Fin de semana en Endor

Endor

Traigo las pilas descargadas, totalmente agotadas y es que he dormido poquísimo en los últimos días, pero ha merecido la pena porque tengo una sonrisa de oreja a oreja. Me siento muy feliz y tremendamente afortunada.

El sábado nos levantamos a las 5 de la mañana y pusimos rumbo a Endor. Conduje yo todo el viaje, porque cuando deberían haberse dormido los niños no lo hicieron y, mientras yo no soy capaz de dormirme en el coche, mi marido se queda frito en tres segundos. Y en Endor tenía tanto que hablar con Leia que preferí estar con ella, Pequeño Jedi y ObiWan mientras todos los demás descansaban con una siesta reparadora.

Ya conocía la hospitalidad de esta familia, pero mi familia ha tenido la suerte de volver a sentirla: su cariño, su buen hacer y cómo se desviven por cada uno de nosotros. Ha sido un fin de semana fantástico, los peques han disfrutado muchísimo, se han divertido una barbaridad, han corrido, jugado a guerras de globos, bañado en la piscina, saltado en el castillo hinchable y se han puesto las botas, sobre todo mi Pequeñín. Da gusto verle comer, habiendo pepino y fruta que se quiten los macarrones y los donuts y mi Bichito era ver que poníamos la mesa y ya estaba sentada esperando que la llenáramos el plato. Mis hijos se lo han pasado genial, qué os voy a contar!!! Los pobres han acabado agotados y varias han sido las ocasiones que les he tenido que echar a dormir porque la aguja que medía sus fuerzas ya estaba en la zona roja.

Casi todo ha sido perfecto y digo casi todo porque sólo hubo un problema el fin de semana. Tuvimos la mala suerte que coincidimos con dos bodas en el hotel y la gente tiene muy poca educación. Tanto fue así, que apenas pudimos dormir, lo peques sí, que cayeron rendidos, pero yo, no pegué ojo y no dejé descansar a mi marido. Nos habían asignado la habitación de la esquina en el principio del pasillo, exactamente la habitación en donde se paraban los grupos de personas a hablar, que no deberían de haberse dicho nada en toda la noche y estaban esperando el momento justo delante de mi puerta. Por la mañana pusimos una reclamación en el hotel justo antes de irnos y es de admirar el hecho de que me llamaron esa misma tarde para disculparse y abonarnos la noche. Sé que volveremos porque el hotel y el lugar donde vamos es muy especial y podéis imaginaros la felicidad de mi Bichito cuando vio que iba a dormir en un Castillo de Princesas.

Vengo yo creo que con 5 kilos de más, madre mía cómo nos hemos puesto a comer, me siento muy hinchada y bastante agotada. Vuelvo habiendo recibido el cariño de mis amigas, el amor que cada una desprende y la felicidad que proporciona estar juntas a la mesa compartiendo momentos únicos. Me siento muy afortunada de poder contar con todas ellas y poder abrazarlas en muchas ocasiones. Una pena no conseguir tenerlas a todas juntas, pero creo que este año, aunque escalonadamente, conseguiré abrazarlas a todas.

Gracias a todas porque me siento muy querida por cada una de vosotras y gracias sobre todo a Leia y ObiWan, por organizar hasta el último detalle, por abrirnos las puertas de su casa, por hacernos sentir tan especiales.

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Besitos y feliz semana, yo estoy que me caigo de sueñooooooooooooooooooooooooo.