Foto sacada de internet, no es ni mi casa ni mi Pequeñín |
Cuando le acuesto le doy un beso y me duermo. Le miro y cierro lentamente mis ojos, lo último que veo antes de dormir, es a él. Y no sé si es por esto o por qué, pero desde que mi Pequeñín duerme con nosotros, es decir, desde que mi Pequeñín nació, me cuesta acordarme de cuándo fue la última vez que tuve pesadillas.
Quizá la seguridad en mi misma que me ha terminado de dar esta maternidad, la fuerza con la que afronto los días, las semanas, los meses, la felicidad que siento al tener una familia tan maravillosa, me han servido de cura de mi enfermedad. Ya no tengo miedo a dormirme, ya no tengo pavor al despertame si tengo una mala noche, ahora me levanto con fuerza, cansada por las pocas horas de sueño, pero con muchas ganas de acabar mi jornada laboral para reencontrarme con mi hijos y con mi marido.
Y a qué viene todo esto, pues voy a explicaros. Esta semana, cuando le doy un beso a mi Pequeñín, antes de acostarle, le digo adiós. Mi marido me ha pedido, porque cree que es el momento adecuado, llevarle a la habitación con su hermana. A mi Bichito la llevamos cuando tenía poco más de 7 meses y fue un acierto, empezó a descansar mejor, a hacer menos tomas nocturnas y pasó de despertarse 3-4 veces mínimo a 1 ó 2. Nunca hubo ningún problema, no lloró, no se encontró mal, ni nada. Cuando me llamaba yo acudía y ella en seguida asimiló el cambio.
Pero mi Bichito no es mi Pequeñín. Mi Bichito era una niña más independiente, más adaptable y menos exigente. Sin embargo, y desde el primer día que nació, mi Pequeñín necesita mucho más. Recuerdo la primera noche que pasó en casa, mi marido me pidió que le metiera en la cama porque mi Pequeñín no dormía a menos que estuviera pegado a mi. Desde ese momento hemos dormido los tres juntos y en un par de ocasiones, incluso los cuatro.
Pero mi marido cree que ha llegado el momento y entre otras cosas es porque mi Pequeñín se ha caído de la cama. Se despierta silencioso, y aunque por mi lado está la cuna, por el de mi marido una barrera y por los pies le ponemos una muralla de almohadas y cojines, 6 en total de gran tamaño, pues no me digáis cómo, pero las salta y se ha caído un par de veces y a punto ha estado de caerse otras tantas.
Así que aprovechando que habría que ponerle la barrera a la cuna, mi marido me ha sugerido que podíamos llevarle a la habitación con su hermana. Yo, particularmente, creo que no está preparado y que se va a despertar muchas más veces que cuando está a mi lado. Pero cierto es, que lo mismo pensé con mi Bichito y me equivoqué, la mayoría de las veces nuestros hijos nos sorprenden.
Así que este viernes, y aprovechando que yo he cogido el puente completo por si pasamos alguna mala noche que otra, mi Pequeñín dormirá con su hermana en la habitación de ambos. Si en cualquier momento mi Pequeñín no está de acuerdo, lo pasa mal o se despierta muchas más veces de las que lo hace a mi lado, hemos acordado volver a traerlo a la habitación con nosotros y esperar a repetirlo de nuevo, tantas veces como sean necesario, dentro de un mes o dos, hasta que mi Pequeñín esté preparado para acomodarse en la habitación junto a su hermana.
Pero a mi no deja de darme una pena enorme, me cuesta perder este momento tan maravilloso, acostarme junto a él cada noche, que él sea lo primero que vea cuando me levanto y lo último cuando me acuesto. Pero creo que esta paternidad es de ambos y si mi marido me ha pedido que probemos, creo que debemos probarlo. Lo que tenemos claro es que lo más importante es respetar a mi Pequeñín y si no está de acuerdo, volveremos a intentarlo más adelante, cuando sea el momento adecuado para todos.
Y aunque segura de lo que vamos a hacer, me siento tristona y sé que más aprensiva que de costumbre. Hoy he leído una poesía que está en la guarde, que leo habitualmente cuando voy a buscar a mis hijos, pero hoy me he emocionado. Así que, aunque pensaba que no me estaba afectando, sí lo hace.
Ya os contaré la semana que viene, si mis hijos me lo permiten, cómo va el cambio de habitación para todos.
Ahh y no os olvidéis que mañana es el último día para apuntarse al sorteo de Mi Medusa. Tenéis toda la información aquí. No olvidéis que también se hace en dos blogs más, en el de Historias de un principe y cuatro princesas y en Yo madre. El jueves publicaré la lista de participantes y el viernes haremos el sorteo. Suerte a todos y los que no lo hayáis hecho todavía, apuntaros!!!