viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Alergia a la las proteínas de la leche?

Desde la primera noche que mi Pequeñín pasó conmigo, se retorcía por la tripita. Dicen que los niños no tienen cólicos hasta las 3 semanas, pero el mío se retorcía desde el primer día. No tenían un horario fijo, eran durante todo el día. Con el paso de las semanas, me pareció, que cuando yo me tomaba unas fresas con leche, por ejemplo, él pasaba mala noche. Lo pregunté, me acerqué a su pediatra y al final decidí quitarme los lácteos y todos los productos que llevan lácteos durante una semana. No sé si hubo mejoría, pero a mi me parece que no. Quizá lo hice durante poco tiempo, pero como ya tenía mes y medio, pensamos que serían cólicos y le dimos un producto homeopático. Parece que le vino bien y no tenía ni dos meses y medio cuando dejamos de dárselo y no hubo cambios.

A mi me encanta la leche, en todas sus formas y fría en verano. Soy de esas personas que le gusta tomarse un vaso antes de irse a acostarse, que tiene la necesidad imperiosa a lo largo del día de tomar leche, me gusta muchímo. Tomo entre medio y un litro diario. Las fresas, con leche, el plátano, con leche, los cereales, con leche, los sanwiches, con leche. Se lo he puesto difícil a mi Pequeñín y es que aunque me daba la sensación de que la leche que yo tomaba le hacía mal, retirarla por completo de mi dieta no obtuvo en él un resultado beneficioso.

Antes de llevarle a la guarde le di un par de bibes de leche de fórmula y no tuvo ninguna reacción. La semana pasada empezó la guarde en periodo de adaptación, por lo que sólo le suministraron un bibe dos días y tampoco hubo reacción. Sin ambargo, a partir del lunes, mi Pequeñín desayuna en la guarde, le dan cereales en papilla y empezaron a salirle unas ronchas en la barbilla. Las cuidadoras han estado observándole toda la semana, al principio eran más abultadas y sólo le salían con la papilla, imagino que por el contacto de la comida en su piel. El marte le salíeron después de un bibe de leche de fórmula, por lo que pedí hora en el pediatra. Las ronchas han ido a menos, pero también es verdad que yo me he ido sacando más leche a medida que he ido estimulando el pecho, por lo que él ha ido tomando menos fórmula.

El miércoles le llevé al pediatra y éste me mandó al alergólogo, por si era la leche, y al especialista del aparato digestivo, por si era el gluten. Ayer me llamaron para darle cita: el especialista del aparato digestivo es el próximo 10 de octubre, pero para el alergólogo me dieron cita el 7 de noviembre. Intenté explicarle a la administrativa que se trata de un bebé de 6 meses, que su fuente de alimentación reside en la leche, que me estaba dando una cita para dentro de mes y medio. No hubo manera, me dijo que el volante que me había mandado el pediatra no era preferente, por lo que no podían darme un hueco. Llamé al hospital, al centro de salud y nada, lo único que me quedaba era volver a su peditra y que cambiara el volante por preferente.

Gracias al trabajo de mi marido toda la familia tenemos seguridad privada, incluídos mis hijos. Así que teléfono en mano, llamé a todos los especialista en alergia hasta encontrar uno que pudiera verle esa misma tarde. Fuimos la familia al completo y el peditra le señaló cuatro puntos en el brazo y uno de control, cinco gotitas y cinco pinchacitos en los que mi hijo miraba al doctor a los ojos, sorprendido por lo que le estaba haciendo, pero sin decir ni mu. 10 minutos después volvimos a entrar: 2 dieron claramente positivo (creo recordar que la beta y la caseína), la tercera (la alfa) un poco y la última (leche entera) no. La sospecha es que es alérgico a la proteína de la leche, pero que no se podía asegurar 100% hasta que no se le hiciera una analítica. Para retrasar lo menos posible los resultrados, nos fuimos directos a hacérsela. Pobrecito mi Pequeñín, con su bracito, sus gorduras, su carita sonriente, sus ojitos... lloró un poquito, pero nada que el abrazo y el pecho de una madre no puedan calmar.

Nos dijeron que hasta el día 7 no tienen los resultados, le insistí en que es un bebé muy pequeño y que su alimentación se basa en esa prueba, por lo que me dijeron que llamara el martes para ver si había suerte. Espero que el martes tengan los resultados y pueda ir el martes por la tarde al alergólogo, si no, ya sería el jueves.

Mientras, su alergólogo, nos ha recomendado leche hidrolizada si tienen que darle un bibe en la guarde, aunque no nos asegura que ésta no le dé alergia, hay que observarle, si no pasaremos a la leche de soja. Por la noche se la di y ocurrió como cada noche últimamente, le suena la tripita y se retuerce. Yo debo intentar quitarme los lácteos en la medida de lo posible, hasta que tengamos las pruebas y el médico pueda emitir un juicio clínico. Nos ha dicho que a partir de los 18 meses esta alergia desaparece y que raro es el niño que sigue con año ella después de los 3 años. Además me comentó que si hubiéramos seguido dándole leche de fórmula, habríamos ido aumentando su alergia a la leche. ¿Qué habría ocurrido en mes y medio? En fin, mejor no pensarlo y dar gracias al seguro privado, porque no me entra en la cabeza como con una sospecha de alergia a la leche en un bebé de 6 meses no te dan una consulta en los días posteriores con el especialista.

La leche hidrolizada está bastante mala, cuatro son las marcas que la comercializan, pero me recomendó una que sabía un poco menos mala. Fui a la farmacia y la compré, la diferencia entre la que él me dio y otra marca es de 12€ en un tarro pequeño de 400gramos, aún así prefería comprar la que me recetó. Ojalá que tenga que gastarme los 36€ que me gasté en ella ayer, eso significará que mi hijo no es alárgico, porque como lo sea, la Seguridad Social cubre con los gastos de esta leche.

Así que estamos a la espera. Me siento mal cuando recuerdo a mi bebé recién nacido con dolor de barriguita y que todo el mundo me dijo que eran cólicos. Yo tuve la sensación de que algo le pasaba cuando yo tomaba leche, pero como al retirármela no huvo mejoría o si la huvo no fui capaz de verla, al final pensé que era inmadurez del aparato digestivo. Me siento culpable y no lo puedo evitar, no dejo de darle vueltas a la cabeza. Además siento presión ahora mismo porque sé que cuanta más leche me saque, menos tendrá que tomar él y eso no es bueno. Esta semana, en dos tomas, a lo sumo, he conseguido sacarme 235ml. En 5 minutos tengo que ir al baño, sé que la presión no es buena, pero imagino que si alguna de vosotras estuviera en mi lugar le ocurriría lo mismo que a mi.

Todavía no me he puesto a buscar información sobre el tema, creo que esperaré a la analítica, aunque me da la sensación de que sí que es alérgico, ojalá me equivoque. ¿Conocéis a algún niño alérgico a las proteínas de la leche?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El chupete

Imagino que alguno recordará esta entrada: Chupete: ¿sí o no? Al final intenté darle el chupete a mi Pequeñín y le compré un par de ellos. Sin embargo, desistimos porque él se decantó por el dedo y dejamos de intentar darle el chupete.

Estuvo un par de meses chupándose el dedo, bueno más bien los dos dedos, porque se metía en la boca el corazón y el índice. Cuando se quedaba dormido y algo le despertaba, le veías durmiendo con esos dos deditos en la boca, si tenía sueño también se los chupaba. Pero como yo le había comprado una cadena de bolas de madera y un chupete, se lo dejaba enganchado en la hamaca para que jugara con las bolas (la cadena es como la de la imagen pero en azul y rojo). Y a él le gustaba mucho, jugaba a ponerse el chupete, a morder las bolas, a morder el chupete, a coger las bolas con sus deditos.

De pronto, dejó de chuparse tanto esos dedos, sólo lo hacía cuando tenía mucho sueño y necesitaba intentar dormirse. Pero hace escasas dos semanas se puso el chupete y empezó a utilizarlo. Y desde entonces mi Pequeñín utuliza chupete. Con deciros que en la entrevista con su profesora de la guarde, el pasado 16, la dije que no llevaba chupete pero que le gustaba jugar con su cadena y el chupete. Yo había cambiado el modelo de chupete, que no de marca, porque me encantaba las líneas suaves y los colores de esa nueva colección. Han pasado 12 días de aquella conversación y a mi Pequeñín le encanta, no sé qué tiene ese chupete. Así que me he hecho con unos cuantos del mismo modelo y marca, dos en la guarde y dos en casa, uno en la cuna y otro con una cadena de bolas de madera para llevarlo en el carro o en el portabebé. Mi hijo va a la guarde sin chupete y cuando le recojo dejo el chupete allí, sin embargo, si está nervioso se lo pongo y se calma y es mano de santo, de verdad. Porque cuando necesita succionar, que no es que tenga hambre porque acabas de darle el pecho y lo ha escupido, es un descanso poder ofrecerle algo para que se tranquilice y, de paso, todo sea dicho, yo también esté más tranquila.

Hemos pasado de chuparnos el dedo con 2 meses a con casi 6 meses coger el chupete. Yo creo, o me da la impresión a mi, que la salida de los dientes o que le estén "cuajando las encías" (o como narices se llame cuando los probres no paran de morder por la molestia en la boca) ha tenido algo que ver. Lo que sí sé, es que a mi hijo le calma y a mi me ayuda a estar más tranquila, porque si estoy haciendo algo que no puedo dejar de hacer con mi Bichito y mi Pequeñín necesita succionar, le pongo el chupete y está más relajado y no tengo de fondo algún quejido e incluso algún lloro.

Lo que sí os puedo decir es que le encanta ese modelo de una marca, ni otro modelo de la misma marca ni otra marca. Si le pongo otro modelo de la misma marca, lo coge y lo escupe, pero puede tenerlo un par de minutos en la boca. He hablado con otra mamá y a ella le pasa lo mismo. ¿Les ha pasado a vuestros hijos lo mismo o toleran cualquier marca y/o modelo?

Lo único que no me gusta es cómo le queda, me encanta la sonrisa de mi Pequeñín, sus mofletes, sus labios y la sonrisa cada vez que me ve. Si le digo algo, cualquier cosa y lleva el chupete, se le cae de la sonrisa que me regala. Y es que qué os voy a decir yo, es tan guapo!!!

martes, 27 de septiembre de 2011

Primer día de trabajo

Ayer fue el primer día de trabajo y estuve toda la mañana sonriendo. Fue una gran mañana. Vi a mis compañeros, me dieron a elegir entre tres lugares para sentarse, eso sí una planta más abajo, me trajeron mi antiguo ordenador y lo mejor de todo es que pude abrazar a mi queridísima compañera y ponernos al día. Nos echábamos de menos, gracias guapa. Mi Pequeñín debía de olérselo porque pasó una noche de esas de aupa, de las que se despierta 8 veces y a ti se te queda un cuerpo jota de tanto abrir y cerrar los ojos. Esta noche ha sido igual, incluso creo que un poco peor, pero eso es harina de otro costal.

Estuve genial, mucho mejor de lo que esperaba y me di cuenta que una se adapta donde sea y como sea. Encima he tenido la suerte de volver con mi equipo y con mi jefe, que ya se sabe que más vale malo conocido que bueno por conocer. Así que estoy contentísima, a una planta menos de mi amiga, pero en el lugar que me gusta estar.

Fue una buena mañana, que no un gran día. Porque se complicó y se complicó como a una no le gusta que ocurra. Llegué a la guarde y mi Pequeñín había estado perfecto, no había llorado y había reído mucho (si es que es igual que su mamá). Comió un poco de tetita, que no toda, porque no hacía mucho que le habían dado un bibe y nos fuimos a por su hermana. La profe no me vio, por lo que mi hija en tres ocasiones intentó salir con una sonrisa de oreja a oreja y su profe la paró, a la cuarta vez lloró. Pobrecita mía, lo único que quería era venir con su hermano y conmigo. Y ahí empezó la TARDE y digo TARDE con mayúsculas porque menuda tarde pasamos. Tuvo todas las rabietas de una semana o incluso dos en el transcurso de 4 horas. Si yo decía blanco, ella negro. Quería dos postres lácteos, le di uno y rabieta. Cuando abrió el primero, se comió una cucharada y dijo que no quería más. Y así con todas las cosas que hicimos por la tarde. Para salir del coche, rabieta, para subir al ascensor, rabieta, para entrar en casa, rabieta. Y encima se cagó dos veces y se meó. Vamos, que se juntó todo. Acabé agotada y cansada, pero creo que ella también, porque después de su tetita, cogió a Blasito y se durmió.

Así que el balance del día fue regular, pero anímicamente me encuentro muy bien, nada deprimida, incluso contenta y me siento fuerte. Me adapto bien y además tengo un carácter bastante alegre, siempre he creído que aunque estés triste, si sonríes, el día parece menos malo. Por eso siempre suelo llevar una sonrisa por bandera y, aunque un poco triste por dejar a mis hijos en la guarde y perderme muchos de esos momentos junto a ellos, sé que tendremos muchos otros y que los disfrutaremos un montón. Me he quedado somprendida de mi misma, cuando me reincorporé después de dar a luz a mi Bichito fue realmente horrible venir a trabajar, recuerdo que se me saltaban las lágrimas mirando el ordenador, sin embargo, esta vez, ha sido muy distinto. Sólo tuve un momentín de desasosiego, pero fue minúsculo, así que estoy orgullosa de mi misma.

Les echo de menos, muchísimo de menos y me encantaría estar con ellos en la cama, hacernos pedorretas, cosquillas y todas esas cosas. Por suerte, podemos hacerlo esta misma tarde, tengo ganas de que que llegue la hora de salir de trabajar y reunirme con ellos.

Muchas gracias a todos por los correos y comentarios de ánimo. Ahora mismo tengo muy poquito tiempo, entre el trabajo y la tarde con los niños sin mi marido y no puedo contestaros uno a uno, pero os agradezco muchísimo vuestras muestras de cariño. Os deseo una gran semana a todos y estoy segura que la mía irá viento en popa, aunque se me hará más larga de lo habitual. Besitos

domingo, 25 de septiembre de 2011

Deprimida

Y es que ahora mismo me encuentro como si tuviera todas las depresiones juntas que no he tenido: depresión post-parto, depresión post-vacacional, depresión pre-separación de mis hijos, depresión pre-laboral...

Me encuentro fatal, dos días con dolor de barriga, una pena horrorosa cuando miro a mi Pequeñín. No consigo descansar y mucho menos estar tranquila. Me encuentro en una situación un tanto angustiosa y el mero hecho de pensarlo me da dolor de cabeza. Quizá sea por eso por lo que toda la semana he tenido una jaqueca horrorosa. Sea por lo que sea y pase lo que pase, mañana me incorporo de nuevo a la vida laboral. Vuelvo al trabajo y no me apetece ni un pelo. Lo que me gustaría poder quedarme en casa con mi Pequeñín, jugar a hacerle pedorretas y verle como se ríe a carcajadas y le entra hipo.

No hay marcha atrás, mañana mi despertador sonará a las 6:00 para irme a trabajar y antes me habré despertado un par de veces para dar el pecho a mi Pequeñín. Espero que mi Bichito no nos llame también porque si no no va a haber grúa que me levante de la cama.

De los nervios que tengo no he conseguido dormirme la siesta y tiene pinta que me costará quedarme dormida ahora. Aún así voy a acostarme en cuanto publique este post, aunque no me duerma por lo menos estaré descansando porque me duele la espalda de la angustia.

Por suerte, mañana estará esperando mi amiga y podremos ponernos al día y darnos un montón de besos. Estoy segura que ella me ayudará a superar la semana. Ay, nena, dame un montón de besos!!!

En fin, buenas noches a todos, ojalá el día de mañana no sea tan duro como creo que será...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Fin del período de adaptación

Se acabó el período de adaptación para mis hijos y, para que voy a negarlo, para mi también. El resultado es bastante aceptable. En 5 días mi Pequeñín y yo hemos pasado por unos momentos durísimos, en los que separarnos ha sido una de las cosas más difíciles que hemos hecho en estos seis meses juntos. Dejarle con alguien que no sea su padre ha hecho mella en mi y en mi descanso. De regalo, tengo unas ojeras negras como si hubiera salido el día anterior y me hubiera acostado sin desmaquillante, resultado rimel por debajo de los ojos. Pero yo llevo sin pintarme un par de años, así que el negro que se refleja debajo de las cuencas de mis ojos, no es otra cosa que fruto unas grandes ojeras, de la falta de sueño. En 1 día mi Bichito estaba más que adaptada y con ganas de quedarse todo el día junto a su profesora, por suerte no he tenido que preocuparme también por ella.

Estoy contenta con el resultado. Porque aunque estoy triste, no me queda más narices que dejar a mi Pequeñín en la guarde. Hoy se ha quedado bien y ha llorado algo al principio, sin embargo, luego no ha llorado más y eso que compañeros suyos lloraban. Él los miraba desde la hamaquita o desde la colchoneta, pero no lloraba. Lo cual es un gran avance para él y un descanso para mi. Por mi parte hoy he pasado la mañana entretenida, tanto que se me ha olvidado sacarme la leche y cuando he llegado a buscarle para darle una toma antes de recoger a su hermana, me dolía muchísimo el pecho y lo tenía muy lleno.

Lo peor de todo es que le cuesta mucho dormir, ya os he contado en más de una ocasión que duerme muy poco, pues de 9:00 a 15:00 ha dormido sólo media hora. Qué ha pasado, que hemos llegado a casa y lleva desde las 16:15 durmiendo. Menos mal que he aprovechado para sacarme 180ml de un pecho y darle a mi Bichito del mismo y aún así todavía lo siento lleno. Del otro a penas consigo sacarme, pero es el que le he dado a mi Pequeñín en la guarde y ahora que me ha pedido un poquito para seguir durmiendo, por lo que espero que no me de ningún problema.

El lunes irán de 8:00 a 15:45, yo iré a las 15:15 para darle el pecho a mi Pequeñín y ya recoger a las 15:45 a mi Bichito. Por la mañana, yo no los veré porque entro a trabajar a las 7:30, así que daré el pecho a mi Pequeñín entre sueños y me iré. Será mi marido el que se encargue de vestirlos y llevarlos a la guarde. Estoy segura de que se apañarán bien y que mi Bichito le echará una mano quitándose el pijama y poniéndose algunas cosillas como él le ha ido enseñando estos meses. El lunes será un día duro, muy duro para mi, pero hasta que llega, disfrutemos del fin de semana.

Buen fin de semana a todos!!!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Vamos a mejor

Y es que mi Pequeñín hoy sólo ha llorado de forma intermitente al principio, lo cual hace que yo me sienta mucho mejor y esté algo más tranquila. Esta vez le he llevado un poco de mi leche para que se la dieran y allí ha dormido 25 minutos al principio y otros 35 antes de que yo llegara, porque le he despertado. Se ha tomado 130 ml y en cuanto le he cogido y me ha visto, aunque estaba adormilado, me ha regalado una amplia sonrisa y un ruidito de gustirrinín. Ya se ha quedado despierto y yo le he hecho unas cuantas carantoñas, no podía resistirme a esos ojos tan preciosos y esa sonrisa desdentada que me tiene enamorada. Ha comido tetita al llegar, pero no quería demasiada. Cuando le he dado el puré de verduras le han dado varias arcadas, así que esperaremos a después para volver a probar o quizá ya el fin de semana. Mañana se queda todo el día, de 9:00 a 15:45, como su hermana. La cual, por cierto, sigue en la guarde, hoy se ha quedado a comer y a dormir también allí. Estoy segura que se lo ha pasado genial, porque en cuanto su profe ha abierto la puerta, ha ido con los brazos abiertos para darle un abrazo y un beso de buenos días. No, si al final voy a tener que tener celillos de ella. Es un chica estupenda y majísima. Estoy encantada de que sea la profe de mi Bichito y ojalá, el año que viene, vuelva a 1º y mi Pequeñín esté con ella.

La tarde de ayer fue bastante bien, muchísimo mejor de lo que nunca me hubiera esperado, tal y como te la imaginas en tus mejores sueños. Pasamos la tarde y a las 19:45 me dispuse a bañarlos. La semana pasada le pedí a mi madre que les comprara unos pulpitos para el baño que había visto en un catálogo, pues no podía haber acertado mejor. Son ventosas y se colocan en una plataforma. A mi Bichito le encanta, tanto que si está jugando en la calle y le dices: "Vamos a bañarnos y a jugar con los pulpitos", deja todo y se sube a casa. Así que cuando la dije que nos íbamos a subir a jugar con los pulpitos, no hubo ningún problema, subimos y nada más entrar en casa, ya se estaba desnudando. Yo hice unos poquitos cereales a mi Pequeñín, me preparé una ensalada, un sanjacobo para mi Bichito y me dispuse a dejarlo todo preparado: la trona en su sitio, un cambiador en el suelo del baño, la ropa, la crema, los pañales y la hamaca, agua en la bañera y niños en el baño. Preparados, listos, ya.

Desvestí y bañé a mi Pequeñín, mientras mi Bichito me ayudaba con la esponja. Cuando terminé le puse sobre el cambiador y metí a mi Bichito con sus pulpitos. Mientras ella jugaba, yo le daba crema a mi Pequeñín y le vestía. Una vez estuvo listo, le puse en la hamaca, le dejé una llaves mordedoras y bañé a mi Bichito. Cuando estuvieron listos los dos, saqué las pinturas a mi Bichito para que pintara mientras yo le daba los cereales a mi Pequeñín, llegaba el momento crítico, darle de mamar en la habitación los dos tranquilos. Así que se me ocurrió una idea, hay un cofre de pinturas que a mi Bichito le gusta mucho, pero no suele utilizarlo y cuando lo ve siempre quiere cogerlo, así que la dije que mientras yo acostaba al Pequeñín, ella podía jugar con el cofre. Quedó encantada y así hicimos. 25 minutos después aparecí en el salón y lo tenía todo recogido, la encanta meter y sacar las cosas del cofre. Lo guardamos, pusimos la mesa y cenamos. Se lavó las manos, la boca, los dientes, hizo pis, comió tetita y a las 21:30 estaba acostada. No me llamó, se quedó dormida y yo pude tumbarme en el sofá contenta, satisfecha y un poco incrédula de que todo había salido a pedir de boca. Imagino que no todos los días serán así, pero da gusto empezar algo con buen pie. Lo único malo es que mi marido se sintió un poco desplazado y es que él nos había echado mucho de menos. Desde aquí he de decirle que las tardes sin él no son tan bonitas, que le echamos mucho de menos y que estamos deseando que llegue el sábado para disfrutar mucho los cuatro juntos. Ánimo cariño, un par de tardes más que el fin de semana está a la vuelta de la esquina.

Esta tarde bajaremos a la calle y disfrutaremos del buen tiempo, antes de que empiece a hacer menos calorcito. Ojalá se me dé tan bien como ayer la hora del baño y acostarnos. Mañana es mi último día sin empleo y sueldo y a partir del lunes volveré al trabajo. Disfrutaré la mañana con una amiga e iré al médico, tengo un lunar un tanto irregular que me ha crecido (antes era una mancha) y que me gusta más bien poco. Mañana os cuento qué tal nos ha ido el día. Disfrutar también vosotros del buen tiempo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Despacito, pero hacia delante

Hoy, como ayer, mi Pequeñín ha tenido ratos. Debía de ser que se acordaba de que mamá no estaba y lloraba. Se ha despertado muy pronto y a penas ha querido mamar. Se lo he dicho a su profe porque después íbamos con el tiempo justo para ir a la eco de mi Bichito y seguramente no podría darle el pecho nada más salir. Cuando le he recogido, aunque con los ojos rojos, me ha dedicado una amplia sonrisa y unos ojitos brillantes de alegría. Ha dormido 25 minutos y se ha tomado 180ml de biberón, lo cual está muy bien. A mi me ha sentado un poco mal, porque se lo han dado casi cuando yo llegaba, pero menos mal que lo ha hecho porque no sé cómo lo hubiéramos logrado entre el tráfico, llevar a mi Bichito a la eco, aparcar el coche y dar de mamar a mi Pequeñín.

Mi Bichito ha estado muy poquito tiempo y la hemos preguntado si mañana quiere comer y dormir la siesta en la guarde y ha dicho que sí. Así que mañana ella se queda todo el día y yo voy a buscar a mi Pequeñín a las 12:00. Me han dado la opción de ir a darle el pecho, pero creo que en nuestro caso es desaconsejable. El lunes va a estar sin mamá allí 8 horas y si yo voy, tengo la sensación que le va a costar más, así que mañana le llevaré leche de mamá, que está más rica y a las 12:00 le recogeré para estar juntitos.

La eco de mi Bichito era a las 11:15 y hemos entrado a las 11:20. Yo ya la había contado que la iban a hacer una eco, la iban a echar cremita y se la iban a extender con un aparatito que la va mirando por dentro. Ella tenía que estar tumbada y muy quieta y que se iba a portar muy bien. Cualquiera que conozca a mi hija dirá que es una niña muy buena, pues decir buena es poco, mi hija es una santa. Vamos que la falta la aureola que lo confirme. Y es que ha estado tumbada durante 40 minutos!!! Apenas sin moverse y colaborando cogiendo aire. La detectaron un quiste folicular ovárico en el ovario izquierdo y no conseguían ver este ovario. Por lo visto mi Bichito tenía mucho gas y no han conseguido verlo y eso que han venido dos doctoras y han probado todo tipo de aparatitos, más pequeños, planos, alargados y no lo han conseguido. El resultado es que seguramente ya no esté o que haya disminuido su tamaño, pero digo seguramente porque no lo han visto. Cuando llegue el informe lo tengo que llevar a su doctora de cabecera y ella valorará si la tienen que repetir la prueba. Que yo imagino que sí porque si estás buscando un quiste en un ovario y resulta que no ves el ovario, cómo vas a ver el quiste.

Así que hemos llegado a casa un poco cansados y estresados, hemos comido y he conseguido que los dos duerman al mismo tiempo. Mi marido se ha ido a trabajar después de más de un mes de vacaciones y yo me he quedado sola con los dos peques. Nos queda una tarde para compartir juntos y para ponerme a prueba como madre. Esta tarde me toca sola bañarlos juntos, dar de cenar, dar el pecho y acostar a mi Pequeñín, luego cenar con mi Bichito, darla el pecho y acostarla. Tengo la sensación que para hacer todo eso debería de empezar ya, jajajajaja. Me siento un poquito agobiada, pero estoy segura que lo conseguiremos, aunque nos acostemos cuando venga papá, que será sobre las 22:15. Seguro que mañana lo haremos mejor y al día siguiente mejor aún. Si nos retrasamos un poco para acostarnos, el fin de semana está a punto de llegar para recuperar lo que nos ha faltado estos tres días.

Desearme mucha suerte, mañana os cuento cómo nos ha ido!!!

martes, 20 de septiembre de 2011

Muy poquito a poco

Y es que ayer os contaba los malos momentos que estábamos pasando en todo lo que entraña el inicio de la guardería.

El día de hoy ha sido más de lo mismo, pero de forma intermitente. Se ha quedado una hora y cuando le he recogido estaba en brazos de una de las cuidadoras, dormido, con el chupete puesto y todo lo de alrededor de los ojos rojo. Había llorado y mucho, pero de forma intermitente, lo que significa que algo mejor, pero muy poquito a poco.

Dejarle en la guarde está suponiendo un trauma para los dos. Yo apenas consigo conciliar el sueño, me despierto, le miró y no puedo contener las lágrimas. Hoy llevo desde las 4 despierta. Sabía que iba a ser duro, pero no recordaba que tanto. Ahora que vuelvo a pasarlo, recuerdo esa sensación horrible, cómo si te arrancara algo que forma parte de ti. Por mi cabeza han pasado un millón de cosas, todas inviables o imposibles. La realidad es que tiene que ir y por más vueltas que le dé, lo único que voy a conseguir es perder el sueño, pero no puedo evitarlo. Siento un enorme vacío cada vez que le dejo, por suerte, su hermana tiene ese toque que hace que me vaya con una media sonrisa.

Hay que decir que cuando hemos salido del coche y estábamos esperando a que abrieran las puertas, mi Bichito ha cogido a su padre y le ha llevado a la puerta y él le ha preguntado: "¿Has visto algún amiguito?", pero ella ha llegado a la puerta principal, se ha colocado la primera y ha esperado a que la directora abriera. La gusta mucho ir y eso que sólo estuvo ayer tres cuartos de hora. Cuando hemos llegado a dejar a mi Pequeñín y lo ha cogido su profesora, ha dado un paso hacia la clase y mientras movía la mano les decía a los bebés: "Adiós" y tiraba de su padre para ir a su clase. Después de dejar a mi Pequeñín con su profe contento y sonriendo, hemos llevado a mi Bichito a su clase. Se ha abierto paso, se ha puesto la primera en la puerta y cuando su profe la ha dicho "Entra", ella ha entrado tan contenta. Mientras yo hablaba con su profe ya nos hemos despedido de ella desde lejos.

Hoy mi Bichito se ha quedado 3 horas y le han sabido a poco. Si no fuera porque mañana tenemos que llevarla a hacer una ecografía para ver cómo sigue el quiste folicular del ovario, se quedaría el día completo.

Así que, cuando cruzo las puertas de las guarde, me voy con un sabor agridulce, pero con el estómago encogido y con mucha pena por mi Pequeñín. Ojalá hubiera otra solución y pudiera ser yo la que disfrutara de todos los momentos que les va a regalar a sus profesoras. Me encuentro un poco baja anímicamente, espero que pronto pueda contaros que mi Pequeñín ya no llora y que ríe como siempre lo hace. Porque aunque yo sea su madre puedo deciros que jamás he visto a un niño tan risueño como él, con esa sonrisa de "Gusanitos Risi" que tiene y siento una gran pena cuando le veo llorar, porque él nunca llora.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Malos momentos

Después de escribir el śabado sobre nuestra lactancia en tándem, el domingo tuvimos una crisis. Yo le di el biberón que tenía que darle antes de ir a la guarde, se tomó 180ml, se durmió y yo intenté sacarme leche. Después de hora y media conseguí sacarme 100ml entre los dos pechos. Craso error, no debí de estar tanto tiempo. Mi Pequeñín se despertó y al rato quería tetita, pero o no había lo suficiente porque no había dado tiempo a que me subiera o no salía como a él le gustaba. Así estuvimos todo el día, cada hora u hora y media. Qué ocurrió, que al caer la noche y ser la hora de acostarse, estaba demasiado nervioso y no estaba a gusto con el pecho. Así que le hice un bibe y se tomó 100ml. Yo sentía mi pecho como dos pimientos fritos, totalmente vacíos. Encima estaba nerviosa y triste porque hoy tenía que llevar a mis hijos a la guarde. Cuando se durmió, mi amor propio quedó por los suelos, desapareció mi autoestima y me quedé muy triste.

Por suerte tengo a Eloísa para que me eche un cable, me mande un correo explicándome lo que ha pasado y me suba la moral. El problema es que yo hoy no estaba muy animada. He pasado muy mala noche, a penas he dormido y cada vez que me despertaba miraba a mi Pequeñín y se me partía el alma, no quería llevarle hoy a la guarde.

El día ha sido muy duro, durísimo, pero sobre todo para él. Hemos ido los cuatro, le hemos dejado en su clase y nos hemos despedido. Me ha mirado y le he dicho adiós. Se me han llenado los ojos de lágrimas, pero no podía llorar, mi Bichito tenía que verme alegre y feliz. Después mi Bichito ha ido a su nueva clase, con su profe del año pasado, la ha dado un abrazo y ha entrado. Ha tenido su profe que darla la vuelta para que nos dijera adiós.

Tres cuartos de hora después estábamos de nuevo en la guarde. La directora ha ido a por mi Bichito y yo he ido a por mi Pequeñín. Cuando me he asomado le he visto en brazos, no paraba de llorar. La chica me ha dicho que los primeros 15 minutos ha estado bien, pero que después no ha parado de llorar. Le ha tenido en brazos y ni con esas se calmaba. Ha tardado bastante en calmarse, menudo sofoco tenía mi Pequeñín. Llorábamos juntos, qué pena me ha dado. Sé que ha sido muy duro para él y me da mucho miedo y mucha tristeza llevarle mañana. No quiero, pero sé que tengo que hacerlo.

Mañana os contaré como ha ido, yo ya llevo toda la tarde dándole vueltas y con un nudo enorme en el estómago.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Lactancia en tándem

Todavía recuerdo el día que volví del hospital habiendo dado a luz a mi Pequeñín. Era Marzo, hacía calor y me dieron de alta casi a mediodía. Tardamos un poco más porque en la prueba del oído, el oído izquierdo no salió bien y tenían que volverme a citar para que se la repitieran. Muchas veces, en el parto, se les mete materia en los oídos y hasta que no se disuelve no escuchan correctamente.

Su padre había pasado las dos noches con ella mientras yo estaba en el hospital. Me contó que cuando llegó la hora de dormir, le dijo: "Teta" y mi marido le dijo: "Mamá no está". Creo que lo repitió un par de veces más, pero se quedó conforme y se durmió.

Llegábamos a casa a la hora de la siesta y según entramos la escuché en su cuna. Fui a por ella con un amor enorme, el corazón me latía con fuerza y sentía un nudo en el estómago, tenía tantas ganas de verla y de abrazarla. Recuerdo que la cogí y me pareció que pesaba un quintal, el esfuerzo del parto, la sangre que perdí y las dos noches sin dormir, habían hecho mella en mi. La abracé y la llevé al salón. En cuanto me senté con ella en brazos, dijo: "Teta" y yo se la di. Tenía los pechos muy llenos, mi Pequeñín no daba abasto. Los ojos de mi Bichito me miraban y cuando comenzó a mamar se abrieron mucho más. Imagino que se esperaba lo de los últimos meses, muy poquita cantidad. Sin embargo, mis pechos estaban repletos, a punto de estallar, llenos de amor. A mi Bichito le encantó el cambió y comió con mucha dulzura. Me parecía enorme, un gigante, como si hubiera crecido muchísimo en dos días. Le ofrecí el otro pecho, no paraba de mamar y quería estar junto a mi. Yo tampoco quería separarme de ella, la había echado tanto de menos.

No sé en qué momento se despertó mi Pequeñín, sé que ella ya no mamaba. Así que la expliqué que su hermano comía teta, que tenía que compartirla. Puse al pecho a mi Pequeñín y ella quiso también tomar. No me dio tiempo a pensar si lo estaba haciendo bien, cómo tenía que ponerlos, ni lo que estaba haciendo. Simplemente surgió, de manera natural y sin darle más importancia, estábamos practicando lo que se denomina tándem puro. Ahí los tenía a los dos, amamantando a mis dos hijos a la vez. Fue un momento especial, único, me sentí muy feliz en ese instante y, por suerte, pudimos repetirlo muchas veces a lo largo del día, de las semanas y de los meses.

Mi Bichito engordó en 5 días 1 kilo. No paraba de comer, las tomas que solía hacer, las que me pedía y en las que tomaba su hermano. Había pasado una etapa de sequía los últimos meses, ahora estaba recuperando. Poco a poco fuimos bajando el número de tomas y pasamos de las 8 tomas que estuvo haciendo las primeras semanas a 3 a lo largo del día.

La teta fue perdiendo el valor de mío a compartir con su hermano, fue comprendiendo que su hermano sólo y exclusivamente comía teta y que ella tomaba otras muchas cosas, fue aprendiendo que él primero y después ella. La costó, no nos vayamos a engañar, y mucho. Es su bien más preciado y lo tuvo que compartir. Pero fueron pasando los meses y parece que la empezó a resultar menos duro ver a su hermano mamando.

Yo me siento orgullosa de ella, porque aunque hubo momentos de tensión y de lloros, hemos sabido afrontarlos en familia y superarlos. Fue muy duro para ella tener que compartirlo, sufrió, pero lo superamos con mucho amor y con mucho cariño.

La experiencia es maravillosa, sentir a tus dos ojos mamando a la vez es increíble. Como madre me siento muy especial de haberlo vivido, ahora ya no maman a la vez, y de poder continuar con la lactancia de los dos. Sin embargo, la lactancia en tándem es dura. Hay muchos momentos de estrés, de no saber, de no querer. Ya os conté aquí que yo en el embarazo sufrí la agitación del amamantamiento y fue muy duro. El agarre y la succión del mayor nada tienen que ver con la del recién nacido, es mucho más fuerte, más vigorosa. Su lengua produce en algunos momentos excitación y a mi me incomoda. Así que, en parte, sigo sufriéndola. Intento que las tomas no sean demasiado largas, de entre 3 y 5 minutos y del pecho que menos me molesta, que como me sucedía en el embarazo es el derecho. Es un pequeño problema físico, sin embargo, ambas queremos seguir con la lactancia. Emocionalmente para mi es importante dar el pecho a mi Bichito y a mi Pequeñín, es mi deseo como madre y como mujer. Me siento feliz por ello, aunque haya momentos un poco duros, sobre todo para mi Bichito y para mi, pero hay tantos momentos de ternura, de amor, que no quiero perder.

Cada mañana en estos últimos meses, mi Bichito venía a la cama antes de ir a la guarde, se subía en ella, me miraba y decía: "Teta". En cuanto la veía se iluminaba su cara y en tinieblas tomaba su tetita mientras yo veía esos enormes ojos que me decían: "Hmm, mamá, qué rica está". Después la deba un beso, acercaba su naricilla a mi pezón y lo movía simulando un beso de esquimal.

Ahora ya no hace esa toma mañanera, pero al llegar su hora de dormir la siesta o justo antes de acostarse cada noche, tenemos nuestro momento especial. La pongo en mi regazo y me descubro la teta, en cuanto la ve se la ilumina la cara y sus ojos brillan con más fuerza. Ella muy dulcemente la agarra, la da besos, la abraza y la dice "Hola teta". La coge con sus dos manos, apoya su cara contra ella y la apretuja, como si la abrazara, mientras se la oye decir por lo bajini "Hmm, teta". No puedo dejar de sonreír cada día cada vez que lo hace, me parece tan maravilloso, tan dulce. Entonces cierra los ojos y comienza su tetada. Unas veces me cuesta más, otras menos, sobre todo depende y mucho del pecho que la dé. Yo no quiero perderme este momento del día, por mucho que a veces me de un poco de "cosilla". Pero lo hacemos juntas y nos gusta. Soy yo la que la dice: "Bichito, ya", si no por ella podíamos estar 10-15 minutos mínimo. Ella abre la boca y entreabre sus ojillos y me dice: "Un poquito", vuelve a cerrar los ojos y mama un poquito más. Después abre ella la boca y dice "Ya", la da un beso, la acerca su naricilla y le da un besito de esquimal, levanta su brazo y hace el gesto mientras le dice "Adiós teta" y se tumba en su cama a dormir.

A veces pienso si mi Pequeñín será igual y no me da la misma impresión. He llegado incluso a pensar que mi Pequeñín se destetará antes, quizá me dé esa sensación porque con él no ha habido ningún problema para darle el biberón y tengo miedo que no quiera "trabajar" ahora que en la guarde van a empezar a dárselo. A día de hoy, con casi 26 meses de lactancia, sigo viendo la cara de desaprobación cada vez que alguien me pregunta "¿Sigues dándola el pecho?", pero me da igual. He de reconocer que para mi es fácil porque nadie puede compartir nada más que yo ese momento tan íntimo con ella cada día y eso me da una fuerza tremenda.

Soy muy feliz dando el pecho a mis hijos y espero que este post pueda ilustrarlo  y que podáis haceros una idea de como me siento. Dar de mamar a mis hijos es la mejor decisión que he tomado y hemos luchado todos para conseguirlo y hacerlo realidad. Estos tres últimos meses, en los que el sufrimiento por compartir el pecho de mi Bichito ha cesado, he disfrutado mucho de la lactancia. Es un regalo mutuo que nos hacemos cada día y me hace sentir muy especial, única, irreemplazable.

Sé que me dejo muchas cosas, muchos momentos buenos y algún que otro regular, pero os animo a descubrirlos a todas aquellas personas que pueden hacerlo. La decisión de destetar al mayor es de cada uno, pero se puede dar de mamar a los dos y disfrutar muchísimo con ello.

Quizá sea porque ahora comienza una etapa un tanto oscura y desconocida para mi y tengo miedo de que mi Pequeñín se destete y no pueda disfrutar tanto tiempo de la lactancia materna como lo está haciendo mi Bichito. Me siento un poco intranquila y espero y deseo que él siga amamantándose y que podamos continuar, hasta que ellos deseen, con la lactancia materna en tándem.

viernes, 16 de septiembre de 2011

La vuelta al cole y Arnidol

La semana 37 del calendario ha sido la elegida para la vuelta al cole, unos una semana antes u otros, tan afortunado como nosotros, que volvemos la semana que viene. Pero el mes de septiembre siempre se ha caracterizado por el comienzo de un nuevo curso.

Mi Bichito y mi Pequeñín empezarán el lunes y, por tanto, comenzaremos con nuestras nuevas rutinas. Atrás quedarán las vacaciones, comer tarde, acostarse a última hora y disfrutar de todas las horas de sol posible.

Poco a poco tendremos que amoldarnos a esta nueva etapa en la que nosotros nos repartiremos la tareas como podamos y como nuestros horarios nos lo permitan e intentaremos estar con nuestros hijos el mayor tiempo posible.

Intentaremos aprovechar las horas de sol del día y bajaremos a la calle después de merendar a que mi Bichito corra, juegue con la arena, se suba a su moto y disfrute con sus amiguitos. Y dentro de nada, a lo largo de este nuevo curso, mi Pequeñín empezará a gatear, a inspeccionar todos los rincones del parque y después a andar.

Espero que las profesoras, tanto de mi Bichito como de mi Pequeñín, tengan también a mano una barrita mágica, porque con los peques estoy segura que habrá más de un chichón. En el bolso, como desde que mi Bichito empezó a gatear, llevaré mi gel stick de Arnidol, mi barrita mágica, por si alguno de mis peques o de sus amiguitos se dan un pequeño golpe. Porque a veces es imposible evitar la caída, pero podemos ayudarles a bajar la inflamación y calmar un poco el dolor.

El próximo lunes, afrontaremos la vuelta a la guarde de mi Bichito y el comienzo de ella de mi Pequeñín con un poco de tristeza, porque separarnos va a ser muy duro.  Pero iremos con alegría y con una gran sonrisa y esperaremos que nuestros hijos se adapten lo mejor y lo antes posible.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Recogiendo

Después de exactamente 24 días, de ir 3 días a Barcelona, 4 a Tarragona (2 de ellos a Port Aventura) y estar 17 días en Oropesa del Mar, vamos a dar por finalizadas nuestras vacaciones y esta noche nos volvemos a Madrid.

Han sido unas vacaciones estupendas, en las que hemos disfrutado un montón los cuatro, hemos hecho un montón de cosas nuevas y nos hemos divertido mucho juntos.

Ayer, por la mañana, para terminar nuestras vacaciones, mi marido alquiló una bici con silla para llevar a mi Bichito a Benicassim por una senda a través de la montaña. Por la tarde, estuvimos en un mini parque con atracciones y una gran piscina de bolas y mi Bichito se lo pasó en grande. Fuimos y volvimos en un tren turístico que la encanta y desde el que va saludando a todos los viandantes, aunque a ella no le saluda nadie. Cenamos y volvimos a casa a las 23:00. Ni que decir tiene que intenté que mi Pequeñín se durmiera, pero es que no hay manera. Se ha despertado a las 8 de la mañana, había hecho una toma a las 6, y ya no hay manera de que se duerma. En fin, que ya me levanto preocupada por él y por su descanso y espero que a lo largo de la mañana se duerma otro poquito, aunque no tengo todas conmigo.

Hemos pasado días maravillosos y días un poco más estresantes de lo que deberían, pero un niño y un bebé pueden llegar a desquiciarte en un abrir y cerrar de ojos. Volvemos con energía renovadas, con ganas de afrontar los nuevos retos que nos depara el año, con la fuerza necesaria para soportar las próximas semanas.

Mis hijos han crecido y mucho, parece como si de repente, en menos de un mes, hubieran avanzado un montón. Me fui de Madrid con dos bebés y tengo la sensación de que me vuelvo con un bebé y una niña. Este mes ha sido increíble, he disfrutado mucho de ellos, los he exprimido al máximo y me quedo con ese juguillo para que me de las fuerzas necesarias cuando me toque separarme de ellos para volver al trabajo.

Muchas son las cosas que tengo que hacer en cuanto lleguemos de madrugada a casa, entre ellas poner un cubre al colchón de mi hija, no lo vaya a estrenar nada más llegar, rellenar los papeles que tengo que entregar en la entrevista con la profesora de mi Pequeñín mañana a las 8:00. Y otras muchas a lo largo del finde, recoger la cinta para marcar la ropa, comprar todo lo que necesitan mis peques para la vuelta a la guarde y dejarlo todo preparado para la semana que viene.

Os diría que tengo ganas de volver a mi hogar, pero os mentiría. Me encanta estar con mis hijos y sé que la vuelta a casa es la vuelta a la rutina, a enfrentarnos a un nuevo curso a volver al trabajo. Hay gente a la que volver a "recuperar" su vida les gusta y hasta les viene bien, a mi no, a mi me encantaría seguir con mis hijos y disfrutar de ellos 24 horas, pero es lo que hay y no hay más vuelta de hoja.

El próximo post lo escribiré desde casa, a las 21:00 saldremos hacia Madrid, desearnos buen viaje.

martes, 13 de septiembre de 2011

Escuela Infantil y Primeros Biberones

Últimamente no paro de comentaros que mis hijos empiezan a ir a la escuela infantil el próximo lunes y mi mundo gira ahora mismo en este momento. Y es que no hay cosa más dura para una madre que separarse de sus hijos, aunque sea poco tiempo. Por desgracia el poco tiempo será durante unos días y antes de que yo empiece a trabajar.

Desde el sábado hemos empezado a adelantar horarios. Los bañamos a las 20:00-20:30 y mi Pequeñín se duerme entre las 20:30 y las 21:00 y mi Bichito entre las 21:30 y las 22:00. Todavía nos toca pulirlo un poquito y adelantarlo algo más, pero empezaremos el viernes cuando lleguemos a Madrid.

También tengo en la cabeza las cosas que debo de comprar para este curso, suero fisiológico, biberones, peines, pañales, cremita y demás. Tengo encargadas las tiras para la ropa con el nombre de mi Pequeñín y este fin de semana tendré que ponerme a ello.

Hemos adelantado la vuelta un día, para que duerman en sus respectivas camas un par de días antes de empezar la guarde. De hecho desmontaremos la minicuna en Oropesa y en Madrid ya no la montaremos, pasaremos la cuna a nuestra habitación (denominada desde hace unos meses la habitación de mi Pequeñín) e intentaremos ponerla en sidecar.

Como no le he hecho a mi Pequeñín un banco de leche para la guarde y no sé si conseguiré sacarme en el trabajo para todas las tomas, el otro día compre leche de iniciación. Ayer le di su primer biberón de leche de iniciación y lo intenté después de haberle dado de mamar. Qué paso? Pues que no quiso, que se comió 20ml como mucho. Y yo tan contenta, para que nos vamos a engañar, eso de tener la sensación de que sólo le alimentas tú, sienta tan bien. Pero hoy le he dado 60ml antes de darle tetita y se los ha comido. Al principio no quería, pero una vez que le ha cogido el tranquillo, se lo ha tomado todo. Después le he dado su tetita y aquí tengo una muy llena, menos mal que tengo a mi Bichito pululando por aquí por si necesito que me vacíe.

Lo que más pena me da es que va a perder ese olor tan fantástico e inigualable que tienen los bebés de pecho. El olor que desprende es embriagador. A veces meto mi naricilla en su boca, cierro los ojos y dejo que ese olor me invada. A medida que vaya introduciendo nuevos productos en su alimentación irá perdiendo ese olor que tanto le caracteriza, el olor a mi leche, el olor a leche materna.

Me quedo más tranquila sabiendo que a mi Pequeñín no le da reacción la leche de iniciación y que puede tomarse un biberón en la guarde si fuera necesario. Imagino que me preguntarán en la entrevista de cuánto los toma, pero estoy segura que ellas mismas podrán comprobarlo si fuera necesario, porque yo no tengo ni idea y no creo que lo compruebe.

De hecho esta mañana me ha llamado la profe de mi Pequeñín, dado que no hemos tenido la entrevista inicial porque estábamos de vacaciones, yo iría el lunes a las 8:00 para hablar con ella y contarle un poco cómo es mi Pequeñín. Pues me ha llamado y me ha dicho que el lunes no está, que si tengo la posibilidad de llevar a mi Pequeñín directamente el martes. Como volvemos la noche del jueves al viernes he preferido adelantarlo y así llevarle el lunes junto a mi Bichito. Y es que la adaptación a la guardería, la separación de sus padres después del verano, tiene que ser difícil y si encima ve que la dejo y que mi Pequeñín se queda con nosotros, creo que será peor. Así que prefiero que ella nos acompañe a dejar a su hermano y luego dejarla a ella y así que sepa que su hermano está también allí y que puede ayudarnos y cuidar de él. Estoy segura que así le será menos traumático.

Nos fuimos de vacaciones con una pequeña a la que la habíamos empezado a quitar el pañal y volvemos con una niña que no lleva pañal, que es un encanto, que es muy responsable para la edad que tiene y que cada día me siento más orgullosa de ella.

Sé que lo voy a pasar muy mal y creo que mi Pequeñín también, sin embargo, creo que mi Bichito se lo va a pasar muy bien y disfrutará junto a su profe (la del año pasado) y sus nuevos compañeros (algunos los del año pasado) y espero no equivocarme (y quiero no equivocarme).

Gracias a la profe de mi Bichito la adaptación de mis hijos se hará en el mismo horario:
Lunes y Martes de 9:00 a 9:45
Miércoles de 9:00 a 10:30
Jueves de 9:00 a 12:00
Viernes de 9:00 a 15:45
Y a partir de mi incorporación al trabajo, lunes 26, empezaran a hacer el horario completo, de 8:00 a 15:45.

Lo hemos pasado genial estas vacaciones y mi Pequeñín y yo llevamos casi 6 meses sin separarnos. Uff, qué mal lo voy a pasar, no quiero separame de ellos y mejor voy a intentar pensar en ello lo menos posible, porque se me pone un nudo en el estómago enooooooooooooooorme...

sábado, 10 de septiembre de 2011

Los horarios de mi Pequeñín

Cada día estoy más preocupada por los horarios de mi Pequeñín. Y es que desde que nació no hemos podido ocuparnos de él como lo hicimos con su hermana, ni hemos podido seguir los ritmos que un bebé necesita.

Los horarios de mi Pequeñín han estado condicionados por los de mi Bichito. Mi Pequeñín nunca ha sido de dormir mucho, pero sí de comer mucho y aunque he intentado acostarle antes que a mi Bichito y más o menos a la misma hora, nunca he podido hacerlo con tanta dedicación como lo hice con mi Bichito.

Antes de que mi Bichito empezara las vacaciones, bañaba a mi Pequeñín por la mañana para que no me quitara tiempo en la tarde de dedicarle a mi Bichito, le intentaba acostar entre las 20:30 y las 21:00 y se dormía un par de siestas a lo largo del día, a veces, incluso tres.

Pero desde que estamos de vacaciones duerme todavía menos y sigue los ritmos de su hermana. Y claro, él es un bebé y ella una niña de 2 años y necesitan cosas diferentes. Pero es que él no quiere dormir y cuando quiere, ella no le deja. Sus gritos o sus lloros siempre le despiertan y no hay manera de que descanse. Desde que estamos de vacaciones se acuesta tarde y duerme una única siesta. Si se duerme antes, la siesta de mediodía es muy corta y ya no vuelve a dormir hasta la noche.

Yo estoy muy preocupada, sin embargo, mi Pequeñín está todo el día riéndose, ajeno a la falta de sueño y de descanso. Juega con su cadena de bolas y su chupete, sonríe, nos mira mientras nos bañamos y se ve que es un niño feliz. Pero yo no puedo evitar sentir que le estoy fallando, que debería de haber estado más con él, pero echo de menos a su hermana y no quiero tener que separar sus necesidades.

Como dentro de poco empiezan a tener que ir a la guarde, hemos empezado a acostar antes a mi Bichito y, por lo tanto, a mi Pequeñín, nos despertaremos antes, comeremos antes, dormiremos la siesta antes y cenaremos antes. Un poquito cada día, para que no nos pille de sopetón el día 19. Ayer lo intentamos y mi Pequeñín, que se había despertado a las 16:30, no quería dormirse y eran las 21 de la noche. Además había dormido poca siesta y estaba agotado. Sin embargo, lloraba cuando le tumbaba y no quería el pecho. Parecía como si le doliera algo, pero al final se durmió una hora después. Hoy se ha despertado cuando me he levantado de la cama, a las 9:30. A dormido muchísimo, jamás lo había hecho tanto y se debe a que está agotado. Se ha echado una siesta de 1:15 y otra de 30 minutos y aquí está conmigo como loco jugando y estoy segura que no se dormirá hasta la noche.

Me preocupa mucho su descanso y, sin embargo, poco puedo hacer si él no quiere dormir. Por qué me siento tan mal, estoy como acongojada y tengo la sensación de que no descansa por mi culpa, que no he sabido compaginar a mis dos hijos. Sólo espero poder hacerlo cuando mi marido vuelva a trabajar en turno de tarde el día 21 y estemos los tres solos para la merienda, la cena, el baño y la hora de irse a acostar. Uff, sólo pensarlo me tiemblan las piernas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Ganadores del viaje a París de Arnidol

Han pasado ya tres meses desde que escribí una entrada en la que os contaba que Arnidol sorteaba entre las personas que se apuntaran a su página, un viaje al Parque temático de París.

Arnidol ya ha regalado este viaje a otras familias. Los afortunados han podido disfrutar de un fin de semana con sus personajes favoritos de animación. Podéis ver las imágenes de su experiencia en la página web de Arnidol (www.arnidol.es).

Realizado el nuevo sorteo, tengo el gusto de felicitar a la familia que va a disfrutar de un viaje que lleva a dos adultos y dos niños a uno de los parques temáticos más emocionantes de la capital francesa. Se trata de
Omayra Merino 

Muchas felicidades!!! Deseo que disfrutéis muchísimo. Tenemos muchas ganas de poder ver alguna imagen de vuestra experiencia.

Estoy segura de que no olvidaréis llevaros vuestra barrita mágica. Gracias a ella y al poder antiinflamatorio y analgésico de la Arnica y el Harpagofito, el golpe de mi Bichito estas vacaciones se quedó en un fuerte golpe y un moratón en la frente.

Y es que llevarlo siempre encima nos ayuda a aliviar a nuestros pequeños de esas caídas que no podemos evitar. Arnidol es muy fácil de usar, basta con extender un poquito de su stick por el golpe y dejar que sus componentes actúen. Si todavía no tenéis el vuestro y queréis adquirir uno, podéis encontrarlo en farmacias y parafarmacias.

Y ahora, a disfrutar en familia!!!

jueves, 8 de septiembre de 2011

Qué contenta estoy

Como os conté el próximo día 26 me incorporo de nuevo a trabajar, pero no sabía exactamente donde.

Llevo más de tres años trabajando en la administración pública. Trabajo en una empresa de consultoría, estoy licenciada en matemáticas con perfil de computación y soy analista programadora. Muchas de las aplicaciones de la administración pública salen a concurso y las realizamos personal externo.

Antes de trabajar para la administración pública lo hice en banca y el nivel de estrés y de trabajo no es el mismo. Además yo me cambié de empresa por el acoso y derribo, las horas sin pagar y sin agradecer, los fines de semana para otros y las pocas o nulas gratificaciones. Busqué una empresa con sindicato, que pagara las horas extras, los esfuerzos y los fines de semana, una empresa grande. Y cambié de sector, porque estaba cansada de echar tantas horas, aunque he de decir que aprendí mucho, y porque quería tener una vida en común con mi pareja y tener hijos. Necesitaba estar más relaja y centrarme en lo realmente importante construir una familia.

Cuando me quedé embarazada de mi Bichito y me dieron la baja médica tan pronto, pensé que me sustituirían. Por suerte no fue así y volví a mi puesto de trabajo con jornada reducida, sin tener ningún problema ni sentirme rechazada. Otra compañera que se fue a reincorporar después de su baja por maternidad no pudo hacerlo, porque ya no la necesitaban. Cuando esto ocurrió yo ya estaba embarazada de mi Pequeñín y he tenido mis dudas. De hecho a lo largo de mi embarazo hubo recorte de personal y creí que me tocaría a mi. Por suerte no pasó, pero pensé que esta vez ya no me incorporaría a trabajar, me habían buscado un sustituto que va a quedarse, así que pensé que no querrían que volviera.

Sin embargo, ayer por la mañana recibí la llamada de mi Gerente que me ha confirmado que el próximo día vuelvo a mi cliente, que no ha mi puesto. Mi puesto, mi ordenador, mi mesa, mi silla, mis cajones, están ocupados por mi sustituto que va a quedarse. Pero estoy segura de que tendrán una nueva mesa para mi, una nueva silla (aunque sea de quinta mano), un nuevo ordenador (aunque ya haya estado usado), unos cajones donde meter el bolso y las mil cosas que se van acumulando en ellos. Sea como sea, no me importa lo más mínimo, porque lo que verdaderamente me importa es que vuelvo a mi trabajo, a mi cliente, con mis compañeros y con mi amiga (tú sabes quien eres).

No tengo ganas de volver, pero estoy muy contenta que sea a mi trabajo, aunque no sé a qué proyecto será, pero no me importa. Esto hace que me sienta bien y muy tranquila, tengo cliente y mientras así sea, tendré trabajo. Mi cliente me da la tranquilidad de poder aparcar cerca si llego a las 7:30, de salir si mis hijos se ponen malos, de adelantar la salida si al día siguiente hago más horas. Me da una tranquilidad que pocos trabajos lo hacen. Porque si además es duro dejar a tus hijos en la escuela infantil mientras tú te vas a trabajar, si ya lo haces a un sitio desconocido, debe de ser mucho más difícil.

Ayer fue un gran día y hoy también. Hoy es mi aniversario de boda, hace 4 años me casé con el padre de mis hijos, con el amor de mi vida, con mi alma gemela, con el hombre más maravilloso del mundo. Es fantástico levantarse cada día a su lado y compartir con él la vida. Gracias a él tengo dos hijos preciosos, soy una mujer muy feliz, que se enorgullece del padre que es, de saber que ha elegido al único hombre que la haría feliz y la hace sentirse como una reina (unos días más, otros menos). Hijos míos debéis de estar orgullosos porque tenéis el mejor padre del mundo ENTERO!!! (como diría mi Bichito)

Ale, gracias por estos 4 años siendo tu mujer, por las risas, por los lloros, por el cariño, por las noches sin dormir, por las siestas, por las miradas, por los guiños, por los besos, por los abrazos, por los masajes, por los mimos, por las caricias, por estar junto a mi, por apoyarme, por sonreír, por luchar por mi y quedarte a mi lado, por elegirme, por cambiar tus convicciones y satisfacer las necesidades de tus hijos, por querer tanto a tus hijos, por ser feliz, por el amor que nos das, por hacernos felices, por lo que nos quieres, por lo que te queremos, por todo gracias.

Te quiero mi vida. Feliz Aniversario

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Primera noche sin pañal

Los niños nos sorprenden en muchas ocasiones. Hace poco os contaba que el 13 de Agosto fue el día elegido para quitarle el pañal a mi Bichito y también os decía que le quitaríamos el pañal de la siesta en Oropesa. Pero que el de por la noche era muy complicado, porque se levantaba con él empapado. Nosotros le dejamos un vaso de agua en la cama, por lo que a lo largo de la noche va bebiendo y claro, tiene ganas de hacer pis. De esto no hace ni dos semanas que os lo conté, pero en cuanto vinimos a Oropesa le quitamos el de la siesta y esta noche ha sido su primera noche sin pañal. Lleva muchos días levantándose con el pañal seco y pidiendo hacer pis en mitad de la noche si tiene ganas. Es increíble que se despierte y en mitad de la noche se la oiga: "Papá, pis" o que salga de su habitación y ella sola se vaya al baño, pero como la puerta está cerrada, venga a la cama y diga "Pis". Me tiene alucinada y muy sorprendida. Me siento tan orgullosa de ella.

Lo único que no acaba de controlar es la caca, porque son pocas veces las que lo dice antes de hacerlo, normalmente lo dice en el justo momento, por lo que no nos da tiempo a llegar. Pero yo creo que eso es lo de menos y que poco a poco lo irá controlando. Aguantar el pis, sin embargo, no tiene secretos para ella y va al váter de mayores con total tranquilidad y sin adaptador. Aunque si está su orinal, siempre lo prefiere.

Así que mi Bichito, mi hija, mi pequeña, ya no lleva pañal. De golpe y porrazo parece que este verano se ha hecho grande, se ha hecho mayor. Y es que los hijos crecen a mucha velocidad y da miedo mirar hacia el futuro y encontrarme dentro de 10 años con una adolescente, ¿sobré hacerlo?

Por ahora hemos apartado la talla 4, aunque no por mucho tiempo, porque mi Pequeñín va creciendo cada día más y muy rápido. Por suerte él sigue siendo bebé y tardará todavía unos cuantos meses en empezar a andar, a querer hacerle todo solo y a dejar de necesitarme tanto.

Y es que nuestro hijos crecen demasiado deprisa y parece que se nos van a escapar esos momentos maravillosos y únicos. Pero lo cierto es que vienen otros muchos momentos únicos y maravillosos que puedes compartir con ellos y junto a ellos. Porque pasan de ser totalmente dependientes de nosotros a tener que acompañarles y que ellos compartan su tiempo con nosotros.

Criar a un hijo es maravillo. Así que a dos os lo podéis imaginar...

Resultado: Acaba de hacer pis en la cama después de 11 horas durmiendo y os prometo que hace 5 minutos he pasado a verla y estaba sequita. Es la ley de Murphy, veremos a ver qué pasa esta noche.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Besitos

Hace ya casi un año que escribí esta entrada, la primer vez que mi Bichito me dio un beso. Desde entonces han caído muchísimos besos unos más grandes, otros más pequeños, fuertes o blanditos, secos o húmedos, amorosos, cariñosos, de dolor, de miedo, curativos... De muchos tipos.

Me encanta darla besos, quizá demasiados o quizá hemos abusado, porque lleva poco más de un mes que se limpia nuestros besos. Es una cosa feísima, ver como tu hija se limpia un beso tuyo no gusta nada y a veces te parte el corazón. Y es que al principio no le di ninguna importancia y me hacía hasta gracia: "Pero bueno, Bichito", pero ahora no me gusta ni un pelo. Antes no le decía nada, pero al ver que no ha dejado de hacerlo, se lo digo, que quitarse los besos de los papás es muy feo.

Tuvo una época, sobre todo la última semana antes de irnos de vacaciones, que no quería ni mi beso antes de acostar. Quizá fuera porque terminábamos discutiendo todos los días a la hora de irnos a la cama y era su forma de expresarlo. A mi me daba mucho pena escucharla: "Beso no", pero ella no quería que se lo diera y tenía que aceptarlo. Así que salía de su habitación todas las noches con el alma encogida. 

Desde que estamos de vacaciones se limpia mucho menos nuestros besos y nos da muchos más. Pero es algo que me ha tenido muy preocupada, porque no sé si es una etapa que pasan muchos niños o es que quiere llamar nuestra atención de alguna manera.

¿Y por qué se limpia nuestros besos? ¿Dónde lo ha visto hacer?

Por suerte, está todo el momento que puede colgada de mi y me da besos y me reclama. Le gustan mis mimos, mis juegos con ella y estoy algo más tranquila. Aún así, cada vez que la veo limpiarse tanto mis besos como los de su papá, mi corazón se contrae y me siento mal. No lo puedo evitar, se me comprime el alma verla cómo se pasa su manita sobre la zona en la que la hemos dado un beso como símbolo de nuestro amor hacia ella.

Esta mañana, sin ir más lejos, mi marido me ha dado un beso y me lo ha limpiado!!! Con lo besucona que soy yo, con lo que me encantan los besos de mi familia y encima me los quita!!! Menos mal que para llevarla la contraria mi marido me ha dado un montón de besos y hasta ella también me ha dado alguno. Pero no entiendo esa manía que la ha dado por limpiar los besos.


En fin, espero que sólo sea una etapa y que deje de hacerlo, porque no me gusta nada de nada.

¿Vuestros hijos han pasado por esto?

sábado, 3 de septiembre de 2011

Delicias al horno

Se nota que ha llegado septiembre. Recuerdo con mucho cariño las campañas de colecciones de Planeta DeAgostini justo antes de empezar el cole. Las recuerdo porque mis padres me compraron algún primer número para ver si nos gustaba y nos suscribíamos, por ejemplo, la de miniaturas.

Como no podía ser de otra manera, esta semana han llegado a los kioskos un montón de primeros fascículos de distintas y variadas colecciones. Entre ellas una que había llamado especialmente mi atención y no porque la hubiera visto en la tele, sino porque cuando estuve en Barcelona con LadyA, nos trajo unos cupcake de carrot cake riquísimos, que había hecho con los moldes de la primera entrega. Me dijo que había cosas riquísimas y que todo tenía una pinta buenísima.

Así que la estuve buscando por los kioskos de Oropesa, pero estaba totalmente agotada. Ayer, que Gemma vino a vernos, la trajo consigo.

Delicias al horno es fantástica, es una colección de fascículos y moldes de siliconas con los que podrás preparar cientos de platos dulces y salados y utensilios para decorar tartas y pasteles.

Cada fascículo viene dividido en siete secciones para facilitar la lectura y la búsqueda de recetas: Pasteles Tradicionales, Panes y Tartas Saladas, Alta Repostería, Pasteles para Celebraciones, Galletas y Pastelitos, Postres y Preparación y Horneado. Además, en cada receta, encontraremos datos adicionales y más información: Trucos, El origen de..., Últimos toques, Variantes y El Consejo del Chef, que nos ayudarán a que nuestras creaciones queden espectaculares. Con cada fascículo recibiremos un molde o un conjunto de pequeños moldes con los que preparar un sinfín de recetas u otros muchos accesorios de repostería para decorar nuestras tartas y pasteles. Estos moldes de silicona son realmente atractivos por sus colores, por su flexibilidad, por la facilidad para limpiarlos, porque son muy resistentes al frío y al calor y además se pueden meter en el microondas y en el lavavajillas.

Las recetas tienen una pinta estupenda y con sólo echarle un vistazo al primer fascículo, se te hace la boca agua: cupcakes glaseados, focaccia de tomillo y romero, macorrons, pastel Saint Honoré, hojaldres mediateráneos, galletas de jengibre, pastel dundee y coulant de chocolate.

Así que ayer por la tarde, después de que Gemma y su pequeña se fueran, mi Bichito y yo nos pusimos a hacer magdalenas. A ella los moldes la encantaron y me ayudó a rellenarlos. Lo malo fue que como ni tengo peso ni una batidora de varillas, lo hice a ojímetro y me han quedado un poco dulces. Pero los moldes fueron geniales, las magdalenas no se abrieron y las pude desmoldar perfectamente. Esta mañana nos las hemos comido y de 16 que hice, sólo quedan 4 y media (nos comimos 3 anoche).

Puedes conseguir esta primera entrega de Delicias al horno de Planeta DeAgostini por tan solo 2,99€ en cualquier kiosko o librería, pero también puedes suscribirte a la colección a través de internet y participar en el sorteo de 5 iPad 2 de Apple. También tienes información exclusiva en su página de facebook.

Os animo a probar nuevas recetas sencillass y deliciosas para compartit con vuestros hijos. Si os animáis a comprar esta primera entrega o ahacer la colección completa no olvidéis contarme qué os ha parecido.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Roles

A sabiendas que esta entrada puede valerme una discusión con mi marido, voy a hacerla.

En la vida vamos asumiendo ciertos roles que nos van condicionando y que nos "obligan" a hacerlo siempre.

Por norma general en la mujer recae el peso de la casa, de la unidad familiar y por desgracia, en la mayoría de los casos, ni siquiera está reconocido.

En mi casa, cada uno hemos asumido unos roles, yo me ocupo de las ropas, de las comidas y me preocupo de casi todo de los niños, ya sea la guarde, lo que necesitan o la ropa que se ponen ese día. Mi marido se encarga del mantenimiento de la casa y de las cosas nuevas que hay que hacer en ella y me echa una mano con los niños y la casa.

Sin embargo, siempre que mi marido friega los cacharros le doy las gracias. Y a veces me da rabia porque cuando hago muchas cosas me parece que no se reconoce, que se da por supuesto que eso me toca a mi y parece que el peso familiar es fifty-fifty y yo creo que no es así.

Por suerte y desde mi quinto mes de embarazo, mi marido baña cada noche a mi Bichito y disfrutan mucho juntos. Mi Bichito ha aprendido muchas cosas gracias a mi marido y al tiempo que pasan juntos. Mi Pequeñín, sin embargo, si no es un 100% mío es por poco, quizá un 98%. A medida que él sea más autónomo, se podrá unir en los juegos con su hermana y así disfrutar juntos con su padre. Desde que di a luz, mi marido se ha ido encargando cada vez más de nuestro Bichito para que yo pueda encargarme de nuestro Pequeñín.

Pero lo que sí que he aprendido en este viaje, es que además de estos típicos roles de "reparto de tareas", han salido otros nuevos en las rutinas de nuestro Bichito.

Mi marido se pone muy nervioso a la hora de la comida. Yo siempre he dejado a mi Bichito jugar con la comida y comer con las manos, que experimente y aprenda y que poco a poco vaya utilizando los utensilios y así lo va haciendo. Él se pone un poco más nervioso, pero aquí soy yo la que mantengo la calma, la que me ocupo (si mi Pequeñín no me necesita, que habitualmente me reclama en esos momentos), la que converso con ella sobre la comida.

Pero cuando llega la hora de dormir, aquí pierdo yo los nervios y decididamente este es el súper-rol de mi marido. Yo no puedo, me saca de quicio, me pongo muy nerviosa y ya la he gritado más de una vez (con su correspondiente disculpa). Sin embargo, mi marido tiene esa paciencia especial que le caracteriza y que le hace único. La rasca la espalda, la cuenta caracoles hasta que se duerme, la relaja. Yo no puedo, me pongo muy nerviosa y últimamente se lo dejo a él. En Madrid me peleaba cada noche con ella, pero desde hace unos días es él el que se encarga de acostarla después de tomar su tetita, hay días que funciona mejor que otros, pero desde luego, para esto, tiene mucha más paciencia que yo.

Gracias a que él ha ido asumiendo responsabilidades y nuevos roles, yo he podido dedicarme más a mi Pequeñín. A mi Bichito la quiero con locura, pero es mi Pequeñín el que me necesita mucho más. A veces le miro y le envidio, porque hay cosas que comparte con ella que yo no puedo por las circunstancias, pero soy tremendamente feliz porque la conoce perfectamente, sabe cómo es su hija, cómo cuidarla, cómo mimarla, cómo disfrutar de ella. Si tuviera que dejarla con alguien, nadie la cuidaría mejor que él, porque sabe atender perfectamente sus necesidades.

Es impresionante lo que ha cambiado su relación desde que me quedé embarazada de mi Pequeñín, poco a poco fue ocupándose más de ella y dedicándole todo su tiempo. Ahora son uña y carne, disfrutan juntos, ríen, se van a la playa, hacen castillos, se bañan, me intentan coger el culo corriendo. Es maravilloso verles juntos y se nota que mi Bichito le quiere con locura. Me da mucha envidia, pero reconozco que ese es su espacio, que se lo ha ganado y sé que disfrutar de ella es lo mejor que le ha pasado en la vida.

Un día me dijo: "Tú la tienes ganada desde que se levanta, yo me la tengo que trabajar todo el día para que antes de acostarme me de un beso y un abrazo". Y os aseguro que lo hace, se lo trabaja cada día y obtiene resultados porque yo cada día los veo más unidos.

Estas vacaciones nos han traído nuevos roles, que hemos ido asumiendo con total normalidad y teniendo siempre presente la necesidad de nuestros hijos.

¿Cómo os apañáis vosotros?