lunes, 20 de enero de 2014

No Conseguido (Reto del Rinoceronte Naranja)

Hace varios meses me propuse no gritarles a mis hijos. Hubo una explosión del Reto del Rinoceronte Naranja y muchas fueron las blogueras que se animaron a hacerlo y ha compartir sus experiencias. Yo fui una de ellas e intentando sacar mi lado más zen, me propuse conseguirlo.

Hoy, 5 meses después, me gustaría contaros que no sólo no lo he conseguido sino que lo normal en mí está siendo hablar a gritos. No soy capaz de encontrar mi lado zen, de hecho creo que ni siquiera existe. Cada mañana me levanto diciéndome a mi misma que no voy a gritar y en cuanto Pequeñín lleva despierto 10 minutos, ya estoy alzando la voz.

Mi Pequeñín es un niño inquieto, que necesita mucho contacto físico, que madruga demasiado y que no deja a Canija ni a sol ni a sombra. Siempre tiene que jugar a su lado, la abraza y la mima y la quita los juguetes, pero como ni controla su fuerza ni dónde pone la pierna, pues al final se lleva un golpe y llora. Y yo me crispo, porque ya llevo media hora diciéndole en repetidas ocasiones que la deje, que hay que tratarla con cuidado porque es un bebé, que la va a hacer daño y debe de intentar ser más precavido con ella, que no juegue pegado a ella porque puede darle sin querer y terminar llevándose un golpe. Resultado final: Canija llorando, yo gritando y Pequeñín llorando porque mamá está enfadada.

Esto un día tras otro, cada mañana, no hay quien lo resista, o sí, pero yo no. Así que ya hace tiempo que el reto de no gritar no lo he conseguido, pero ya no sólo a mis hijos, sino a cualquiera que en ese momento cruce dos palabras conmigo.

Tal es mi estado de nervios en esas circunstancias que mi rabia y mi agresividad la canalizo gritando, porque si me dejara llevar cuando hace daño a su hermana pequeña habiéndoselo advertido cientos de veces, yo no sé qué haría. Pero es que me sube un calor desde lo más profundo de mis entrañas que me cuesta muchísimo controlar. Tanto es así que conseguir controlarme me cuesta un triunfo y me pongo a gritarle. Y luego le pido perdón y me digo a mí misma y a él que mamá va a intentar no volverlo a hacer, pero me vuelve a ocurrir.

Y no me gusta esta faceta de mí que no consigo controlar, no me gusta la clase de madre ni de persona en la que me convierto en esos momentos y no quiero que mis hijos crean que eso es "lo normal", que gritar es algo que se hace cuando una mamá se enfada, porque no lo es. Para mí es importantísimo la imagen que ellos tienen de mí porque se convertirán en personas con ese mismo reflejo y no quiero que ellos griten a los demás cuando se enfaden.

Cada mañana de esta semana pasada me he levantado pronto para tener un momento para mí y Pequeñín se ha levantado cada día antes reclamándome constantemente sin dejarme ni un rato, sin entretenerse con nada. No conseguir ese momento ha marcado mi día a día y me ha llevado a estar más tensa, controlar menos la situación y salir de casa cada mañana con los tres enfadada desde primera hora y, por supuesto, gritando. Porque una vez que llego a ese punto, cualquier cosa me saca de quicio y Bichito termina llevándose gritos por cualquier situación que me genere un poco de estrés añadido al comienzo del día.

Así que el viernes, y gracias a los consejos de mi marido, empecé el día sentada con Pequeñín desde las 6:30, que era lo que él quería, y resignada a perder ese tiempo para mí misma. Decidí que si negárselo hacía que la mañana transcurriera a gritos, pues me ponía de su lado y le dedicaba ese momento sólo a él, que es lo que él necesita. Decidí que nuestra estabilidad familiar emocional era más importante que actualizar el blog o responder un correo o hacer un pedido de mercancía o leer algún artículo importante, etc, etc. Y el día fue mucho mejor, yo estaba más animada y menos nerviosa, por lo que no grité a Pequeñín, ni a Bichito y todo fue sobre ruedas.

Hoy también ha sido un buen día, pero hoy no cuenta porque no ha madrugado y yo he tenido un ratito para mí.

Sin embargo, lo que no consigo controlar bien es mi furia. Yo tengo muchísimo pronto, cuando era más joven mucho más, pero con los años he conseguido mantenerlo cada vez más a raya. Pero últimamente me altero enseguida y recuerdo que los gitos era lo que más odiaba de mi padre.

Cuando mi marido ve que me voy calentando viene y me aparta, toma el control y aunque yo me cabree como una mona, se lo agradezco porque yo voy subiendo el tono y enfadándome cada vez más. Incluso he intentado irme en el momento más álgido, pero a menos que él venga a por mí, no soy capaz de hacerlo.

Sé en qué punto estoy y sé a dónde quiero llegar, sin embargo, no soy capaz de conseguirlo. Y no es que me siente frustrada, no, me siento apenada porque no soy capaz de tratar a mis hijos de la manera que quiero y no como últimamente, gritando a la primera de cambio. No me gusto y eso me crea mucha tristeza.

¿Os ocurre lo mismo? ¿Cómo conseguís frenaros?

52 comentarios:

  1. Te entiendo tanto!! A mi me pasa igual, no puedo controlar la voz y es que estamos agotadas pero al menos lo hemos intentado.
    Animos y quien te diga que no grita es xq tienen bebés a partir de los 4 años cada vez se ponen mas rebeldes jaja.
    Muaks

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teresa, yo necesito conseguirlo por el bienestar familiar, intentarlo no me basta y es que sé que puedo conseguirlo, pero ahora mismo no soy capaz.

      Besitos

      Eliminar
  2. Madremiaaa!! Has escrito el post hoy como si fuera mio. Hoy ha sido una mañana horrible... Y mira k llevaba una racha muy buena... Pero hoy se ha ido todo al traste con mi perdida de papeles y nervios. Me siento la peor madre y persona. Sé como kiero educar y tratar a mis hijas xo muchas veces soy incapaz d lograrlo... Me decepciono d mi misma...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Duermefeliz, así me encuentro yo cuando me cabreo y les grito y me entristece no conseguirlo porque creo que sí que lo puedo conseguir. Veo que tenemos ambas claro dónde queremos llegar, así que hay que seguir intentándolo. La decepción sólo puede animaros a volverlo a intentar!!! Lo conseguiremos!!!

      Besitos

      Eliminar
  3. Yo soy igual! Y lo odio.
    Cosas que me ayudan; acerme a la idea de su nivel de demanda (entre alto y altisimo), ponerme a la vista frases que me calmen (tipo; "los gritos duelen para siempre", "no quieres ser como ellos"...) ser consciente de cuando va subiendo el enfado...
    Y llevo un par de meses tomando flores de bach, no es que crea mucho, pero he mejorado algo.
    Mucho ánimo y fuerza, no eres la única ni estas sóla en esto de mejorar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tetaupa, hay veces que soy consciente de todo eso (lo de las frases no lo he probado), incluso una vez estuve a punto de salir de la habitación, pero a un paso me di la vuelta y la cagué.

      Me alegro que te ayuden las flores de bach, pero no creo que las pruebe. Esas cosas ni creo ni terminan de gustarme, la verdad.

      Besitos y mucho ánimo y mucha fuerza a ti también

      Eliminar
  4. Te entiendo perfectamente. Yo también soy muy gritón y enseguida me pongo a chillar pero lo estoy empezando a controlar gracias a Lamamá que siempre me recuerda (muy suavemente, sin alterarme más) que estoy gritando delante del niño. Ahora ya apenas grito y lo que es mejor, tengo más paciencia con el peque.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El papá de Joan Petit, mi marido también me da el toque y yo a él, es una suerte tenerlos a nuestro lado. Me alegro que hayas conseguido minimizarlo y tener más paciencia, es un gran logro, felicidades. Yo quiero conseguirlo, de verdad que sí, pero no soy capaz, aunque no voy a desesperar y voy a seguir intentándolo.

      Besitos

      Eliminar
  5. Yo llevo un año desintoxicándome de gritos y 5 meses de Rinoceronte NAranja. Yo tampoco me gusto cuando pierdo los nervios. La verdad es que no lo he conseguido del todo, pero he mejorado muchísimo. Supongo que esto va para largo,...
    Ánimo. Seguro que lo consigues. Eres una madre genial!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mistrucosparaeducar, felicidades!!! Me alegra muchísimo leerte porque es maravilloso. Yo sigo intentándolo y soy consciente de mi perdida de nervios y debo y quiero cambiarlo.

      Besitos y gracias por el apoyo

      Eliminar
  6. Nena, vamos a tener que hacer terapia de grupo. Yo directamente ni me planteé hacer el reto porque para sentirme fracasada mejor ni intentarlo, tiempo que me ahorro. Y es que me pasa como a ti, el mayor es un trasto que no para quieto y llega un momento que viendo que las palabras no hacen efecto la mala leche me sube como la espuma.

    Luego están los momentos de tranquilidad para explicar por qué mamá se enfada y pedir perdón, una cosa no quita la otra. Ahí andamos, a ver si encontramos el equilibrio ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alejandra, jeje, lo de la terapia de grupo me parece genial, dónde hay que apuntarse? Fíjate que yo sí creo que pueda conseguirlo, pero cierto es que Pequeñín llega a sacar lo peor de mí.

      Yo siempre le explico y le pido disculpas, porque esas no son maneras de tratar a nadie y mucho menos a alguien a quien quieres.

      Besitos y espero que nos equilibremos pronto!!!

      Eliminar
  7. Me siento completamente identificada con tu post de hoy, pero mi caso es peor que yo sólo tengo un hijo... no sé si conservaré la cordura cuando llegue a los (temidos) terribles dos o cuando aumente la familia. Mi marido, bendito sea, hace lo mismo que el tuyo. Cuando ve que me voy cabreando demasiado toma las riendas y me da tiempo para calmarme... y eso que la mayor parte de las veces él es el blanco de mi mala leche. Luego me comen los remordimientos porque si fuera al contrario no creo que yo le aguantara tanto como me aguanta él a mi.
    Me apunto a lo de la terapia de grupo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DíasDe48Horas, yo también gritaba cuando tenía a Bichito, si bien no era a diario porque no siempre la liaba, es una cuestión de forma de ser. Después de los terribles 2 vienen los terribles 3 y los 4 y los 5. Si bien es cierto que 3 hijos son muchos, es más un problema de base de cómo afrontar una situación. Hay que agradecer a nuestros maridos su apoyo y que se hagan cargo de la situación cuando nosotras no podemos.

      Lo importante es pedir perdón a nuestros hijos e intentar que cambie esta situación, si bien sé que es complicado, debemos tratarles con respeto y amor y así ellos tratarán a sus iguales.

      Besitos

      Eliminar
  8. No te sientas msl...yo tamvien grito a veces,pero es que hay días que se junta todo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cartafol, sí me siento mal porque no debo gritarles ni tratarles de ese modo. Sé que pierdo la paciencia muy a menudo, que si no la lía uno la lía otro, pero esa no es excusa.

      Besitos

      Eliminar
  9. Suu,es totalmente lógico lo que te ocurre. ¡Me pasa a mí sólo con uno!!! Las madres no somos perfectas,lo importante es intentarlo. Cada día es una nueva oportunidad. ¡Ánimo guapa!
    Mar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mar, sí lo sé, pero es algo que quiero conseguir e intentarlo no me vale. Sé que soy capaz de hacerlo, en serio, pero me está costando muchísimo.

      Besitos y gracias por los ánimos

      Eliminar
  10. No sabes cuánto te entiendo. Yo paso mucho tiempo sola con los dos que tengo, y hemos tenido temporadas terribles. Ahora llevamos un mes o así mucho mejor, parece que por fin han encontrado una manera de jugar juntos sin pelearse todo el tiempo, y yo estoy más relajada y grito menos, pero he tenido momentos muy negros en los que he gritado mucho, muchísimo, he perdido los papeles y he terminado llorando por no saber qué hacer.
    Respira hondo, tómate un descanso (retírate a otra habitación, a menos que se estén matando uno al otro), te recompones y vuelves. Eso hago yo. No siempre funciona, pero poco a poco me está ayudando a no gritar (y soy muy gritona)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ester, me alegro que estéis mejor y que los gritos hayan disminuido. A veces es muy difícil gestionar cuando se ponen a pelearse entre ellos.

      Te prometo que lo he intentado y que una vez estuve a un paso de conseguir salir de la habitación, pero al final me di la vuelta y la cagué. En fin, que yo lo intento y espero conseguirlo algún día.

      Besitos

      Eliminar
  11. Uffff! cómo me alivia leer este post, aunque mal de muchos consuelo de tontos, la verdad es que me siento mejor al saber que no soy la única. Hay días que me marcho a la cama con una sensación de fracaso, de estar haciéndolo fatal, de no saber qué hacer y me acuerdo tanto de súper nanny (de esos hogares donde el caos era el rey) de los casos que enseñaba y que yo veía tan lejano.... Pero bueno lo importantes es intentar hacerlo cada día mejor, sí es verdad que hay días que todo marcha sobre ruedas, que los dos juegan tranquilos en lugar de estar todo el día peleándose y persiguiéndose: pobres vecinos ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuria, puedes leer en los comentarios que no, que no eres la única.

      Para mí lo importante es conseguirlo, porque además creo que es posible, intentarlo no me vale.

      Yo los métodos conductistas de super nanny no me gustan, creo más en intentar hacerles comprender y enseñarles valores, cierto es que cuando nada funciona quizá haya que planteárselo, pero yo todavía no he llegado a este punto.

      Ánimo que seguro que poco a poco lo consigues y no desesperes.

      Besitos

      Eliminar
  12. Hola,
    A mi Cristina también consigue sacarme de mis casillas y mira que intentó tener paciencia, aunque poco a poco lo voy consiguiendo. Cuando me enfado me voy de la habitación y vuelvo cuando estoy más calmada.
    Cuando tengo sueño (que como sabes es casi siempre), noto que estoy mucho más irascible y a la mínima salto, pero bueno, poco a poco lo conseguiremos
    Ánimo, ya verás como puedes
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Osonuda, yo intento irme de la habitación, pero justo cuando lo voy a conseguir, zas, me doy la vuelta y la cago. A mí me cuesta calmarme muchísimo y refrenarme me cuesta un triunfo.

      Ay, el sueño, malo compañero, verdad? La paciencia es inversamente proporcional a nuestras horas de sueño y eso, se nota una barbaridad.

      Me alegro que lo hayas conseguido, yo sigo intentándolo y a ver si lo consigo.

      Besitos

      Eliminar
  13. Yo creo que el cansancio muchas veces nos hace mella, las malas noches y que andamos siempre a la carrera, por lo menos a mi. Intento poco a poco gritar menos y aplicarme la frase "quiéreme cuando menos lo merezca que será cuando más lo necesite"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi mundo como mamá, sí, eso por supuesto y yo voy corriendo a todos los sitios. Parece que siempre voy a llegar tarde, en vez de relajarme un poco y saber disfrutar de los momentos.

      Preciosa frase. Besitos

      Eliminar
  14. Hace poco en una entrevista Ina May Gaskin dijo: “Es bueno practicar el perdón a una misma. Hay que ser compasiva con una misma como madre.”

    Esto aparte, creo que el cansacio y el agotamiento pueden ser la causa en la mayoría de las ocasiones, puede sonar mal, pero nos han vendido la moto de que podemos con todo y a veces no se puede, hay que aprender a delegar y a priorizar, parece fácil eh?, la teoría nos la sabemos... si podemos tener a alguien que nos ayude con la contingencia doméstica una vez a la semana o las grandes limpiezas estacionales, a mi el robot de barrer sólo me ha aliviado mucho a diario, lo mismo la secadora de ropa (me ahorro tender, recoger y planchar), el lavavajillas, etc, a pocos los hemos ido adquiriendo; tener mis momentos de soledad: la hora del baño y cena el papi, mientras yo paseo a los perros, la hora del cuento uno yo y después el papi, y así turnándonos, dejar alguna actividad aunque me guste me implicaba andar a prisas y corriendo y me restaba tiempo, ahora vamos juntos a "yoga en familia", un día a la semana queda con los amigos una horita en el cuentacuentos y taller creativo, y las mamás nos tomamos un café tranquilas y nos desahogamos, se vuelve mejor y con más energía para atenderlos, en mi caso "el mecanismo de control" el papi, y una de las perras que si empezaba a elevar el tono de voz me ladraba regañándome (el niño es su cachorro,jeje), también hacia inspección de pañal, cuando pasaba al lado del nene olfateaba y si había caca ladraba, y lo que me empezó a funcionar irme del cuarto y meterme en el baño... mi refugio, lavarme la cara y hacer varia inspiraciones, decirle al nene que cuando viera que la "mami bruji asomaba, me avisara", o ir a pegar el grito a otro sitio donde no están ellos, gritas pero a la pared, y el truco de una buena amiga que es cartera postal, llevar una goma en la muñeca y cuando empezaba a alterarse tirar de la goma, duele, recuerdas que lo que haces duele, y enseñarle a los nenes a que tiren ellos también, y controlar la dieta, se sabe que si eliminas azúcares, cafeína y grasas trans, el nerviosismo y agresividad baja casi un 70%, tila, valeriana, pasiflora, funcionan muchas veces, yo lo comprobé con los perros, descansar cuando ellos duerman (con 3 complicado, me imagino) y pedir ayuda siempre, siempre...

    Saludos empáticos,

    Verónica

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Verónica, me encanta lo de la goma, tengo que probarlo.

      Yo se lo he dicho que me avisen, pero es que cuando me dice mi Bichito: "Mami estás gritando" la pobre se lleva una retahíla de motivos por los que mamá está gritando. En fin, que tengo que relajarme.

      Yo ya he dicho miles de veces que no llego a todo. Anoche mismo con mi marido que me explicaba no se qué de una tarifa le miraba con los ojos ya a media asta muerta de sueña diciéndole: "Cariño, no llego a todo".

      Yo no soy perfecta, ni mucho menos, tengo miles de carencias, soy humana, pero en esto no quiero desesperar, quiero conseguirlo, por nuestra salud emocional familiar. Si bien escribir este post me vale para intentar mejorar y ser consciente de que ya me estaba pasando, de que les grito por sistema y de que, aunque les quiero con locura, aunque a veces cuando me pongo a gritarles me doy cuenta y me pongo a juguetear con ellos para que no piensen que les estoy regañando, debo y quiero cambiarlo.

      Me exijo, sí, pero no en mi trabajo, que me la trae al pairo, no con la tienda, que me encanta mi nuevo proyecto, me exijo con ellos. A lo demás que le den por culo, hablando mal y pronto.

      Te agradezco como siempre tus palabras y tu empatía hacía mí. Gracias preciosa.

      Besitos

      Eliminar
  15. Hola Verónica, me ha encantado tu aportación tomo nota de muchas de esas cosas. Coincido plenamente en lo de que nos han vendido la moto de que podemos con todo. Esta presión que tenemos las mujeres es demasiado: casa, trabajo, mantenernos guapas y delgadas y encima si no lo hacemos bien nos sentimos culpables... Comparto también lo que influye la alimentación en tu estado de ánimo. Por mi parte intento relajarme con ejercicios de yoga, respiraciones relajantes a lo largo del día y alguna que otra infusión. Un beso a todas esas madres que pasamos por lo mismo: muaaccc!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuria, yo no llego a todo, no puedo. Hasta hace poco iba a yoga, pero mi hija tiene ansiedad de la separación ahora que yo he vuelto al trabajo y ella a la guarde, así que prefiero quedarme con ella. Sí era un momento relajante porque sabía que ella estaba bien, ahora que sé que no lo está he decidido no ir.

      Yo ya estoy guapa y delgada, no me digas como pero llevo la talla de soltera después de tres hijos O_o INCREÍBLE!!! Jajajajaja, aunque envejecida y mucho.

      Besitos

      Eliminar
  16. Ay Suu, yo creo que todas las mamis lo hacéis genial, lo hacéis lo mejor que podéis dentro de que el día a día acaba complicandolo todo.
    Yo sólo espero que mi instinto sepa guiarme para hacerlo lo mejor posible cuando me toque.
    Os dejo un video para que veáis que para vuestros hijos siempre sois las mejores mamás del mundo:
    https://www.youtube.com/watch?v=il9WEpuvRbw

    Besitos a todas las mamis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carmen, es muy complicado. Yo soy muy autocrítica conmigo misma, pero es que vuelco mi ira sobre las cosas más bonitas del mundo y lo que más quiero y no quiero que tengan esa imagen de mí. Sé que ellos saben que les quiero con locura, que son lo más importante de mi vida, pero no quiero que ellos crean que gritar es "lo normal" porque entonces será como se comporten ellos con otras personas y con sus propios hijos.

      Un video precioso, gracias por compartirlo conmigo.

      Besitos

      Eliminar
  17. Ains, yo también estoy en ello, pero nada... sí que es verdad que me contengo más, pero hay dos momentos que me pueden: el salir por la puerta por la mañana, y el terminar la cena y recoger. El resto del día me controlo perfectamente, pero es que yo con sueño me convierto en una energúmena, y tantos años de no dormir me pasan factura. Y ya sé que no es culpa suya... pero... es que claro, a veces parece que están jugando a "a ver cómo de roja puede ponerse mamá".
    Y realmente, a veces no consigo que la mayor se mueva si no es a grito pelado. Es como si antes de llegar a ese nivel, se creyera que no iba en serio, que no iba con ella. Lo que me pasa a mí es que o hablo bajo, o me elevo a mil decibelios. No tengo término medio.
    Pero bueno, también sirve para que aprendan que enfadarse está bien, y que uno libera estrés gritando, y que no es bueno, pero mejor es eso que pegar (que últimamente a mi niña se le está soltando la mano). Cuando me cabreo ya total, le digo (bajito) "mira, estoy tan cabreada que tengo ganas de pegarte, pero no se pega nunca, así que me aguanto". Y eso es lo máximo máximo a lo que llego. Para situaciones límite, vamos, tipo soltarse e intentar cruzar una calle con tráfico.
    Pero qué se le va a hacer, nadie es perfecto, y el caso es no dejar nunca de intentarlo, de mejorar y de explicar.
    Un beso y mucho zen!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teresavet, de todo lo que me cuentas me quedo con la última frase. Ese es el espíritu, jamás dejar de intentarlo, de mejorar y de explicar.

      Sí, tanto mi Bichito como mi Pequeñín también parecen estar sordos hasta que mamá grita y yo ya voy pasada de rosca para todo y claro, mamá ya no baja el tono de voz.

      A mí las mañanas con los tres me desquician, algún día tengo que hacerme una foto porque yo creo que no me queda dedo sin ocupar. Así que si encima ponen trabas pues yo me desespero.

      Pero cierto es que no tienen la culpa de que mami llegue tarde, del tráfico de Madrid y de muchísimas otras circunstancias que nos competen a los adultos.

      Nunca dejaremos de intentarlo, de mejorar y de explicar.

      Besitos

      Eliminar
  18. Me ha gustado tu post y tooooodos los comentarios. Toditos! Tomo nota.
    Yo pienso como tú que hay que intentar controlarse y aprender de los errores, pero también creo que hay que perdonarse. El sentimiento de culpa puede ser un lastre para salir adelante. En mi caso, con Peque, a pesar del pedazo de carácter que tiene, lo llevo bastante bien, pero cuando se junta con sus tres hermanos en casa...De verdad que me convierto en un ogro. No me gusto, y trato de cambiar, pero hay cosas que consiguen sacarme de mis casillas. Habrá que seguir practicando.
    Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mo, lo de perdonarse es complicado, pero séque debo de hacerlo. Sin embargo, parece que no lo consigo si no hago un avance significativo, no sé si me explico.

      Cuantos más niños más complicado serenarse, jajajajaja.

      Ánimo y mucha suerte, habrá que seguir practicando.

      Besitos

      Eliminar
  19. Yo pensaba k no les gritaba, pero he estado unos dias afónica y madre mia, que mal lo he pasado!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estela, yo estoy segura de que grito demasiado, así que una afonía no me vendría mal...

      Besitos

      Eliminar
  20. Hola Suu, no se si conoces el experimento "deja de pensar en el oso blanco". Es normal, supernormal, lo que te ha sucedido, eso mas o menos nos pasa a todas las personas en circunstancias similares... Y mas a las madres cuando tenemos recomendaciones y sugerencias.. Comportamientos ideales y odiosos que debemos evitar!!!! Simplemente, disfruta!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo, no lo conocía, pero ya he buscado información. Sé que es normal porque la mayoría de los padres y madres gritamos a nuestros hijos, pero es que yo no quiero que sea normal, yo quiero que lo normal sea un ambiente sin gritos. Y yo sí creo que es ideal y me gustaría conseguirlo, por mucho que me cueste creo que un hogar sin gritos es muchísimo mejor.

      Besitos

      Eliminar
    2. No me refiero a que tu quieras que sea normal gritarles!! Si no que pensar en evitar a toda costa esas situaciones puede conducirte a todo lo contrario. Me refiero a que lo que es normal, es que no lo hayas conseguido una vez tiendes a evitar esa situación. Evidentemente, es mejor, mucho mejor un hogar sin gritos. Un hogar donde se hable pausadamente. Quizá lo mejor, como te decía en mi anterior comentario, es que no pienses demasiado en ello como un objetivo, sino que te lo plantees de un modo más relajado. Disculpa si te has sentido ofendida, pero creo que no has comprendido mi mensaje. ¿He dicho en algún momento que sea recomendable darle gritos a los niños? No. Se puede disfrutar también mejorando esos aspectos sin convertirlos en un reto personal, un comportamiento a evitar... Simplemente cambiando el mensaje de tu mente, "no tengo que hacer...." a "sería mejor..." Relájate... y disfruta de tus hijos, de lo que vas a conseguir sin castigarte por equivocarte, como todas las madres nos equivocamos.
      Una vez más, disculpas. He creído oportuno volver a intervenir para aclarar, pero me cuidaré de no volver a aportar nada más en tu blog.

      Sara.

      Eliminar
    3. Hay un error en la primera frase.

      No me refiero a que consideres que "lo normal" sea gritarles!! (Si has buscado información sobre el experimento "deja de pensar en el oso blanco" y has leído entenderás mi mensaje)

      Eliminar
    4. Sara, no, no me he sentido ofendida, para nada. La cosa es que no lo pienso demasiado, es a título póstumo. Es decir, que me doy cuenta que les grito demasiado después de haberles gritado, no intentando no gritarles, no sé si me explico.

      No tienes que pedirme disculpas por nada, porque yo no me he ofendido, pero parece que tú sí porque dices que te cuidarás de no volver a aportar nada más en mi blog y yo creo que no te he faltado en ningún momento el respeto y si he malinterpretado tus palabras has hecho bien en explicármelo.

      Creo que las aportaciones de los lectores son súper importantes, de verdad que no entiendo el final de tu comentario y me entristece mucho :(

      Besitos

      Eliminar
    5. Hola Suu,
      Pues también creo que tengo que pedirte disculpas. Sí, me he ofendido, porque creo que me has malinterpretado sin motivo y no me gusta aportar algo que creo importante y se me responda como si yo considerase que te aconsejo que sigas gritando, que es normal andar gritando a niños o que no es ideal que a los niños no se les grite. Claro que me ofendo. Porque creo que lo que he aportado nombrándote ese experimento no quedaba lugar a dudas. En multitud de ocasiones las madres nos vemos arrastradas por nuestra propia exigencia que también se alimenta de apelaciones a lo que sería "un comportamiento ideal" cuando a veces ese comportamiento está agravado no por lo que nosotras hacemos sino por lo que esperamos de nosotras mismas. Muchas veces tenemos peor concepto de nosotras como madres porque acabamos comportándonos del modo que pretendemos evitar. Incluso a veces malinterpretamos nuestro propio comportamiento, me remito a los propios niños. Si tu le dices a un niño que es malo o que hace algo mal, acaba comportándose "mal" y con la moral por los suelos cuando simplemente se trata de aprender, es muy importante el mensaje que nos enviamos como madres y también el que nos envían. No creo que me hayas faltado el respeto, Suu, sólo que no entiendo cómo se puede malinterpretar un mensaje que dejé con todo el cariño del mundo y remitiéndote referencias al respecto. Quizá ese sea el gran problema de la maternidad, tal y como la percibo ahora mismo, nos echamos las manos a la cabeza cuando alguien intenta aligerar el peso de la culpa que nosotras mismas y la presión "del comportamiento madre ideal" nos carga en las espaldas. Interpretando inmediatamente, que ese "aligerar peso" implica un mal trato hacia los niños o una falta de consideración hacia sus necesidades cuando no se trata de eso.

      Eliminar
    6. Sara, no sabes cómo siento haberte ofendido, porque no era mi intención. Es muy complicado saber exactamente a qué te refieres, yo no estoy en tu cabeza, no te conozco, no sé exactamente el sentido de tus palabras.

      Yo no he dicho que tú pienses que sea normal, he dicho que yo no quiero que sea normal, creo que son dos cosas distintas. También que para mí sería ideal un hogar sin gritos y fíjate que no lo consigo.

      Ahora que tu comentario es mucho más extenso, entiendo perfectamente a qué te refieres. Cierto es que soy muy crítica hacia mi misma y ojalá que el reflejo que yo tengo de mi misma no sea el que mi hijos tienen de mí.

      Cierto es también que nos echamos encima demasiadas cosas, que deberíamos "aligerar el peso", a mí me cuesta horrores, pero eso no quiere decir que nos carguemos las unas a las otras. Yo hablo por mí, por cómo me siento, por lo que mi aptitud hacia mis hijos conlleva.

      Siento enormemente que mi comentario te haya ofendido, te prometo que no era mi intención y que con un café y frente a frente, conociéndonos, esta conversación habría sido de otra manera. Pero yo no te entendí bien, te contesté rápido y tú te sentiste ofendida y espero que puedas perdonarme el no haberme tomado un poco más de tiempo para entenderte mejor.

      Espero que no dejes de comentar y poder leer tu opinión más a menudo y así conocernos un poco más y no volver a malinterpretarte.

      Te doy las gracias por tomarte el tiempo necesario para explicarme exactamente a qué te referías.

      Besitos,
      Suu

      Eliminar
  21. Hola Suu
    Acabo de aterrizar por casualidad en tu blog y no he podido evitar leerte porque parece que está escrito por mi misma. Yo también tengo 34 años y 3 hijos de las mismas edades que tu (4, 2 y 5 meses) y comparto totalmente tu filosofía de criar a los hijos de forma consciente y respetuosa. A mi personalmente, el libro de Carlos Gonzalez "Bésame mucho" me cambió la percepción que tenía de la maternidad para siempre y en cierta forma, me cambió la vida.
    A pesar de todo, me he visto totalmente reflejada en este post. Yo también me juraba y me perjuraba todos los días que iba a conseguir salir de casa con los tres, sin prisas y sin enfados ni gritos. Los ajetreos mañaneros y los horarios no van bien con los ritmos de los niños.
    Yo igual que tu, me lo tomaba como un reto personal diario. Todos los días me enfrentaba a ese estrés intentando gestionarlo de forma calmada, sin enfadarme (también tengo ese pronto que dices tu). Al final me lo he acabado tomando como un aprendizaje y creo que poco a poco lo voy consiguiendo. Con mis hijos funciona, levantarles con mucho tiempo para no tener que meterles prisa e intentar ser comprensiva ante los enfados mañaneros de la mayor. Y sí, la mitad de los días me tengo que poner al más pequeño en la mochila para darle el contacto materno que reclama o para evitar que su hermano de 2 años se le eche encima para darle un beso o le pase un camión por la cabeza mientras juega.
    Muchos ánimos en la pelea diaria!!
    Un beso!!
    Laura

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Laura, no me lo puedo creer si somos dos calcos, jajajajajaja.

      En mi caso ir con tiempo no funciona, porque si les dejo tiempo empiezan a pedirme el desayuno y ellos desayunan en la guarde y en el cole, excepto Canija que come teta. También es que últimamente les despierto demasiado justo y aunque me prometo cada mañana que los voy a despertar 5 minutos antes, no soy capaz de conseguirlo.

      Además si les despierto con tiempo Pequeñín de 2 años termina besuqueando y tirándose encima de Canija porque se aburre y ahí es cuando vienen los lloros.

      Yo también creo que poco a poco se puede ir consiguiendo, unos días se pierden más los nervios que otros, ojalá consiga relajarme un poco y no gritar tanto.

      Besitos

      Eliminar
  22. Después relación quinto año con mi novio, él cambió de repente y dejó de ponerse en contacto conmigo con regularidad, que vendría con excusas de no verme todo el tiempo. Él dejó de contestar mis llamadas y sms a mi y se detuvo al verme con regularidad. Luego empecé a cogerle con diferentes chicas varias veces, pero cada vez que él me decía que me encanta y que necesitaba algo de tiempo para pensar acerca de nuestra relationship.But no puede dejar de pensar en él, así que decidí ir en línea y vi tantas buenas hablo de este lanzador de hechizos y me comunico con él y explicarle mis problemas a him.He un hechizo de amor para mí, que yo uso y después de 2 días, mi novio volvió a mí y comenzó a ponerse en contacto conmigo regularmente y nos mudamos a vivir juntos después de unos pocos mes y él era más abierto para mí que antes y empezó a pasar más tiempo conmigo que sus amigos. Finalmente nos casamos y ahora hemos estado casados ​​felizmente durante 3 años, con un hijo. Desde Dr.Kumar de spellcasttemple@gmail.com me ayudó, mi pareja es muy estable, fiel y más cerca de mí que before.You también puede contactar con este lanzador de hechizos y conseguir que su relación fix Email: SPELLCASTTEMPLE@GMAIL.COM

    ResponderEliminar

Seguro que tienes algo que escribir. Sí, sí, eso que estás pensando