Niña

Ahí tenéis el sexo de mi Pizquita. Podéis ver ambos fémures y casi, en medio de ambos fémures, una rajita en vez de unos testiculos y colita.

Pesa 126 gramos, mide 31.6 mm y es preciosa. Lo sé, decir estas cosas sólo puede salir de una madre, porque a mí me llena ese amor hacia ella desde que supe que estaba embarazada, e incluso antes, y cada vez más.

Queríamos una niña y cada uno por motivos diferentes. A mi marido le encantan las niñas, yo creo que a él no le habría importando tener sólo niñas, aunque a su Pequeñín no lo cambia por nada del mundo. Mis motivos eran bien distintos.

Mi Bichito quería una hermana, ella ya tiene un hermano y le faltaba tener una hermana, quería tener un bebé con pepillo. Mi Pequeñín es un niño muy demandante, muy dominante y con dos machos dominantes en casa tengo bastante. Además a mí me daba la sensación que había que buscarle un algo especial, porque se quedaba en medio, como colgado. Sé que es una tontería, que habrá gente que piense que eso es algo trivial, pero esa era mi sensación. Así que siempre pensé que mejor la mayor, la pequeña y el niño. Si hubiera sido niño habría sido tres cuartos de lo mismo, el mayor, el pequeño y la niña. Aunque lo verdaderamente importante es que todo esté bien, que lo está.

Siempre tuve la sensación de que era una niña, quizá porque el puppe ha salido muy pronto y con mi Pequeñín se retrasó, porque tengo bastante peor embarazo que con ninguno y peor cara, todo sea dicho, porque las patadas se han retrasado bastante, muchísimo más que con mi Pequeñín. Recuerdo que pensé que mi Bichito se movía, ¡ay, madre cuando mi Pequeñín empezó a dar patadas! ¡Qué diferencia con mi Bichito! Eso no eran patadas, estaba jugando un partido de fútbol y yo era la pelota. Así que como apenas he notado unas pocas patadas, me daba la sensación que era más tranquila, más como mi Bichito y no el culo inquieto de mi Pequeñín, más como mi niña.

Ya estamos barajando nombres, estuvimos pensando cómo se llamaría mi Pizquita si fuera niño o niña. A mí siempre me gustó uno, cuando me quedé embarazada añadí otro y ayer empezó a gustarme otro más. Mi marido no se decide porque el que a él le gusta a mí no y a mi Bichito le gustan los tres, aunque hay uno que le gusta más que los otros. Seguro que será complicado, el de mi Bichito lo teníamos claro, mi Pequeñín lleva el nombre de mi padre y creo que con mi Pizquita tendremos más problema. Así que os animo a dejarme el nombre de niña que más os guste, así podremos ampliar el repertorio.

Casi se me olvida contaros algo súper curioso. ¿Recordáis que la ginecóloga que me atiende en el hospital público me dijo que era una niña? Pues ayer al entrar en la consulta de mi doctor me pareció verla, y se lo dije a mi madre. Cuando pasé a consulta le pregunté al doctor cómo se llamaba su compañera y justamente es la ginecóloga que me hace las eco en el hospital. Además, mientras estaba haciendome la eco entró para preguntar algo y esta fue nuestra conversación:
Suu: Usted es mi doctora en el Infanta Leonor.
Doctora: Ahh, ¿sí? ¿Y cómo que te vienes hasta aquí para que te veamos?
Suu: Pues porque me gusta mucho el doctor, pero doy a luz en el Infanta porque respetan mucho el parto.
Doctora: Es verdad, nosotros aquí bien, pero en el Infanta se respeta muchísimo más.
Doctor: Pues acertaste, es una niña.
Suu: Pues sí, es una niña.
Doctora: Qué bien!!! Me alegro. ¿Pero a que no sabes que somos marido y mujer?

Qué coincidencias tiene la vida, no existen ginecólogos en Madrid, entre clínicas privadas y públicas. Yo voy hasta Sanchinarro para que me atienda este doctor, pro lactancia materna y que siempre me ha tratado correctamente, respetando mis opiniones. Y resulta que los ginecólogos que me ven en la clínica privada y en el hospital público son marido y mujer. Me parece increíble que estas cosas ocurran, porque mira que es complicado y enrevesado, pero suceden.

Lo que me pasa hoy es que estoy preocupada. Ayer mientras mi madre me llevaba al ginecólogo me mareé y hoy he paseado con la niña para llevarla al cole antes de irme al hospital a darme los rayos y me he mareado mucho. Así que me quedaré en casa descando hasta la hora de recoger al niño e ir al médico y no creo que pueda ir al hospital a menos que mejore.

Dentro de nada seremos 3 mujeres y 2 hombres en casa, seremos mayoría, aunque ellos sean más fuertes y más gritones (y nosotras más lloronas). Creo que voy a tener que ir poniendo estanterías en el baño grande y desterrando a mi marido, junto a mi Pequeñín, al pequeño...