Cuando me convertí en madre, hace casi ya 3 años, me enteré de los beneficios del masaje en los niños y, en especial, en los bebés. Cuando conseguí apuntarme a un curso, mi Bichito y yo nos cruzábamos medio Madrid para asistir. Nos gustó tanto a ambas, que cuando terminamos empezamos uno de nuevo.
A mí me gustaba dárselo cada noche y a ella recibirlo. Tocar su suave piel, ayudarla con los gases, aprender para utilizarlo cuando tuvo problemas respiratorios y descubrirnos mutuamente gracias al contacto físico, a las miradas y a las sonrisas mientras se lo daba. Ambas nos relajábamos y era la manera perfecta de terminar el día.
La falta de tiempo ha hecho que mi Pequeñín no pueda disfrutar como su hermana. Utilicé parte de lo aprendido para ayudarle con sus molestias digestivas debido, en parte, a mi ingesta de lácteos y cuando podía lo incluía después de su baño matutino. Pero cierto es, que ni tan relajados ni con tanto tiempo como con su hermana y jamás se me ocurrió la idea de compartirlo los tres e incluso los cuatro juntos.
Me entusiasmó la idea de un Curso de Masaje para niños de 1 a 7 años impartido por Elena en Oh! La Luna. Me permitía asistir con mi Bichito, hacer cosas juntas y rememorar algunos momentos del pasado. Podrían habernos acompañado mi marido y mi Pequeñín, pero pretendía dedicarla a ella tiempo en exclusiva, ese tiempo que tanto la ha escaseado en los últimos 4 meses y acerté. Nos ha venido genial a las dos, y también al género masculino de la familia, por esos momentos que denominamos mañana de chicas – mañana de chicos.
En este curso hemos aprendido muchísimo, sobre todo yo. Yo que creía que iba a ser un recordatorio de aquel curso que hicimos, me equivoqué y me sorprendió mucho el planteamiento de las sesiones. Tenía la extraña idea que iba a decirle a mi hija: “Ven, que te voy a dar un masaje” y ella, haciendo caso a todo lo que le dice su madre (jeje, como siempre, ya sabéis cómo funciona esto), se iba a tumbar y a estar totalmente quieta.
No sé cómo ni cuándo se me había ocurrido esta estúpida idea, pero desde luego debía de estar sufriendo una intoxicación o algo parecido. Nuestros hijos, cuando ya no son bebés pequeños, tienen tantas cosas que explorar y descubrir que no pueden parar quietos e intentarlo es misión imposible. Elena nos ha enseñado cómo aprovechar este movimiento e incorporarlo al masaje infantil obteniendo así todos sus beneficios.
Además de recordar algunos de los pases que se dan en los bebés, he practicado otros nuevos, aprendido a elegir el momento, incluir en el masaje materiales atractivos para ellos, contar cuentos sobre su piel, juegos participativos que les animan y predisponen invitándoles a unirse. Hemos cantado, reído y jugado, disfrutando juntas con Elena y otra fantástica familia que nos acompañaba. Mi Bichito se lo ha pasado fenomenal, Elena cada día nos sorprendía con una actividad diferente que llamaba su atención y despertaba su interés.
En las primeras clases mi Bichito estudió el medio y fue integrándose mientras La Duquesa (muñeca que la regaló mi madre clavadita a la Duquesa de Alba) y yo practicábamos. Un día me permitió darla un masaje en las piernas, en la siguiente sesión fue completo y en la otra ella lo estaba deseando.
He aprendido nuevos juegos y actividades para disfrutar con mis hijos, he compartido miedos e inquietudes con otros padres, he aprovechado cada momento de cada sesión junto a mi hija y he percibido el cuidado que pone Elena para crear el ambiente idóneo para los pequeños.
El masaje infantil es la herramienta perfecta para practicar el contacto piel con piel con nuestros hijos. Nosotros lo hemos incorporado a nuestra familia con juegos, caricias, cosquillas… Para nosotros el tacto es la manera más maravillosa de demostrarnos el amor que nos tenemos.
Os animo a realizar este curso, os va a sorprender mucho más de lo que os imagináis, vais a conocer nuevas técnicas y actividades que compartir con vuestros hijos.
Si queréis más información sobre este curso, podéis leerlo aquí o hablar directamente con Elena o Eloísa en info@ohlaluna.com.
Qué bien suena lo de los masajes. Yo a mis nenes se los hcía de peques ahora imposible, Alberto dice que le hago cosquillas y Darío es un terremoto que no para quieto.
ResponderEliminarSaludinesss
Elena, pues te puedo asegurar que no es imposible y que podéis incorporar ese movimiento y esos juegos al masaje, darlos de forma conjunta y disfrutar un montón.
EliminarBesitos
A nosotros nos encantó el curso, aunque P. y A. fueron más reacios que Bichito a la hora de prestarse al masaje. Aprender nuevos juegos, nuevas formas de aprovechar momentos para ese contacto tan beneficioso para ellos (y para nosotros) ha sido una maravilla. Además nos ha dado oportunidad de conocer a la maravillosa persona que está detrás de este blog y a su preciosísima Bichito (mi P. está prendado de ella y se acuerda un montón). Nos ha encantado compartirlo con vosotras.
ResponderEliminarUn besazo.
Yo misma, sí es cierto que mi Bichito estaba más predispuesta que los tuyos y ha sido maravilloso conoceros. Espero que coincidamos en más cursos y nuestros hijos puedan seguir jugando y disfrutando juntos.
EliminarBesitos preciosa
Tiene muy buena pinta el curso y parece muy divertido. Todo será cuestión de animarse.
ResponderEliminarTreinteañera, para mí ha sido fantástico poder dedicarle ese momento a mi Bichito y disfrutar juntas de algo tan maravilloso como el contacto físico. Estoy segura que mayor y tú podréis disfrutarlo también e incluir en vuestros masajes a Pequeño.
EliminarBesitos
Cuando Peque era más bebito, traté de incorporar los masajes a la rutina diaria, pero no le gustaba demasiado (o yo no sabía bien cómo hacerlo a pesar de tener algunas nociones) y fuimos dejándolo estar. Ahora mismo ando justa de tiempo y dinero, pero si veo alguno que me convenza, igual lo intento, que me has animado, jeje. Besos!
ResponderEliminarMo, es genial, de verdad, a mí me ha gustado muchísimo y estamos disfrutando todos de lo aprendido.
EliminarBesitos
¡Qué interesante! Tiene que estar genial :)
ResponderEliminarOpiniones incorrectas, está genial y enriquece muchísimo en la unidad familiar
EliminarMe encanta tu blog! Creo que los temas que tratas son muy útiles y además lo explicas todo muy claro y accesible. Este tema me interesa mucho ya que los masajes me parecen un medio de comunicación impagable entre madre ( y padre ) e hijos. Cuando nació mi hijo me dejaron un libro sobre técnicas de masaje que realizan las madres a sus bebés en la India, tiene efectos terapeuticos y fortalece los vinculos entre las madres y sus hijos. Lo puse en práctica y alivié algunos problemas como los cólicos y posteriormente el estreñimiento. Se lo recomiendo a todas las mamás
ResponderEliminarElena, gracias. Yo también aprendí este tipo de masaje y aprender nuevas técnicas y actividades para poder aplicarlo ahora que mis hijos ya no son bebés, es genial.
EliminarBesitos
Ahhhh!!! hoy te odio!!!! te envidio!!!!! ¿porqué no está Oh Laluna en mi ciudad y está en la tuya?!!!!!ahrrrr!!!
ResponderEliminarFuera de bromas, me alegra mogollón que hayáis disfrutado tantísimo de estas sesiones y de que hayan enriquecido vuestra relación, ojalá nosotros pudiérmos. Sé que por aquí hay algún sitio que oferta estos talleres pero no sé como funcionan y no conozco a nadie que haya ido.
¿te acuerdas en lo de dodot lo malamente que llevó tu peque el masaje? y fíjate ahora.
Muac
La Gallina Pintadita, jajajajajajaja. Qué mala es la envidia, jajajajajaja.
EliminarRecuerdo aquel día que nos conocimos y creo que estaba muy mal enfocado. Cómo pretender que un niño de 2 años se esté quieto y reciba un masaje? Bueno sí, tu hijo y mi Pequeñín, pero no hubo manera con ninguna de las dos niñas, cosa totalmente lógica. Deberían de haber planteado una sesión como la de Elena, teniendo alternativas por si no quieren participar y mostrándoles de forma más atractiva el masaje.
Creo que tu hijo disfrutaría muchísimo!!!
Besitos