Nuestro fin de semana de Carnaval

Me llamó la directora de la Escuela Infantil el viernes por la mañana, mi Pequeñín llevaba dos cacas tan líquidas que ya sólo le quedaba el pantalón y la camiseta que llevaba puestos, el pantalón del disfraz estaba sucio además de tener un olor asqueroso. Yo había pedido salir antes del trabajo para ir a casa, picar algo, disfrazarme y ya ir a la guarde, así que pensé en pasar por allí, recoger el pantalón, lavarlo y meterlo en la secadora. Y así hice.

Mi madre se vino conmigo y se disfrazó de bruja con nosotros. Recogí a mi Pequeñín, ya sin body después de haber hecho 4 cacas líquidas y ácidas. Mientras le daba el pecho, mandé a mi madre a por mi Bichito y la directora volvió y me comentó que mi Bichito estaba peor que mi Pequeñín, llevaba ya 5 cacas. Cuando fui a por ella me la encontré sin bragas, con un pañal, por si acaso y sin ropa limpia. Estaba mi madre a punto de ponerle un pantalón de otro niño, que muy amablemente nos había dejado su profe, cuando se me ocurrió ponerla los leotardos de mi Pequeñín y a mi hijo el pantalón que le había llevado y encima los pantalones del disfraz. Así seguirían disfrazados los dos durante el pasacalles porque se encontraban aparentemente bien y animados.

Pero nos duró poco y yo creo que mi Bichito se había deshidratado un poco porque además de portear en la Manduca a mi Pequeñín, tuve que cogerla en brazos porque de repente estaba muy decaída. Ya en casa, la di suero y recobró su alegría y energía (eso y el capítulo de Dora que la puse para que se lo tomara). No pudimos ir al cumpleaños que teníamos esa tarde, porque ellos no se encontraban bien y además su tripita todavía no estaba bien. Teta a ambos y dieta astringente durante esa noche y la mañana siguiente fue suficiente para cortar la diarrea.

El sábado por la tarde y viendo que habían pasado bien la mañana, levanté a mi Bichito, yo ya vestida de pirata, para bajar a la fiesta de la comunidad. Cuando me vio dio un salto de alegría, gritó: “Piratas”, me trajo su disfraz para que la vistiera y empezó a decirme que despertáramos a mi Pequeñín para irnos los tres a la guarde. Pobrecita mía, creía que íbamos de nuevo al pasacalles. Menos mal que entendió que íbamos a una fiesta y despertó a su hermano súper feliz y metiéndonos prisa para bajar.

Y esta vez sí íbamos los tres, vestidos de piratas y con una sonrisa enorme en nuestras caras. Lo pasamos muy bien. Mi marido se unió en mitad de la fiesta dejando una comida con sus compañeros para disfrutar un rato con nosotros. Mi Bichito no paró en toda la tarde, corriendo y jugando con un amiguito suyo. Mi Pequeñín disfrutó mucho sentado en una silla a la mesa junto a su hermana y comiendo gusanitos.

Ayer nos quedamos en casa descansando y recogiendo ropas. Sólo salimos por la tarde a dar un paseo y disfrutar del sol y la buena tarde que hacía.

Y vosotros, ¿qué tal habéis pasado el fin de semana? ¿Os habéis disfrazado?