Nuevo horario

El viernes por la mañana llamaron a mi marido que, a partir de ayer, se suspendía el turno de tarde hasta septiembre. Mi marido concilia y esto le permite retrasar su hora de entrada hasta 2 horas, de tal manera que en vez de a las 7 él tiene estipulado entrar a las 8:45 y salir en vez de a las 14:30, a las 16:15. Al suprimir el turno de tarde él no puede entrar a esta hora, porque no pueden tener un vigilante, un jefe y demás operarios a partir de las 14:30, es decir, que a las 14:30 se cierran las puertas de su trabajo.

Gracias a mi reducción de jornada y a la jornada de verano de mi empresa, yo tengo que trabajar en vez de 7 horas 6:08 en verano y como en Madrid hay mucho menos tráfico en estas fechas yo puedo encargarme de dejar a mis hijos y llegar a las 8:30 a mi puesto de trabajo. Luego salgo más tarde, pero es una suerte poder hacernos cargo nosotros mismos de nuestros hijos sin tener que hacer malabarismos.

Es maravilloso empezar el día con ellos, dándonos un beso, riéndonos, jugando, aunque ayer no fue el mejor día hoy ha sido increíble. Y es que abrazarlos, poderlos achuchar, jugar con ellos, pegarles un par de bocaos y disfrutar viendo sus caritas, no tiene precio. Su olor me impregna y me da fuerzas para venir a trabajar con una sonrisa enorme. Si no fuera por el tráfico matutino de esta ciudad, en septiembre, continuaría con este horario.

Así que les despierto, les cambio y les llevo a la Escuela Infantil, no sin antes darles un montón de besitos. Me voy a trabajar y en 30 minutos estoy fichando. Hago mis 6:08 y me voy de nuevo a la Escuela Infantil para dar el pecho a mi Pequeñín, recoger a mi Bichito e irnos a casa que nos espera papá con una sonrisa preciosa. Da gusto tener a la familia contigo y disfrutar con ellos de estas calurosas tardes de verano, pero todos juntos.

¿Os han cambiado a vosotros los horarios laborales? ¿Cómo os apañáis?