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martes, 31 de diciembre de 2013

Final del Año, ya estamos aquí!!!

Recién llegados de pasar unos días en Córdoba, hemos llegado en el momento álgido de todas las fiestas.

Hemos pasado unos días estupendos, el clima del sur es fantástico y nos ha permitido pasear por la ciudad y ver un montón de cosas. Eso sí, por fuera, porque a lo único que hemos entrado es a la Mezquita que con tres niños tan pequeños es imposible pararse a leer algo o cogerse un autoguía, pero no podíamos dejar de ver esa preciosa Catedral por dentro.

Me lo he pasado bien pero me voy con mal sabor de boca, en 5 días sólo he visto una cordobesa porteando y a nadie dando el pecho. Y sí, sé que hace frío, pero biberones sí que he visto y es algo que me ha llamado muchísimo la atención. Porque en los sitios que yo he entrado para dar el pecho a mi Canija o en los parques donde hemos estado había mujeres con sus bebés de pocos meses dando el biberón. Si lo que he visto es eso es que por norma general se da biberón, cosa que me entristece mucho. No entro a valorar las circunstancias de cada uno, ni individualizo, ni juzgo, sólo me apena que no haya llegado más información a esta preciosa ciudad sobre la lactancia materna y el porteo, que se normalice algo que debería de serlo.

Quizá es porque en mi barrio, poblado de gente joven, el porteo y la teta es algo más habitual. Paseando por el centro comercial puedes ver bebés tomando teta o biberón, en carro o en portabebés, ya sea ergonómico o no, pero no ver nada más que a una cordobesa que cuando me caí con mi Canija y le di la teta me dijo, palabras textuales: "Qué sacrificado, verdad?". Yo creo que en ese momento mi corazón se hizo cachitos y es que yo que estaba la mar de ilusionada viendo a esa mamá con su bebé en una ergo y va y me dice eso, me desanimó totalmente.

En fin, que me lo pasé bien con mi familia, pero me voy un poco triste porque la gente me miraba como una extraterreste y escuché varias críticas por detrás al verme sacar mi teta en público y amamantar a mi bebé O_o

Llegado el 31 de diciembre uno se debería poner a hacer balance pero yo ni tengo muchas ganas ni tiempo, porque ahora mismo me voy en busca de cabracho para hacer un pastel para Año Nuevo. Para mí ha sido un año maravilloso en el que mi Canija ha nacido y en el que me siento muy feliz conmigo misma, como mujer, como madre, como emprendedora y espero que este 2014 sea tan bueno o más que el que ya dejamos, pero eso lo iremos disfrutando día a día.

Hoy es día de cenas y de despedidas, de brindar por la llegada del nuevo año os deseo a todos un Feliz 2014 y que podamos seguir leyéndonos cada día.

¿Qué tenéis pensado para esta noche y mañana? Nosotros cenaremos con la familia y mañana nos quedaremos en casa para disfrutarlo con una gran amiga y su familia.

Espero que disfrutéis mucho esta noche:

martes, 2 de julio de 2013

Viajar en coche con niños

La primera vez que te enfrentas a viajar en coche con un bebé surgen un sinfín de preguntas e inquietudes sobre él. Con poco más de un mes nosotros nos fuimos con mi Bichito a la playa y seguimos todas y cada una de las recomendaciones de la DGT.

Cuando mi Pequeñín se unió a la familia, añadimos el reproductor DVD al coche al cambiar a un 7 plazas y seguimos viajando más o menos igual pero con dos niños.

Al añadir a mi Canija y que a principios de año descubrimos que mi Pequeñín se mareaba en el coche, la ecuación ha cambiado considerablemente. Se recomienda parar cada 2 horas y que tanto los bebés y los niños cambien la postura y se muevan, pero cuando llevas 2 niños y 1 bebé en el coche, parar y despertarles no es una buena idea.

Nosotros hemos decidido hacer la mitad del viaje de madrugada, de tal forma que mi Pequeñín duerme la mayor parte del trayecto y así no se marea. Salimos sobre las 6:30, aguantamos y no paramos hasta que mi Canija se despierte y es que rondando las 3 horas suele abrir los ojos porque está incómoda en la maxi-cosi y ese es el momento en el que paramos. Esta parada suele durar casi una hora porque entre que nosotros vamos al baño, luego llevamos a los niños, doy el pecho a mi Canija, desayunamos y corretean un poco por el bar en el que estemos, se nos va una hora. El resto del trayecto los peques lo hacen viendo una peli y el papi que esté entre sus dos sillas se dedica a poner el chupete a Canija, que si bien no lleva chupete, en el coche es la única forma de que se relaje un poco, y pendiente con la bolsa preparada por si mi Pequeñín vomita.

Normalmente cuando llego a las 2 horas de conducción siempre les miro y me pregunto si no será mejor para su espalda y para ellos parar, estirar las piernas y corretear un poco. Entonces me doy cuenta de que si les despierto antes y no aprovecho mientras están dormidos la segunda parte del viaje puede ser todavía más difícil porque puede que todo marche sobre ruedas o que se pongan a llorar los tres a la vez desquiciando a todo aquel que se encuentre en el coche. Así que les miro por los espejos y continúo hasta que se despierta mi Canija.

Y hasta aquí todo más o menos normal, hay viajes mejores y peores, pero hasta ayer todo había ido bastante bien excepto tres días en los que mi Pequeñín vomitó. Las dos sillas de mis hijos están detrás de los asientos delanteros, así que el papi que tenga que ir con ellos detrás va entre ellos. Mi marido está muy apretado y como yo suelo hacer la primera parte del viaje conduciendo pues esta vez decidí cambiarle en la parada. Yo me mareo y ayer contaba cada kilómetro que quedaba para llegar a casa. La bolsa iba de mi Pequeñín a mí y fue una experiencia bastante mala. La única forma en la que yo no me mareo es conduciendo, pero entre que nos acostamos tarde, sobre la 1:30, que mi Canija comió dos veces y que nos despertamos a las 5:30 para salir de madrugada, no llegué a dormir ni 3 horas y claro, los reflejos no son los mismos que si estás descansada y preferí que condujera mi marido. 

Una y no más. No sé cómo vamos a hacerlo pero temo el viaje al norte de la próxima semana. Ahora se me hace muy cuesta arriba porque está muy reciente, pero espero que sea mucho mejor que éste en lo que a mí respecta.

Con mi Pequeñín he probado la ventanilla bajada, el dvd, la ventanilla tapada, etc, etc y al final lo que parece que le funciona un poco es el dimenhidrinato, aunque también vomitó un día habiéndoselo tomado. Y yo tomaría, pero si no no podría conducir y esa sí que es una forma de que se me pase.

Os dejo aquí un enlace con las recomendaciones y consejos de la DGT para afrontar un viaje en coche.


Vosotros ¿cómo os apañáis? Hacéis paradas cada 2 horas o esperáis a que los peques se despierten.

domingo, 30 de junio de 2013

Próximo destino...

A pocas horas de partir rumbo a casa siento un poco de pena por marchar. Lo hemos pasado fenomenal, nos hemos reído muchísimo, hemos disfrutado cada día y he sentido que nuestra unión es mucho más fuerte.

El nacimiento de Canija ha sido muy importante para todos y contra todo pronóstico en seguida nos acoplamos. Fue como si Canija siempre hubiera estado allí, como si siempre hubiéramos sido 5. Sencillamente perfecto.

Me siento orgullosa de mi familia, es absolutamente maravillosa y me sorprende cada día. Me siento orgullosísima de mis hijos que si bien me necesitan las 24 horas del día entienden que Canija me necesita mucho más que ellos. Aunque a ellos les encantaría que mamá bajara a la playa, jugara con ellos a hacer castillos y se metiera horas y horas en el agua, son conscientes de que Canija no debe exponerse al sol y que mami tiene que cuidarla. Cada día se han bajado contentos con su padre a la playa y a la piscina y han nadado, se han tirado del tobogán y han jugado mientras mamá les observaba fuera porteando a su hermana pequeña desde la sombra. Y no ha habido rabietas ni enfados (por esto, porque lo de volvernos de la verbena a dormir ha tenido su miga), lo han aceptado y entendido desde el primer día y ha sido maravilloso poder disfrutar con ellos de estos días tan estupendos.

Ahora volvemos a Madrid, a preparar la ropa para la boda de mi madre el miércoles y la celebración del domingo. Me faltan varias compras que hacer, entre ellas una sensual braga-faja que oculte mi barrigota y unos zapatos/sandalias/o qué se yo azules marino para mi Pequeñín. Recoger los tocados y planchar los trajes.

Tenemos que deshacer las maletas, poner lavadoras y hacer maletas de nuevo para irnos de vacaciones a ver a mi adorada amiga de Historias de un príncipe y cuatro princesas. Y es esto lo que más me anima de irme hoy de aquí, porque tengo tantas ganas de verla que tengo que hacer una parada en casa para seguir camino y llegar hasta ella. Mis hijos se lo pasarán pipa con sus princesas, mi marido con el pulpo y el churrasco y yo con mi queridísima amiga.

Ya os iré contando si tengo un rato porque esta semana se presenta agobiante y muy movida por todo lo que hay que preparar y quizá tenga la visita inesperada de una amiguita. Os deseo una gran semana y buen viaje a todos aquellos que comienzan sus vacaciones.


lunes, 13 de mayo de 2013

Viajar con niños

A nosotros siempre nos ha gustado viajar. Desde que mi marido y yo nos conocimos siempre hemos intentado ir a varios lugares, ya sea fuera de nuestras fronteras o por los alrededores. Cualquier ocasión era buena para salir a conocer otros sitios, otras constumbres, otras culturas y aprovechábamos para disfrutar de la comida.

Tener hijos ha cambiado mucho nuestra forma de viajar. En primer lugar que mis "por sí" no existen, si antes utilizaba toda una maleta para mí sola, ahora la comparto con mi marido y es a ellos a los que les cedo mi espacio.

Mi Bichito tenía 1 mes y 1 semana cuando nos fuimos a Oropesa a pasar nuestras primeras vacaciones en familia. Con mi Bichito hemos ido a varios sitios y hemos disfrutado mucho en todos ellos. En vez de hotel fuimos a apartamentos para que yo pudiera cocinar sus purés.

Cuando nació mi Pequeñín seguimos esta tónica y seguimos yendo a varios lugares. No llegaba a 10 días cuando subido al fular nos fuimos a Faunia. Tanto mi Bichito como nosotros lo pasamos fenomenal, disfrutamos de los espectáculos y volvimos a casa a echarnos la siesta. Ese mismo verano nos fuimos a Barcelona, Port Aventura y Oropesa y disfrutamos muchísimo todos juntos.

Ahora con mi Canija no podía ser menos y con pocos días nos fuimos a Faunia, a la Warner y salimos con nuestros hijos todo lo que podemos. Reconozco que tuve mis dudas cuando reservé la habitación para Salou, pero sabía que era la mejor época para ir a Port Aventura y no me equivoqué. Hemos pasado unos días maravillosos y ella ha estado junto a mamá, en el fular, cada segundo. Con poco más de un mes nos hemos recorrido kilómetros andando, hemos podido disfrutar de cada minuto junto al resto de la familia, a nuestra manera, pero con ellos.

Nuestro coche es un 7 plazas, pero para llevar todo lo necesario (sí, soy un poco exagerada) nos hemos comprado un cofre.

Mucha es la gente que me dice que qué valor tenemos, que cómo nos hemos ido con unos niños tan pequeños y un bebé recién nacido. Mis hijos lo han pasado en grande, mi Canija ha estado junto a su mamá y su familia en todo momento y mi marido y yo hemos disfrutado de cada minuto con nuestros hijos. Yo os animo a viajar con vuestros hijos, sean pequeños o grandes, coman entero, puré o teta. Cuando mi Bichito comía purés alquilábamos apartamentos para que yo pudiera hacérselos. Con mi Pequeñín no hizo falta hacerle ni un sólo puré porque no los comía, así que los hoteles cumplían nuestras necesidades y en los restaurantes teta y lo que comiéramos nosotros. Y ahora es todo igual de sencillo nada más que con un miembro más. A veces somos nosotros mismos los que nos ponemos trabas e impedimientos fruto de nuestros miedos, muchas veces irracional.

Desde que tenemos hijos hemos cambiado los destinos, hemos pasado de ir a lugares exoticos para bucear a sitios con una amplia gama de actividades para nuestros hijos. Lo que se nos resite todavía es viajar en avión pero es que es tan caro...

Por delante nos queda un montón de viajes por hacer, empezando por este verano: Oropesa, Lugo... Estoy deseando que llegue el mes que viene, hacer las maletas y poner rumbo a nuestro nuevo destino.

Y vosotros, ¿cómo os las apañáis con vuestros hijos? ¿Seguís viajando como antes?

lunes, 6 de mayo de 2013

¡¡¡Ya estamos de vuelta!!!

Madre mía qué vacaciones tan chulis!!! Qué bien que lo hemos pasado!!! Cómo hemos disfrutado!!!

A pesar que ayer tenía la casa recogida y limpita, hoy parece que ha pasado un huracán. La mayoría de las cosas están por los suelos, una montaña de ropa en la cocina y el tendedero, la nevera prácticamente vacía, peeeeeeeeeeeeeeeeeerooooooooooooooo...
¡¡Nos hemos pasado pipa!!

Llegamos ayer por la tarde y después de unas vacaciones increíbles toca adaptarse a la nueva rutina. Mi marido en vez de entrar a las 9 para llevar a los niños a partir de ahora entra a las 7, de tal forma que sale a las 14:30 y puede comer conmigo y pasar la tarde todos juntos. De esta manera no tengo que mover a mi Canija a las 15:30 de la tarde para buscar a sus hermanos y puedo subir a por Pequeñín en bici (lo que me viene genial para el culo y oara bajar los kilos que he cogido con los desayunos que me he metido cada día). Así que esta mañana les he puesto el desayuno, les he vestido a los tres y los he llevado al cole. Un poco estresante, la verdad, pero nos iremos acostumbrando a la nueva rutina.

Hoy empiezo la fisioterapia de suelo pélvico, ya os contaré qué me dicen y mis impresiones. Tengo también que ir a cambiar la cita en el Hospital porque me la han dado cuando no puedo ir. Muchísimas cosas que hacer y que contaros, pero con el tiempo escaso para ello, espero mañana tener un ratito para escribir y comentaros todo lo que hemos hecho y lo bien que lo hemos pasado en Port Aventura.

Comenzamos la semana, muchos besitos a todos!!!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Viaje a Ávila

¡Qué gran puente hemos pasado! ¡Qué de cosas hemos hecho!

Salimos el viernes por la mañana rumbo al hotel que habíamos cogido a gran precio en una web de ofertas para grupos. El hotel era bastante grande, un poco alejado de la ciudad, tenía unas vistas exquisitas de la muralla. Nos asignaron la habitación de minusválidos con dos camas de 90 y una supletoria de 70 que juntamos y donde dormimos los 4. Tenía un escritorio y una mesa camilla y aún así podías casi correr en la habitación, era enooooooooooorme. El baño era inmenso, pero lo único malo es que no tenía bañera y mis hijos en cuanto vieron la ducha salieron corriendo.

Paseamos por la ciudad y comimos en uno de los restaurantes que nos habían recomendado. Después volvimos al hotel a echarnos a siesta y hasta yo me dormí un ratito. Mientras mi familia descansaba yo leía y whatsappeaba en el baño tumbada en el suelo. Al rato se unió mi marido y después mi Bichito. Los tres cabíamos perfectamente en ese enooooooooorme baño mientras mi Pequeñín dormía en las camas. Después de un paseo hasta la ciudad, siempre con la muralla iluminada en la noche como paisaje, volvimos al hotel a cenar.

El sábado visitamos Ávila en Tuk Tuk y después recorrimos la muralla mientras escuchábamos un poco de su historia gracias a una grabación que nos dieron al comprar la entradas. Mi Bichito se la recorrió entera, tanto de bajada como de subida, accediendo incluso a muchos de sus torreones, escuchando la grabación especial para niños y viendo las fotos que salía en el visor de la autoguía. Mi Pequeñín terminó agotado y en cuanto su padre le subió a la mochila, se quedó dormidito en el viaje de vuelta cuesta arriba. 1,300 kilómetros cuesta abajo y 1,300 kilómetros cuesta arriba y luego otro tramito de 300 metros pasada la catedral. Creo que nos hicimos una foto del antes y el después y el cansancio era plausible en nuestros rostros. De hecho, debido al frío y al viento, terminamos con los mofletes rojos y los pelos de locos.

Después de comer cochinillo y cochifrito volvimos a echarnos otra merecida siesta, que yo aproveché hasta que mi Pequeñín decidió que era el momento de irnos al baño los tres y respetar el descanso, esta vez, de su hermana. La noche fue pasada por agua, frío y viento y aunque anduvimos por la ciudad, poco pudimos disfrutar de ella.

Nos levantamos ayer queriendo visitar un pueblo de Ávila y comer por los alrededores, pero las décimas de mi Bichito y los 0 grados que hacía fuera, unido a un fuerte viento, nos hicieron posponerlo para otro fin de semana y volvernos a casa.

Ha sido una escapada fantástica. Todos lo hemos pasado fenomenal, yo he dormido más que ningún día, he descansado bastante, hemos comido muchísimo y hemos aprovechado todo lo que podíamos los 2 días que hemos estado allí. Ya estamos pensando en la próxima escapada.

Este fin de semana también nos ha valido para probar en trayectos un poco más largos la silla de coche Q-Retraktor y a mi Bichito le ha encantado. A mí era algo que me preocupaba bastante porque con la última silla que tubo se quejaba de que le dolía la espalda. Sin embargo, con esta, no se ha quejado ni un momento y llevaba la cabeza perfectamente descansada en las orejeras de la silla. Estamos muy contentos con ella.

Y vosotros, ¿qué habéis hecho este fin de semana?

viernes, 13 de julio de 2012

Pondremos rumbo a Endor

Esta madrugada pondremos rumbo a Endor, en nuestra nave recién pintada y es que, a veces, las estrellas se hinchan y sacan pecho. Iremos a reunirnos con nuestros amigos y a disfrutar juntos de un fin de semana estupendo.

A las 5:00 de la mañana nos encaminaremos para aprovechar un fin de semana muy especial en el que nuestros hijos compartirán juegos y nosotros buena comida, bebida y charleta. Hace un mes vinieron a nuestra casa y me parece que hace un siglo que no les veo. Estoy deseando ponerme en camino y poder abrazar a mis amigos.

La semana ha ido bien, como siempre no hemos parado y he aprovechado a ver a algunas amigas. Ayer decidimos quedarnos en casa a poner lavadoras, doblar ropas, recoger la casa y hacer un estupendo gazpacho para acompañar los chuletones a la barbacoa del sábado. Mientras yo me encontrada enfrascada en la cocina, se me ocurrió asomar la cabeza por la puerta y ¡Ah, horror! Aquello más que un campo de batalla parecía que había pasado un huracán. Además de que habían sacado mis preciosos hijos todos los juguetes de las cuatro gavetas y de los cuatro cajones, habían dado la vuelta a una caja con cuadrados, me habían quitado, sin que yo me diera cuenta, la bolsa llena de ropa interior esperando a que la doblara. ¡¡¡Madre mía qué casa!!! Ya no supe si reír o llorar, si unirme a ellos y tirar por el suelo la ropa de la secadora que acaba de recoger, o pillarme el cabreo del siglo. Si es que entre tanto muñeco, ropas y cachivaches, casi ni los encuentro.

Increíblemente mi Bichito cuando me vio se puso a recoger y lo hizo sin rechistar, cantando y ayudándome en todo. Y me sentí especialmente orgullosa, aunque no me duró mucho porque en la cena, cuando estábamos con el postre y mi Pequeñín derramó el yogur, ella, por no ser menos y llamar toda mi atención, lo tiró en la mesa y en el suelo y me dijo que me necesitaba porque no podía recoger el recipiente. Perdí los nervios, me enfadé, la levanté la voz y me los llevé a los dos a la cama. La verdad es que no opuso resistencia, no se puso a llorar y se quedó allí, tumbada en la cama dando patadas a la pared mientras yo le daba el pecho a mi Pequeñín. Poco a poco fui calmándome y la pedí perdón por gritarla aunque la dije que no me parecía bien lo que había hecho y ella, con una sonrisa, me perdonó.

A veces nuestros hijos nos sacan de nuestras casillas y es cierto que el final del día es el momento más propicio, nosotros estamos cansado y ellos también. Entorno el mía culpa, no por haberme enfadado porque realmente me pareció mal su aptitud, sino por levantarla la voz y es que la adulta soy yo. Me siento mal por ello y, aunque la pedí perdón, hoy estoy un pco triste. Sin embargo, cuando ella me ha despertado de madrugada para que la llevara a hacer pis, me ha dado un abrazo enorme y ha apoyado su cabeza en mi hombro. Me maravilla la capacidad de perdonar que tiene y el amor que desprenden sus abrazos.

Aprovecho para recordaros los dos sorteos que todavía están en marcha por si no os habéis apuntado: Monsters With Love y Vaya Telita Diseño Exclusivo. Estoy segura que os van a encantar.

Disfrutar del fin de semana, nosotros lo haremos y a mí me vendrá muy bien unos cuantos kilómetros y la compañía de mis amigas para liberar tensiones.

¡Besitos a todos!

miércoles, 9 de mayo de 2012

Nuestras vacaciones (III): Endor y vuelta a casa

Boliche, Bichito y Alex
Port Aventura cierra a las 19, así que el viernes fuimos a la entrada a despedir a todos sus personajes en las carrozas y nos montamos en el coche dirección Endor para reunirnos con Leia, Obi-Wan y el precioso PequeñoJedi.

Llegamos a las 23:00 y por fin Leia y yo pudimos abrazarnos. 3 habían sido las ocasiones que habíamos intentado vernos, cuando estábamos embarazadas, cuando nos reunimos en Madrid y mi cumpleaños, pero nunca había sido posible. Esta vez llegamos a Endor sin demasiados problemas. El Planeta Endor lo encontramos perfectamente, pero la casa de Leia nos costó un poquito y es que se encuentra un poco apartada, ya sabéis, en la espesura del bosque, jeje.

Y allí estaban, esperándonos con los brazos abiertos y hasta el PequeñoJedi se despertó para recibirnos. Mi Bichito cayó agotada en la cama, ni cenó y mi Pequeñín con más ganas de juerga cenó algo con nosotros y después se durmió, eso sí, con un poquito de fiebre. Nos habríamos quedado hablando muchas horas seguidas, seguramente hasta el amanecer, pero pasadas las 2:30 decidimos acostarnos dado que los peques prontito tocan diana. El mío exactamente a las 5:00, con fiebre de nuevo, pero volvió a dormirse cuando comenzó a bajarle.

Amanecimos y Obi-Wan nos preparó unas tortitas de las que quitan el sentido, ricas no, riquísimas. Después le acompañamos a dar de comer a las gallinas, a los conejos, a los pollitos junto a los gatos y a los perros. Mi Bichito estaba encantada y es que los animales la vuelven loca. Se trajo un huevo calentito, recién puesto de una de las gallinas. Esta noche me ayudará y haremos juntas su primera tortilla con él.

Pequeñín y PequeñoJedi
Al rato llegaron LadyA y La Teta Reina con Alex, Boliche y papá de Boliche y disfrutamos de la barbacoa que Obi-Wan nos preparó. Nosotras tuvimos tiempo de hablar, de abrazarnos, de hacernos fotos, de achucharnos, por mucho que a la Quinqui la cueste, y de echar de menos a las que nos faltaban.

Fueron momentos increíbles que pudimos compartir juntas, como amigas, aunque a veces tardamos demasiado tiempo en vernos. Una pena no vivir más cerca. Mi Bichito estaba desatada, disfrutó muchísimo jugando con Alex y Boliche y mi Pequeñín y PequeñoJedi hicieron muy buenas migas. Nosotros nos tuvimos que volver el sábado, teníamos una celebración el domingo, y nos costó mucho despedirnos. Pero estoy segura que volveremos a Endor y pronto nos juntaremos de nuevo, aunque esta vez espero que sea en Naboo.

1450 kilómetros en 8 días, 4 comunidades autónomas, 5 lugares diferentes en los que pasar la noche, el cariño de unas amigas y de sus familias han hecho de estos días unas vacaciones inolvidables. Gracias a todas por cuidarnos, por darnos vuestro cariño, por querernos tanto y por compartir con nosotros estos días y en especial a Elo que está pasando por un momento triste en su vida y que aún así, decidió quedarse con nosotros.

Os quiero muchísimo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Recogiendo

Después de exactamente 24 días, de ir 3 días a Barcelona, 4 a Tarragona (2 de ellos a Port Aventura) y estar 17 días en Oropesa del Mar, vamos a dar por finalizadas nuestras vacaciones y esta noche nos volvemos a Madrid.

Han sido unas vacaciones estupendas, en las que hemos disfrutado un montón los cuatro, hemos hecho un montón de cosas nuevas y nos hemos divertido mucho juntos.

Ayer, por la mañana, para terminar nuestras vacaciones, mi marido alquiló una bici con silla para llevar a mi Bichito a Benicassim por una senda a través de la montaña. Por la tarde, estuvimos en un mini parque con atracciones y una gran piscina de bolas y mi Bichito se lo pasó en grande. Fuimos y volvimos en un tren turístico que la encanta y desde el que va saludando a todos los viandantes, aunque a ella no le saluda nadie. Cenamos y volvimos a casa a las 23:00. Ni que decir tiene que intenté que mi Pequeñín se durmiera, pero es que no hay manera. Se ha despertado a las 8 de la mañana, había hecho una toma a las 6, y ya no hay manera de que se duerma. En fin, que ya me levanto preocupada por él y por su descanso y espero que a lo largo de la mañana se duerma otro poquito, aunque no tengo todas conmigo.

Hemos pasado días maravillosos y días un poco más estresantes de lo que deberían, pero un niño y un bebé pueden llegar a desquiciarte en un abrir y cerrar de ojos. Volvemos con energía renovadas, con ganas de afrontar los nuevos retos que nos depara el año, con la fuerza necesaria para soportar las próximas semanas.

Mis hijos han crecido y mucho, parece como si de repente, en menos de un mes, hubieran avanzado un montón. Me fui de Madrid con dos bebés y tengo la sensación de que me vuelvo con un bebé y una niña. Este mes ha sido increíble, he disfrutado mucho de ellos, los he exprimido al máximo y me quedo con ese juguillo para que me de las fuerzas necesarias cuando me toque separarme de ellos para volver al trabajo.

Muchas son las cosas que tengo que hacer en cuanto lleguemos de madrugada a casa, entre ellas poner un cubre al colchón de mi hija, no lo vaya a estrenar nada más llegar, rellenar los papeles que tengo que entregar en la entrevista con la profesora de mi Pequeñín mañana a las 8:00. Y otras muchas a lo largo del finde, recoger la cinta para marcar la ropa, comprar todo lo que necesitan mis peques para la vuelta a la guarde y dejarlo todo preparado para la semana que viene.

Os diría que tengo ganas de volver a mi hogar, pero os mentiría. Me encanta estar con mis hijos y sé que la vuelta a casa es la vuelta a la rutina, a enfrentarnos a un nuevo curso a volver al trabajo. Hay gente a la que volver a "recuperar" su vida les gusta y hasta les viene bien, a mi no, a mi me encantaría seguir con mis hijos y disfrutar de ellos 24 horas, pero es lo que hay y no hay más vuelta de hoja.

El próximo post lo escribiré desde casa, a las 21:00 saldremos hacia Madrid, desearnos buen viaje.

viernes, 3 de junio de 2011

Vamos, que nos vamos

Aquí nos tenéis ultimando los preparativos para irnos de viaje.

Si alguien cree que con dos niños se lleva el doble de cosas, se equivoca totalmente, la progresión no es aritmética sino exponencial.

Cómo me alegro de haber cambiado de coche y haber comprado un monovolumen. Ahora voy a comprobar si realmente ha merecido la pena el esfuerzo por adquirir ese coche.

Una maleta grande, dos medianas, una pequeña, el carro de mi Pequeñín, el artilugio que compré para acoplar al coche para mi Bichito, la minicuna de mi Pequeñín desmontada, mi almohada (sagrada) y dos mochilas (una de mi marido y otra mía) son todas las cosas que tienen que entrar en el coche. Espero que no haya problema y suba mi marido a decirme que tengo que quitar algo, porque me he tenido que sentar en las maletas para poder cerrarlas.

En fin, que ya está todo casi dispuesto para disfrutar del periodo de paternidad de mi marido e irnos a la playa los cuatro a pasar un par de semanas.

La próxima vez que escriba lo haré desde la playa.

Buen fin de semana a todos!!!

martes, 3 de mayo de 2011

Recados

Hoy no tengo mucho tiempo, tengo que hacer varios recados y aunque el niño ahora mismo duerme, no creo que tarde mucho en despertarse.

Yo me encuentro bastante cansada, pero no consigo dormirme una vez que me he levantado y paso los días habiendo dormido tres y cuatro horas. Sé que debería descansar más, pero me tumbo y no me duermo y eso me pone muy nerviosa y me sube un dolor de cabeza tremendo. Tengo las típicas ojeras de cualquier madre reciente, pero me cuesta mucho dormir fuera del horario nocturno y eso me está dejando sin pilas. Vamos que tengo ojeras en mis ojeras.

Lo mejor de hoy es que queda exactamente un mes para que nos vayamos de vacaciones y estoy deseando empezar a preparar las maletas. Cierro los ojos y nos imagino a los cuatro en la playa, tomando una paellita, una tellinas y una jarra helada de cerveza sin alcohol y disfrutando del buen tiempo y de estar juntos los cuatro. Pero cuando los abro, vuelvo a la realidad y recuerdo que tengo que salir a hacer unos recados y ocuparme de unas cuantas cosas. Así que voy a prepararlo todo para cuando se despierte mi Pequeñín, vestirle, darle el pecho e irnos los dos juntitos rumbo a nuestra primera parada, el banco.

Espero que disfrutéis de esta semana, que es un pelín más corta que la anterior.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuna y colchón de viaje

Llevo días queriendo hablar de este tema, pero entre unas cosas y otras, al final casi se me va a olvidar.

Nosotros compramos una cuna de viaje en El Corte Inglés. Era muy bonita, roja y azul marino y tenía todos sus lados visibles, así también nos servía de parque en los viajes. Lo compramos con una tarjeta regalo que nos hicieron en Noviembre de 2009. También compramos un colchón de viaje. Cuna 75€ y colchón 25€, como había un 20%, total 80€.

La primera vez que lo utilizamos fue en Junio de 2010 cuando nos fuimos una semana a Granada. Pues como no habíamos probado la cuna, tenía rota un lado. A mi me parece un artilugio poco intuitivo, la verdad. Y aunque en la base de la cuna vienen las instrucciones, los botones que se encuentran en la mitad de cada lateral plegable son demasiados duros y harto complicados. Bueno, pues uno de estos botones se rompió y no plegaba. Así que ese lado lo pusimos contra la pared y así pasamos la semana.

Cuando llegamos a Madrid mi marido fue a El Corte Inglés a descambiarla y nos dijeron que habían pasado más de seis meses y que no iban a descambiarla. La solución que nos dieron fue que nos daban la de la foto y teníamos que pagar 2€ de diferencia (del 20% que llevaba la anterior ni hablamos). La cuna de viaje de la foto cuesta 66,5€ y, aunque es muy bonita y muy colorida, no termina de gustarme porque no es transparente por cada lado y efectivamente no es la que yo elegí. De todas formas, es una cuna de viaje y vale para lo que vale. El problema está es que es la misma marca de cunas de viaje que la otra, Voltereta, por lo que el mecanismo es el mismo, es decir, igual de malo.

Cuando la monté en casa de mi madre ya tuve muchos problemas para plegar y desplegar los palos. Así que creo que esta cuna como la otra fueron una malísima compra.

Pero ahí no quedó el problema. Lo otro que compramos fue este colchón de viaje. A simple vista parece muy útil, pero yo ya no voy a utilizarlo más porque no me gusta nada. Lo primero es que mi hija suda como un pollo, pero vamos que la primera vez que lo utilizó creí que se había meado y se había dado la vuelta y puesto la cabeza o que había vomitado. Así que tuve que poner una toalla entre el colchón y la sábana. Pero es que aún así da muchísimo calor. Este verano en la playa lo ha pasado muy mal porque se levantaba muchas veces chorreando y mi hija se despierta cuando suda. También creo que fue una mala compra.

Conclusión, la cuna mejor otra marca, porque desde luego esta es bastante mala. Y desde luego lo que no compraría sería el colchón de viaje. Pienso comprar un colchón normal de muelles, aunque no sea plegable, porque así la pobre no descansa bien (cómo se nota que dentro de poco me dan el coche nuevo y en ese entran un montón de cosas más).

¿Vosotros qué habéis comprado? ¿Estás contentos con vuestra cuna de viaje? Y sobre todo lo que más me interesa, ¿tenéis el mismo problema que yo con el colchón? ¿Qué tipo de colchón habéis comprado?

Ojalá hubiera investigado un poco sobre el tema antes de comprarlos, porque creo que no acerté en nada.

Yo sigo muy contenta, aunque un poco cansada, quizá sea por las malas noches, las tardes solita con mi bichito y las pocas horas de sueño. Una sonrisa para todos y Feliz Jueves!!!

jueves, 2 de septiembre de 2010

En la playa

Madre mía qué estrés y lo que tendría que estar es descansada.

Nuestro coche no tiene aire acondicionado, es un Opel Astra tres puertas de hace 12 años y va genial, de verdad. Ni un problema ni nada, pero no tiene aire. Así que los viajes solemos hacerlos de madrugada, es decir, sobre las 5 nos despertamos y recogemos todo, la doy la teta a la niña y para el coche. Pero ayer se puso a llover en Madrid. Eran las 12 más o menos, estaba muy nublado y cayó una chupa de aupa. Yo había hecho la maleta de la niña, pero nada más. Entonces se me encendió la bombilla, llamé a mi marido y le dije que por qué no nos íbamos cuando saliera de trabajar. A lo que él dijo que sí.

Bueno, pues si me vierais, parecía como que habían puesto la musiquita del Show de Benny Hill, madre mía que estrés. Hice nuestra maleta y cogí todas las cosas necesario del baño de los tres, las cosas de la playa, comidas juguetes y hasta hice una tortilla de patatas para comer algo antes de salir de casa. Ahh y me duché y todo listo a las 15:00. Y esto con un bebé que de repente se puso a llorar con la boca llena de sangre y con mareos y unas poquitas nauseas. No sé ni como lo hice, de verdad, pero lo hice. Lo que ya no me dio tiempo fue contestar vuestros comentarios, pero voy a hacerlo ahora mismo. Mi marido se sorprendió mucho cuando vio todo lo que había hecho y me llamó Superwoman, jajajajaja.

Mientras daba de comer a mi bichito, se hacían las patatas para la tortilla. Encima mi primera tortilla de patatas!!! Nunca había hecho ninguna y me salió bastante bien. Un poco consistente para mi gusto, pero estaba rica. Lo que pasa que no tenía otro huevo, así que no pude arreglarla. Además tenía poca sal porque sabía que mi bichito comería. Comimos la tortilla y le di una cuña a mi bichito, la cogió con su manita y fue comiéndosela poco a poco, le encanta a tortilla de patatas. Así se dormiría en el coche y tendría la tripita llena.

Mi marido hizo tetris en el coche y lo digo bien, es un Astra 3 puertas, con un maletero super pequeño en el que entró: dos maletas pequeñas, una maleta mediana, el coche de la niña, una bolsa que me pidieron que llevara, una mochila nevera grande, otra nevera pequeña, una mochila pequeña de juguetes y la mochila en la que llevo el agua, la comida, el cambio y mi monedero. Yo no se, pero lo consiguió. El colchón de la cuna de viaje fue delante. Y a las 16:15 nos dispusimos a salir.

Esta vez le pedí a mi marido que pusiera la silla de la niña en el sentido de la marcha. Mi hija no llega a los 9 kilos, pero al ponerla en el sentido contrario de la marcha, el cuello lo lleva fatal y llora. Como ya está a punto, le dije que la pusiera de frente, que así iría más cómoda. Joo, que si iba más cómoda!!! La levantamos el asiento con la palanca y se quedó casi tumbada. Echamos gasolina y me dispuse a hacer la primera parte del camino. En tres minutos tanto mi marido como mi hija estaban dormidos y mi hija no había llorado!!! Se quedó dormida plácidamente, daba gusto verla por el espejo, no cambió de postura hasta la hora y cuarto por culpa de un bache (momento en el que se despertó también marido).

Mi bichito se despertó a la hora y tres cuartos, momento en el cual paramos para que merendera y estirara las piernas. Reanudamos camino y ya condujo mi marido y mi bichito y yo estuvimos jugando, cantando y comiendo alguna que otra guarrería. A las 21 estábamos en el apartamento y ya estamos en la playa. Lo peor es que las pesadillas no se han quedado en Madrid y se han venido conmigo, así que me he despertado a las 6. Mi bichito ha llorado esta noche una vez, pero era por desubicación, se ha tranquilizado al ver que estábamos al lado.

ESTAMOS EN LA PLAYA Y POR DELANTE NOS QUEDAN 10 MARAVILLOSOS DÍAS!!!

P.D.: La foto es la playa de La Concha en Oropesa del Mar (Castellón), que es donde hemos venido a pasar nuestras vacaciones.

lunes, 28 de junio de 2010

Salidas en fin de semana


Mi marido y yo tenemos distintos gustos: a él le encata estar en casa y a mi al contrario, me gusta salir, pero nunca habíamos notado tanto la diferencia.

Algo tendría que ver que cuando éramos novios y salíamos a cenar o a tomar copas o a que yo bailara, luego necesitábamos el resto del fin de semana para recuperarnos. Siempre nos ha encantado viajar, a los dos. Así que aprovechábamos cualquier posibilidad para conocer otras ciudades, otros países u otros mares (salíamos a bucear). Así que cuando nos casamos decidimos hacer todas las escapadas que pudiéramos para después quedarme embarazada. Así que, además de todo el turismo nacional que hemos podido hacer, hemos visitado Cancún, La Romana en La República Dominicana, Las Maldivas, Londres, Munich y un viaje por toda Jordania. Nos queda mucho por ver y mucho por hacer. Eso sí, en cuanto podíamos nos íbamos a la playa.

Ahora, hay muchas cosas que hacer en casa. No sólo lavadoras, ropas y demás, sino arreglar la terraza, poner el suelo, techar el ático... En definitiva, dedicarle más tiempo del que quisiéramos. Así que ya no podemos salir tanto y, lo que es peor, si salimos, no podemos hacerlo juntos. Esto nos ha llevado a alguna discusión que otra, pero nada que no se pueda arreglar con una buena conversación y un poco de paciencia.

Así que este fin de semana hemos aprovechado, mi bichito y yo, para ver a algunos de mis amigos. Aunque nos gusta más que venga papá con nosotras, nos hemos dado cuenta que no siempre puede acompañarnos. Nos importa, pero lo entendemos.

Este fin de semana me hubiera gustado ir a la playa, pero no va a poder ser. Seguro que se me ocurre alguna otra cosa que podamos hacer...

¿Os ha ocurrido a vosotr@s lo mismo? ¿Salís mucho menos?