18ª Semana de Embarazo

Seguimos de puente, último día de descanso, pero que sea un lunes lo hace todavía más apetecible.
He pasado un fin de semana tranquilo, lo cual me ha venido genial. He estado disfrutando con mi Bichito y con mi marido y aunque hoy hemos estado limpiado toda la mañana, no me ha costado demasiado. Estoy un pelín cansada, pero me alegra tomarme por fin un fin de semana relajado. Además mañana mi marido pasa a la mañana, yupyyyyyyyyyyy!!! Por fin se lo han concedido y mañana volverá de trabajar a las 16:15 y yo podré ir a depilarme y podremos bañar y dar de cenar a mi Bichito sin ir con la lengua fuera a todos los sitios. Por fin!!!

Ando un poco preocupada porque siento a Embri muy abajo, suele molestarme bastante, como cuando estás a punto de dar a luz y te cuesta andar. He pensado que quizá sea porque como ahí (me refiero al útero) estuvo antes mi Bichito pues quizá esté dado de sí o algo, no sé, quizá lo que estoy diciendo es una tontería, pero tengo la sensación que está demasiado abajo. La próxima vez que vaya al ginecólogo se lo comentaré, espero que no se me olvide decírselo.

Respecto al pecho cada vez es peor, me duele mucho y hasta me he planteado ponerme una pezonera. Todavía no lo he hecho, pero no creo que tarde porque a veces siento como agujas y cuando alguien o algo me roza el pecho lo paso francamente mal. Me duele un montón. Con el estreñimiento igual y el sueño parece que ha mejorado estos dos últimos días, así que estoy mucho más descansada.

Peso: 59,6 kilos (desnuda y recién levantada).  300 gramos más. Me encuentro bien, aunque a veces un poco cansada, pero estoy segura que ahora que mi marido estará en casa por las tardes, me ayudará y será menos duro.

Después de pensar mucho en el nombre de nuestro Embri, quedaron dos, uno que me gusta mucho y el otro es el nombre de mi papá. La verdad es que sigo sin estar muy segura, pero como seguramente sea el nombre de mi papá pues ya vamos a decir que es ese nombre y se acabó.

Estoy muy indecisa, porque el nombre de mi padre me parece un poco fuerte para un bebé, pero su diminutivo sí me gusta. El otro nombre me gusta mucho, porque es más dulce. Sin embargo, creo que la connotación emocional terminará pudiendo porque me daría mucha pena que no llevara el nombre de su abuelo. Mi padre era un gran hombre, con todos sus defectos, pero una buena persona. Y me gustaría que uno de mis hijos llevara su nombre y se sintiera orgulloso de ello, como mi marido lo está. De todas formas todavía queda mucho tiempo y quizá cuando dé a luz y le vea la carita sepa qué nombre ponerle.

La semana se presenta muy dulce, porque vamos a poder compartir muchas cosas los cuatro juntos. Además cuando mi bichito se duerma estará mi marido para dejarme su pecho y que yo pueda poner la cabecita. Hmmm, cierro los ojos y pienso en estos días y esbozo una sonrisa, porque no es lo mismo ser tres que cuatro y no es lo mismo cenar sola que cenar y echarse en el sofá junto a alguien. De todas formas os lo iré contando esta semana...