pregunté a su padre si me acompañaba, él me dijo que sí y ahí quedó la cosa.

Mi Bichito pasó mala noche, la noche anterior también le había ocurrido, pero esta vez cambio los sueños por dolores, le dolía la espalda, le dolía la tripa, no tenía fiebre, no vomitaba. A la mañana siguiente se despertó antes de que me fuera a trabajar, se puso a lloriquear diciendo que la dolía y la llevé a la cama con su padre. No paraba de decirle que le dolía la tripa y la espalda, que le diera la palangana para devolver y hacía amago, sin tener arcadas. Mi marido pensó que tendría nauseas y andábamos preocupados por ella, cuando, por fin, se dio cuenta lo que ocurría.
“Papá, estoy malita, quiero ir al médico”. “Papá, llévame al médico con Pequeñín, quiero acompañarle”. “Papá, no quiero ir a la guarde, quiero ir al médico”.

Estaba claro, me había oído decir que iba a llevar a mi Pequeñín al médico y que encima iba a acompañarnos su padre y lógicamente, ella también quería venir. ¿Qué niño prefiere estar en clase a estar con sus padres? Creo que ninguno. Por lo que dedujo que si se ponía malita mamá la llevaría al médico junto a su hermano y su papá les acompañaría. Lógica aplastante.

Mala costumbre la nuestra de hablar cualquier cosa delante de los niños, porque ya no sólo piensa que si estás malita mamá te lleva al médico, si no que por no llevarla se pregunta por qué a su hermano sí y a ella no. Mal, mal, mal, no dejo de repetirlo en mi cabeza y sentirme culpable de esos pequeños detalles que hacen que nuestros hijos se tengan celos.

Y es que odio la pregunta: ¿Tiene celos? Porque no da por hecho que los tiene, sino que la pregunta sólo tiene dos respuestas o sí o no. Y yo creo que todos los niños tienen celos, todos, y malo sería si no los expresase. Unos tienen más o menos, uno los expresan montando la de San Quintín y otros retrayéndose, pero todos deberían poder expresarlos sin coacción por parte de nadie.

Cuando alguna amiga tiene su segundo o tercero o… yo la pregunto, ¿cómo lo lleva? Yo me pongo a pensar en que de pronto mi marido, que siempre está conmigo, empieza a pasar más tiempo con otra persona, a dedicarle más tiempo, me mosquearía no mucho, sino muchísimo.

A raíz de leer el post de La Teta Reina, me he cabreado un montón y, aunque atacada de tanto trabajo, he sacado uno pocos minutos.


Hay que tener más cuidado con lo que se dice.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Nuestras vacaciones (III): Endor y vuelta a casa

Boliche, Bichito y Alex
Port Aventura cierra a las 19, así que el viernes fuimos a la entrada a despedir a todos sus personajes en las carrozas y nos montamos en el coche dirección Endor para reunirnos con Leia, Obi-Wan y el precioso PequeñoJedi.

Llegamos a las 23:00 y por fin Leia y yo pudimos abrazarnos. 3 habían sido las ocasiones que habíamos intentado vernos, cuando estábamos embarazadas, cuando nos reunimos en Madrid y mi cumpleaños, pero nunca había sido posible. Esta vez llegamos a Endor sin demasiados problemas. El Planeta Endor lo encontramos perfectamente, pero la casa de Leia nos costó un poquito y es que se encuentra un poco apartada, ya sabéis, en la espesura del bosque, jeje.

Y allí estaban, esperándonos con los brazos abiertos y hasta el PequeñoJedi se despertó para recibirnos. Mi Bichito cayó agotada en la cama, ni cenó y mi Pequeñín con más ganas de juerga cenó algo con nosotros y después se durmió, eso sí, con un poquito de fiebre. Nos habríamos quedado hablando muchas horas seguidas, seguramente hasta el amanecer, pero pasadas las 2:30 decidimos acostarnos dado que los peques prontito tocan diana. El mío exactamente a las 5:00, con fiebre de nuevo, pero volvió a dormirse cuando comenzó a bajarle.

Amanecimos y Obi-Wan nos preparó unas tortitas de las que quitan el sentido, ricas no, riquísimas. Después le acompañamos a dar de comer a las gallinas, a los conejos, a los pollitos junto a los gatos y a los perros. Mi Bichito estaba encantada y es que los animales la vuelven loca. Se trajo un huevo calentito, recién puesto de una de las gallinas. Esta noche me ayudará y haremos juntas su primera tortilla con él.

Pequeñín y PequeñoJedi
Al rato llegaron LadyA y La Teta Reina con Alex, Boliche y papá de Boliche y disfrutamos de la barbacoa que Obi-Wan nos preparó. Nosotras tuvimos tiempo de hablar, de abrazarnos, de hacernos fotos, de achucharnos, por mucho que a la Quinqui la cueste, y de echar de menos a las que nos faltaban.

Fueron momentos increíbles que pudimos compartir juntas, como amigas, aunque a veces tardamos demasiado tiempo en vernos. Una pena no vivir más cerca. Mi Bichito estaba desatada, disfrutó muchísimo jugando con Alex y Boliche y mi Pequeñín y PequeñoJedi hicieron muy buenas migas. Nosotros nos tuvimos que volver el sábado, teníamos una celebración el domingo, y nos costó mucho despedirnos. Pero estoy segura que volveremos a Endor y pronto nos juntaremos de nuevo, aunque esta vez espero que sea en Naboo.

1450 kilómetros en 8 días, 4 comunidades autónomas, 5 lugares diferentes en los que pasar la noche, el cariño de unas amigas y de sus familias han hecho de estos días unas vacaciones inolvidables. Gracias a todas por cuidarnos, por darnos vuestro cariño, por querernos tanto y por compartir con nosotros estos días y en especial a Elo que está pasando por un momento triste en su vida y que aún así, decidió quedarse con nosotros.

Os quiero muchísimo.

martes, 8 de mayo de 2012

Nuestras vacaciones (II): Port Aventura

Al poco de nacer mi Bichito, le compré un Doudou muy mono, pero a ella ni fú ni fá. Un día la regalaron a Epi y fue amor a primera vista. Epi siempre venía en nuestros paseos hasta que un día se cayó del carro y cuando nos dimos la vuelta, había desaparecido. Por suerte la regalaron otro, aunque se le rompió la mitad del ojo, pero es su Epi y siempre duerme con él. A Epi se le unió Blas y Blasito (Blas en pequeño).

El año pasado mi marido se enteró que Port Aventura inauguraba una zona para niños llamada Sésamo Aventura y aunque nuestros hijos eran muy pequeños, Bichito con 2 años recién cumplidos y Pequeñín con 4 meses, nos fuimos para allá. Nos tragamos el espectáculo de Sésamo Aventura 7 veces en dos días y ver su cara llena de ilusión, de alucinación, no tiene precio. Nunca podré olvidar sus ojos sin parpadear, su boca entreabierta y su cuerpo totalmente inmóvil mientras veía una y otra vez el espectáculo, estaba viendo a Epi y a Blas bailar.

Después de aquello no podíamos faltar este año, teníamos que volver a Port Aventura, pero esta vez no fuimos solos y cuando nos despertamos por la mañana nos encaminamos hacia Port Aventura junto a Elo y su familia. Este año nos hemos alojado en el Hotel Port Aventura dentro del parque, en la zona de Mediterránea, justo en la entrada del parque y en dirección a Sésamo Aventura. Según llegamos estaba esperándonos Triki y nuestros pequeños estuvieron haciéndose fotos con él. Después del recoger las tarjetas nos dirigimos hacia la zona de Sésamo Aventura.

Nuestros hijos son pequeños y mi hija mide 90 cm, por lo que hay muchas atracciones que no puede montar, pero lo que a ella más la gusta es el espectáculo. Por suerte, justo en frente de la zona de Sésamo Aventura se encuentran unas Canoas que a todos les encantaban y donde se montaron varias veces. Después, ya en Sésamo Aventura, fuimos a los coches que dan vueltas en La Granja de Elmo, a El Árbol Mágico, las sillas Waikiki, la casita que da vueltas Loco – loco Tiki y a los toboganes de El Huerto Encantado en el que todos disfrutaron muchísimo. Pero lo que más le gustó a mis hijos, sin lugar a dudas, fue el espectáculo de Sésamo Aventura. A mi Bichito la encanta verlo en el ordenador y cantar con ellos, nos sabemos todas las canciones y aunque renovado, el espectáculo es básicamente el mismo del año pasado. Lo que sí cambia es que este año interactúan con el público y suben a un niño al escenario y al final se hacen fotos con los peques.

Este año subieron a mi Bichito y su cara de asombro, la ilusión de estar con sus muñecos, la dulzura con la que le trató la princesa, fue muy emocionante. Para ella fue increíble y una experiencia única (ahí la tenéis disfrutando de su momento)

Por suerte, y debido que habíamos elegido días de diario, pudimos montarnos varias veces en cada atracción. Lo único malo son las restricciones por altura, creo que deberían revisarlas porque hay restricciones en algunas montañas rusas del parque que tienen las mismas que las de sésamo aventura, siendo bastante ridículo e impidiendo que mi hija, con casi 3 años y 90 centímetros de altura, no pueda subir. Mi Pequeñín, al andar ya, podía subir en las mismas que su hermana y esto sí que no tiene demasiado sentido. Mi Bichito y mi Pequeñín montaron junto a su padre en el Loco-loco Tiki y sus carcajadas se oían en todo el parque.

Otra zona muy chula para niños se encuentra al lado, en China. Tienen un área infantil con cuatro atracciones rodeada de toboganes en donde los más pequeños pueden montarse y también pueden hacerlo en las tacitas Tea Cup y la Cobra Imperial. Por desgracia tenían la mitad de las atracciones cerradas, pero como apenas va nadie no tenían ni que bajarse para poderse dar otra vuelta.

Respecto a la comida bastante mejor de lo que esperaba. Un día comimos hamburguesas y mi Pequeñín se animó también, pero el viernes LadyA nos propuso ir a La Cantina, en México y quedamos gratamente sorprendidos. Con mi menú comíamos los niños y yo y todavía sobró comida, el chile estaba buenísimo y estuvimos viendo mientras comíamos un espectáculo mexicano. Lo malo fue el volumen de la actuación, demasiado alto para los niños, que alguno tuvo que salirse porque era ensordecedor, hasta a nosotros nos molestaba.

El año pasado nosotros nos hospedamos en un hotel de los alrededores, pero este año que lo hemos hecho dentro del parque ha sido muchísimo mejor. Además de que las habitaciones son muy amplias, la bañera invita a darse un baño caliente al finalizar el día. Los niños y yo, como siempre, nos bañamos juntos y gracias a las dos camas de 1,35 que juntamos y pegamos a la pared, pudimos dormir todos juntitos también. Como es primavera, el parque cierra demasiado pronto para mi gusto, dado que todavía hay bastante luz y los niños podrían disfrutar por lo menos un par de horas más. Sin embargo, los muñecos de Sésamo Aventura van al hotel al finalizar el día para hacerse fotos con los niños y después, a eso de las 21 horas organizan una discoteca para niños.

Hemos disfrutado de lo lindo, nos hemos tragado de nuevo el espectáculo 6 veces, hemos porteado a los peques entre todos porque estaban agotados y hasta algunos adultos nos hemos subido en alguna atracción, ventaja de ir en grupo. Tuvimos mala suerte porque el Dragon Khan estaba cerrado y la nueva atracción de este año, el Shambhala, la montaña rusa más alta de Europa, abre sus puertas el próximo 12 de mayo. Lo cual nos lleva a volver el año que viene, quizá para entonces mi Bichito pueda montarse en algo más y mi Pequeñín disfrute de las atracciones junto a su hermana.

Han sido dos días fantásticos en Port Aventura junto a Elo, Treinteañera con hijo(s), LadyA y sus familias. Miro ilusionada al calendario pensando en qué semana del año que viene podemos volver y coincidir todas de nuevo. Lo que tengo claro es que, siempre que podamos, volveremos cada año. El año pasado aumentamos la familia y a Epi, Blas y Blasito, se unió Elmo, este año nos hemos traído a SuperCoco.

¿Quién nos acompañará de vuelta a Madrid el año que viene?

lunes, 7 de mayo de 2012

Nuestras Vacaciones (I): Oropesa y Salou

Ya estamos de vuelta, más cansados de lo que nos fuimos, nos duele todo, tenemos ojeras, se nos caen los ojillos de sueño, pero portamos una sonrisa que ilumina el día.

Pasarlo bien es poco, pero creo que lo mejor será que os cuente por partes para que no se me olvide nada de nada y ya de paso daros un poquito de envidia. Antes de nada felicitar a todas las mamás por el Día de la Madre.

El sábado 28 de abril salimos temprano a las 6:15, nadie podía vaticinar que la carretera estaba más llena que la entrada de un centro comercial en domingo. Madre mía, ¡qué de coches! El camino fue bastante bueno por parte de los peques, los DVD’s dobles fueron una gran compra y la paella que nos comimos nada más llegar nos dio fuerzas para organizarlo todo.

El domingo fuimos a ver a Gema y su familia, de En mi nube de azúcar…, estar con ellos siempre es un placer, entre lo mucho que nos miman, lo cariñosos que son con nosotros y lo bien que se lo pasan nuestras peques juantas, da gusto ir a verles. Pudimos pasear, ir al parque, tomar algo y disfrutar de su compañía. Que ni decir tiene que Gema y yo necesitaríamos una semana entera, día y noche, para ponernos al día y hablar de todas nuestras cosas, pero nos tenemos que conformar con unos correos de vez en cuando, pequeñas conversaciones por el chat y estos días sueltos que pasamos juntas y que aprovechamos para mimarnos mucho, mucho y mucho. Como siempre Gema gracias a toda la familia, gracias por abrirnos las puertas de vuestra casa y hacernos sentir como en la nuestra. Ya tengo ganas de volver y conocer al pequeñín.

El lunes y el martes lo pasamos en Oropesa, disfrutamos del buen tiempo, de dar paseos juntos y de la buena comida. Oropesa tiene un Castillo al que no habíamos subido todavía y eso que llevamos 6 años yendo. Pequeñín en el fular y Bichito de la mano, subimos hasta arriba y desde allí divisamos el mar al que iríamos después a meter los pies. Mi Bichito no sólo subió al Castillo que se encuentra en lo alto, sino que después volvió hasta la playa andando. A mí me dolían las piernas por lo que me pareció increíble que una niña tan pequeña hiciera todo ese recorrido. Cuando llegamos a la orilla estuvo jugando a que la alcanzaran las olas, metiendo los pies, los pantalones, las bragas… Vamos, que tuvimos que desnudarla de cintura para abajo porque se empapó.

Y el miércoles nos fuimos a Salou donde nos esperaban Elo y su familia, de Una maternidad diferente, me encanta estar con Elo, es una mujer maravillosa. Después de darnos muchos besitos y abrazos, de comer juntos los ocho, nos fuimos a la playa y esta vez tuvimos que ir a comprar unas toallas porque los peques se metieron enteritos. En pelotilla picá estuvieron saltando olas, haciendo castillos y disfrutando de la arena y el agua. Que conste que nosotros vestidos teníamos frío, pero ellos estaban encantados, sólo hacía falta mirarles y escuchar sus grititos de alegría mientras se tiraban al mar y luego se revolcaban en la arena. La ducha de después no fue tan agradable para mi Bichito, pero tenía arena hasta el último cubículo de su cuerpo.

Nos acostamos relativamente pronto, juntando las dos camas de 1,35 y durmiendo los cuatro juntitos. Al día siguiente nos esperaba un gran día, Port Aventura...

Nota: Esa tarde ocurrió algo muy triste, que no me compete contar y que por eso yo no había hecho ningún apunte. Elo lo cuenta hoy en su blog.