miércoles, 6 de junio de 2012

Alimentación infantil: pido perdón

Reconozco que la alimentación infantil es algo que preocupa mucho a las mamás, pero mucho mucho y creo, bajo mi punto de vista, que inquieta más a las mamás que a los papás. Por norma general, ellos pasan más, no ponen el grito en el cielo si los niños no se han comido todo el puré, la merienda completa o la cena antes de acostarse. Y también creo que ese es el camino que todos deberíamos de seguir.

Yo sé que ahora hablo desde un punto privilegiado, lo sé, porque cualquiera que nos conozca sabe que a mis hijos les gusta comer, qué digo les gusta, les encanta. Mis hijos están jugando y dices “¡A comer!” y dejan cualquier cosa que tienen entre las manos para sentarse a la mesa y compartir desayuno, comida, merienda o cena juntos. De hecho tengo amigos que alucinan con mis hijos, porque son como limas y da gusto verles comer. Nosotros no nos preocupamos si un día tienen menos hambre, ni nos preocupamos de que no se coman todo lo que les hemos puesto, nosotros intentamos que la hora de comer sea un momento divertido, ameno y especial que compartir los cuatro juntos y poder disfrutarlo. Además adecuamos sus raciones a lo que creo que para su estómago es normal, preferimos que pidan más a que nunca se terminen la comida del plato.

Pero para llegar a esa conclusión, hemos evolucionado mucho. Para ser más exactos, he evolucionado mucho. Ahora que he cambiado, que he dejado de preocuparme por lo que no se come y valorar lo que sí, ahora que comparto mesa con ellos y disfruto del momento junto a mis hijos, me arrepiento de muchas de las cosas que hice con mi Bichito.

Como ya os he contado alguna vez, mi Bichito pasó de la teta a la cuchara, así, a lo vivo, sin vaselina. Para una madre primeriza eso era casi como un castigo, porque el estrés que produce esa situación cuando tú la dejas en la escuela infantil y te vas a trabajar 7 horas, habiéndola dado el pecho a las 7:00 de la mañana sin saber si va a comer en todo el día, sin haberse tomado jamás un biberón, genera una ansiedad y un cargo de conciencia horroroso. Me sentí tan mal, que cuando iba a buscarla entraba casi con la teta fuera a recogerla. Así que a marchas forzadas y sin respetar sus ritmos, la obligué a comer papillas de cereales y purés. Si no comía, yo me sentía fatal y pensaba que la iba a pasar algo. A veces, para que comiera y probara los purés, hacía el pino puente, la engañaba para que me abriera la boca y recuerdo que alguna vez que no quiso comer lloró. Según os lo cuento me viene su imagen a la cabeza y me siento la peor mamá del mundo, cómo pude hacerle eso a mi Bichito!!! Cómo no la respeté, cómo me arrepiento de aquello.

Recuerdo que hubo un mes en que las meriendas eran horribles. A ella la fruta ni fu ni fa, pero cuando empezó a comer trozos, era una discusión continua. Todos los días. En cuanto llegaba la hora de la merienda nos tensábamos las dos. Ella lo escupía y yo me enfadaba. Así cada tarde. Cuando llegaba mi marido me tranquiliza, jugaba con ella y la jodía con él sí se lo comía. Al día siguiente, yo intentaba hacer lo mismo y nada, conmigo era una pelea constante, me sacaba de quicio, me ponía de los nervios. Mi marido me aconsejó que dejara de discutir, si no quería, pues no quería, que pasara, que no pasaba nada. Me animó para que no me estresara, que cambiara el chip y que esperáramos a que él llegara para comenzar con la merienda. Sabía que la situación me superaba y debía de hacer algo para mejorarla y empezar a respetar a mi Bichito. Lo hice y me siento orgullosa de haberlo hecho, pero me apena acordarme de mi forma de proceder con respecto a su alimentación, de algunos momentos que pasamos enfadadas la una con la otra y de obligarla a comer cuando no quería.

Empezó a comer con nosotros, a reírnos en la mesa, a jugar con la comida, a disfrutar de ese momento y que comer fuera un placer para todos. Aunque mi marido lo de jugar con la comida nunca le gustó, al final se dio cuenta que era imprescindible para su evolución y la dejábamos explorar cada cosa que la poníamos en la mesa, . Yo dejé de preocuparme de lo que comía y cuánto comía y ella empezó a disfrutar de cada cosa, unas más y otras menos.Hay cosas que no la gustan, como puede ser el pescado y la menestra, por ejemplo, pero los guisantes, los pimientos, el pisto la encantan y come otras muchas cosas que yo no habría probado de pequeña. Si no come, tiene teta, así que no hay de qué preocuparse. A mí hay cosas que no me gustan y no me obligo a comerlas, así que por qué hacérselo a ella.

Mi Pequeñín ha tenido la suerte de que yo haya cambiado. Cuando a los 6 meses no quería probar otra cosa que no fuera teta, nadie le obligó. Siempre tuvo teta antes que el puré y la primera vez que comió 4 cucharadas de puré tenía 9 meses. Nunca comió cantidades enormes de comida, primero teta y luego lo que quisiera, a veces no comía nada más. De hecho la cantidad de puré que comía mi Bichito de una atacada, él se la comía en dos o tres días y si se la comía. Es inevitable que a veces te inquiete el hecho de que no haya comido otra cosa que teta ese día con 10-12 meses, pero sabiendo que está perfectamente alimentado con ello, te tranquilizas y vuelves a centrarte. Por cosas de horarios, cuando era más pequeño cenaba antes que nosotros, pero en cuanto su hora de acostar se fue atrasando, nosotros adelantamos la hora de la cena y disfrutamos todos juntos. La comida siempre la hizo con nosotros y con 11 meses se metía un trozo de entrecot, lo chuperreteaba, sacaba su jugo y lo escupía.

Mi Pequeñín come trozos desde bien pequeño, de hecho en casa es lo que come. Como yo le digo a su profe, en la guarde va retrasado y es que allí sí se comía el puré, pero en casa no lo quería. Su profesora era más escéptica a darle trozos, pero desde el mes pasado se animó y le pide una muestra de lo que yo le había señalado del menú. Ahora que ya puede tomar leche, excepto las judías y los garbanzos que todavía no los ha probado, puede comer lo mismo que su hermana, aunque ella sigue completándole al final con puré. La cosa es que mi Pequeñín ya empieza a no querer el puré y su profe está un poco preocupada, aunque yo la digo que no pasa nada si está comiendo menos que otros días y que esté tranquila, si tiene hambre merendará o cenará mejor.

Da gusto verles comer a los dos, de verdad. A mi Pequeñín le encanta la fruta y ha contagiado a mi Bichito, con la de pelas que teníamos!!! Si tuviera que decir el plato preferido de cada uno, serían las patatas fritas a mi Pequeñín, sin lugar a dudas, y a mi Bichito estaría entre los macarrones, la paella y las fajitas.

¿Por qué no lo hice así con mi Bichito? Porque me equivoqué, entono el mía culpa y la pido perdón, porque sé que esa no era la forma. No dejo de ponerme en su lugar y sentir la indefensión que tuvo que sentir cuando su madre la obligaba. Estoy llorando mientras os lo cuento, porque realmente me arrepiento y sé que yo no tenía ningún derecho de obrar así. Me alegro tanto de haber cambiado y que no fuera demasiado tarde. Desde entonces la hora de la comida es uno de los mejores momentos del día para todos y en el que aprovechamos para contarnos cómo nos ha ido el día.

Muchas son las veces que pensé en contároslo, pero me sentía muy avergonzada y no lo he hecho hasta ahora. Sólo espero que mi testimonio sirva para que alguna persona no cometa los mismos errores que cometí yo.

34 comentarios:

  1. Me parece una evolucion estupenda Suu, creo que es mucho mejor esa actitud, respetar sus ritmos y no permitir que las horas de la comida sean un infierno, felicidades guapa! Un besazo

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    1. Maria, yo también lo creo, lo que no consigo entender es cómo llegué a enfadarme. Creo que es muy común esa manera de proceder. Menos mal que mi marido fue más consciente y lo vio rápido.
      Besitos

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  2. Como has evolucionado, que bien lo has sabido hacer.
    En mi caso el tema de la comida es un caos. Mi nene come bien, si un dia no quiere intento no obligarle, se que algo le pasa, pero solo come pures. Tiene casi 2 años y no quiere probar nada, no quiere casi sólidos, solo come patatas fritas, tortilla de patata, pan y espaguetis, nada mas, y lo peor es que se niega a probar cualquier cosa. La fruta ni olerla y la leche igual. Lo de la leche no me preocupa porque le encantan los yogures y minimo se come 3 yogures al dia. En la guarde me dicen que va comiendo solido poco a poco, que no me preocupe pero no puedo evitarlo.

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    1. MamaEncantada, eso es muy complicado, la verdad. Mi hija con 18 meses comía todo sólido y mi hijo con 12 y no me he visto en tu situación. Pero si ellos no están preparados y no quieren, no hay que forzarles. Que lo ideal sería que comieran como un adulto lo antes posible, sí, pero que hay niños más predispuestos que otros, también. Yo creo que no preocuparse es muy importante, aunque es cierto que a veces es inevitable.
      Ánimo y besitos

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  3. No te sientas tan culpable, creo que todas nos equivocamos alguna vez, y lo más importante es que al final te has dado cuenta de que así no iban bien las cosas y ahora tus peques disfrutan mucho más y están perfectamente sanos. Yo también hay cosas de las que me arrepiento, pero pienso que también he evoludionado como madre y que cada vez ofrezco mi mejor parte a mi hijo.
    Con la comida yo intento no estresarme mucho, si no quiere desayuno, ya comerá, o cenará, y eso que ahora llevamos una rachita que tela, pero se le ve muy bien, sano y con fuerzas, así que imagino que sólo será una racha como otras.
    Muchos besotes.

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    1. Mo, sí que me siento culpable y tenía que haber hecho las cosas de otra manera porque hice sufrir a la persona que más quiero, en una posición de superioridad y me siento mal por ello. De los errores se aprende, pero, desde mi punto de vista, hay que pedir perdón por esos errores cometidos. A mí me gustaría que mi madre se sentara un día y me pidiera perdón por las cosas que ha hecho mal y no dejarlas pasar como si no hubiera pasado nada. Yo lo hago con mis hijos cada día, cuando me equivoco o me comporto de malas formas, creo que es importante reconocer mi error y comunicárselo a ello.
      Lo importante es verles feliz, eso es indicativo que se encuentran bien, tanto emocional como físicamente.
      Besitos

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    2. Sí, yo también creo que hay que saber pedir perdón. Y perdonarte una vez lo has hecho, eso es lo más difícil ;)

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    3. Mo, en eso he de darte la razón. Soy muy autocrítica y en este tema me siento mal y me cuesta mucho perdonarme. Gracias preciosa

      Besitos

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  4. Muchas gracias por esta reflexión. La tendré en cuenta cuando empecemos con la alimentación complementaria.
    Y creo q nuestras madres nos han inculcado eso de " obligar a comer" y es difícil tener otra actitud. ! Ni que los bebes fueran un pavo de Navidad! Jeje
    ?te has leído "mi niño no me come"?
    Saludos

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    1. Laura L., yo me equivoqué con mi hija, por suerte tenía el apoyo de mi marido para ayudarme a cambiar. Yo no permito que nadie engañe a mis hijos con la comida y que le metan la comida con calzador, algo demasiado común en nuestra sociedad.
      No he leído el libro, cuando lo conocí ya había cambiado el chip, pero es una lectura pendiente, el problema es mi falta de tiempo. Aunque he leído muchos artículos sobre el tema tanto Carlos González como de otros autores
      Besitos

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  5. Es difícil cuando te encuentras con eso por primera vez, yo también he pasado de preocupandome muchisimo y hacer inventos, a dejarle comer lo que quiere, aunque siempre intentas que coma un poco más, pero sin forzar, si es que no es que no, mañana ya comerá más, aunque hay momentos terribles, hubo una epoca que estanjanito solo quería croquetas y patatas, otra que apenas tomaba nada, y ahí está, más feliz que una perdiz y sin apenas enfermarse!
    Es bueno hacer esas reflexiones y ver que lo conseguiste, que te superaste y que evolucionaste a mejor!!
    Enhorabuena amor!!

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    1. Estanjana, lo importante es que sean felices y creo que desde nuestra posición debemos de ponérselo más fácil y no obligarles a determinadas cosas. Efectivamente hablo de niños sanos, sin ningún tipo de necesidad ni problema alimenticio. Yo ya no intento nada, sólo que tengan buenos hábitos. Hay pollo con patatas, pues que coman patatas y pollo y no sólo patatas fritas, pero comprendo que haya cosas que le gustan más que otras. Con mi Pequeñín está complicado todavía, pero por ahora le dejamos. Ayer nos fuimos a cenar y sólo comió patatas, pero yo me zampé una hamburguesa. Si salimos a cenar y nos damos el capricho, ¿por qué no dárselo él si sólo quiere patatas fritas? Esta noche tendrá otra cosa, pero desde luego que no será patatas fritas.
      Besitos

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  6. Yo siempre he respetado los ritmos de mis hijos,pero mis hijos son de poco comer,respete o no sus ritmos,quiero decir que porque no me preocupe lo que coman o en la mesa estemos relajados no quiere decir que ellos coman más o mejor,que va,aunque es un rato agradable para todos,eso sí!!!!....saludos!!!!

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    1. Tersina, déjame que lo dude. Me explico, si siempre has respetado a tus hijos, siempre el ambiente a la hora de comer ha sido bueno, ¿cómo sabes que si el ambiente fuera tirante seguirían comiendo esa cantidad o no menos? Con mi Bichito no había manera que probara el melocotón en almíbar y ahora cuando se lo come mi Pequeñín, me lo pide.
      Me alegro que sea un grato agradable para todos

      Besitos

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    2. Cierto,rectifico, con mi Pablo(mi primer hijo)el paso a la comida sólida fue dejar de comer, y estuve un tiempo detrás de él para que comiera pero soy blanda en esto,por qué???porque yo de chica era igual y recuerdo perfectamente a mi madre detrás mia,cuando eres de poco comer es horrible que te obliguen.
      Estuve un tiempo asi,detrás de mi hijo hasta que pasé del tema,y comer come igual......Con el segundo lo mismo.Eso sí yo no hago varios menú para que coman algo,hay un menu en casa y si no comen pues ya no se come hasta la siguiennte comida.

      Mis hijos están por debajo de lo que tendrian que pesar pero estan sano,eso siempre me lo dice el pediatra y que no los obligue y yo no lo hago,me niego que la comida nos sienten mal a todos......pero te confieso que a veces es muy desesperante,y que también te sientes mal cuando ves otros niños lo bien que comen,pero bueno,que eso es lo que me a tocado.De pequeña era superdelgada y ahora me sobran kilos jejejeje

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    3. Tersina, yo también era muy mala comedora, muchísimo. Yo tampoco hago nada especial para ellos, bueno, para Pequeñín he hecho purés, pero hay lo que hay, si no comen no les hago otra cosa.

      Mi hija está por debajo de la media y tendrías que verla comiendo, a mí lo que me preocupa sería que no estuvieran sanos.

      Besitos

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  7. Hola guapa!!
    Yo, afortunadamente, descubrí al gran Carlos González antes de empezar con la AC de P. porque si no, estoy segura de que habría cedido a las presiones externas de lo poco que come y habría hecho el pino puente también. Yo le dejo comer hasta que no quiere más, pero si es cierto que, a veces tengo que hacer un gran ejercicio de autoconvencimiento porque P. come bastante poco. Con A. la teta es el 95% de su alimentación y de vez en cuando come algo de la comida que le apetece, pero yo creo que con la teta está cubierto.
    Eres una madre estupenda, que el error que cometiste fue porque en ese momento creías que era lo mejor y ahora has evolucionado. Pues eso, una madre maravillosa, que disfruta de sus peques y con sus peques.
    Un beso fuerte y sanador, que cuando las madres nos sentimos culpables somos nuestros peores jueces.

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    1. Yo misma, pues yo no, no lo había descubierto por aquel entonces y encima como volví a trabajar y nunca quiso un biberón o comía mi teta o la obligaba a comer puré. Sentí una presión tan grande que la obligué a probar los purés, para quedarme yo tranquila e irme al trabajo pensando que comería. Recuerdo que esos primeros días fueron horrorosos porque no sabía si se alimentaría. Una vez que empezó a comer, no había problemas, le dábamos puré, ella lo comía y ya está, no es que la obligara a que tomara un cierta cantidad, 200 - 300 o lo que fuera. Pero cuando empezó con los trozos tuvimos un mes de lucha, de enfadarme con ella, ahora no entiendo por qué. Pero gracias a que mi marido en seguida se dio cuenta y me dijo: "Suu, cariño, déjame a mí, que habéis entrado en una dinámica muy fea, tienes que relajarte", empecé a comportarme de otra manera, a leer y a integrarla en nuestras comidas y funcionó. Ahora disfrutamos todos juntos.
      Es cierto que una se siente muy culpable y sí, soy mi peor juez, pero creo que mirarse por dentro y saber reconocer los errores es muy importante.
      Besitos!!!

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  8. A veces nos cuesta darnos cuenta de que ese no es el camino, pero aprendemos mucho con nuestros hijos y es bueno evolucionar.
    Yo el el tema de la alimentación lo tenía muy claro, pero en otras cosas también he aprendido mucho.
    Me alegro de que así fuera.
    Un abrazo

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    1. Carol, entramos a veces en una dinámica en la que no valoramos lo que está ocurriendo, ocurre y punto y no nos paramos a pensar. Aprender es importante y valorar lo que es correcto y lo que no bajo nuestro punto de vista también.
      Me alegro que tú lo tuvieras tan claro.
      Besitos

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  9. En mi caso es al revés, el padre se preocupa mucho más que yo... Será que a mí me obligaron de pequeña toda la vida, y tengo trauma.
    Nuestra peque pasó de la teta al trozo, y sólo empezó con los purés al llegar a la guarde, y le tenían que echar trozos de pan, tropezones, si no no lo comía. Ahora come de todo, pero muy poquito. Y no es que haya que obligarla, pero sí que es verdad que prefiere jugar a cualquier cosa antes que comer, y hay que distraerla mientras come porque si no no hay manera. Lo nuestro es obligarla a estarse quieta más que obligarla a comer, que tengo clarísimo que no funciona.
    Y no te sientas culpable, tú lo hacías lo mejor que sabías, y lo hacías con todo tu amor, y eso los niños lo saben. Si ahora come contenta, pues eso es lo que cuenta. Un abrazo!

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    1. Teresavet, yo tampoco soy partidaria de entretenerles o distraerles, aunque también era algo habitual que hacía.

      No, no lo hacía lo mejor que podía, si me hubiera parado a pensar me habría dado cuenta y habría salido del bucle en el que estábamos metidas. Ahora disfrutamos todos, que es lo importante.

      Besitos!!!

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  10. No soy la más indicada para opinar porque aún no he pasado por esa experiencia, pero me gustaría agradecerte el que hayas compartido tu historia, tus dificultades de entonces y tus conclusiones porque seguro que nos servirá a muchas en un futuro. Por otro lado creo que lo que te pasaba cuando Bichito no quería comer de todo es muy habitual, y me parece muy normal que pudieras enfadarte, ponerte nerviosa, etc. Es lógico que te preocupases por lo que comía tu hija, supongo que les pasa a todas las madres, sobre todo con el primer hijo. No porque se preocupen menos por el segundo, si no porque como te ha pasado a tí ya han aprendido algo de la experiencia con el primero. No estés triste ni arrepentida. Hiciste lo que creías mejor en cada momento.

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    1. Berlin30, gracias a ti por leerme. Yo también creo que es demasiado habitual, son prácticas que muchas familias hacen y que yo creo y he comprobado, que no sólo no van a ninguna parte sino que el niño asocia a la comida un mal momento y luego tiene problemas alimenticios. La experiencia me ha servido para darme cuenta de cómo no deben ni quiero que se hagan las cosas y convirtió un momento tenso en otro gran momento del día. Sí, si me arrepiento y mucho, porque ser la madre me da una posición demasiado privilegia y mis hijos son a los que transmito mis nerviosismos.
      Besitos

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  11. Suu me parece genial!!!mis hijos tambien le gusta mucho comer,todo el mundo me dice que no se la suerte que tengo.La verdad que si que lo se porque David comia fatal hasta los tres años y lo pasaba realmente mal

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    1. M@rt@, sí, a mí también me lo dicen, es que da gusto verles comer. Me alegro que compartamos suerte ;)
      Besitos

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  12. Pues en nuestro caso es el papa el que esta obsesionado con que come poco, yo no le doy tanta importancia si durante alguna temporada come menos. Habiendo comida de hambre no se va a morir.

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    1. Treinteañera, en eso tienes razón, yo conozco a tu marido y se preocupa mucho más que tú.
      Besitos

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  13. Yo tambien reconozco que me agobie bastante con nahia cuando empezamos con la alimentacion complementaria, porque no habia manera, ni pures salados, ni fruta, ni papilla de cereales...... nada de nada.... menos mal q teniamos la teta. Pero leyendo a Carlos Gonzalez y a Eloisa me di cuenta q no pasaba nada, que era normal.....
    Y con menos de 10 meses empezamos a comer todo a trozos, y fue nuestra salvacion! Nahia comia muyyyy poquito, pero lo probaba todo, y la hora de la comida y la cena paso de ser un agobio a ser divertida!
    La fruta le costo mucho mas, hasta casi los 15meses no quiso ni olerla, ahora me es imposible tener un frutero con fruta en la mesa, o que vea la fruta antes d comer, porque le chifla todo!!! Cerezas,platano,piña,manzana,uvas....... todo! Para la fruta siempre tiene unhuequecito...
    A mi meencanta verla comer! Y si un dia no quiere comer o come muy poco,no pasa nada, ya merendara!
    Bessitssss

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    1. Gema, por qué narices nos agobiaremos tanto, verdad? Menos mal que luego te informas y ves que no ganas nada. Sin embargo, si no vemos la comida como una obligación y disfrutamos juntos, podemos convertir ese momento en uno de los mejores del día.

      Besitos

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  14. ¿Qué te digo, si yo he cometido (y cometo) mil veces esos errores? Mira que tengo claro que no hay que obligarlos, que comen cuando y cuanto quieren y lo que quieren. Y lo hago muchas veces, pero otras, a pesar de saberlo, me pongo en plan pesada y curiosamente es los días que más come. Cuando está desganado lo asumo y lo dejo, sé que después vendarán días de comer mucho y es en esos días, en los que se lo come tó, que quiero que coma todavía más y encima me siento fatal por ello. ¡que le vamos a hacer! no soy perfecta, ni intento serlo, pero intento mejorar.
    Tu lo hiciste, por que no yo?
    Muac

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    1. La Gallina Pintadita, pues te animo a que lo hagas, porque en nuestro caso hemos ganado mucho. Ayer había rabas para cenar y yo me pelé dos mangos. Amiga, cuando me vieron los pequeños!!! Se comieron una raba cada uno y luego empezaron a pedirme mango. Al final se lo comieron ellos. Me abrí una naranja y tres cuartos de lo mismo. Cenaron fruta, pero hubo que cambiarlos a ambos de ropa de cómo se pusieron, estaban de dulce!!!!

      Ánimo preciosa, estoy segura que si lo intentas lo consiguirás.

      Besitos

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  15. Me alegro mucho Suu. Has tenido una evolución muy buena. Mi hijo no es precisamente un tragón. Cuesta que coma de todo y que coma buenas cantidades y a mí me desgasta mucho ese tema. Pero bueno, cada niño es como es!

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    1. Silvia, yo gané mucho pasando del tema y a veces mi Pequeñín no quiere comer y yo intento dárselo, pero qué va, no me deja y no consigues meterle nada en la boca si él no quiere.

      Besitos

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Seguro que tienes algo que escribir. Sí, sí, eso que estás pensando